Los milicianos armados siembran el terror entre la población
Maryam era peluquera en Bangui, pero tuvo que huir tras desatarse la persecución contra los musulmanes. “Mi vida no estaba mal”, recuerda. Ahora lleva un año malviviendo en el campo de desplazados de Moyen Sido con sus dos hijos.
Cerca de 30.000 personas han huido desde finales de 2014 de la zona de Kouango, muchos en dirección a la vecina República Democrática del Congo. Pero otros muchos, que también se cuentan por miles, se han quedado y malviven en la maleza y sin apenas ninguna asistencia.
El campo de Moyen Sido alberga a más de 2.000 desplazados, que han quedado atrapados en medio de la nada, entre una frontera cerrada (la de Chad) y unos hogares a los que les resulta imposible regresar.