Colmillo de lobo recién siglado. Para ello en un lugar liso de la pieza extienden una fina capa de esmalte transparente de uñas, con un rotulador punta 0,5 milímetros escriben un código que incluye el yacimiento donde fue hallado, la campaña y el cuadro.
El material recogido en los yacimientos se acumula en la residencia de excursionistas reconvertida en laboratorio.
Una explanada cerca de la zona de descanso está cubierta por medio centenar de sábanas de plástico con rocas secándose al sol que acaban separar por tamaños con tamices.