1995
La heroica ciudad dormía la siesta. Vetusta, la noble ciudad,...
...corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido,...
...y descansaba oyendo el familiar zumbido de la campana,...
...que retumbaba en lo alto de la torre de la Santa Basílica.
Llevo un día... No he parado desde que salí esta mañana a las ocho.
No tengo ni idea de cómo se las habrá arreglado Cuervo y los niños.
Pero, venga, mujer, que se nos hace tarde.
¿Habrás avisado a Don Fermín de que quieres confesar?
..no sé yo si lo vas a encontrar. No va a estar sentado toda...
..la tarde en el confesionario por si se te ocurre aparecer.
Sí, señorito.
¡Creí que no llegaría nunca!
¡Me tiene usted tan olvidada!
¿Cuándo va a tener la amabilidad de escucharme en confesión?...
No se haga usted de rogar.
No es lo mismo, Don Fermín.
Parece que hemos tenido faldas por aquí. Y si mi olfato no falla,
aseguraría que una viudita hermosa, es la que ha perfumado la sacristía.
Y me temo que iba muy ceñida...
Obdulia y yo somos grandes amigos. No cree en el sexto mandamiento.
¡Vayan! No me esperen que quiero hablar con Don Fermín.
Noticias frescas, Don Restituto. Ahora le cuento.
¿Sabe usted quién estaba esperando a Don Fermín para confesarse?...
La Regenta en persona.
Ya he visto que el Arcipreste anda con secretitos con su Magistral.
Y mientras tanto, los demás aquí, de plantón.
Este Don Cayetano chochea. Está cansado de cargar con...
..los pecados de las señoras más conocidas de Vetusta, y se...
..las va dejando de herencia a su discípulo predilecto.
¡Y ahora le ha tocado a la Regenta!
Puede ser... o a lo mejor la iniciativa ha sido de la Regenta,
que ante la renuncia de Don Cayetano, ha elegido al Magistral.
Anita, es una mujer muy complicada, quiere traer a la religión...
..el romanticismo. Y aunque nadie lo sospecha en Vetusta...
..es una mujer desgraciada... Habrá usted oído hablar...
..de su padre, Don Carlos Ozores.
Don Carlos abandonó el ejército por la física y las matemáticas...
y por los muchos amoríos, hasta que se casó con una modista italiana,
que murió al dar a luz a Anita. Al morir su mujer, Don Carlos...
..contrató a una niñera para que educara a Anita, que por lo...
..que me contó debía ser una bruja. Cuando murió su padre, Anita...
..enfermó de repente y sus tías la trajeron a Vetusta.
O su abuelo. Anita tenía idea de ingresar en un convento.
¡Que barbaridad! Y la hice desistir. Quintanar era paisano mío y...
..acababa de llegar a la ciudad como Magistrado.
Como era amable, educado y con buena planta le cayó bien enseguida.
En fin, usted verá, Don Fermín: La Regenta no es un señora...
..como éstas de por aquí. Tiene mucho tesón, aunque no lo parezca.
Se somete a todo, pero por dentro siempre protesta.
Don Víctor es como Dios le hizo. Y como no hemos de buscarle...
..un amante para que se desahogue con él, lo mejor será...
..que ustedes se entiendan.
¿Esperan ustedes al señor Magistral?
Sí. Ya hace un buen rato. Queremos confesar:
Hoy no puede ser.
¿No te lo había dicho yo?
Anda, vamos a dar un paseo al Espolón.
¿La Regenta? Pero, hombre de Dios, ¡vamos, corra!
No, señor. Ya se han ido. Les dije que hoy no confesaba...
..el Sr. Magistral; y Doña Visita, que ya quería irse antes, cogió...
..a Doña Ana del brazo y se la llevó. Llevaban esperando 1 hora.
¿Qué pensará ese ángel de bondad? ¿Dijeron algo?
Doña Ana callaba. Doña Visita estaba incómoda por algo que...
..ya le había dicho ella a la señora Regenta. Creo que fueron...
..al paseo, porque Doña Visita dijo no sé qué del Espolón.
¡Al Espolón!
Nada, nada. Anita es una gran mujer que no merece un feo.
Desaire o no, yo quiero dar una explicación a mi querida amiga...
¡Al Espolón!
¡Santas y buena, señoras! Qué buen tiempo.
Cómo esto siga así, este año el invierno no llegará a Vetusta.
Bueno, Visita... Aquí tiene usted al señor Magistral y a la señora...
..Regenta, que a partir de ahora van a tener que ponerse de acuerdo...
..en muchas cosas. Yo me lavo las manos.
Precisamente Ana y yo estuvimos esta tarde en la Catedral...
..con tan mala fortuna que no conseguimos verle.
En cuanto nos enteramos, venimos en su busca. Ya le he hablado a...
..Don Fermín del gran interés que tengo por ti.
¿Tienes frío?
¿Tienes miedo?
Hacemos como que éramos marido y mujer.
¿Y tampoco tienes padre?
Dan muchos besos.
Sí, pero yo ya soy mayor para que me canten.
¿Dormiste o no con ese truhán?
¡Qué escándalo! ¡De tal palo, tal astilla!
Estás en pecado mortal y ahora mismo vas a ir a confesarte.
Mañana escribiré a tu padre contándole lo que tú eres...
Y a tus tías... Sí, también a tus tías para que todos en Vetusta...
..sepan cómo ha salido la niña.
Más vale que te calles, que ya hemos tenido suficiente por hoy,
¡Toda la noche buscando a la señorita!
Y prepárate, porque en octubre vas a ir interna a un colegio.
¡Petra!
La señora está llamando. Algo pasa.
Voy a traer la tila, señora.
¿Sí? ¿Está peor la señora?
Sí, señor. En cuanto ladre Don Tomás...
iré a llamarle. ¿No hay más?
Aunque yo tengo mi teoría sobre el adulterio:lo mejor sería celebrar...
..el matrimonio "in artículo mortis" es decir, el último día de vida.
Al morir uno de los dos esposos, la Iglesia y el Estado, previa...
..declaración de las partes, podrían sentenciar con conocimiento
de causa: "esto fue un matrimonio". Todo lo demás es prejuzgar.
Pero en el caso de ustedes dos no existe la más remota posibilidad...
..de que se dé ese supuesto. Yo sé el respeto y admiración que...
..inspira Anita.En Vetusta decir la Regenta es decir la perfecta casada.
Eso está bien para las comedias, pero en el mundo real un marido...
..debe perseguir al seductor ante los tribunales y la mujer...
..debe ir a un convento.
¡Voy señorito!
¿Qué quería el señorito?
Juraría haber oído...
Las ocho y diez.
Duerme todavía. Subió anoche tarde de la tienda, por las cuentas.
No. Si no fuera por mí no sé lo que iba a hacer.
¿Le molesta?
¡Está ya tan lejos todo aquello! Fuiste mi primer amor... serio.
El primero que me hizo escaparme de casa... ¡Cómo se puso mi padre!
Sí, pero luego te casaste con Cuervo.Lo preferiste a mí.
No digas mentiras. Tú sí que has caído esta vez.
No sé a qué te refieres.
Basta con ver esa mirada lánguida.
Antes de que continúes debo advertirte que te equivocas.
Pero te diré una cosa: no va a ser una conquista fácil. Ya sabes...
..lo que dicen: "La Regenta es inexpugnable"...
aunque vete tú a saber... una mujer casada peca menos que una soltera
cometiendo una falta, porque al fin y al cabo,la casada no se compromete
Lo sé por propia experiencia, y me cuesta aceptar que ella, por muy...
..Regenta que sea... pueda resistir al amor de Alvaro Mesía.
Querida, es un capricho...
Ella es hermosa; te lo juro.
Eso salta a la vista.
No está todo a la vista. Si la vieras cuando le da un ataque.
¡Cómo salta sobre la cama! ¡Cómo se ríe!
Tiene los ojos llenos de lágrimas, y quejas en su garganta...
¡Da unos abrazos a las almohadas! Cualquiera diría que son...
..pesadillas de amor.
-Te costará mucho trabajo. -Puede que no tanto.
-Ya tragó el anzuelo. -¿Tú crees?
-Mucho tiempo llevas pensándolo. -¿Y quién te lo ha dicho?
-Estos. -Y lo de ella, ¿cómo lo sabes?
¡Curioso! ¡El que no estaba enamorado...!
¡Bah!...¿Enamorado? Pero es natural que quiera saber...
..cómo está ella... para echar mis cuentas.
Mira, si le hablan de ti, palidece o se pone roja como un tomate.
Yo la observo... por curiosidad, claro. Porque a mí...
¿Pero tú no eres su mejor amiga?
No tiene más intimidades que las de dentro de su cabeza. A no ser...
..que ahora se lo cuente todo al Magistral...
Pero está enamorada, no te quepa duda.
¿Qué hay? ¿Ha venido esa dama?
¡Una hora! Confesión general...
¡Qué barbaridad!
Ya pasa de hora y media... Le contará los pecados de sus abuelos.
Ayer vi al Magistral y a la Regenta hablar en el Espolón.
Cierto. De Pas iba con el Arcipreste, y la Regenta con Visita.
Es más, el Magistral se puso rojo.
Pues yo sé más. El Arcipreste ha pedido a Anita que cambie...
..de confesor, porque... Mesía le pone varas a la Regenta.
¡Esto es demasiado! Se puede hablar sin fundamento, pero no tanto.
Vaya por el Magistral y el secreto de confesión, pero la Regenta...
Es usted un imprudente.
No he dicho que la Regenta tome varas, sino que Álvaro quiere...
..ponérselas, lo cual es distinto.
-¡Hombre! ¡La Regenta es mucho...! -Reconocerán que Álvaro también...
..es mucho hombre, y muy entendido en eso que llaman Economía Política.
¡Tonterías! En lo referente a la decencia de esa señora,
pongo la mano en el fuego. Yo soy muy inglés y no consiento...
Pues yo, estoy seguro. Algo hay entre Mesía y la Regenta. Me lo...
..ha dicho el Marquesito que es íntimo de Mesía.
Como usted quiera, señora.
Buenas tardes, Doña Paula.
No, si no es importante...
Esta tarde su señor hijo confesó a la Regenta.
Es que también estaban por allí el Señor Arcediano y Don Custodio...
La confesión duró 2 horas y media. Oí al Arcediano que esta noche...
..iba a ir a la tertulia de Visitación, y por si acaso...
Decía usted...
Miente usted. No le creo, y ese señor por muy Presidente del...
..Partido Liberal que sea, ya puede desistir con la Regenta.
Si no quiere creerlo, manténgase en la ignorancia.
¡Y lo mantengo! ¿Me ha oído?
Y eso, vaya a decírselo a Mesía.
No parece sino que don Alvarito se come los niños crudos y que...
..todas las mujeres se le abren de piernas. Y además... ya está viejo.
Quizás de joven,no digo que no haya tenido alguna aventurilla, pero...
..de ahí a creer todo lo que por ahí se cuenta hay un abismo.
Ahí viene nuestro presidente, dígaselo a la cara.
-Don Álvaro. -Hola.
-Buenas tardes. -Buenas tardes a todos.
¡Cuánto bueno, Don Álvaro! ¡Hola Paquito!
Siga usted, Ronzal. Ya verá como Don Álvaro le da la razón.
Hoy por hoy,la moralidad de nuestras familias es el mejor escudo.
Vamos, que en estos tiempos de moralidad...
En Vetusta la vida no tiene atracción por el vicio. No digo...
..que todo sea virtud, pero faltan las ocasiones. Y la sana...
..influencia del clero hace mucho. El Obispo es un santo...
el Magistral... también.
¡Hombre, el Magistral... No me venga usted a mí con cuentos!
Probablemente el Magistral no sea un místico pero tampoco un solicitante.
¿Qué es eso de solicitante?
Que se aprovecha de la confesión para tirarle los tejos...
..a las penitentes... -¡La duda ofende!
¡Qué va a ser un solicitante el Magistral!
El verdadero pecado del Magistral es la avaricia y la ambición.
Por lo demás es un sabio y un gran orador, mejor que el Obispo.
Don Fermín no es un santo, pero no hay que hacer caso de lo de Obdulia
ni Visitación con él. ¡Si lo sabré yo!
Señores, esto es escandaloso. El señor Magistral es una persona...
..muy digna. ¡Y hago la cuestión personal!
Díjolo Blas... El Magistral tiene embobado al Obispo, metido...
..en un puño al Clero; se ha hecho millonario en los años que lleva...
..como Provisor. Y en cuanto al confesionario nada quiero decir...
..porque más vale no hablar. En fin, que no hay por donde cogerlo.
El día que haya un gobierno liberal, saldrá con la sotana...
..entre las piernas. He dicho. -Hay notable exageración en...
..todo lo que usted ha dicho. -Es voz popular.
Como mande la señora.
¡Déjame!
La señora está sola y ni siquiera le he dicho que venía a verte.
Pero bueno...¡qué mujer más rara!
¡Siempre tan fría, que parece que desconfía de todo!
¿Y tu señor?
¿Ese? Es un alma cándida. Algo tiene de viejo verde,
porque lanza unas miradas... Pero de ahí no pasa. Cuando me...
..quiere decir un piropo, le da tantas vueltas, que una se pierde.
La rara es ella. Muy callada. O no tiene nada que tapar o lo tapa...
..muy bien. Creo que está muy aburrida. Ahora le ha dado...
..por la iglesia. Una hora la he esperado en la puerta de la Catedral
con la carita toda ilusionada ha salido de confesar.
Como vi que la señora estaba ensimismada, aproveché para ir...
..a ver a mi primo Antonio al molino, que está aquí cerca.
Es muy guapo y dice que está enamorado de mí, tal vez me case...
..con él, pero más adelante. Yo no quiero llegar sola a la vejez.
Ya está resuelto Quintanar. Permítame.
Colocado así, el hocico del animal deberá tocar en esta zona e...
..inmediatamente su cabeza quedará aprisionada entre el cogote...
..y la quijada inferior. Y así queda atrapado pero no muere.
Buenas noches, Ana.
Hola Anita.Nosotros te esperábamos esta tarde en mi casa.
Nos permitirán al menos que las acompañemos...
Debe aburrirse mucho en Vetusta.
Y aunque no llueva, usted no va a ninguna parte.
Señora, usted dondequiera que esté debe llamar la atención...
..aun del más distraído.
Lo sé. Con el Magistral.
¿Y sabe lo que le contesté? Que no entendía qué falta le hacía a usted
confesar... No hay demonio capaz de tentar a La Regenta.
Dígame señora.
Sí, señora. Buenas noches.
¡Hola Quintanar!
Anita se encontró en la calle del Comercio con Álvaro...
y fueron paseando hasta la Plaza Nueva,¡solos! Me lo ha contado Paco.
Esto está que arde. Esta vez Anita cae. Álvaro está dispuesto...
..a comérsela, aunque anda con algunos remilgos que no me dan...
..muy buena espina... Al fin y al cabo, todos somos de carne y...
..hueso, y ella no va a ser menos. -No sé...
Me parece que la Regenta tiene Quintanar hasta que la muerte...
..los separe... ¿Por qué no habrá venido al teatro?
Va mañana a comulgar.
¡Señora! ¿Qué es esto? ¡Ladrones!
¡Qué estropicio!
¡Ay, señora! Ha roto los tiestos nuevos... y la vitrina del herbario.
Si hubiese sido yo, me despedía Don Víctor...
¿Y Anita?
La vida que lleva Anita no es sana. Necesita variedad y actividad.
Esa niña es demasiado formal. Necesita airearse, ir y venir.
..para que no sucumba a esas tendencias melancólicas.
O toma usted medidas o Anita caerá en otra crisis.
¡Tonterías! Desde mañana yo me encargo de que Anita no pare en casa
Cuente usted conmigo.
Ana... ¡Ana...!
¿Llamaba el señor?
Yo no he sido. Habrán entrado los gatos.
Señora, no sabía si debía...
-Buenos días. -¡Hola, ricura!
La señora está todavía en su tocador arreglándose.
No importa, hay confianza.
Disculpe, ¿estorbo?
Ya le dije en el teatro que puede contar conmigo.
Estoy a su disposición. Seré la sombra de Anita. ¡Faltaría más!
¿Le importa?
¿Me ha llamado la señora?
Sí, era Doña Visitación.
Entró rápidamente y se metió en el despacho del señor.
Sí, señora.
¡Hola!
No sirvo para estar en casa. Para eso está Cuervo, aunque no se...
..las arregla muy bien, pero... ¡que espabile!
No, no me mires así. ¿Quién guía la casa? Yo.
¿Quién organiza el presupuesto? Visitación también. Así que salgo...
..y me divierto. ¿Y tú qué haces todavía sin vestirte?
Y tiene cómplices....
¡Qué alfiletero tan bonito!
No me lo digas dos veces, que ya sabes que soy una urraca.
¿Sabe usted lo que estoy pensando?
Que el señorito se parece a la Torre de la Catedral.
Regenta. Pregunta por usted.
Buenos días, señor Magistral.
Vengo de parte de Doña Ana.
Sí, señor, su doncella.
Traigo una carta para Usía.
No.
La señora me ordenó que le entregara esta carta urgente,
y la criada podría perderla...
Perdóneme Usía.
Buenos días, señora.
Era un recado para el señor.
Me alegro de poder contar con su docta opinión, Don Fermín.
¿No cree usted que convendría retirar 3 ó 4 metros la Catedral...
..para encontrar la justa proporción con la plazuela?
Le digo a usted que eso es imposible
En Vetusta todo debería estar alineado, como en Nueva York.
Mi marido es un majadero, como todos los maridos.
De buena te has librado quedándote viuda. ¿Qué le importará a él...
..que una casa sea más alta que otra?
Buenas días.
Señor Magistral, tengo mucho gusto en saludarle.
¿Saben ustedes que el señor Magistral se queda a comer?
¡Me parece una magnífica idea, aunque empiezo a dudar que hoy...
..se coma en esta casa. Por cierto Don Cayetano, vamos a echar...
..una mirada a los hornillos.
Ya te lo dije ayer: ¡Cuidado con el Magistral, que tiene mucha...
..teología parda!
Cuánto tiempo sin verle, don Fermín.
El bueno de Don Fermín ya ha caído otra vez en poder del...
.."Gran Constantino", que se tiene creído que empleando las rentas...
..de su pobre marido en dotar a monjas o levantar conventos...
..obtiene ya bula para dar la tabarra a todo el clero de Vetusta.
A la tarde, a la vuelta del Vivero, si a usted le parece,
podemos darnos una vuelta por allí y así usted me aconseja...
Te has quedado muy callado...
Lo de la teología parda no era más que una broma, hombre.
Al fin y al cabo, Don Fermín no es más que un cura.
Mira, Visita, tú me conoces.
Y sabes que no hace falta que nadie me instigue para que yo sea capaz...
..de pensar groseramente de clérigos y mujeres.
¡No te pongas así!
Yo no creo en la virtud... Ni tú tampoco.
Los curas son hipócritas y la lujuria mal contenida se les escapa
..a borbotones por donde puede. ¿Has visto cómo la mira?
Cuando he tenido influencia sobre alguna mujer, la he prohibido...
..que se confesase. Que me lo cuente a mí. Al fin y al cabo...
..es lo que hacen los curas: aprovecharse del confesionario...
..para escuchar los secretos de las mujeres, incluso de sus apetencias.
Y no es que piense que el Magistral busca en Ana la satisfacción de...
..vulgares apetencias, pero, por lo fino... es muy probable...
..que intente seducirla. El campo está abonado y él lo sabe.
Eso me pone de mal humor.
Esta excelente comida, servida así, es miel sobre hojuelas.
Me gusta que me sirvan muchachas muy jóvenes y bonitas.
Será de mal tono, pero todos mis convidados están contentos...
..con el servicio. -Y que lo diga, Doña Rufina.
He observado que a las señoras no les gustan los criados;...
...en cambio, a los hombres siempre les gustan las buenas mozas,...
...aunque sea en la sopa.
A mí, esta moda de mi mujer me da lo mismo.Yo en casa... nada.
Ni siquiera dentro de la población. Cuando quiero correrme...
..una juerguecita me voy por la provincia.
¡Pero bueno! ¿Aquí es que no come nadie?
Coman ustedes. Yo por nada del mundo perdono mis sardinas. Dirán que...
..es una manía, pero es privilegio de los ricos tener las mañas...
..que nos venga en gana.
¿Ya había probado el pato a la naranja que hace Pedro?
Sí... el cocinero de los marqueses. Gracias a él la cocina del Marqués,
es la primera de Vetusta.
Dicen que los cocineros salen caros y gastan mucho, pero dónde...
..van a parar... ¿Sabe usted que es socialista?
Aunque claro, al señor Magistral los placeres del mundo...
..no le llamarán la atención. Por cierto, Don Fermín,
¿usted cree que la gula es pecado?
¿Siempre?
Yo derribaría San Pedro sin inconvenientes y hacía el mercado.
La fatalidad me ha llevado a militar en un partido reaccionario:
mi nacimiento, los compromisos de clase...pero yo soy liberal.
-Parece que pican. -¿Qué es lo que pica?
-Los pimientos, señora. -Bueno,Anita,esta tarde al Vivero...
Estás hecho un papanatas. Miras y nada.
Cuando te he puesto a su lado con el mejor propósito.
Hay que ser prudentes, hija mía. Hay moros en la costa.
Si yo aprovechase la excitación de la comida,
me perdería para mucho tiempo.
Estoy segura que ella está pensando lo mismo que tú.
¿Tú crees? Esta ocasión no es una ocasión.
¡La dama no pierde ripio!
¡Dichosos los ojos! Buenas tardes, Paula.
¿Cómo quieres que yo lo sepa?
Siéntate.
Habrá ido a comer a casa del Marqués
Porque hoy es el cumpleaños de Paco Vegallana.
Pero si ya son más de las cinco...
¡Qué desfachatez!
Parece mentira, Don Fermín. ¡Mira que hacernos este desaire!
Es usted muy desagradecido.
Es un insensato, no sabe lo que es la diplomacia ni el disimulo.
Claro que como domina al Obispo... Ni los poetas sirven para ministros,
ni los místicos para obispos.
Y mire usted que ir en carruaje descubierto...
¿Han visto que iba al lado de La Regenta?
Sí. Junto a ella.
Permítame decirle que su colega está dejado de la mano de Dios.
¡Hola! ¿Eres tú?
¿Me puedes leer esto? No veo bien.
Chico, ¡apestas!
Hueles a bebida. A ron... qué sé yo.
A propósito, ¿por qué no has avisado a tu madre?
Primero vino tu madre hecha un basilisco, luego dos veces más...
..Teresina de su parte. Que si al señorito le habría ocurrido algo,
que si la señora estaba asustada, que si yo tenía que saber algo...
No, señor, me parece que no...
Mande usted...
Buenas noches, señorito.
¡Ladrones!
¡Sinvergüenzas!
¡Ladrones usted y su señora madre, señor Magistral...!
Señora... es que...
Es que es Don Santos.
Eso va por usted, señor Magistral.
No se haga usted el sordo.
-¡Por Dios, Don Santos! -Buenas noches, amigo.
Tú sí eres un hombre honrado... y te aprecio...
Pero ese carcunda, ese comeostras, ese maldito tirano de la Iglesia,
-..es un ladrón y lo sostengo. -Ya es hora de acostarse.
¿Quiere que le abra la puerta de su casa?
¿Qué casa? Yo no tengo casa...
Yo les espío. Y ahora el consentido de Don Froilán Zapico está...
..echando las cuentas ahí dentro con la madre del Magistral.
Quiere que vaya y...
Ese idiota pasa por ser el propietario del negocio, pero ya...
No es más que otro esclavo de Doña Paula, como el Obispo.
Ella misma lo casó son su criada que antes había dormido a cuatro...
..pasos del Magistral. Si lo sabré yo.
¡Ministro de Dios! ¡Y un cuerno! El ministro soy yo, honrado...
..comerciante, que no hago la forzosa a nadie, que no robo...
..el pan de nadie, que no obligo a todos los curas de la diócesis...
..a comprar en mi tienda cálices, patenas, vinajeras, y hasta aras.
Don Santos, a la cama. No puedo consentir que siga escandalizando.
¿A dónde...? Pero si yo no duermo nunca... ¡Déjeme!
Derribe usted esa puerta, señor Pepe. Usted representa la ley.
Ahí están contando mi dinero.
A la cama.
Me han arruinado señor Pepe... Ya no tengo nada de mi negocio.
¡Ahí va la llave!
En Vetusta, una imaginaria ciudad norteña de provincias, vive Ana Ozores, bella mujer conocida con el sobrenombre de la Regenta por estar casada con don Víctor Quintanar, ex regente de la audiencia, hombre mayor que su mujer, gran aficionado a la caza, entretenimiento que comparte con su amigo Tomás Crespo, al que apodan "Frígilis". La Regenta busca en la religión un sentido a su vida monótona y aburrida. El joven Magistral de la catedral, don Fermín de Pas, hombre apuesto y ambicioso, acepta ser el director espiritual de Ana, recomendándole una larga confesión general. Al término de la misma don Fermín se siente atraído por Ana. Doña Paula, madre del Magistral, comprueba un cambio en el comportamiento de su hijo, y le advierte del riesgo que para su ascenso en la carrera eclesiástica puede suponer un lío de faldas. Ana, por su parte, se siente atraída por otro hombre, don Álvaro de Mesía, el "don Juan" de Vetusta.
Histórico de emisiones:
17/01/1995
10/03/2009