Los milicianos armados siembran el terror entre la población
Abakar y Aishe, una pareja de pastores nómadas de etnia fulani (peuhl) esperan en el hospital de MSF en Batangafo. Han caminado más de 40 kilómetros en busca de atención médica para su bebé, que padece neumonía.
Familias desplazadas en la República Centroafricana.
Bushra Issa estuvo todo un día caminando campo a través para regresar a RCA desde un campo de refugiados en Chad, “porque la situación allí es aún peor”. Muchos refugiados intentan cruzar esa frontera, cerrada desde hace un año, incluso a riesgo de sufrir robos y violencia sexual por parte de los guardias fronterizos.