Dirigido por: Antonio Montero
El rastro de Dios, que el programa va siguiendo, le lleva a descubrir la infinidad de campos en los que la Iglesia está comprometida: pobreza, enfermedad, ancianidad, cultura, arte, vida contemplativa, minusvalías, juventud, campos de refugiados, niños de la calle, Sin Techo y Sin Tierra, mutilados de las minas antipersona, grandes catástrofes humanas, naturales o provocadas, etc.
Pretendemos hacer una comunicación que muestre el rostro de una Iglesia samaritana y provoque en la audiencia comunión, solidaridad y compromiso con los más desvalidos de nuestra sociedad y de nuestro mundo.
Nos aplicamos las palabras de Juan Pablo II: "Cada día, los medios de comunicación social llegan a nuestros ojos y a nuestro corazón, haciéndonos comprender las llamadas angustiosas y urgentes de millones de hermanos menos afortunados, perjudicados por algún desastre, natural o de origen humano; son hermanos nuestros que están hambrientos, heridos en su cuerpo o en su espíritu, enfermos, desposeidos, refugiados, marginados, desprovistos de toda ayuda; ellos levantan los brazos hacia nosotros, cristanos que queremos vivir el Evangelio y el grande y único testimonio del amor". (Juan Pablo II. Cuaresma de l986).
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Ave María Purísima. -Sin pecado concebida.
Pasen, pasen. Pasen a nuestra casa. Pasen.
Aquí está nuestro Padre Santo Domingo.
Primero vinieron las hermanas de Bilbao desde Lejona.
Ellas querían vivir en plenitud lo que es la vida comunitaria,
lo que es la vida dominicana y ya por sus limitaciones
veían que solas no podían vivir así.
Entonces, prefirieron dejar lo que tanto cariño tenían,
lo que tanto les había costado. Dejaron un monasterio nuevo,
que ellas habían construido con mucho esfuerzo
y decidieron venirse aquí. Y las hermanas de Valladolid
más o menos por otras circunstancias también se tuvieron que venir aquí
y se han integrado bien.
Tuve una época que me gustaba casarme, me gustaba ir con chicos,
pero la vocación estaba ahí, y cuando iba a cumplir los 18 años,
aunque mis padres no me dejaban tan pronto,
pues me fui al convento de Santa Catalina de Valladolid.
Yo nunca pensé en ser monja, pero un día sentí la llamada de Dios,
jovencilla, a los 16 años, más o menos,
y dije: "Yo monja, ¿y por qué monja?".
Sentí en ese momento un escalofrío por todo mi cuerpo, que yo monja...
De pronto me serené y dije: "Si Dios te llama,
también te dará la fuerza para seguir adelante, ¿no?".
Y era una chica normal y corriente, que me gustaba divertirme,
me gustaba salir de excursión con los amigos y las amigas.
Pero, bueno, sentí la llamada de Dios y vine aquí
porque aquí tenía una tía carnal y una prima hermana,
que murió en el derrumbe del convento.
No podemos dedicarnos a trabajar, trabajar, trabajar,
porque nos pida mucho la gente. Damos se sí lo que podemos,
pero dentro de nuestro horario.
Y la gente que viene lo puede coger de aquí del despacho,
pero dedicarnos a mandarlo fuera no.
Hay veces que muchos de Madrid se desplazan.
De Barcelona nos han pedido. De Bilbao, de Andalucía.
Les hemos dicho: "Miren, ustedes vengan aquí y compren lo que quieran,
pero no esperen que nosotras les hagamos paquetes
porque nuestra vida no es esa".
Requeríamos mucho más tiempo y eso quiere decir
que tenemos que quitar tiempo de la oración
y de lo que es nuestra vida fundamental.
Yo esperé hasta los 33 años porque yo con 17 quise entrar
y mi padre me dijo: "No, porque tú no sabes nada
de la vida, ni de lo que dejas, ni de lo que coges, ni nada".
Y como me dijo: "Cuando tengas 33 años me dirás y te dejaré".
Entonces, mi padre murió
y esperé hasta la fecha que él me había dicho, 33 años.
En cuanto cumplí, ya hice mi vida, lo que quería yo,
pero esperé a la fecha que él me señaló.
Buenos días, hermana. -Hola, buenos días.
-¿Qué me ofrece? -Mire, le ofrezco este muestrario.
Este muestrario no se vende.
Hacemos bocaditos de mazapán con relleno de...
Especialidad del convento.
-Pues quería amarguillos y magdalenas.
-En el despacho gozo muchísimo porque la gente viene
y me cuenta sus problemas, sus historias
y yo les digo muchas cosas, según lo que me cuentan,
y se van felices.
Pues muchas gracias. Que Dios le bendiga y que sea feliz.
-Adiós.
-Que lo pase bien en Salamanca. Tengo tres nacionalidades.
Soy peruana, lo primero. No se me ha quitado.
Tengo mi pasaporte. Después soy sudafricana.
He estado 13 años en Suráfrica abriendo un convento,
hemos fundado allí. Y soy española. Vivo aquí más de 40 años.
Yo ya soy mayor. He hecho mis bodas de oro aquí.
Estoy muy feliz. Es mi vida. La vida contemplativa para mí...
Sin la vida contemplativa no sería feliz.
Cada vez soy más feliz.
Chikaba, que se llamaba así en su tribu,
estuvo siendo esclava de la marquesa de Mancera
durante bastantes años y sufrió muchísimo
por el color de su piel. Siempre se vio rechazada, pospuesta,
aunque los marqueses sí que la querían.
La trataban como a una hija. Pero los mismos siervos
y otros esclavos que tenían la despreciaban
y la trataban muy mal.
Después, cuando quiso ser religiosa, también se encontró
con la misma dificultad,
que en los monasterios no la recibían.
Por fin lograron que la admitieran en un convento de Salamanca
y allí vivió una vida santa durante muchos años.
Yo soy feliz, y cada vez más feliz.
Y cada vez pidiendo a Dios que cada día que me despierte
sea un día de mucho más amor en la divina misericordia.
Y a todas mis hermanas, que me quieren mucho.
No quiero más que amor, amor y amor.
Son muy buenas. Son muy buenas.
Pero, claro, no puedo estar yo todo el día lloriqueando
delante de ellas porque las pobres también lo sufren.
Pero feliz, feliz.
(CANTAN) "Señor, nuestra mirada se fija en ti".
(TODAS) Amén.
Evangelio de San Juan. "Por esto el Padre me ama".
El vascuence es el idioma que se habla en el cielo.
Y que lo hablaban ya los abuelos de Adán y Eva.
-Además San Pedro no abre la puerta del cielo si no se pide en vascuence.
La recreación en los conventos de vida contemplativa,
sobre todo que el trabajo nuestro es en silencio
o debe ser en silencio, pues la recreación
es un momento de expansión donde toda la comunidad
puede hablar lo que quiera, lo que pueda
y escuchar las cosas que tenga que decir la madre Priora,
que nos da las noticias, y hablamos o jugamos o lo que sea.
-A la comunidad la veo pacífica,
serena, alegre, que tiende a vivir con fidelidad
y gozo su vida contemplativa dominicana
tratando de colaborar, según nuestra posibilidad,
desde la oración, el trabajo, el silencio,
a que el mundo pueda ser un poco más pacífico,
más humano, más justo.
Orando por todos los que sufren, por las necesidades
de todos los hombres, de los enfermos,
de los que están en las cárceles,
de tantos que nadie se acuerda de ellos
y que están necesitando de una oración,
de una comprensión, de un cariño, de una ternura.
-Bueno, sor Begoña, que te enteres que Jesús no era vizcaíno,
Jesús era alavés.
Porque, ¿no dicen que Jesús era hombre y Dios alavés?
-En aquella novela que leyó usted igual pondría eso,
pero en la doctrina cristiana no.
Buenas tardes. (TODAS) -Buenas tardes.
-¿Qué tal estamos? (TODAS) -Muy bien, ¿y usted?
-¿Han pasado bien la semana? (TODAS) -Sí, gracias a Dios.
-Me alegro. Bueno, pues nosotros los frailes también bien.
No hay ninguna novedad, de momento.
Como todos los días espero que alguien haya traído la Biblia.
¿Han traído la Biblia, o no han traído la Biblia?
(TODAS) -Sí. -Bueno, vale.
Tres cuartos de hora que tenemos, como de costumbre.
Tiene una serie de expresiones de las relaciones mutuas...
-La formación es uno de los pilares de nuestra vida dominicana.
Porque para conocer a aquel con el que te relacionas
y sustentar nuestra fe tienes que formarte para conocerle.
Para la oración, la relación con él,
la formación es muy importante.
Luego para relacionarte con la gente que viene y te pregunta.
Hay que saber dar razón de nuestra fe al que te pregunta,
porque somos la orden de predicadores.
Entonces, si no puedes explicar en lo que crees,
pues mal predicarías. Puedes predicar con la vida,
pero también tienes que saber decir una palabra.
Antes no se podía salir del monasterio
prácticamente para nada, ni para cuidar a los padres.
Ahora las cosas han ido cambiando y yo ya llevo,
desde hace varios años, saliendo de vez en cuando puntualmente
periodos cortos de tiempo para atender a mi madre,
que está bastante impedida. No puede valerse por sí misma.
Entonces, cuando la persona que la atiende no está, pues voy yo.
También mis hermanos ayudan. No cargan todo sobre la monja.
Pero sí, ahora podemos salir.
Cuando voy allí a mi casa tengo que hacer de todo.
Tengo que relacionarme con la gente y funcionar como una persona normal.
-La vida monástica es una cercanía con Dios.
¿Que en todas partes se puede tener? Sí, pero el silencio
y la vida claustral y todo eso pues ayudan a vivir mejor,
más de lleno la vida que una necesita.
La oración es un encuentro con el Señor.
Unas veces te va diciendo algo y otras veces estás en la oscuridad,
porque eso no quiere decir que siempre estemos...
pues eso...
contemplando así con sentimiento.
Pero sabemos que él está ahí,
a pesar de que haya oscuridades interiores.
No me refiero ya a la vista, sino oscuridades interiores.
También sabemos que él está ahí presente siempre.
Que no nos deja nunca solos.
Que nos acompaña en todo momento.
En los momentos buenos y en los menos buenos.
Pero en esos momentos que no son tan buenos
también hay que dar gracias a Dios por todo.
(CANTAN) -"Dios mío, ven a mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme".
(CANTAN) "Por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya".
(CANTAN) "Te elevo yo,
que mi amistad procura".
(CANTAN) "Cubierto de rocío
pasas las noches
del invierno oscuras".
(CANTAN) "Qué extraño desvarío,
si de mi gratitud
el hielo frío".
El monasterio de Santa María de las Dueñas, en Salamanca, fue fundado en 1419. Desde entonces, este lugar de oración y vida contemplativa ha sido habitado por monjas dominicas.
El monasterio de Santa María de las Dueñas, en Salamanca, fue fundado en 1419. Desde entonces, este lugar de oración y vida contemplativa ha sido habitado por monjas dominicas.
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Hermoso su trabajo con verdadera vocacion y pasion. Entregan su VIDA al servicio de Dios, para mi ese hecho ya es un sacrificio. Gracias por ayudar a la obra Dios y continuar cada dia como el primero. Saludos desde Queretaro, Mexico. Dios les bendice.