Domingos a las 10.25 h.
Estamos en la cripta
de los mártires claretianos de Barbastro.
Está ubicada en el museo dedicado a estos mártires
con todos los testimonios que nos dejaron.
Este museo se montó en el año 92
con motivo de la beatificación de estos mártires.
En el museo tenemos los principales testimonios escritos
que se pudieron salvar,
porque la mayoría de lo que escribieron
lo destruyeron los anarquistas antes de huir de aquí.
Aquí tenemos los últimos papeles que dejó el último grupo.
Murieron por grupos.
El último grupo dejó unos papeles escritos
que eran cartas a sus familias
o testimonios de por qué morían perdonando.
Eso es lo que se pudo salvar y es lo que tenemos en el museo.
Cartas impresionantes.
Hay una, por ejemplo,
que dice a su familia a mitad de la carta:
"Yo no cambiaría la cárcel por el don de hacer milagros
ni el martirio por el apostolado.
Era la ilusión de mi vida".
La vida de estos mártires es un auténtico testimonio
que hoy día quizás haga mucha falta,
porque tenemos una fe muy floja y muy débil.
Estos mártires nos demuestran, jóvenes, además,
entre 21 y 25 años la mayoría...
Nos demuestran que la causa
por la que vale la pena vivir y morir
es la causa de Jesucristo, la fe en él.
Estamos en la iglesia del Corazón de María
aquí en Barbastro.
Esta iglesia la fundaron los misioneros claretianos,
que hacía pocos años habían llegado a Barbastro,
y es la primera dedicada al culto del inmaculado corazón de María.
Los misioneros llegaron aquí el 20 de septiembre de 1869.
Por tanto, ahora, en este mes de septiembre,
estamos celebrando los 150 años de su llegada.
Fue...
Consistió en un documento
que firmó el vicario capitular de la diócesis
autorizando la presencia de la comunidad de los misioneros
aquí en la ciudad.
A los ocho años, a los diez años mejor dicho,
consiguieron un gran inmueble que les donó el conde de Bielsa
para centro de formación
de muchachos que tenían deseos de ser misioneros.
Es lo que dio origen al seminario claretiano,
que ha durado hasta que se construyó el museo dedicado a los mártires.
La presencia de los claretianos aquí en Barbastro
está ligada a los restos de los mártires.
Si no fuera por los mártires,
los misioneros hace años que no estaríamos.
A lo largo de este tiempo, de estos años,
la presencia de los misioneros en la diócesis
ha sido importante
por también ellos se hicieron cargo del seminario diocesano
unos años antes de que estallara la Guerra Civil.
A lo largo también de estos años, aquí, en la ciudad,
los misioneros han tenido esta iglesia abierta al público.
Ha sido un lugar de culto,
de servicio, de confesiones, de atención a enfermos...
Ha sido un resorte de vida espiritual
para la ciudad;
y, gracias a Dios, seguimos en esa misma línea, ¿no?
Ahora,
con las visitas de los peregrinos
que quieren conocer a los mártires y visitar sus reliquias,
se mantiene activo el culto en la iglesia.
Lo previsto durante todo este año...
Es el año jubilar de los misioneros aquí en Barbastro.
Los 150 años.
Queremos presentar un poco
cómo era la situación de Barbastro en aquella época,
la situación de España,
cómo la labor de la iglesia o de los misioneros
intentó responder
a las necesidades espirituales que había aquí
de formación en los distintos aspectos, ¿no?
Y también habrá en la catedral una misa de Acción de Gracias,
porque todo el año, hasta el 2020,
tenemos para organizar actividades.
Ahora, de inmediato,
no hay previsto ningún acto concreto,
pero sí que queremos que se vaya tomando conciencia
de que 150 años vale la pena celebrarlos.
Testimonio entra en el Museo de Mártires Claretianos, que celebra un año Jubilar con motivo de los 150 años de presencia de los misioneros en Barbastro. Nos cuentan su historia el director del propio Museo (P. José Beruete) y el Padre Carlos Latorre.