Viernes a las 10.00 h., Sábados y Domingos a las 07.30 h.
Como consecuencia de esta colaboración,
hemos utilizado como hilo conductor estas esplendidas fotografías,
estos retratos de jefes indios, presentes en esta exposición.
Y hemos utilizado una parte de la colección
de Grandes Llanuras y Suroeste, del Museo de América,
que es una de las colecciones más antiguas de Europa,
y de una importancia extraordinaria.
Además de contar con algunas piezas prestadas por otras instituciones,
como el Museo Nacional de Antropología
o coleccionistas privados.
Yo creo que es bastante significativo, es sintomático,
que una exposición sobre los indios de Norteamérica
se titule "El Gran Espíritu".
Habla mucho de una nueva percepción,
una nueva valoración de los indígenas de América del Norte,
y habla también bastante de lo que es nuestra sociedad.
Posiblemente, una exposición sobre estos indígenas,
de hace 30, 40 o 50 años, se hubiese centrado en otros aspectos...
en la belicosidad de los indígenas, en su cultura material,
pero desde hace 15 o 20 años se está poniendo en valor
la cultura espiritual de estos indígenas.
El Gran Espíritu hace referencia a un tipo de vinculación...
simbólica, espiritual, no sólo con la naturaleza,
sino con otras muchas fuerzas anímicas
que conectaban la vida social
con las representaciones... digamos, de transcendencia,
y eso entronca con nuevos intereses occidentales
para la comprensión de sociedades diferentes.
La Exposición Internacional de la Trans-Mississippi,
que se celebra en Omaha,
tenía como uno de sus principales objetivos
mostrar los avances técnicos, tecnológicos,
que se estaban realizando
en todos los ámbitos de la ciencia en ese momento,
como se realizaban en las grandes exposiciones universales
que se celebraban en Europa o en Estados Unidos.
Pero, además de mostrar esos avances,
se incorporó la presencia
de comunidades indígenas norteamericanas,
y en total accedieron a esa exposición
más de 500 indígenas de tribus,
fundamentalmente, de la región de Grandes Llanuras.
El Congreso Indio que se celebra en esa exposición,
que realmente se llamó "Congreso Indio",
y a los jefes indígenas que formaron parte de ese congreso
se les llamó "delegados", es un pequeño eufemismo occidental,
porque realmente lo que se hizo fue...
seleccionar determinadas tribus
y determinados representantes de esas tribus
para ser mostrados en esa exposición internacional.
Lo primero que hay que decir es que son fotografías muy bellas,
eso, evidentemente, y son muy sugerentes, digamos.
Para una visión desde el campo del arte
sería impecable esto, ahora bien...
¿qué dice de esta sociedad que está detrás?
Pues dice poco, o sea...
¿qué podemos saber sobre lo que pensaban, lo que sentían?
¿cómo eran sus vínculos espirituales?
Realmente no se puede saber mucho, porque no están contextualizadas,
están en un estudio.
La belleza nos mueve a un tipo de empatía, desde luego,
a un tipo de aproximación,
o sea, yo veo estas fotografías
y lo que deseo es conocer más acerca de ellos,
pero si veo otras fotografías de la exposición
en movimiento, en contexto,
no solamente siento ese tipo de empatías,
sino que me introduzco en la sociedad.
A finales del siglo XIX,
estas comunidades ya viven un proceso de declive cultural.
El proceso y, sobre todo, el choque con la cultura occidental,
les genera unos cambios drásticos en su forma de vida.
Como consecuencia del movimiento de los grupos occidentales del este
hacia la costa oeste, hacia California,
las comunidades fueron deslocalizadas,
se las desplazaba de sus lugares originarios.
Posteriormente se crearon recintos... zonas específicas que, normalmente,
eran climatológica y biológicamente adversas,
para que estuviesen en esos territorios.
Se dictaron diferentes leyes para legitimar ese desalojo
y, como consecuencia de ello,
algunas de las consecuencias directas fueron...
el abandono de la indumentaria tradicional,
como consecuencia de ello, para algunas de estas exposiciones
y, concretamente, para la de Omaha,
se sabe que algunas comunidades indígenas
tenían que hacer indumentaria tradicional para...
poder ser llevada y exhibida en esas exposiciones.
También se prohibieron gran parte de sus rituales y sus ceremonias,
que eran parte fundamental de su patrimonio cultural
y han estado prohibidas hasta hace muy poco tiempo.
Precisamente el pensar que, prácticamente,
todas las tribus de Norteamérica eran nómadas, no es real.
Había sociedades, tribus, que eran sedentarias,
no solamente en la región del suroeste de América del Norte,
donde todavía hoy son comunidades sedentarias,
que tenían sus casas realizadas en adobe, es decir, estables,
desde antes de la llegada de los europeos al continente americano.
Lo que ocurre es que algunas de las sociedades,
incluso del área de los Grandes Lagos,
también eran, algunas de ellas, sedentarias.
¿Qué ocurrió?
Como consecuencia de la llegada de los grupos occidentales,
se desplazaron algunas de las comunidades
y abandonaron su forma de vida sedentaria,
algunos de ellos, para pasar a ser nómadas.
Algunos de los grupos de nativos norteamericanos
sí que eran nómadas desde el inicio.
En la mayor parte de las tribus de Norteamérica,
que tratamos en esta exposición,
la forma de organización social era igualitaria.
¿Esto qué quiere decir?
Pues que no existía una diferenciación
entre los diferentes miembros de la comunidad,
salvo la que tenían algunas de las personas destacadas
por los propios méritos desarrollados a lo largo de su vida.
Es decir, que fueran buenos guerreros o grandes cazadores,
o fueran, también, personas destacadas por su...
facilidad en la comunicación con los espíritus
como, por ejemplo, los chamanes.
Eso no quiere decir que, sus cualidades,
fueran heredables a sus descendientes,
sino que cada uno tenía que ganarse
el puesto que tenía dentro de cada una de las sociedades.
En ese tipo de sociedades igualitarias,
las tareas que son desarrolladas dentro del grupo, están muy pautadas.
Los hombres realizan actividades
relacionadas con la caza o con la guerra, los enfrentamientos,
mientras que las mujeres se dedicaban a labores, por ejemplo,
la alfarería, la cestería, el curtido de las pieles,
tan importante en muchas de estas comunidades.
Y, además, de estos dos géneros culturales existía un tercer género,
que eran... lo que hoy conocemos como personas transgenero,
y que en el siglo XIX ya fueron estudiados
y que se les denominaba con el término de "berdache".
Que simplemente eran personas que...
eran un número relativamente importante dentro de la comunidad,
tenían unas características especiales
y unas funciones específicas importantes dentro de sus tribus,
de sus comunidades, eran, por ejemplo, personas que tenían...
sexualmente órganos masculinos, pero que decidían, voluntariamente,
optar por el género cultural femenino.
Tenemos que pensar que, todas estas culturas,
piensan que todo aquello que les rodea tiene espíritu,
y no sólo tenemos que pensar en las distintas especies de animales,
sino que también tenían espíritu las montañas o los ríos.
Esto... genera una gran cantidad de ceremonias y rituales
para intentar mantener el equilibrio con esa naturaleza que les rodea.
Todo está entendido como un universo equilibrado.
Nosotros tenemos una estructura de pensamiento
en la que el tiempo es lineal,
sin embargo, en estas culturas tradicionales, el tiempo es circular,
es decir, es un círculo continuo que se va renovando... anualmente,
y se sabe que siempre va a volver ese ciclo a formarse.
Cuando las comunidades...
son deslocalizadas de sus entornos naturales originales,
se produce una quiebra de sus propias creencias,
precisamente en el sentido de pérdida de referencia
de los espíritus que están representados por esas montañas
o esos ríos de los que comentamos,
es decir que, el desplazarles hacia otros lugares,
rompe ese entendimiento y esa perfecta armonía
que se tenía con su propio territorio,
además de perder también la información sobre las especies
económicamente explotables, para su propia supervivencia.
Vemos que todo, absolutamente todo lo que es creado por ellos
tiene un determinado significado,
aunque nosotros hoy no sepamos incluso...
llegar a desgranar el significado último.
Muchos de estos símbolos que vemos en la indumentaria, por ejemplo,
son elementos que, en muchas ocasiones,
son protectores de la persona que lo lleva.
Son, por un lado, llegan a ser...
símbolo de prestigio dentro de la comunidad
y, también, elementos de protección.
En la exposición podemos ver, por ejemplo, una camisa de guerrero,
donde, en las mangas, se observan...
cabello, probablemente humano,
porque en algunas tribus de Norteamérica
se incorporaba este elemento,
que era consecuencia de esos enfrentamientos que se tenían
con otras comunidades, con otras tribus,
y que al incorporarlo a su indumentaria y mostrado, sobre todo,
en los momentos de ceremonias y rituales,
se ponía en evidencia que la persona que llevaba esa prenda
era un guerrero prestigioso y valeroso,
que era una de las cualidades más...
importantes dentro de estas sociedades.
Cuando los occidentales llegan a América...
van buscando recursos económicos.
Aunque todos pensamos que...
los principales recursos que se buscan son minerales:
el oro, la plata...
en el caso, por ejemplo, de esta región
que estamos tratando de Norteamérica,
había otros recursos económicos muy valiosos,
y entre ellos estaban las pieles.
Los occidentales buscaban pieles
que los indígenas cazaban con frecuencia y que poseían,
y a cambio de esas pieles, se les ofrecían otros objetos
que para los occidentales tenían escaso valor económico.
Se producía, en ese momento,
un intercambio desigual a nivel comercial.
Es decir, se les daba a los occidentales pieles que,
económicamente eran muy rentables,
y a cambio, por ejemplo, se ofrecía algo...
que cambió completamente algunas de sus tradiciones culturales,
como fueron las cuentas de pasta vítrea,
que hicieron olvidar, por ejemplo, o relegar...
una de las técnicas más complejas de estas tribus,
que era el trabajo de la púa de puercoespín.
La literatura pero, sobre todo, la cinematografía,
ha unificado a todos los indígenas
y los ha diferenciado de una manera... pues no solamente incierta,
sino, en algunos casos, hasta perniciosa.
Por otro lado, están operando en nuestra mente
lo que eran las agrupaciones... paraestatales,
de los indígenas de América Central y América del Sur.
Los grandes grupos aztecas, incas y mayas,
que sí formaban alguna suerte de unidad o confederación,
nos ha hecho que intentemos ver algo parecido
en los grupos de Norteamérica,
que eran mucho más pequeños, eran mucho más dispersos,
más atomizados, con más población nómada.
Siendo esto cierto, no deja de ser cierto, también,
que las relaciones, las alianzas entre ellos,
tenemos constancia de que existieron.
Pero una asociación, digamos, "panindia",
que agrupase, política y sentimentalmente,
a los indígenas de América del Norte,
no podemos hablar ciertamente de ella.
Realmente, tenemos dos imágenes de los nativos norteamericanos.
Una imagen idealizada de la forma de vida de estas comunidades,
precisamente, porque ya desde el siglo XVIII,
se entiende que las sociedades que viven en armonía con sus entornos,
con la naturaleza, eran las sociedades ideales.
Pero también tenemos la otra parte,
en la cual se ven a estas comunidades indígenas
como inferiores al resto de las sociedades occidentales.
Se les denominan sociedades salvajes.
Lo único es que son sociedades distintas a la nuestra,
pero no inferiores, tecnológicamente son distintas,
y son sociedades que se integran perfectamente en su entorno
y, por lo tanto, son sociedades sostenibles.
Siempre se ha pensado que las sociedades dominantes,
sobre todo, las que son dominantes militarmente
y que avasallan a los pequeños, digamos, a los más indefensos,
pues acaban arrasando.
Sabemos que eso nunca llega a ser ni perfecto ni pleno.
Que en todas las situaciones de contacto
hay algún elemento de la cultura, incluso de la perdedora,
que pasa a la cultura dominante.
Lo que no podemos hacer, y eso es importante,
es intentar que la forma de vida de estas sociedades
se mantenga estática o que se mantenga como nosotros
la tenemos en nuestro pensamiento de hace 100 años.
Es decir, las sociedades cambian y han cambiado siempre.
Nuestra sociedad también cambia.
Nosotros no podemos parar, en el tiempo,
el proceso general, habitual, de cambio y modificación...
de las formas de vida de las sociedades.
¿Hacia dónde van esos cambios?
Hacia donde realmente quiera esa sociedad.
Es cierto que, hoy en día,
hay sociedades que son más invasivas y más fuertes
a la hora de modificar
pautas de comportamiento de otras sociedades, eso es real.
Entonces, bueno, se producirá una fusión,
una serie de mestizajes culturales
y darán, como consecuencia, otras realidades distintas.
Me llamo Carmen Vizán.
Trabajo en el Área de Estudios y Análisis
del Consejo Económico y Social.
El CES es un órgano consultivo del gobierno
donde están representados los sindicatos de los trabajadores,
las organizaciones patronales y otros grupos de interés
como consumidores, pesqueros, agrarios...
Su función principal es asesorar al gobierno,
a través de dictámenes y de informes,
sobre materias socioeconómicas y laborales.
Y nosotros, como servicio técnico, como Área de Estudios y Análisis,
apoyamos al Consejo y a las comisiones de trabajo
para elaborar los textos, informes y dictámenes que emite.
Me presenté a un concurso-oposición que hubo,
después de haber estado siete años trabajando de profesora en la UNED.
Me interesó este puesto,
precisamente, porque es una organización
que tiene esa vertiente social.
No es solamente una visión economicista
sino que tiene también ese otro lado social
y me interesaba trabajar aquí.
Yo estudié Derecho y ya desde ese momento
las asignaturas de Economía y Hacienda Pública me interesaron.
De alguna manera,
la Economía te daba una visión de lo que era la realidad social,
y en cambio el Derecho se centraba en el deber ser, en la regulación.
A mí me interesaban especialmente esas asignaturas.
Todas las herramientas teóricas, las herramientas prácticas...
Aquí, por ejemplo, se manejan muchos datos estadísticos.
Entonces, ahí hay un bagaje que es muy importante y toda la teoría.
Herramientas, instrumentos teóricos,
que te valen para afrontar el análisis de las problemáticas.
De hecho, además, siendo la Economía, ahora mismo,
la ciencia social dominante, es muy útil.
Yo tengo a los estudios de Economía ahora mismo en España,
yo estudié en los años 90,
es el sesgo tan marcado hacia las teorías neoliberales,
y desde el punto de vista de las herramientas,
hacia un enfoque cuantitativo que muchas veces deja de lado
el propio objeto de análisis,
y que uno no sabe qué está estudiando al final.
Entonces, yo ahí, soy bastante crítica,
porque se han dejado de lado el estudio y otros enfoques teóricos
igualmente válidos o igualmente interesantes
para formar criterio a los alumnos.
Y todo eso, uno ha tenido que estudiárselo por su cuenta
y a partir de las propias ganas de avidez de conocer otros enfoques.
Cuando ahora estamos recortando presupuestos en I+D,
tenemos que saber que coste de oportunidad tiene eso,
o cuando estamos subvencionando la industria automovilística,
tenemos que saber cuál es el coste social
de promover una industria que contamina tanto.
En fin ahí, esa Economía de la elección social es muy interesante.
Mi trabajo. Bueno, en este caso,
yo me identifico con lo que es la institución para la que trabajo,
porque es una institución política
con una matriz muy democrática en la medida en que están representados,
aunque no del todo, aunque siempre con lagunas,
están representados una buena parte de los colectivos
y de los intereses económicos en liza.
Yo siento que mi trabajo es útil
en la medida en que contribuye a generar ese consenso social
que facilita la toma de decisiones de una manera más democrática.
El libro "La Exploración de la Conciencia",
del que he realizado el prólogo con muchísimo gusto,
de la profesora María Teresa Román,
que, además, tengamos en cuenta
que era titular de Filosofías Orientales,
tiene dos claves para mí.
La primera clave es la pluralidad,
en el sentido de que abarca todos los temas
de lo que es la sabiduría antigua en relación a la consciencia.
Tengamos en cuenta que la consciencia, hoy día,
es un elemento de investigación, a niveles internacionales,
en la mayoría de las universidades del mundo, en estos momentos.
Y el segundo punto es la innovación.
Es decir, consigue, desde el rigor académico,
hacer una innovación desde una perspectiva
que nos va a permitir a muchos poder conocer numerosos entresijos
de la evolución de la consciencia a lo largo de la historia humana.
Desde la sabiduría antigua,
que he dicho antes, que se remonta a miles de años,
hasta la ciencia moderna, hasta los momentos actuales.
Casar esta ciencia actual,
es decir, entrar en el valor académico y en el rigor científico,
y ser capaces de respetar la sabiduría antigua
de toda la tradición... podríamos decir sagrada, religiosa, etc., etc.,
con respeto y crítica,
me parece el gran hallazgo que le debemos,
lógicamente, a María Teresa Román.
Bueno, el libro de María Teresa
toca muchos aspectos alrededor del concepto de la consciencia.
Habla del mundo de los sueños,
habla de los maestros de la consciencia,
maestros espirituales, chamanes, sabios...
habla de la muerte, y si hay algo que perdura o no perdura...
Es un libro que profundiza mucho en el misticismo,
en los estados alterados de conciencia...
es un poco un compendio de su trayectoria.
Va enfocado al público en general,
a público culto, evidentemente, que le interesen estas temáticas,
pero no necesariamente un especialista, un académico...
pero también los académicos apreciaran
su enorme cultura y sus aportaciones,
pero es un libro para el público en general,
por lo tanto, es asequible y está muy bien escrito.
El libro de María Teresa Román
"La Exploración de la Conciencia en Oriente y Occidente"
me ha hecho un impacto inmenso,
porque yo no había pensado hasta entonces la posibilidad
de que damos respuestas simples a problemas muy complejos,
y gracias a su lectura me he dado cuenta de ello,
de que tenemos una especie de armazón, de coraza o de estructura...
de conceptos, de reglas, de sistemas, de axiomas...
a partir de los cuales interpretamos la realidad,
y lo que tenemos que hacer, pienso yo, es...
analizar esa estructura, que funciona como si fuera una plantilla...
vemos un suceso, aplicamos la plantilla y lo interpretamos.
Tenemos que romper esa plantilla
para darnos cuenta de cómo es el mundo, de cuál es la realidad.
"La Exploración de la Conciencia",
desde mi punto de vista, es un libro sorprendente.
En un principio piensas que es un libro erudito, lleno de citas,
donde se mezcla la física con la mística,
pero, luego, cuando te vas adentrando en él
y, sobre todo, en lo que a mí me conviene,
que es ese otro aspecto de la realidad asociado con lo mágico,
con lo oculto, con lo misterioso...
Mayte Román no tiene ningún tipo de problema,
con esa valentía que la caracteriza,
de adentrarse también en ese tipo de territorio
más farragoso o más escurridizo.
Por lo tanto, nos presenta en esta obra,
unos aspectos de la realidad tal como eran entendidos
por distintos místicos y distintos físicos modernos,
pero también de todos los vericuetos que tiene la conciencia.
No sólo se adentra en esos aspectos
que están relacionados con la meditación, con los sueños,
con las experiencias cercanas a la muerte,
incluso con los trances chámanicos,
para percibir lo que hay al otro lado del espejo,
sino que también de forma muy valiente, muy atrevida,
pero con mucha erudición,
nos habla de Abraham Maslow, de la psicología transpersonal,
de la teosofía, de la antroposofía, de Castaneda,
de esas temáticas que, en principio,
rehuiría cualquier persona que esté vinculada
a la psicología o a la filosofía.
Mayte Román lo hace,
nos hace despertar ese concepto que tenemos de la conciencia
y, sobre todo, nos adentra en ese más allá, en ese otro lado oculto.
Quién le iba a decir a ella
que justo este libro sería un poco su... testamento,
donde ya no lo tenía que contar de forma teórica,
sino que ella... desveló el velo de Isis,
y al final entró en ese otro lado del espejo
que ella tanto le gustaba conocer.
En Sevilla se va a poder descubrir a un Murillo total,
un Murillo que nos va a sorprender,
porque para lo que va a servir este centenario es, precisamente,
para comprobar el perfil amplísimo
de artista total del barroco que fue Murillo,
es decir, no solamente un pintor de temas religiosos,
sino también de tema profano,
cómo sirve como ventana al siglo XVII, de alguna forma, su pintura.
Eso es lo que se pretende mostrar en Sevilla este año...
su pintura, su obra, el personaje y, también, la Sevilla de la época.
La Casa Murillo tiene el interés de presentarnos...
un espacio en el cual él vivió,
poco tiempo porque... esta no fue su última morada, sino la penúltima.
Se fue un poco más abajo, a la propia plaza de Santa Cruz,
enfrente, donde tuvo la última casa.
De manera que, aquí se ha intentado hacer un centro,
primero de información general para lo que es el Año de Murillo
y, después, un centro destinado a los niños,
donde los niños pueden ver cómo el gran maestro sevillano
representó a los niños como...
elementos fundamentales en sus pinturas,
puesto que él conocía muy bien el mundo de la infancia,
se identificó muy bien con ella y, psicológicamente,
la trasmitía en pintura de manera verdaderamente excepcional.
La catedral de Sevilla aporta un valor añadido al Año Murillo,
porque es uno de los pocos espacios que se pueden disfrutar en la ciudad
que conservan las obras pictóricas de Bartolomé Esteban Murillo
en el mismo lugar para el que el pintor las pensó.
Si vemos el San Antonio de la capilla bautismal,
Murillo antes de afrontar esa monumentalidad de cuadro,
estudia el lugar, estudia el espacio, estudia la luz...
y con esos datos ya, en su cabeza,
piensa cómo resolver las múltiples facetas que conlleva una pintura.
Hay dos objetivos fundamentales con los que cuenta la exposición.
Uno es técnico, la obra está en su lugar,
y otro es conceptual, la santidad como referente.
Entonces, en unos paneles catequéticos,
que se reparten por los pilares del trascoro de la catedral,
se podrá ver esa misión evangelizadora
y esa mirada de la santidad.
También el cabildo ha querido hacer una comparación
entre la primera producción de Murillo y su etapa de madurez.
Situando en dos expositores independientes
un cuadro procedente del palacio arzobispal,
que lo pinta en 1638/40, con tan sólo 20 años.
Entonces muestra un estilo academicista
que es la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo de Guzmán.
A su derecha se ha colocado el retrato de San Fernando,
que lo pinta en 1671, al hilo de la canonización del rey San Fernando,
y vemos ahí su etapa de madurez.
La vida de Bartolomé Esteban Murillo
está marcada por unas relaciones familiares complejas,
queda huérfano de muy niño.
Está marcada por una ciudad que comienza...
a ofrecer datos de decadencia,
frente a lo que ha sido un siglo XVI esplendoroso.
Está marcada por la doctrina que proviene del Concilio de Trento.
Está condicionada por un hecho fundamental,
1649, la llegada en el mes de febrero de la peste negra,
en Sevilla mueren, diariamente, casi mil personas.
Murillo va a perder dos hijos, probablemente,
pero es que pierde, seguro,
a amigos tan importantes para él como Juan Martínez Montañés.
Ese hecho marca a la ciudad... no sólo económicamente,
se pierde entre un tercio y la mitad de la población,
sino que marca la ciudad en cuanto a mentalidad.
Se han ido los que se han ido, pero es que los que se han quedado,
han quedado marcados por ese levantarse cada mañana
sin saber si ellos mismos iban a ser sujetos de la enfermedad.
Pues, todo eso, influye en la pintura de Murillo.
¿Cómo influye?
Pues porque Murillo se da cuenta perfectamente que...
la relación con la divinidad,
que la relación con el cielo ya no es una relación de premio-castigo,
el castigo ya se ha sufrido aquí en la tierra.
¿Qué encuentra Murillo?
Murillo encuentra en el cielo un lugar de acogida, un lugar dulce,
un lugar de encuentro con una divinidad que está esperando,
porque lo que se haya tenido que sufrir se ha penado ya en la tierra.
Murillo en este aspecto,
gracias a sus imágenes iconográficas de las vírgenes de inmaculada,
fue como un terapeuta, hoy diríamos arteterapia,
pues en aquella época,
imaginaros para las personas que veían estos cuadros,
cómo las consolaba el ver a este pintor que respondía a una...
digamos, necesidad,
de una crisis total que tuvo la ciudad en el siglo XVII,
porque perdió... no solamente a la mitad de la población, como he dicho,
sino además que perdió lo peor, la parte económica, ya que...
el Puerto de Indias se desplaza a Cádiz.
La pintura del barroco, en general,
es una pintura que va a las emociones, va a nuestra piel,
a los sentimientos, a los sentidos, entonces es una pintura que conmueve.
En esto Murillo también es un genio,
porque también a través de esas pinturas
en las que el espectador se puede identificar con la escena familiar
de la Virgen con el San José y el niño...
hay una conexión emocional y una capacidad de conmover,
de llegar a nuestros sentimientos, a las pasiones,
más que una pintura intelectual.
Murillo se va a configurar
como el pintor por excelencia de las inmaculadas.
¿Es el primero? No.
Tenemos antes inmaculadas de Pacheco, inmaculadas de Velázquez,
pero sí, el gran éxito de Murillo va a ser... el configurar
la iconografía definitiva de la Inmaculada Concepción,
como luego también va a configurar
la iconografía definitiva de esos santos...
San Isidoro, San Leandro, San Fernando...
que quedaran fijados en la mentalidad colectiva
tal y cómo Murillo los plasmó en sus lienzos.
Las pinturas del hospital de la Caridad, todas... como un único,
que es toda la historia de las obras de misericordia,
relacionadas con las de Valdés Leal,
que están en la entrada del hospital de la Caridad,
porque la caridad es lo que hace al hombre triunfar sobre la muerte,
no son las riquezas, son las obras de caridad
lo que salvan a los hombres, lo que salva el alma.
Esas pinturas de Murillo, por ejemplo,
constituirían un buen ejemplo de esta manera de ilustrar a los fieles,
de explicarles todas estas historias a través de las imágenes.
Con la Revolución Francesa
se produce un episodio muy dramático para la historia del arte,
de los más importantes que suceden en Europa,
para la ciudad de Sevilla,
por la salida de un importantísimo número de obras de arte.
Sólo algunas han regresado.
De ahí la importancia que tiene el poder ver,
reunidos de nuevo en Sevilla,
un conjunto de los más importantes que realizó Murillo,
la serie de pinturas...
para el convento de los Capuchinos de Sevilla.
La exposición se articula, fundamentalmente, en dos espacios.
La serie se reconstruye...
en la antigua iglesia del convento de la Merced,
el salón principal del museo desde su fundación,
conocido desde el siglo XIX como el salón de Murillo.
Y un segundo espacio en la sala de temporales,
ilustra todo ese proceso de investigación y de restauración
que ha precedido a la organización de la muestra,
con una primera parte donde se ve el proceso creativo, el dibujo,
porque precisamente en el corazón del estilo de Murillo
está ese dominio extraordinario que tiene él del dibujo
y esa versatilidad.
Un dibujo muy enérgico, muy decidido, pero a la vez muy preciso,
que sin duda le servirían de guía para el bosquejo,
pero también para que pudieran trabajar los aprendices.
El siguiente espacio nos muestra documentos técnicos muy interesantes
para el estudio de la técnica del pintor,
pero también para abordar un proceso de restauración como son...
los estudios realizados con rayos X.
La iglesia se adorna con un programa iconográfico
que, probablemente, el párroco y, también, Justino de Neve,
encargan a Murillo.
Una especie de proclamación
de que la iglesia está hecha en honor a la Inmaculada
y, sobre todo, también, a la segunda devoción
que es paralela a la Inmaculada, que es la Eucaristía.
Y también narrar, en las pinturas,
cuál fue el origen de la iglesia matriz de Roma, es decir,
la iglesia de Santa María la Mayor de Roma,
llamada también Santa María de las Nieves,
porque se construyó sobre una de las colinas de Roma,
la colina de Esquilino, que apareció nevada,
con la planta de la iglesia de Santa María de las Nieves,
el día 1 de agosto.
El espacio Santa Clara, ahora se tiene la oportunidad, maravillosa,
de no solamente ver este claustro maravilloso
que está recogiendo la cámara,
sino ver una exposición dedicada a Murillo,
pero Murillo desde un punto de vista distinto,
desde el punto de vista de su formación
y la creación de un determinado tipo de gusto... artístico,
que en su día no se veía de esta manera.
De Murillo, lo más importante es que él fue el primer presidente,
con Herrera el Joven, de la Academia de Dibujo,
que se hace en lo que hoy es el Archivo de Indias, en 1660,
se inaugura el 1 de enero de 1660,
y él va ahí a ejercer su labor docente,
que va a influir muchísimo en que la estela de Murillo continúe
en los primeros "murillistas" y en los segundos "murillistas",
y él va a tener una relación directa con sus alumnos.
Y, además, él tenía un taller,
se habla de que su taller llegaría a producir,
ente él y el taller, casi dos mil obras pictóricas,
de las cuales se conservan 440,
que seguramente saldrán algunas más este año,
y en Sevilla solamente hay 40.
Es decir, que él tuvo una influencia en sus alumnos
a través de la academia.
Una vez fallecido Murillo,
sus discípulos fueron requeridos a que pintasen igual que el maestro,
para poder tener pinturas que tuviesen la misma impronta,
el mismo contenido, el mismo mensaje,
y la misma posibilidad de comunicar...
esa amabilidad, esa comprensión, esa dulzura y esa sensibilidad...
que luego los críticos modernos no han sabido nunca entender.
El simposio internacional va a ser un acontecimiento
muy importante para el mundo científico,
porque del 19 al 22 de marzo del 2018,
va a reunir a los 55 expertos mundiales
más importantes en la obra del artista,
desde Felipe Pereda, de la Harvard University,
Víctor Stoichita, de la Universidad de Friburgo,
Javier Portús, del Museo Nacional del Prado, y otros tantos.
Murillo llegó a ser, en algún momento, más valorado que Velázquez.
Hubo pasión.
Sus obras están en Rusia,
están en todos los museos... por la emperatriz,
había verdadera pasión por Murillo.
Se compraban los "murillos",
se inventaban "murillos" en Sevilla para venderlos a los extranjeros,
y Murillo fue... realmente, la fama de Murillo fue extraordinaria.
Es un artista aurático, sus obras tienen aura,
y esto es lo que hace que llegue a la sociedad
y que sea una y otra vez utilizado... no sólo por la sociedad,
sino también por lo que significa esa forma de llegar.
Al encuentro del Gran Espíritu. Congreso Indio 1898. Economistas en primera persona. La exploración de la Conciencia en Oriente y Occidente. Murillo y Sevila.