Alzheimer

Rosa María perdió a su padre, enfermo de Alzheimer, hace tres años.

Su madre se encargó de cuidarle, ella sola, día y noche hasta el final pues, como dice la propia Rosa María: "mi madre siempre ha sido una persona muy buena y generosa, y nunca quiso que sus hijos supieran lo que ella estaba sufriendo"

Un año más tarde, la madre empezó a desarrollar la misma enfermedad y Rosa María decidió, con valentía, hacerse cargo de la situación y se la llevó a vivir junto a ella.

Ahora entiende, en primera persona, qué se siente cuando "tu madre no te reconoce como hija. Sabe cómo me llamo pero dice que soy su tía o su prima"