Domingo a las 11.30 horas
Uno va de Santo Domingo a San Cristóbal
sin prácticamente ver diferencias. La morfología urbana va haciendo
que se esté conformando todo en una sola.
Allí está lleno de barrios,
lleno de situaciones difíciles. Haina es uno de ellos.
115 000 personas donde la gran mayoría vive en la pobreza,
vive en la miseria, vive sin esperanza.
Una cantidad de jóvenes enorme que no tienen
la puerta de salida.
Por lo tanto, aquí vendrá la delincuencia
y vendrán diversos males, síntomas negativos de la sociedad,
que se van a ir desarrollando si no estamos presentes allí.
-En Haina ha habido siempre mucha prostitución,
mucha prostitución.
Cuando yo llegué aquí,
hasta en la calle principal había prostíbulos.
Había en el kilómetro 18, el barrio que le dicen Villa Elisa.
Luego, en el área del puerto, mucha mucha prostitución.
Y había muchas que iban también a la capital,
a lo que es la zona
de la capital, donde están los servicios principales
del municipio,
y solían trabajar también ahí.
-Nosotras, las oblatas,
decidimos venir a Haina hace 24 años
porque Haina es uno de los puntos fuertes donde hay prostitución.
Entonces, consultando al padre Cruz,
que es el párroco ahora mismo actual de la parroquia San Agustín,
nos dijo la realidad de Haina
y decidimos venir en el año 1993.
La prostitución en la ciudad de Haina tiene varias variantes.
Una de las causas es la pobreza.
La violencia intrafamiliar.
Y familia disfuncional.
Y el nivel de vida que se está viviendo en el país,
que promueve este estilo de vida de la mujer,
es porque la situación de falta de trabajo, de recursos,
hace que la mujer vea la prostitución
como una opción para mantener a la familia.
Para salir formada es un proceso de un año.
Yo me las acojo.
Aquí las hermanas tienen de todo, a ellas no les hace falta nada,
porque aquí hay psicóloga,
hay dispensario médico, hay doctora, ginecóloga,
hay soporte, somos un equipo.
Las muchachas que están en la prostitución
pueden pescar VIH, cualquier tipo de enfermedad,
que la que más abunda es el VIH.
Pero también hay otra. También mucho maltrato físico,
mucho maltrato verbal.
Te abusan como quieran.
Caen en la droga, aunque no quieran,
porque te obligan a usar la droga.
-Si tú ves que tú has estado en vicio y me ves a mí que estuve en vicio
y suerte los vicios y dejé todo esto, y estoy por la línea
y he seguido estudiando, ¿no le doy un ejemplo a usted que se puede?
Entonces, eso es lo que pasa.
Yo era trabajadora sexual. Después que conocí las oblatas
he hecho muchos cursos. Incluso aquí me dieron un préstamo
con el cual puse mi negocio.
Yo vendo desayuno, vendo perfume, vendo interiores y vendo cerveza.
Muchas cosas, todo lo que pueda vender.
He cambiado mucho mi comportamiento porque era agresiva.
Por todo me ponía guapa. Quería pelear con la compañera.
Pero me siento feliz porque he cambiado mucho mi forma.
Tenemos aquí a una persona para ese trabajo especial
que es Miladys Pimentel.
La profesoras de alfabetización, cuando les falta una estudiante:
"Miladys, ¿tú sabes de fulana?"
Ahí voy yo a buscarlas para que echen para adelante.
-Ella debe saber la dirección, dónde viven, si no son de negocio.
Ahora, si son de negocio, también deben saber el nombre del negocio.
Nosotros salimos a buscarla.
-Yo tengo la facilidad de llegar a ella.
Que si hay que ir por la cañada, yo voy y la busco.
Le digo esto, le digo lo otro.
Le digo: "Mira dónde yo estoy".
Ya yo soy bachiller, voy para la universidad, le digo.
Empiezo a hablar con ella y vienen aquí donde mí.
-Empiezan desde lo que usamos a diario en nuestra casa.
De 400, se gasta 300.
Las menores vienen a la fundación Centro Nuestra Esperanza
primero porque están en situación de calle.
Han sido sacadas de la escuela por la edad,
están por encima de la edad en el grado académico.
Al vivir situaciones disfuncionales en la familia también están...
No lo llamamos prostitución en el sentido
de que no hay un intercambio comercial,
pero sí son niñas que están en la calle con varias parejas.
-Chicas, a ver si consideramos conocimientos básicos.
Tenemos que ingerir mucho líquido.
A veces llega esta hora del día y no hemos tomado
ni medio litro de líquido.
-Las oblatas han hecho varios centros de formación,
que a través de "infotec" proporcionan cursos
a personas que o están en la prostitución
o son proclives a la prostitución.
Este sector es un sector muy movido.
Una juventud rápida. Uno se sienta aquí un rato
y lo que oye es mucha mala palabra.
Sube un pleito huyendo de machete y sucesivamente.
Pues sí, Elizabeth. Yo me alegro que tu vayas a un trabajo.
-Sí, conozco un sitio.
En esta zona ahora son 15 días y el muchacho nada más que salió.
-Se pusieron negocios a mujeres porque ellas siempre se acercaban
a mí, a mí principalmente.
"Profe, pero que ya yo sé y entonces no tengo dinero
para comprarme un 'blower'". Se implementó un proyecto
para hacerle préstamos sin interés de 30 000 pesos.
A un grupo yo lo acompañé, le compramos el equipo
y ellas están trabajando.
Ustedes, ¿cómo están? -Bien.
Me vas hacer el favor para ver si... Dame un poquito de tiempo.
Ando rápido.
Porque tengo que bajar, ya tú sabes.
-La hermana Nieves para mí es un ser muy único.
Ha sido mi vida porque llego allá, al centro,
como madre soltera un poco desesperada.
Con una niña adolescente con las hormonas disparadas,
te puedes imaginar. Y allí llego a un curso de belleza
y la profesora me ve de lejitos
porque llego queriendo superar,
pero un poco abatida por la situación.
Ella me manda donde la psicóloga, que era la hermana Nieves,
la cual me orienta. Me dice que lleve a mi hija, la llevo.
Me orienta a mí, me dice cómo debo de llevar la niña,
cómo debo de llevar la situación por su cambio
de niña adolescente, tiene 15.
Me va reforzando en aprendizaje.
Muy valiosa la hermana Nieves para mí.
Se habla más conmigo porque yo me pongo a hablar con ella.
Le digo todo lo que yo he hecho.
Cuando tú tienes a alguien de tú a tú,
que sabe lo que se pasa en esto, se pasa en lo otro,
tú concho un poco más de confianza, ¿no es así?
-Gracias a la misericordia del Señor,
de las mejores cosas que me han podido pasar.
Antes duraba días sin tener dinero, ni siquiera para comprar agua.
Tenía que ir donde una vecina. Inmediatamente voy al centro,
hago el curso de belleza, vengo, arregló pies
y ya me gano mi dinero. -Ya pasé a primero.
Ahora voy por segundo, tercero y cuarto, y después la universidad.
-Aquí tenemos muchas chicas que han salido.
Las hermanas están haciendo una misión 100 por ciento.
-La mayoría de estas han dejado la calle. El objetivo lo logramos.
Hay otras que no porque hay algunas que lo hacen porque les gusta.
Entre una cosa y otra trabajan, pasan su "blower" y desvisan,
pero en la noche dan su vueltecita.
Peor la mayoría hemos logrado el objetivo.
Los problemas que estamos detectando nosotros muy seriamente
en el dispensario es el embarazo de adolescentes.
Hay cantidad de adolescentes embarazadas.
Las muchachas que son madres no están preparadas,
ni siquiera psíquicamente para ser madres
y muchas de ellas, incluso, el problema que tienen
es que son madres solteras.
Muchas adolescentes que quedan embarazadas,
aquí hay que respetar la vida, claro, pero ¿qué vamos hacer con ellas?
¿Dónde está el padre?
El año 1995 se pensó que un trabajo social
que habría que hacer en Haina sería la atención a la salud.
Comenzamos de una manera muy sencilla a dar un servicio.
Prácticamente la gente trabajaba
sin percibir ningún sueldo.
Se hizo, sobre todo para enfrentar esa situación de la salud
de muchas personas que no tenían facilidad
porque no tenían seguro de ir a clínicas
y en los hospitales eran muy precarios los servicios.
Pero después se vio que la cosa era importante.
Entonces se fue preparando y equipando tanto tecnológicamente,
con aparatos, como también en la administración
y se creó ya una institución
que es el centro médico Parroquia de San Agustín.
La dimensión social, si tú te fijas en los evangelios, es clarita.
La dimensión de Jesús de cara a atender
las necesidades de las personas.
Nosotros percibimos aquí que había varias cosas que podíamos hacer.
Una que es el centro de salud.
Otra que es la solidaridad con gente que pasa hambre.
Aquí hay un problema internacional bastante serio.
Es que los datos que se publican de República Dominicana
es que el crecimiento pasa del 8 % anual,
pero la riqueza no se distribuye.
-Tiene que tener 35.
Aparte de los medicamentos, hay que alimentarse.
Uno descubre que ese es el principal problema número uno de este país,
el problema de la corrupción.
Nosotros somos el número uno del mundo, en el reporte mundial
de competitividad en 2017, en el desvío de fondos públicos.
Las Oblatas llegaron hace más de 25 años a la ciudad de Bajos de Haina, República Dominicana, para ofrecer ayuda a las trabajadoras sexuales. Los Agustinos Recolets regentan una parroquia allí y tienen un dispensario médico.