Lunes a las 22.30 horas
Es que no me lo creo. No me lo creo todavía.
¡Que me muero!
Tiro la toalla.
Sí.
Yo me pongo con este volante. -No salen los volantes.
-No hay casi tela.
Es que opináis demasiado.
Gracias.
(Zaz - "La vie en rose")
Casi me mato.
(PA) "Tengo muchas ganas de saber
qué haremos hoy. Solo pienso en qué será".
Una mochila, un pantalón, una camisa... No sé lo que será.
Pero hemos vuelto todos.
Unos están más fuertes en unas cosas y otros un poquín menos.
Pero no venimos a complementarnos.
Hemos venido aquí...
a competir.
Yo llamo coloquialmente a Vanessa "la modistilla".
Pero porque es cierto,
y quizá... ha cosido menos,
por lo que sea, por su trabajo. No sé.
-"Yo creo que hacía más referencia"
a "esta mamá, que solo cose para sus niños, y encima mal".
Realmente, él tiene unos estudios,
y comparándose conmigo... -Sí, bueno...
Pues vengo de copiar todo de internet.
Vamos, este año os luce él.
Ah, bueno, mira, pues podemos empezar:
Pa, a nivel de costura, simplemente por orden cronológico.
Ha cosido el vestuario de sus hijos un montón de años.
Ya por eso de costura sabe un montón.
Luisa igual. De hecho, da clase en su barrio
a las modistillas de su barrio.
A Alicia no hay que comérsela de vista,
porque ella ha dicho que sabe poco, pero sabe de más.
"Alicia ha hecho un pantalón en casa hoy,"
y tienes que tener noción
para hacer un pantalón sin un libro.
"Eso quiere decir que Alicia miente".
Jaime cose que quita el sentido.
Es valenciano, la cultura fallera la lleva él arraigada, y tal.
Y Antonio también. Antonio tiene mucha destreza
en patronaje y en costura, y en belleza también.
el chico está apañado y hace las cosas apañadas.
Una cosa no quita la otra.
(MAHI) "Antonio está casado, ¿no?".
Pero Edu dice que él no es celoso.
Yo le he dicho a Edu que él es muy guapo,
que le tire los tejos a otro soltero, pero no me hace caso.
Colgarlo en la nevera.
Para ver la progresión.
Para ser el primero, está bien ahí.
La verdad...
si es una persona reputada, hará bien su trabajo, al igual que ustedes.
"Elena Benarroch,"
yo la he estudiado en Diseño de Moda,
y la verdad, poder conocer frente a frente,
a una persona que está en la historia de la moda de España
es todo un honor.
A haber cambiado un concepto.
Un concepto antiguo, y hacerlo moderno y nuevo.
La creatividad nunca tiene límites.
Cuando uno es creativo, lo es para todo.
Empecé en Nueva York el año 84,
y... no he parado.
¿Y qué es mejor? Yo no cambiaría España como país.
Es verdad que para la venta
Nueva York es una plataforma importante para el mundo.
Claro.
Vamos a ver lo que nos sale.
Elena está mirando ahora mismo los trajes.
Que no mire el mío marrón de los flecos dorados, porque vamos...
Echo en falta... Sí, una falda.
Plisada, con vuelo.
Madre mía. -Chun-chun.
-Es una buena prueba.
(Brigitte Bardot - "Moi je joue")
(EDUARDO) Qué guapa.
"El desfile me ha parecido maravilloso".
Yo seguramente lo hubiese hecho mejor que ellas,
pero ha estado muy bien. Las faldas me han encantado.
Sobre todo una, que no le quité ojo.
Si me viese mi padre mirar así a una mujer, estaría contentísimo.
Sigo siendo gracioso, pero ahora estoy pensativo por el reto.
"¡Ay, madre!".
Madre mía. Una falda de tablas, que no la he hecho en mi vida.
Sí.
con pico, más mono.
¡Uf!
Que sean muy exigentes con ellos mismos,
que aprendan lo más posible de los mejores,
y que no se conformen nunca.
Bueno, pues mientras ellos van cosiendo,
vamos a ver qué podemos hacer con sus creaciones.
Me quedo con este
porque es el que más gracia me hace.
Porque no tiene costura.
Por eso me gusta.
¿Qué te pasó? -No me llega.
-Corta el largo que quieras de falda,
une y aprovecha la unión... -Me acabo de dar cuenta
de lo del hilo. Vale, vale.
Tienen 60. Son 33.
33.
Yo había hecho a las niñas tablas de uniforme.
"De todas formas, las hice hace 15 años,
y ya no me acuerdo tampoco".
Ni yo mismo sé lo que sacaré de mí,
"pero me gustaría sorprender al jurado
y a mis propios compañeros".
Para que sea sexi, la tabla tiene que salir de aquí.
Ay, Señor, dame paciencia.
"Yo ya he pensado en hacer una falda de tubo
de vértigo, una falda con cola de sirena,"
para que te marque la silueta de reloj de arena,
y cuando me han dicho que tableada,
se me han caído los palos del sombrajo
y he querido morirme ahí.
(MAHI) Madre mía. Si yo solo quería ser rica,
y fíjate dónde estoy.
Lo que tiene que hacer uno. -Tiempo al tiempo.
-Con lo bien que estaba en mi pueblo.
Tres, tres, tres.
Pero estaría muy guapo Lorenzo con ello.
Esto es lo que yo he elegido del perchero,
porque me divertía el vestido no terminado
la copia del Pertegaz y los verdes.
-Cuando he visto mi vestido me he puesto muy contento,
porque no lo esperaba, por supuesto, pero estaban mi vestido y mi abrigo,
porque los dos son de mi equipo. Digo: "Ole".
Lo primero que hay que preguntar cuando vistes a alguien
es para qué ocasión.
Sí, claro. Y muy pocas me han sorprendido por su elegancia.
(LUISA) Faldas como esta hace tiempo que no hago.
Lo peor es el tiempo, ¿eh? (PA) Hombre...
Con tres horitas nos quedaba niquelado.
-Un pedazo de falda...
De 5 no, de 10. Venga, de 10.
(MAHI) Parezco un carpintero.
Mi madre me decía: "Hija mía,
tú tienes que estudiar Derecho".
¿Qué te decía tu madre? (EDU) ¿La mía?
Que gaste formalidad. Y la gasté toda.
No me gustan estas faldas.
No van con mi estilo. No es mi moda.
Y encima en hora y media. Esto está puesto a maldad.
Me falta mesa por todos lados.
(CANTA) # Dos gardenias para ti.
-# Con ellas quiero decir...
# Te quiero. -# Te adoro.
# Mi vida. #
"Operación Triunfo". -Un programa de canto, ¿no?
-Para la feria de Jerez. -Ole.
Alegre, bien alegre. -Alegre.
¿Cómo vas, Vicente?
Lento. Esto no pega con las tablas, pero bueno.
(CANTA ENTRE DIENTES)
"Esto no es coser y cantar, pero bueno,"
yo considero que para coser, a mí el cantar me funciona.
Sigo cantando en bajito, sin molestar a nadie,
sin desconcentrar a nadie, y me viene muy bien.
Era la que quedaba.
Sí, sí. A mí las rayas me encantan.
Las has puesto horizontales. -Sí.
Me parecía más gracioso. -Está bien.
Es una manera de ser más original.
Siempre son verticales.
-Dicen que no tengo "push". Aprovecha y ponle un bolsillo.
Ah, mira. -Sigue.
Que vas muy bien.
(EDUARDO) "Elena, oye...".
Este programa, de verdad, cada día me gusta más.
"El tintado de las pieles, el corte...".
"Me encanta Elena Benarroch y su trabajo".
Un placer conocerte, Elena. Un auténtico placer.
Igualmente. -De verdad.
Te apasiona tu trabajo, ¿no?
-Quizá una falda de tablas no, ya te lo digo.
-Se nota enseguida.
Se nota en esto.
"Tengo un vestido rosa así con la sobrefalda,"
al bies, con estas caras, a este tamaño,
y el fondo en un rosa chicle... que se te cae la baba.
¿Vosotros ya habéis hecho la vuestra?
Yo, con un jersey.
Voy a hacer una falda de tablas encontradas, con fuelles,
así que igual me sale el tiro por la culata. No lo sé.
Bueno...
Digamos que nos vamos a la nieve.
¿Cómo lo llevas? ¿Has bordado el nombre?
(MAHI) ¡Ostras!
Sí, sí, sí.
Está debajo.
Es lo mismo.
No, está bien. -Sí, que te las quite.
-¿Para qué he hecho tantas tablas?
-Sin nombre no puedes entregarla.
Así que no tardes. -Que voy.
(LUISA) No he bordado todavía. -Pues vete a bordar.
Annita, ¿qué? -¿Cómo vas, Luisa?
(LUISA) Pues me queda bordar esto
y ya terminarla. -Venga, da igual, corre.
Avísame, ¿vale? -Vale.
Es el peor momento. Estoy muy agobiado,
porque esto es muy difícil de cuadrar.
Luego me he atrevido...
a poner una cremallera así, para darle un poco de color,
pero esta cremallera no sé coserla.
Annita, ¿ya?
(TARAREA) Todo controlado, ¿eh?
"Absolutely".
¿Dónde hay cremalleras invisibles?
De esta.
Hola, encantado. ¿Qué tal? -Hola, Vicente.
-Nunca he hecho estas faldas. Me quedé corto.
Estaba un poco nervioso, y creo que hice mal los cálculos.
Es que estoy acostumbrado a coser en casa, con mi rosario.
Me pongo el audio y voy rezando.
Y me tranquiliza mucho. Ahora rezaba.
(RIENDO) ¿Algún consejito?
En los costados quita dos pliegues a cada lado,
a ver si ya te da.
Que Dios os lo pague.
(ANNA) Luisa. -Ya voy.
Está terminando de bordar la mía. -Vale.
Pues estoy haciendo algo...
Bueno, ella no me conoce, pero yo tiro mucho a lo femenino siempre.
Y quería algo con mucho cuerpo. -Ah, bueno.
Pero son cuatro pliegues grandes. -Son pocos grandes, sí.
-Ah, vale. -Sí, si no, iba a ser un tutú.
Lo que le van a decir los jueces es que no es una falda de tablas.
Que es bonito, sí.
Hola.
Creo que un poco mal. Me falta hacerle las tablas.
Había una compañera que también quería otra,
y le digo: "Yo la dejo, que la voy a pifiar".
Me da miedo quemarme.
Ya está puesta. Vale.
¿Cuánto habrá que dejarlo? -El otro día, un par de minutos.
¡Sí, hombre!
¿Ha pasado media hora?
¿Qué tal, Mahi? -No me da tiempo.
-¿No? A mí yo creo que tampoco.
Maravilla de máquina. Cuando la vea mi madre.
¿A quién le pasó esto el otro día?
¡Ay, Jaime!
Mi vida no tiene sentido. Mira lo que me ha pasado.
-Eso le pasó el otro día
a alguien, sí. -A Vicente.
Qué fuerte, ¿eh?
Me he pegado un bocado.
Sí, a la tela. (EDU) Pues mordida.
Di que te has inspirado en...
Pues ponle un lazo.
Sí. Eso es muy de los gemelos.
Corre, que van a decir "tiempo" y no está puesta y no te la valoran.
Yo la he puesto sin cremallera.
No me da tiempo.
Nada. Esto lo voy a poner ya.
A tomar viento.
Al maniquí, Jaime, que van a decir que ya.
No, pero hago así...
...y ya no se nota.
Voy. Un minuto. Me queda...
Queda, queda.
Pues no sé cómo cerrarla.
A mi maniquí le queda grande.
Uf, qué cosa más fea.
(ANNA) ¿La mía? -No, la mía, coño.
Mira que salir en la tele haciendo esto...
Yo esta sí me la compraría.
¿Sí? -Sí. Ven, que te doy un beso.
-"Metí tablitas pequeñas".
No me he ido a lo fácil de hacer tablas grandes.
No, tres de tres centímetros.
Quedan "chic", con estilo.
¿Qué te ha pasado? -Que me ha faltado la cinturilla
para que se quedaran las tablas.
"Y le falta coser la cremallera invisible".
Si hubiese tenido más tiempo... Pero en hora y media no podía más.
Te has equivocado en la medida.
"Con la presión..."
Es que me cuesta el cálculo mental.
Desde que tengo calculadora, se me jorobó la cabeza.
Entonces siempre acudo a la calculadora.
Si me pongo, lo saco, pero con la presión era...
Esta, esa y la última.
Y el último...
"Elena Benarroch ha dicho"
que mi falda es una de las que le gusta.
Bueno, ya con eso me voy más contenta...
Ya me da igual qué digan los jueces.
Justo hoy acabé la novena de San Judas Tadeo.
Y le he pedido que nos ayude. -Nos turnamos.
"Si no a ganar el concurso, a quedar bien, a quedar de los primeros".
Que los dones que Dios me ha dado quiero mostrarlos al mundo entero.
(SUSURRA) Pa, ponte al lado de esto, a la izquierda.
Cuatro tablas delante. He querido fruncir un poco
la cinturilla y atarla con una lazada.
Y le he hecho un bolsillo de cadera hacia atrás,
porque es un toque moderno.
Una cosa moderna, para no ser tan clásica.
A los tableados les hago después el bajo.
según el tacón, y lo dejo para el final.
Sí, lo sé.
"Los jueces no son tontos, no me van a comprar mi diseño".
Porque lo que he hecho es un pecado mortal.
En primer lugar, pido disculpas a vosotros,
los jueces, y al mundo del diseño de moda,
por esta aberración con tablas que no he terminado.
No tengo excusa, pero se me ha ido la mano poniendo tablas
y no me ha dado tiempo a terminarla.
En mi defensa diré que en media hora he hecho un apaño extraordinario,
y sacaría de aquí
una falda tableada con un vuelo muy gracioso.
Pero no me dio tiempo.
Se me ha ido todo.
Y luego la bordadora,
que la carga el diablo,
y me ha pegado un bocado en el bordado.
Total, un desastre. Pero la idea era buena.
La idea era buena, porque en mi cabeza queda muy bien.
De hecho, cuando salga,
me voy a hacer una falda de tablas roja para hacer así.
Pero esta me ha quedado hecha un cuadro.
Sí.
He hecho una falda hasta la cadera,
y después le he puesto un tablón ancho
aquí delante y otro detrás,
y después he hecho tablitas alrededor.
Vale, gracias.
Hombre, Lorenzo. ¿Qué tal?
La primera vez me gestioné mal. Entonces esta vez
he preferido hacer las cosas mejor: las cintas, las costuras
tienen toda su centímetro, el bajo, que perdí mucho tiempo.
Me ha quedado así porque al no gestionarme
no me ha dado tiempo a acabarla.
Te lo juro.
Es que no me dio tiempo ni a pasar el pespunte.
Yo también he ido con el metro.
Sí, se me ha ido.
"La he hecho un poco sencilla".
Entonces tiene las tablas grandes, son pocas tablas...
No sé. Podría haberlo complicado más, pero la tela era muy gruesa
y he decidido hacerlo así, con tablas anchas.
No está muy bien asentado con la plancha.
A ti.
Yo no tenía ni idea
de cómo meterle mano a una falda de tablas, y además,
a mí no me gusta, sinceramente.
Si yo lo que quiero es aprender.
Es que me da coraje, porque siempre estoy con las lágrimas.
No quiero, pero es algo que yo no sé hacer.
Pues este es el resultado. Si es que yo lo sé.
Si es que yo lo sé.
¿Yo me estoy riendo?
Cuando me dicen que si me río de alguien del jurado,
me da coraje, porque yo no.
"Pero es que no sabía. He podido hacer lo que he podido".
Como no sé, pues... Yo quiero aprender.
Y ya está. Sí, es feo. A mí no me gusta.
Contra, que he hecho unas tablas.
pues yo qué sé. Bueno, yo me entiendo.
"Me da coraje, porque siempre acabo llorando".
Chis, ya está.
(SUSURRA) Respira y relájate. Relájate.
Venga, ya está. Tranquila.
Me da coraje porque yo no soy así.
Entonces yo me pongo muy sofocada, pero porque me quiero defender
y que ellos comprendan por qué presento así la prenda.
Tranquila. Ya está, respira.
Con Anna tengo una relación especial. Al ser la peque,
"ella dice que soy su papi y yo la acojo como otra bebé".
una falda. No intuía ni por dónde iban a ir
las tablas, ni cómo se cosían, ni nada.
Digo: "Esto es un desastre".
Sí.
Sabía que lo ibais a decir.
Sabía que la iba a pifiar.
Y si otro se puede lanzar y hacer algo mejor, que tire millas.
Siento que lo que han pedido está hecho.
Han pedido tiempo y lo he terminado en tiempo.
Han pedido tablas y hay tablas.
"¿Que luego hay mil fallos? Eso sin duda, ¿no?".
Te ha quedado genial, Vanessa.
Le ha quedado fenomenal. -Y lo ha acabado.
Mira qué chapuza.
Antonio. Qué bonita es...
Es la verdad.
Me tachasteis de falta de riesgo, y he ido
al otro extremo: dos tejidos.
He intentado mantener la estrechez de una falda de tubo
cosiendo la tabla de la cintura a la cadera.
Tiene su diseño, tiene su mezcla de color,
y tiene su riesgo. 90 minutos. Era demasiado.
"Estoy contento, porque yo sé que mi falda,"
la calidad del acabado no podía arreglarla, me faltó mucho.
Pero han tenido en cuenta el riesgo y el diseño. Estoy contento.
He intentado no hacer la clásica falda.
La cremallera me ha gustado mucho. Le he dado un rollo años 60.
En su momento la he metido para adentro.
Ya. Quería hacerle una vista de aseo, pero no me dio tiempo.
Bueno, no sé...
Los gemelos... no han querido decirlo,
se han callado, pero yo creo
que ellos algo se han tenido que decir.
No nos copiamos, pero tenemos gustos similares
y pensamos un poco igual.
Es mucha casualidad que fuesen tan parecidas.
Yo eso no me lo creo.
Le han quedado mejor las tablas. Las planchó mejor.
Yo, el color me encanta, el tejido...
Es que me he quedado sin tela.
Lo estaba colocando y digo: "Dios mío".
En este tipo de pruebas veo más fuertes
a los que nos dedicamos a coser y no tanto a los diseñadores.
"Por ejemplo, a Vicente, que estaba delante
se le ha quedado una parte sin tablear por no medir bien".
que está sin acabar.
que está todo cosido a mano.
He intentado dar forma a la cinturilla
para hacerla doble con costura...
En mi defensa he de decir que está centrada la falda.
Que le he hecho piquetes.
"Yo soy el primer autocrítico, y considero"
que puedo mejorar mucho tanto en el diseño de prendas
como igual en la rapidez.
¿Qué me dices? ¿Lo he presentado muy bien,
me has dicho?
Has estado "sembrá", cabrona.
Si no te podían decir nada malo. Si es que se estaban riendo.
La tuya era con las tablas voladas. -El talle estaba mal
de la cintura. Simulaba que la falda era tubo.
No temo a ningún juez.
La vergüenza que tengo de haber hecho eso es tan grande
que solo quiero abrir una loseta, meterme dentro y no salir jamás.
No sé, estoy muy deprimido, la verdad.
Pues... no tienes por qué estarlo. -Un nueve...
"La verdad, yo sabía que había faldas
que estaban peor que la mía, yo creo. No me merecía el nueve, la verdad".
¡Gracias!
"Es ser listo. Por ejemplo, Alicia es muy lista".
"Ha visto el tejido, el tiempo que había,
y ha hecho una falda más sencillita y la ha acabado muy bien".
A mí me gusta hacerlo un poco difícil,
porque para hacer algo simple, quiero darle el toque.
Así soy yo.
Creen en mí. Eso a mí me sube por dentro,
con lo cual me da más fuerza para arriesgar en la próxima prueba.
Bien sea porque pidan diseño o por lo que vengan a pedir.
Ahí voy a estar, para no defraudarlos.
Escucha, que los que no sabemos escuchamos,
y por eso terminamos.
-Ahí tienes toda la razón.
En eso, y tú, con tanto leer el Evangelio,
y Jesús, y José, que era carpintero y esto iba de tablas,
pues te ha venido como anillo al dedo.
"Yo sé que tengo el interés y las ganas".
Si no es aquí, donde sea, pero tengo que ser diseñadora de moda.
Yo tengo que serlo.
Mi Manolo me parece que llorará, porque es tan llorón.
Estará viendo la tele y diciendo: "¡Ay!", y llorando.
Pero vamos, yo creo que se pondrá muy contento también.
"A lo mejor no pega que lo diga, pero realmente considero"
que confecciono mucho mejor.
Que los errores, aunque sean pequeños,
que el jurado me dice, sé que no los tengo.
Entonces bueno, voy a intentar ir todavía a más.
(Música instrumental)
(Jamie Cullum - "Hey, Look Me Over")
Y me lo tomo para bien, para ver si puedo evolucionar.
Intentaré hacerlo lo mejor posible.
Verde.
Me encanta.
Contigo no quiero.
Muy bien. -"Hemos rebautizado este programa".
En vez de "Maestros de la costura", "Maestros de la tortura",
porque nos hacen sufrir mucho.
Vamos a ver.
Pues para el grupo de Anna...
¿A quién elijo?
A Vanessa.
Por decir algo, porque yo...
Sí, claro. -...los quiero a todos de verdad.
Y a otro. ¿A quién digo? A Antonio.
Venga, va.
Bueno, en realidad los elegí a ellos dos
porque los miré enfrente, y está uno abajo y otro arriba.
Genial. -Pero vamos a trabajar de bien...
Y vas a ver la ira de la modistilla.
Yo voy a elegir a Pa para Luisa.
Y por ejemplo, Sergio.
Porque me gustaría que en mi equipo estuviera el otro gemelo.
Así.
Pues a Vicente,
porque ella eligió a Sergio para mí.
Y, por ejemplo, a Mahi.
Porque creo que hay otras personas
que conmigo trabajan mejor.
Vale.
Pues yo voy a elegir a Edu y a Jaime
para su equipo, porque quiero a Alicia en mi equipo.
Hemos trabajado bien juntas, y creo que podemos hacer
un buen equipo.
Bien.
"Yo iba pensando que al ser segunda"
podía llegar a ser jefa de taller,
porque había dicho varias veces que no me importaría,
"y me encuentro con que no lo es. Lo es Anna,
que le cuesta organizarse a sí misma, y yo en tierra de nadie,"
que no sabía si no tenía que hacer la prueba... No sabía.
Muy bien.
Voy a empezar con Anna.
Quiero que sepa que tiene mi apoyo. -Gracias.
Pues comenzó de una manera familiar, un pequeño grupo de amigos,
pero lo que nosotros mantenemos
y mantendremos siempre es nuestro valor artesanal.
Hay muchos que llevan casi toda la vida.
Nosotros también ahora estamos aprovechando
para ir incorporando gente joven
que de alguna manera aporta ideas
que le dan frescura a la organización.
(EDU) "Cuando han desvelado la prueba
se me ha caído el mundo encima, porque hago más línea de mujer".
Entonces creo que he hecho una camisa.
Cuidado con las rayas y con los dibujos,
que hay que encajarlos.
¿Es más graciosa?
Nosotros en nuestro proceso contamos 80 operaciones independientes.
La gente desconoce que una camisa está formada
por unas 18 piezas de tela diferentes,
y utilizamos casi 120 centímetros de hilo en cada camisa.
Con los metros de hilo que usamos aquí durante un año
casi podríamos dar tres vueltas al diámetro del mundo.
La precisión absoluta en el corte.
Y luego, por supuesto, mucha minuciosidad,
como ya les ha dicho Lorenzo, y mucho cuidado
en el detalle de la confección.
Gracias.
Elijo la de los pescaditos,
porque esta la veo más difícil al tener que casar los cuadros.
Lo haremos lo mejor posible,
y distribuyendo bien las tareas, a ver si conseguimos hacerla.
Madre mía con los 90 minutos. Dios me ampare.
Cuidado. -¡Venga, Pa!
-Se me cayó. Ahora lo cojo.
-Se te ha caído. -¡Chacho!
-¡Vamos! ¡Cógelo!
-¿A quién se le ha caído? -A mí. Gracias.
Antonio, tú la sardineta.
Tú te encargas del canesú. -¿Lo voy apuntando?
Tú te vas a encargar de los puños. Mahi, te encargas del cuello, ¿vale?
Vicente, ¿qué eras? -El canesú.
Ahora mismo yo y Sergio
vamos a cortar, y bueno,
tú puedes ayudarnos. -Sí.
Vamos montando, y tú vas poniendo los cuellos,
los puños y eso ahí. -Perfecto, vale.
-No, no, a golpes. Así. -¿Así mejor?
-Sí, si no te llevas lo que hago. -Lo siento.
-Cortadme esto que me voy. -Ahí está el hilo.
-Mira el dibujo. -Tengo una.
-Fíjate por aquí, mete el cuadrado entero y ya está.
-A ver, desde ese.
-Lo hago con el de... -Ahí.
-Listo. -Eso.
-Los pesos. -Voy, no vayáis todos a por todo.
-Ay, perdón.
-Toma.
-Vale, y esto se dobla
al hilo para tener el hilo recto
y así ya se van cortando las piezas.
-¿Vais a cortar antes las mangas?
Pon las mangas bien puestas al hilo.
Al hilo, ahí. Toma, alfileres.
-Recordad que el canesú y los puños van a la contra,
por ejemplo, caben aquí.
-¿Voy cortando las demás piezas?
-Corta lo que hay que cortar, la camisa entera.
-Vale.
estar contigo aquí hoy.
-Bueno, la calidad, la artesanía, es una marca España
y hay que apoyar a la marca España.
Y, sobre todo, lo que tienen es calidad humana.
Es básica. En mi armario hay un montón.
Que la perfección no existe pero hay que intentar buscarla.
-Cuidado. -Voy a cortar el canesú.
-Este no está el cuadro en su sitio, vuelve a repetir.
-Vale. -¿Y qué? «Vale», ¿qué? ¿Da igual?
-La entretela del mismo tamaño.
-Hemos dicho un centímetro menos. -No, un centímetro no, milímetro.
-Es lo que dijimos. -Un milímetro.
-Un centímetro no, un milímetro. Un milímetro.
-Hoy lo que he sentido es rabia.
No sé cómo se hacen bien las cosas pero cuando está saliendo algo mal
sí que me siento en la obligación de decirlo
y ver que no me han hecho caso porque soy la modistilla
que nunca sabe nada, ahí sí que ya no.
Antonio. -Dime.
-Son mis puños, ¿me ayudas? ¿Vale?
-¿Vas a entretelar? -Sí.
-El revés... Bueno, este que está sucio,
y la entretela. -Sí.
-Le quitaría un centímetro. -Ya, lo he dicho,
pero un centímetro no me dejan, que un milímetro.
-¿Un milímetro? -Eso me ha dicho. ¿Qué hago?
-Eso es el margen de costura, eso no es nada.
Para tener menos bulto, luego, dentro.
-Voy a tomar una decisión. -A ver, cuéntame.
-No solo un milímetro, eso no es nada, un poco más.
-Vale, pero acuérdate que el brillante.
-Sí, eso lo sé. -De este lado.
-Solo he tenido un jefe de taller, que fue en la prueba de exteriores
del programa pasado, que fue Antonio,
y a Anna, si lo comparo con él, la he visto un pelín más perdida.
-Vale. Luisa. -Dime.
-¿De qué me encargo?
-Ahora mismo estamos planteando la camisa.
-¿Estáis con las entretelas?
-Sí, terminando las entretelas y ahora vamos a plancharlas.
-Toma, para entretelar, para ti.
-¿La tela blanca está toda cortada? -Sí.
Aquí cortando, todavía, la parte delantera.
Ya, ya.
-Vanessa, ¿todos los puños cortados?
-Sí, ya están cortados, estoy marcando los botones.
-¿La entretela, también? -Sí.
Estamos cortando el delantero.
Lo estoy intentando cortar lo más preciso.
-Vale.
-Piensa, que si los otros están cortando mal, pues mira...
-No pienses en el otro equipo,
tenemos que hacerlo bien. -Sí, ya, pero bueno.
-Te tranquiliza eso. -Sí, siempre tranquiliza.
-¿El bolsillo está? -Sí estoy acabándolo.
-Vale, el canesú. -Falta la espalda.
-¿La espalda? -Sí. Es lo más importante.
Cuando la tenga puedo coser el canesú.
-Vale. ¿La espalda no la tenía Antonio?
-Creo que no se ha cortado.
-Entonces, ¿no está cortada? Creía que lo estaba.
-Os he dicho que no.
-Os dije que iba colocando para allá, ni caso.
-¿No nos queda tela?
Más justo, imposible.
-Creía que habíamos cortado la espalda
y la hemos tenido que cortar a contrahílo.
-Si hay que hacer pespunte, déjame cortar y haz el pespunte.
Voy a elegir a Luisa, porque estaba con ellos
y sé lo que me toca hacer, voy a seguir con ellos.
-Este y este están, ¿la de atrás? Poniéndole el canesú, ¿no?
-¿Habéis cortado la espalda? -Sí, creo que está ahí.
-Vale, le voy poniendo el canesú. -Sí, porfa.
-¿Vas a dejar que lo monte? -Sí, hombre.
-Pregúntale primero a Jaime ¿o sabes cómo va seguro?
-Sé cómo va, pero le pregunto.
-Pregúntale, porque él se iba a encargar del canesú.
-Ya, por eso.
-Me han dicho que te pregunte por si no lo hago bien.
Se hacen las tablas así.
¿Hacia fuera o dentro? -Hacia fuera.
-¿No son hacia dentro? -No, hacia fuera.
-¿Alicia está con los otros? -Sí.
-¿Y eso por qué? -Pues mira, no sé.
-Dijo que se iba a ir con quien peor fuera.
-No pasa nada.
-¿Será que ellos van peor? -No lo sé.
-Pues Alicia es muy buena.
Muchas gracias.
-Me pongo a ello.
Porque está todo por medio.
Mire, esta es la delantera. -Faltan los puños.
-Esta es la otra parte. -¿Puedo hacer los ojales?
Por ahí tienen la trasera.
Ponerle el canesú. A esto le tenemos que montar el bolsillo.
-Cuidado. -Que me pinchas.
-Yo me voy. -Voy a ver cómo van.
-Jaime... -¿Y los puños?
-Una pregunta.
-Voy, un segundo.
Si me haces esto primero, puedo ir haciendo los ojales.
-Sí, claro. -Por favor, gracias.
Sé que los he dado.
-Chicos, ¿los puños dónde están? -Los puños los tengo yo.
-Están aquí, Luisa, están aquí los puños.
-¿Cómo vamos?
¿Qué grita ese hombre, chiquillo? Me pega unas voces allí.
Pero bueno, me aguantaré.
Dime.
Voy.
Estoy ocupado.
Tú.
Que supieras que estoy ocupado.
Caprile sigue insistiendo en que no hago nada
y no está muy equivocado.
Pero yo lo intento, a ratos.
A mí fatal.
Me cae un poco mal.
No, hombre.
Estaba aquí y en el otro, quizá, molesto porque están organizados.
No.
Tengo que hacer los ojales, ¿puedo irme?
No sé si es una ventaja o una desventaja
que Edu con Caprile esté todo el día peleando.
Que los peces vayan a la misma dirección.
Mírame, mírame, mira los pescados por donde van.
Mira donde van. -Sí.
-Y mira los pescados. -El canesú es a contrahílo.
-¿Quién lo ha cortado? -No sé, pero están bien.
-Pero, claro, quiero que vayan bien.
-No, en el caso del canesú, siempre va así. Haz lo que quieras.
-¿Estáis todos haciendo cosas? ¿No hay nadie parado?
-Todos trabajando, Anna, somos un «team».
-Uy, qué nervios, a mí este programa
me va a quitar años de vida por el estrés.
-Se ha desenhebrado, no veo.
Edu, ¿me enhebras la aguja? -Dime. Déjame, cari.
La pobre Pa ve menos que un gato de escayola.
-Espera.
A su altura no, porque son profesionales.
Lo he intentado hacer...
Ya me lo ha dicho María antes.
Con otro rollo...
Antonio, espera un momento, las piezas están mal,
dicen que tenemos que hacerlo todo de cero.
Vamos a fijarnos en qué está mal cortado
para quitarlo y ponerlo bien.
-No vamos a descoser y empezar. -Sí.
-Que no. -¿Qué está mal?
-Hola, chicos. -¿Qué tal?
-Vale, voy. -Fundamentalmente, lo que está mal
y, a partir de ahí no os valdría nada de la camisa, es la espalda.
-Por el cuadro. -Está cortada atravesada.
-No vas a conseguir nunca que te casen la espalda y el delantero.
Hay que cortar, vamos.
Cuando el jurado ha dicho que estaba algo mal cortado,
al principio, creía que eran
las mangas y resulta que no, que era la espalda.
-¿Cuál es el problema?
-Que está a contrahílo, no al hilo.
Ha sido fallo mío, tenía que haber pedido tela.
Lo siento, lo siento, lo siento.
¿No te acuerdas que no llegaba? -Que sí, que sí.
-Faltaba por cortar la espalda y solo quedaba un trozo de tela
muy pequeño y había que cortarlo a contrahílo,
porque al hilo no cabía, así que se cortó a contrahílo.
Y eso lo he hecho yo; sí, sí.
-Ahí. -¿Ahí?
-Lo pongo. -Vale.
Fíjate que este esté en la línea azul.
Es mejor dibujar y hacer el corte limpio, si no, queda feo.
De momento, el canesú lo habéis cortado atravesado.
Es lo que veo.
-Sí. -¿No es a contrahílo?
-No, todo lo cortamos al hilo.
-Canesús a contrahílo los he visto toda mi vida.
-No es cómo lo veas, sino de cómo se hace aquí.
Lo que se pretende es que se haga lo más parecido...
-A como lo hacéis aquí. -Sí. El canesú se corta al hilo.
-No lo entiendo.
Ya, pero estoy convencido de que no.
Estoy convencido de que los canesús van cortados a la contra.
Camisas he cosido pocas, pero me he puesto muchas
y todas las camisas, todos los canesús y puños van a la contra.
Pone al hilo.
-Ali, Ali. -¿Qué?
-En el patrón pone el canesú al hilo.
-En el patrón marcaba al hilo, es verdad, lo marcaba,
pero siempre que he hecho una camisa lo he cortado a la contra
Y creo que la camisa está bien confeccionada.
-Mira, lo vamos a dejar así, que sea lo que Dios quiera.
¿Qué quieres que te diga? -No creo, en absoluto,
que el jurado confíe en nosotros, de hecho, vinieron a decirnos
y no le hicimos ni caso.
Yo es que no lo tocaría. -Es que no nos dejará entregarlo,
si no lo tocamos. -Yo, lo dejaría así.
La camisa se acaba y ya está, sí.
A ver, si ahora las cosas salen mal,
después de la prueba, la responsable será Luisa
porque es la jefa de taller
Quiero marcar las piquetas estas.
-No lo vamos a... -¿No lo vais a poner?
-Es que hay que desmontarla entera. No es... tiempo,
y la camisa se monta, ni de coña, hay que hacer los pespuntes
y es imposible. -¿Imposible, no?
-Hay que descoserla toda, o sea, pespuntes, todo, es todo.
-¿Y cómo va la camisa? -Va bien, es solo un detalle.
-Es un detalle importante, -Sí, pero no se ve.
-Ah, vale. -Pero si no hay tiempo...
-No lo hay. -¿Cómo va la camisa?
-No sé el tiempo que quedará pero desmontarla entera...
-Que un juez te viene y te dice: "Cambia esto",
hay que cambiarlo.
O sea, no me lo planteo como que no.
Es que, tal vez, daría tiempo a cambiarlo.
Muchacha, que si la presentamos mal es como si no la presentáramos.
A ver, Anna, eres la jefa de taller, toma la decisión.
-Prefiero que esté la camisa montada aunque sea...
-Antonio... -Aunque sea con error.
-Qué coraje, con más tiempo lo podríamos descambiar.
-Tengo una especie de calor que no es normal.
-Me da cosa no hacerles caso, pero no hay tiempo.
-No, es que no me da tiempo. -Ese ya está.
-Dame, si quieres. -Toma.
-No, no, claro, y no hago nada.
-No, toma. -No, ya está, Anna,
eres la capitana. -Pero si...
-No, Anna, ya. -Es que lo hiciste ahí arriba.
-Por eso, ya está.
-De verdad. -Que sí, Anita, que no, yo no.
-Con quien no volvería a trabajar, sería con Vanessa
porque veo que saca muchos fallos y lo saca,
a lo mejor, cuando no tienen que sacarse
y ya no se puede hacer nada y...
o caras que no ayudan a la hora de trabajar.
Ah, me has dado corriente, joder.
-Hombre. -No me pongáis nervioso
que me cago en el "kali", eh. -Aún hay que poner el cuello.
-Cerrarla, las mangas,
hacerle las costuras de bajos, faltan muchas cosas.
-Venga, vamos ligero.
¿Cómo lo veis 15 minutos?
-Lo veo con los ojos porque con las orejas no se mira.
-Es que, claro, no se puede hacer todo.
-Yo quiero ser optimista y pensar que se quedó bastante adelantada.
Ya no sé qué hacer, de verdad.
-Bueno, estamos dando apoyo a estas magníficas costureras
-España sigue siendo un país machista
y tuvimos una muestra hoy en el taller,
las mujeres cosían y los hombres mirábamos.
Pues... un suspiro.
Mira, venga, ponlo.
Se hacen rápido.
Toma uno y luego quedan tres, creo.
Venga, Vicente, vamos.
Ánimo, Vicente, que puedes.
Oye, mira, te lo digo en serio, encontré mi verdadera vocación.
-Ea, pues venga. -Ojalero.
-Lo mío es hacer ojales.
-A Eduardo lo vi con unas ganas horrorosas
de hacer cosas, iba para aquí,
para allá y vi que interés tiene mucho.
Vamos, ya podemos ir poniendo botones cada uno.
Corred hacia la mesa. -A la mesa, va.
-Venga, hacia la mesa.
-Tenéis que mirar que coincidan.
Vamos a la plancha mientras esto se va planchando.
-¿Pero cómo vamos a planchar mientras...?
-Que sí, mujer, que el bajo se plancha mientras.
Vamos a la plancha, venga.
-La procesión de la camisa.
Tírala, tírala. -Vicente, Vicente,
menos de un minuto. -Tira, tira.
-Va, métela, ponla, menos de un minuto no sabes
cuánto tiempo es. -Menos de un minuto.
-Ya, al busto, al busto.
-Al busto. -¿Dónde está?
-¿Dónde está?
-Pero si no hay busto. -¿Y el muñeco? Aquí.
-Aquí, Concha. -Aquí, corre, ponla.
No va a dar tiempo.
¿Y si el damos el cambiazo
y ponemos aquel maniquí en vez de este?
Junto, no delante, Antonia, ven aquí.
-Pues está muy guapo.
-Sí.
Esto está puesto al revés. -Esto está precioso.
-Las mangas las pusisteis al revés.
Las mangas están, perfectamente puestas,
es parte de diseño, quisimos darle la vuelta
al mundo de la camisa y revolucionar la empresa Mirto
y a full con las mangas por delante.
(RÍE)
Hemos hecho lo que hemos podido y ya.
-No, lo dimos todo, todo. -Lo dimos todo.
Vamos, que no tenemos solución,
glu, glu, como los peces, al fondo del mar.
-Me da miedo de que por mi culpa, entre comillas, vayamos el grupo
a expulsión, pero, bueno, lo hice lo mejor que pude
He dado instrucciones y todos teníamos claro
lo que teníamos que trabajar.
tantas ganas de empezar y hacerlo rápido con faena cada uno
pues nos dio a todos a cortar y fallamos ahí.
Bueno, sí es verdad que recurrí bastante a Antonio
porque pues ninguno de nosotros nos enfrentamos
nunca a una camisa y el consejo de Antonio
para mí, siempre es lo primero y la última palabra la tuvo Anna.
-Como ha dicho Mahi, siempre acudí primero a Antonio
y después preguntábamos por último a Anna, eso es cierto.
No se trata de un sentimiento,
se trata de un hecho más que un sentimiento.
Yo me puedo sentir como me dé la gana,
pero es un hecho y el hecho es que no.
Cuando escuchaba a Vanessa flipaba un poco,
¿por qué no me lo dices en su momento?
Si ve que no tiene claro cuál es su papel,
me hubiese gustado decirle: "Vanessa, si no lo tienes claro,
haz esto", no que ahí ya era tarde y no podía hacer nada.
Sí.
Yo creo que hemos estado, más o menos, todos compenetrados.
-Que está cortado a la contra, sí, claro,
pero sigo pensando que está bien cortado.
Aunque en el patrón, es verdad, que ponía el hilo
y, evidentemente, no está bien cortado.
Si volviera atrás a la prueba,
no actuaría de otra manera
si tuviera la oportunidad de hacerlo.
Yo estoy acostumbrado a mandar, igual es verdad
que hubo momentos que dije o me salieron cosas
que parecía que estaba mandando yo.
Estoy un poco dolida porque no veo que sea justo
que yo esté en la prueba de eliminación,
pero, nada, lo intentaré hacer lo mejor posible.
(APLAUDEN)
Por favor, demuestra lo que vales y no me dejes solo
en "Maestros de la tortura". -Tranquilo, no me iré, no.
¿Qué será esto?
-Fíjate bien en todo. -En todo, en todo.
-¿Qué es?
Pues, a lo mejor, debería haber sido algo más dura.
Pues tú haz esto y tú haz lo otro y esto es lo que hay.
De mandar no me digan que yo no sé
porque yo mandar, mando, si no, decídselo a mi Manolo.
Si ellos lo consideran así, puede ser, pero, vamos, no creo.
Huy, qué miedo.
Qué nervios.
Menos mal que no tengo que hacer esta prueba.
No, por favor.
Qué complicado, ¿no?
Aquí se va a liar, ¿verdad?
Yo nunca he estado en una subasta.
Digo: "Yo no sé cómo se me va a dar esto de apostar
por los minutos, que si los materiales."
Digo: "No sé, no sé cómo se me va a dar."
No, los campamentos, que dan para mucho.
Entre que no sabes la subasta que viene después,
el tiempo que te van a quitar,
los compañeros si te lo quitan de las manos...
Pues dan ganas de coger la regla y liarse a reglazos
con los demás para quedarse uno solo ahí. Real.
(MAHI) Ahora verás tú qué risa.
Yo, lo quiero.
Yo.
Yo otra vez, lo quiero.
No.
Yo.
Yo soy 20 minutos.
25.
30.
35.
Pero es que me queda poco tiempo. Yo necesito más.
Venga, a ver lo que hago.
Anna tiene muy bien de tiempo.
y Luisa ha estado estupenda. Aquí está.
45.
No pujéis más, malditos.
¿Pero qué te quieres ir a tu casa ya?
65, 70... 20 minutos.
70 minutos para Jaime.
Esta está como un cencerro.
Con un par, con un par. -Mahi.
¿Quién va a querer customizar una prenda en 15 minutos?
Nadie, nada más que yo.
Lo mío son locuras. Porque ya se conoce
que yo muy bien de la cabeza no ando.
20 minutos.
Sí, yo.
No me digas eso ahora.
Huy, Vanessa...
Lo último será una mierda.
Qué chulas.
Yo soy 25.
Te lo compro.
Lo has petado. -¿Lo he petado? He palmado.
Me lo va a quitar Jaime.
Cuando he visto las chapas he dicho: "Esto es lo quiero."
Y me he arriesgado con el tema del tiempo.
Jaime, para ya de subir
porque me vas dejar sin minutos, hijo mío.
Me la juego.
Pues no, pero espero que sean abalorios, perlas...
cosas que haya que bordar y poner que es muy mío.
Bien.
Jaime creo que ha sabido jugar muy bien sus cartas.
Ha estado subiéndonos a todos la puja
y al final se ha quedado para el último
cuando no tenía quién pudiera darle caña a él.
Qué fuerte.
Yo pensaba que iba a ser algo maligno
rollo quitar tiempo a alguien,
ir a quitarle algún elemento a alguien.
Yo ya me veía quitándola la máquina
a Vicente por ejemplo.
Más trabas, más trabas, más trabas.
Muy mal, son maestros de la tortura.
Les viene perfecto el nombre este que hemos rebautizado.
Que me quedo la última.
¿Pero esto lo cortamos o lo cogemos tal cual?
Pues no hay tijeras. -Lo que quieras.
Cojo y ya está. -Yo creo que esto con estos.
Si te están dando una caja con elementos
tienes que usar lo que hay ahí.
Céntrate en lo que te están dando,
Es en lo que se basan las pruebas.
¿No hay tijeras por ahí? -Toma, aquí hay.
Yo creo que más o menos lo tengo ya.
Mierda, que la he puesto al revés.
Vamos, Luisa.
He visto el papel y me estoy imaginando que le voy a poner
una carrucha y volantito en la cintura.
Y si me da tiempo le pongo unas manguitas.
Es que lo estoy viendo ya.
Así, ¿no? -El negro por aquí.
¿Todo esto lleno?
Sigue pensando.
A ver si me da tiempo, ¿eh?
Ojalá.
Puedes pedir ayuda. -Sí, ya, pero sabes tú
que a veces dos nos molestamos más que ayudarnos.
A mí sí me hace falta, para colocar uno a uno.
Jaime también y Mahi, que tenéis muchos elementos
pues a lo mejor no es fácil.
Pero me quiero guardar para la próxima.
Como tengo claro qué hacer
y va a quedar chulo estoy tranquilo.
Reza el rosario por tu hermano, que falta le hace.
He acabado el rosario ya. Me quedan las letanías.
Pues saca el evangelio. -Hago otro.
Las chapas yo me veo como una cosa así tipo romana.
Teniendo en cuenta el mono...
Haría algo como un cinturón súper mega fashion.
Luisa, eres una máquina.
Mira. -Venga, venga, tú sigue.
Va a ponerle un volante seguro.
Yo creo que lo primero que hubiese tenido que hacer
ella es lo que ha hecho Jaime, dibujárselo, planteárselo.
Bordar el nombre. -Y haberlo hecho con calma.
A ver si se va a pasar por el nombre.
Estoy contenta con el material por el que he pujado,
porque puedo sacarle partido.
Aunque me moría por el papel que lo había trabajado.
Pero ahora estoy más contenta
con esto porque sí que sé que aquello se me rompía.
El tiempo de espera es lo peor.
Tienes ganas de tocar, de coger.
Y el tiempo pasa más que lento.
Tengo ganas de empezar ya.
A mí me pone nerviosa que no vayan a bordar.
Todo el mundo tiene 35 minutos, 40 para hacer cosas.
Y yo estoy aquí con 15.
Pienso: "Estoy loca."
Pero eso ya lo sabía yo, que loca estoy.
Lo mismo luego me arrepiento. Pero no lo voy a pensar
porque me pongo nerviosa y eso es lo que no quiero.
Como en mono es azul oscuro pues yo me he imaginado
que es como un cielo, ¿vale?
Y le quiero poner estrellas. Voy a empezar desde el centro,
que voy a bordar mis iniciales y voy a hacer una explosión.
Junto y luego muy separada. Esa es mi idea.
Pero no sé si en 25 minutos me va a dar tiempo.
Jaime, bordad el nombre, no os esperéis.
Porque luego tendrás poco tiempo.
Voy.
Pues aquí estoy poniendo chapas como un loco.
Muchísimo, sí.
Simular con las anillas las escamas de un pez.
Ya, ya, lo he pensado.
Está escogiendo por colores.
Lleva las rojas y está superbonito.
Sí.
No, no es una broma, María.
El momento más estresante es cuando vienen los jueces
y te aprietan las tuercas.
Te dicen: "¿Y sólo vas a bordar un pececito?"
Y tú que estás orgulloso de bordar un pez dices:
"Eh... sí, porque no me va a dar más tiempo."
Suerte, Anna.
Un superlazo de hule rollo pajarita
y te lo planto aquí.
También es verdad. -O aquí.
Y torcida así a un lado.
Y te quedas tan ancha.
Es un material que nunca he utilizado.
¿Cómo lo puedo yo demostrar y plasmar en la costura?
Jaime sí se ha ido a bordar, ¿no?
Sí, pero Luisa no.
¿Sabes el problema de Luisa? -¿Qué?
Que va a tener 70 minutos y la va a cagar.
Porque va a empezar a poner...
a poner, a poner y a poner. Y la va a cagar.
una especie de manga un poco tableada.
Y delante, le he puesto como una chorrera.
Según vaya pasando el tiempo, ahí voy imaginando.
Me gustaría ponerle una especie de volantito.
Sí. Me gusta. No lo puedo evitar.
Tantos colores va a ser muy cargado.
Bueno, a ver lo que hago.
La primera vez en mi vida.
Yo soy más de coser, no de tanta imaginación.
Pero bueno. Si tenemos que customizar, pues lo hacemos.
¡Qué estrés! Mis 15 minutos no da tiempo a mucho.
Y más, si tienes que ir a la bordadora para tus iniciales.
No entiendo qué moda es esa.
Eso es para entorpecer. Es para entorpecer.
¿Cómo vas? -Es más difícil de lo que parecía.
No te olvides del bordado,
aunque sea en un trozo de tela distinta.
Mira la Luisa. Ya la está liando.
Muy poquita cosa está poniendo. -Para ya, muchacha.
¿Cómo le hacemos llegar el mensaje? -Está muy lejos.
(SUSURRA) Antonio.
Dile a Luisa que pare...
Dile: "No pongas más, Luisa, cariño".
Nena, te dicen los de allí que no pongas más.
Mira la Mahi. Está pidiéndole fuerzas a Extremoduro.
Mientras, voy a ir viendo una cosa.
La bordadora se lleva su rato.
(MAHI) Lleva Vanessa un rato ahí y Anna otro.
Si me da tiempo, te dejo preparado el nombre.
No, no. No te preocupes. Tú usa tu tiempo.
Tú corre. Vuela tú.
Raquel, por favor, dime que ya es mi turno,
que ya puedo coger la aguja y el mono
y ponerme manos a la obra.
lo que quiero hacer aquí. Recortar.
Ponerle esto al aire y la barriga también al aire.
Lo que quiero, es empezar una cosa y terminarla
y no ir a lo loco como las últimas veces.
No, no, no.
Tenía ganas de hacer un vestido tipo gimnasia rítmica.
Cuando lo vi, fue mi oportunidad.
A ver si puedo demostrar que puedo hacer algo.
Sí. En la espalda, quiero hacer como un lacito.
La Mahi se quita los zapatos para poder correr.
Hasta que empecemos nosotros, tú tienes tiempo.
Me da igual. -Estarás preparada. ¡Vamos, fuego!
Estoy muy preocupada por cómo le meto la tijera,
cómo pongo encima el hule y cómo, al rajarlo,
no se me descoloque. Porque al poner el hule
y rajarlo, a ver si se me va a desmoronar el mono
y fastidio el mono y me quedo sin mono.
(VANESSA) Nunca he customizado nada y no sé qué espera la gente.
O sea, que si costumizar, tal vez, significa
lo más extravagante posible.
Entonces, esa extravagancia te lo va a dar
otra serie de materiales, que no el cuero.
Entonces, no estoy segura. No sé.
(MAHI) Estoy en tensión.
Me quito los zapatos. Me pongo la coleta.
Por favor, llamadme para empezar, porque estoy histérica.
No aguanto más. Estaba ahí como los toros
cuando quieren salir al ruedo. Ahí, lista.
Antonio, corre.
Estoy muy lento. No me va a dar tiempo.
Mi hermano está haciendo agujerito, tornillito, enrosca.
Agujerito, tornillito, enrosca.
Mahi, ¿tú quieres ayuda? ¿Tú vas a pedir ayuda?
(MAHI) Yo no tengo tiempo ni de pedir ayuda.
Está al filo.
Voy a pedir ayuda. Voy muy lento. Sí, sí, "por fa".
Es que si no, se va a ir.
Mi hermano, por favor. (SERGIO) Sabía que saldría.
O pedía ayuda, o no llegaba.
Y para irme, pues claro, si me voy,
no puedo utilizar el imperdible. Lo voy a utilizar y ya está.
Vale. Rápido. Ve haciendo agujeritos y poniéndolo.
Juntitos y separados. -A ver. ¿Dónde está la caja?
Aquí está. Es esto. ¿Qué tiras?
Hijo, estás. -¿Para qué?
Hay que hacer algo más. No te va a dar tiempo.
Vamos a ponerlo en la cintura. -Pues no.
Parece un futbolista. -No para de moverse.
¿Cuánto tiene la Mahi? -15.
¡Ay, que nos quedan 15!
Esto es un trabajo de chinos. Hay que hacer algo más rápido.
Tú hazlo y calla. No da tiempo para pensar más cosas.
Esto es lo que hay. Punto.
Ahora se ponen a discutir, en vez de ayudarse.
(MAHI) Estoy nerviosísima. Mira que decía
que no me iba a poner nerviosa. Ya estoy histérica.
Cuando llevas prisa, te tiemblan las manos. No puedes hacer nada.
Me había acordado de una película de Audrey.
Intento imitar un poco el tema de los diamantes y así.
Además, quería que fuera como una cometa,
que está como volando.
Sí, sí. Por eso, es la cometa.
Voy a hacer la flor.
Tenéis toda razón.
Bueno, eso de tiempo...
Han dicho: "¿No metes más? ¿No usas más cuero?"
Entonces, digo: Bueno, esto hay que cambiarlo.
De alguna manera, es un consejo, ¿no? Indirecto.
Rápido, rápido. Sigamos. -Aquí falta otro.
¡Uf! Venga.
Ay, Antonio. -¿Cómo crees que va?
Mal. No ha puesto nada.
Estoy dejándole un hueco en el escote
para que las luces salgan hacia afuera
y no queden como un árbol de Navidad.
No te vayas.
Se ha ido mi hermano. A ver si lo acabo.
Dios mío, ayúdame. Creo que sí. Está encaminado.
Si me dijeran que se acaba el tiempo,
no está perfecto, pero lo podría presentar.
¿Cuánto quedará? -Nada.
¡Ay, la Mahi, qué bien! -La tía se está dando prisa.
Ha puesto imperdibles. Superchulo.
Estoy sudando como un hombre.
(ANNA) De los nervios, he bajado la cremallera
y no me bajaba más.
Si el mono está para el maniquí, tiene que entrar como sea.
Tranquilízate. Me he tranquilizado. He contado hasta tres.
Leche, es que no has bajado entera la cremallera. Estás tonta.
Tiene una maña cosiendo a mano. -Claro. Lo domina.
¡Ay, ay, ay! No tengo tiempo ni de pensar
que 15 minutos no dan ni para pensar.
Es imperdible, imperdible, imperdible y cortar.
No sé qué más.
¿Por dónde se lo está metiendo? -Por abajo.
Espérate. A ver si no le va a dar tiempo a ponerlo.
No sé si poner esto más corto.
(MAHI) Todavía tengo tiempo de cortar el hombro
y unirlo con imperdibles.
-¿Qué hace Anna? Lo está cortando. -Venga.
Gracias.
Y va y se santigua.
He visto ese material, pero veía el brillo barato
y como de disfraz. No lo veía elegante.
Espabila, que si no, me vas a jorobar el programa
y quisiera disfrutarlo un poquito más.
Si te vas, me lo amargas. -Tranquilo.
ya tenía claro que quería usarlos, porque me acordé
de cuando tenía 13 años y encontré un disco
de rock nacional y me ponía imperdibles en las orejas.
Yo iba de rebelde por el instituto.
Quería pegarle tajada y hacer lo mismo
que yo hacía con mis pantalones de camuflaje.
Poner imperdibles y usarlos por todos lados.
En 15 minutos, yo creo que está bien.
(SUSPIRA)
Es monísimo.
Se lo han probado tanto las clientas,
que se ha desenganchado.
Era parte del diseño.
En solo dos programa, esto es de estar en el pódium,
a volverte al pozo. Imprevisible.
Subes y bajas como las mareas.
El plástico no les pega mucho.
Al principio, lo quería poner centrado,
pero luego, como me gustan las cosas desiguales,
lo he ido haciendo a mi manera.
Qué guay...
-¿Y eso se puede fruncir,
el plástico? -Sí, claro.
-¿No se rompe? -No.
(APLAUSOS DE LOS APRENDICES)
Guau... zasca.
porque quiere aprender mucho y eso es lo más importante.
Si me dicen que me voy... ¡ay!
Es que yo no quiero ni pensarlo... no lo quiero ni pensar.
Lo que pasa es que pensé en hacerlo en la máquina,
pero cuando estaba poniendo el alfiler,
me di cuenta de que se partía el papel
y me digo "más vale que lo haga a mano".
Quería poner más volantes, pero...
No, que los nervios los tenía por dentro.
por si no me daba tiempo.
Vale...
-Cómo va esto...
Vale, tomo el consejo.
Sí, bueno, la pedrería que he puesto arriba.
La verdad es que el cuero poco lo ha usado.
Efectivamente hay que valorar el uso del material
que es casi inexistente en mi caso, entonces,
yo creo que voy a estar ahí, fijo.
La idea era muy buena... la idea es buena.
Y, de verdad, para mí eso es muy importante.
Vanessa, te han puesto fina filipina.
(HABLAN A LA VEZ)
Sí, al menos me han dicho cosas bonitas.
Después de la falda de tablas.
Vale...
Ya, ya...
Vale...
Pues la verdad es que, ahora mismo, estoy desconcertado.
Yo estoy contento con mi trabajo.
(Aplausos)
(TODOS LA FELICITAN)
Esto de la confección y el diseño es como una iluminación.
Porque... o te viene o no te viene,
o te sale de aquí y está de acuerdo con esto
o no te sale.
Y a mí, hoy, me ha venido.
Bien, bien...
Ya, ya...
No llores, tontorrona...
Pues cómo voy a estar, ¿no?
Pues un poco tristona, porque me voy
y dejo grandes amistades y la oportunidad
de seguir aprendiendo.
Pero, por otra parte, feliz ya esta noche
veo a mis pequeños, o sea... ¿hay mejor premio que eso?
-Es una persona llena de valores, estupenda,
va mucho más allá de la superficialidad
que hoy te encuentras con la gente en la calle.
Eso te llega, sin querer, te llega.
de lo que yo pensaba en la costura,
además me puedo relacionar con gente muy distinta a mí
y sacar adelante una amistad muy fuerte, ¿no?
Es estupenda, es una persona genial.
Si no llega a ser por el programa...
-No nos hubiésemos conocido. -No me la hubiese cruzado,
como creo que todo pasa por algo.
Uno de los motivos de estar en "Maestros de la costura"
sé cuál es... llevarme a un ángel.
Me da mucha pena...
Es muy buena persona, muy buena gente.
A parte de compañera y de...
Sois muy agresivos todo. -Son cinco centímetros...
-Oye, ¿y mi capita?
Yo cumplo los siete pecados capitales.
-No me cabe la menor duda. -Tranquilo.
¡¡¡Oh...!!! -Lo está destrozando...
Sí, sí... -No son recortables
de cuando íbamos a Plástica. -Corre...
-Voy, que me pongo nerviosa. -Me falta mucha técnica.
Olé...
(CANTA) #Y una lágrima cayó en la arena...#
-Mahi, ¿ya probaste? Me ha adelantado por la derecha.
Los aprendices ya han descubierto que el trabajo en el taller de 'Maestros de la Costura' no tiene nada que ver con hacerlo en casa. Esta semana, aprenderán a realizar una falda de tablas, prenda fundamental en cualquier armario, en 90 minutos.
Tendrán que poner mucho empeño porque Palomo y Lorenzo Caprile enhebrarán la aguja para realizar la prueba con los aprendices. Elena Benarroch, una de las primeras en modernizar la peletería y que lleva 38 años en el mundo del diseño de moda, les enseñará a completar estilismos para venderlos como hace ella en su tienda
En la sede del grupo MIRTO, empresa fundada en 1956 que actualmente comercializa en más de 25 países y que en 2014 recibió el Premio Nacional de Moda, el jurado intentará que aprendan de sus errores. Por equipos, realizarán una camisa masculina, que está compuesta por 18 piezas de tela que se confeccionan en 80 pasos independientes. Además, su trabajo deberá reflejar la esencia de esta firma.
En la última prueba de la noche, pujarán con tiempo por diferentes materiales y adornos para customizar un mono azul. El jurado tendrá en cuenta la creatividad que demuestren a la hora de insertar los elementos con los que cuenten.
Contenido disponible hasta el 30 de junio de 2018.
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El formato me encanta !!! Pero no podrían emitir el programa más tarde.... encuentro que empezar a las 10:35 y acabar a las 13:00 de la noche es de locos! Horario prime time a las 9,30 YA!!!!! es una verguenza ..........Spain is different es que no trabaja nadie el martes??????
El formato es una idea genial pero esta poco trabajada , el jurado poco profesional y muy poco creíble por qué la realidad es otra todalmente.en el sector del textil en España hay grandes profesionales y herramientas muy buenas para dar Esa imagen
Maestros de la costura es un programa que entretiene y enseña a la vez. El jurado es estupendo y me gusta mucho Palomo por su saber estar. Y los concursantes son inmejorables. Cualquiera de ellos tiene mucho nivel cada uno en su estilo. Me gusta mucho Antonio y Pa, pero también Mahi y Edu como jóvenes promesas de la moda. Y Jaime es muy completo. El jurado lo tiene muy difícil. La verdad es que me rio mycho cuando Caprile llama al orden a Edu y las contestaciones tan expontaneas. Enhorabuena por el programa!!!
¿Por qué son tan bordes los del jurado?.....
Muy de acuerdo con Lucero!
Me encanta el programa, el jurado es maravilloso, exigente y profesional pero humano y no destructivo como en muchos casos con Master Chef. Cada participante tiene su encanto personal. Felicidades!!!
Me encanta este programa. Me gusta Caprile como jurado, da la sensación que a veces disfruta un poquitín viéndolos sufrir. Yo también, muajjajajajaj.
Totalmente de acuerdo con Lucero Arrese
Si bien Vanessa no es de las mejores, en la prueba individual se desarrolló bien, debieron sacar a Ana, que esa chica con sus "muchas ganas de aprender" pero no hace nada. Antonio a ganar!!!