Lunes a jueves a las 10.00 horas
Lunes a jueves a las 10.00 horas
Es otra cosa.
Los mercados antes no era nada más que los productos de proximidad,
los que había alrededor del pueblo o del lugar.
Se reunían de vez en cuando, una vez a la semana,
o incluso, en América, mucho más tiempo,
porque era más difícil llegar al lugar.
Y ahí colocaban los alimentos y las bebidas
que habían conseguido a lo largo del tiempo.
¿Cómo ha evolucionado eso?
En la actualidad, con el transporte rápido y el frío,
la oferta de alimentos en el mercado, llamando mercado a Mercamadrid,
los supermercados, etc., etc., es enorme.
¿Cuál es el éxito de Madrid a mi modo de ver?
Hemos creado los mercados boutiques, los mercados gastronómicos.
No solo se va a comprar comida, se va a comer.
Se va a pasear, se va a tapear de mercados.
Tapear es una palabra que me encanta de Ferran Adrià.
Se puede tapear de museos, tapear de compras, de amigos.
Y se puede tapear en este tipo nuevo de mercados,
como el de San Miguel, el de San Antón y tantos otros.
Y en Barcelona, La Boqueria, con su famoso Pinocho.
La Boqueria es uno de los lugares más visitados por los turistas.
Pero el Mercado de San Miguel, lo mismo.
Creo que en eso, como en tantas cosas,
España ha innovado y ha establecido un nuevo tipo
de mercados gastronómicos, de boutiques de mercados,
que son absolutamente singulares
y que permiten comer, pasear, charlar, tener amigos,
y además, comprar comida y llevarla a casa.
Gracias.
(HABLA EN INGLÉS)
La educación es sobre la vida.
Todo lo que hacemos en la vida es aprender.
Y lo que necesitamos hacer en nuestras escuelas
es hacer posible que nuestros alumnos vean
que no hacemos algo con ellos, sino...
que lo que queremos es que se hagan preguntas sobre la vida.
Que averigüen lo que tienen que...
contribuir para la sociedad.
La educación es lo que hacemos todo el tiempo.
Ser profesor es ser guía, ser un instructor.
Ser alguien que inspire.
Alguien que haga que los niños encuentren lo mejor de sí mismos
y florezcan y sean lo mejor que pueden ser.
No hay ningún trabajo tan importante como es ser un profesor.
Mi investigación, el trabajo que he hecho
con la Universidad de Cambridge, lo llamamos Aprender sin Límite.
Eso significa que el aprendizaje está abierto a todo el niño.
No solamente a los niños
que el profesor piensa que podrían aprender,
sino cada niño puede aprender.
Cómo nosotros como profesores encontramos la manera
de que cada niño aprenda.
En oposición de buscar siempre lo que el niño hace mal.
Sino es preguntarse qué podemos hacer.
Es también que la familia crea
que los niños pueden lograr mucho más de lo que piensan.
Es sobre ambición, inclusión,
esperar lo mejor de cada uno de ellos.
Hablo mucho de que los niños nos sorprendan.
Que sean capaces de lograr mucho más si confiamos en ellos.
Y así podemos proveerles el mejor escenario para aprender.
Cuando dejamos las puertas abiertas a todos,
cuando nuestros profesores son creativos,
cuando les permiten expresarse de formas variadas.
No es sobre el aprendizaje estrecho,
no es sobre aprobar exámenes.
Es pensar, son ideas, emprendimiento,
ambición de la vida.
No solamente lo que tengo que hacer en una clase para aprobar.
Los profesores, ellos mismos también son niños que han crecido.
Necesitamos reconocer que el aprendizaje dura toda la vida.
Tenemos que apoyar a los profesores que se abran a nuevas ideas.
Cuando tienes esa apertura en tu alma, en tu espíritu,
puedes asumir nuevas ideas, nuevos pensamientos.
En España, por lo que sé,
hay una sed real
para mejorar la educación hasta lo mejor que sea posible.
Para que nuestros niños puedan tener éxito
también en la industria, en los negocios,
pero también en su propia vida personal.
Sus amigos...
Necesitamos que los profesores
descubran que lo que ellos hacen supone una diferencia.
Para los padres,
lo más importante que pueden hacer es quererlos, es disfrutar con ellos.
Pero también deben esperar mucho de ellos.
Deben saber que si les explican las cosas, lo entienden.
Les pueden introducir a la literatura, a las cosas.
Los niños aprenden pensando.
Cuanto más dialogan, cuanto más se comprometen,
hacen preguntas interesantes...
Cuanto más se compromete, se engancha un niño en pensar,
más aprende.
Los padres tienen un rol importante. Yo soy una madre,
y creo que lo más importante es quererles.
Los deberes son una de estas cosas
que, internacionalmente, la gente nunca se pone de acuerdo.
Porque unas personas piensan que deben ser más; otros, menos.
Creo que lo más importante es que los niños,
si están en el colegio,
y lo que experimentan en el colegio
les hace sorprenderse y quieren saber más,
tienen que consultar Internet, libros,
tienen mucha suerte de poder averiguar mucha información.
Lo más importante que podemos hacer en casa
es alimentar las llamas de la curiosidad, de las preguntas,
de la investigación.
En términos de deberes formales,
lo más importante es que los niños lean.
Que lean toda clase de cosas.
Porque leer es abrirse a un nuevo mundo en nuestra cabeza.
Es el tipo de deberes más importante.
Pero no sé, nunca lo vamos a lograr del todo.
Siempre habrá gente que querrá más, gente que querrá menos.
Creo que nuestra visión del aprendizaje sin límites,
tal como lo veo funcionando en Inglaterra,
es que los niños son más vivos,
están excitados, emocionados de aprender.
No les reñimos.
No se comparan unos con otros.
Están mucho más interesados
en sacar lo mejor de sí mismos a nivel personal.
Se preguntan qué puedo hacer, qué puedo hacer hoy que no hice ayer.
Si pensamos en los adultos en la vida profesional
y en la vida social,
los adultos que quieren hacer las cosas mejor,
quieren mejorar su jardín, quieren desarrollar nuevos hobbies...
El aprender alimenta el alma.
La idea de aprender sin límites
descansa en esto, que aprender es para siempre.
Y si algo no sabes hacer,
tienes que plantearte: "No sé hacerlo todavía",
que es muy distinto a decir: "No lo puedo hacer para nada".
Si podemos inspirar esta idea en los niños,
entonces sí que podemos lograr una diferencia siempre.
(CANTAN EN INGLÉS)
(CANTAN) "Hola, niños".
"¿Cómo estás?".
"Muy bien. Gracias".
-Empower Parents nace en 2013.
Es una iniciativa que se desarrollaba en Nueva York, en el Queens Museum.
En el 2013 tuvimos la oportunidad, gracias a una beca,
a un premio internacional, de conseguir financiación
para poder implementar el proyecto aquí, en Madrid, en el Museo ICO.
Es un proyecto dirigido a familias que tienen niños y niñas
con el trastorno del espectro autista,
y lo que se genera desde Empower Parents,
de ahí el nombre,
es orientar una acción y un trabajo
dirigido a los padres que tienen estos niños
para generar con ellos una comunidad de aprendizaje.
-Desde la Fundación ICO llevamos mucho tiempo
apostando por desarrollar e implementar
una línea de actuación en torno a la accesibilidad
hacia la inclusión en el museo,
y digamos que Empower Parents fue el pistoletazo de salida
definitivo para poder desarrollar esta línea.
Y si nuestra pequeña aportación puede ayudar a sensibilizar
a parte de la población sobre qué es el autismo
y que tenemos que tener una capacidad más empática
hacia las personas que lo sufren,
pues también es uno de los objetivos conseguidos
además del resto del proyecto.
-Siempre tenemos una misma rutina de sesión,
una misma rutina de trabajo,
porque este aspecto es fundamental en lo educativo
para los niños y las niñas con los que trabajamos.
Es necesario que haya una estructura muy definida de espacio
y una estructura muy definida de tiempo
para evitar frustraciones,
y, sobre todo, para permitir que los niños
puedan crear y puedan desarrollar su actividad en el museo
con total libertad.
-Hola, me llamo David.
(TODOS) ¡Hola, David!
-¿Me llamo? -Nacho.
(TODOS) ¡Hola, Nacho!
-Previo a la sesión que realizamos en el museo,
remitimos siempre una información
explicando la actividad que vamos a hacer a las familias
para que ellos puedan anticiparla en casa
y puedan prepararlo durante la semana.
Pues qué es lo que vamos a trabajar, cuáles van a ser los objetivos,
a qué personas se van a encontrar los niños en el museo...
Y siempre tenemos la misma secuencia.
En el hall del museo se recibe a las familias,
buscando siempre o intentando que esa comunidad
se siga manteniendo y se siga fortaleciendo.
Es el momento en el que las familias
se encuentran detrás de la sesión anterior.
Los niños empiezan tímidamente a interactuar unos con otros.
-Alonso tiene ocho años.
Le diagnosticaron con tres años y medio,
aunque a los dos años y medio, más o menos,
empezamos a ver que algo pasaba.
Tiene diagnosticado autismo puro.
Con una inteligencia superior a su edad.
Pero aún no se puede medir por la edad que tiene.
Por un lado, es un alivio saber lo que le pasa ya a tu hijo,
y por otro, te genera la angustia
de no saber qué hacer a partir de entonces.
Nuestra trabajadora social fue la que nos empujó un poco
a que nos decidiésemos, y nos alegramos muchísimo.
Porque desde el momento de la entrevista
para ver si dábamos el perfil para entrar en el proyecto,
quisimos entrar en el proyecto.
Cada semana, unos son líderes, otros, colíderes...
Al final, estás implicado totalmente.
Las personas que llevan el proyecto desaparecen hacia atrás
y los padres son los protagonistas y los niños también.
La verdad es que es un proyecto para empujar un poco
y dar visibilidad al autismo.
Y queremos participar de los espacios
como cualquier otra familia.
-Trabajamos con niños que tienen trastorno de espectro autista,
pero realmente está dirigido a los padres.
Ellos son el centro que articula todo nuestro discurso
y toda nuestra estrategia de empoderamiento.
Ellos, de manera previa,
deciden qué tipo de actividad se va a hacer
para luego explicarla también ellos ese sábado por la tarde
cuando desarrollamos la actividad.
-Le veo contento.
Él está a gusto.
Nosotros nos vamos cargados de energía para otras tres semanas,
porque la sesión suele ser una vez al mes,
y es un sentimiento que tenemos todos.
-Una vez que hemos caminado todos como tortugas en el Museo ICO,
y cerramos esa actividad en sala,
nos dirigimos siempre a la sala de taller,
y es en la sala de taller en la que, a partir del contenido
de la exposición con la que estemos trabajando,
como hoy con la exposición de David Chipperfield,
desarrollamos una actividad creativa.
Hoy, por la tarde, hemos estado explorando la sombra.
Cómo proyectaban las maquetas diferentes juegos de luz
y de sombra en el espacio del museo.
Siempre intentamos que sean actividades
que permitan que cada niño se exprese con libertad,
exprese su propia identidad,
pero que entiendan que forman parte de un todo.
-¿Esto qué es, Javier?
¿Esto qué es?
Tu cabeza.
-Miguel es un bichejo que no para.
Tiene muchísima energía. Está todo el rato moviéndose.
Es muy difícil tratar con él muchas veces, porque te agota.
Él hablaba.
Incluso iba más deprisa que los demás.
Al año y medio, todo lo que había ganado más rápido que los demás
lo fue perdiendo poco a poco. Dejó de hablar.
No nos miraba a la cara, no entendía su nombre.
Son cosas que te dan la pista de que algo no va bien.
Y aparte, están dentro del cuadro.
Es un jarro de agua fría que te deja que no sabes qué hacer.
Además, un montón de lluvia de información,
porque te dicen muchas cosas a la vez.
Lo primero que tú haces es: "No es verdad".
"Esto no es verdad, esto va a cambiar". Y no cambia.
Cuanto antes lo aceptes, mejor, es tiempo que ganas.
A eso me refería con lo de diagnosticar antes.
Los niños son esponjas,
y cuanto antes les des los refuerzos y apoyos que necesitan,
más vas a sacar de ellos.
Nuestros niños apenas tienen apoyos.
Porque cada vez hay más.
No sé si antes no se diagnosticaba, que es lo que decimos,
o si antes se escondían en casa y no se les sacaba fuera,
no teníamos visibilidad, o simplemente ahora hay más.
-Emma, por lo general, a nivel social,
sí que tiene ciertas carencias
en el aspecto de que tiene cinco años,
pero su manera de relacionarse con los otros niños
es como si fuera un poco más pequeña.
Lo intenta, inicia la comunicación, inicia el juego,
pero luego le cuesta continuar,
porque como las reglas pueden cambiar y los niños improvisan,
ahí es donde ella se pierde.
Si está jugando a un juego y es A-B-C,
como lo hagan A-B-J, dice: "Espera".
Para nosotros, ir al museo con Emma ha supuesto un reto muchas veces.
Es muy manejable, es una niña muy manejable,
pero no sabíamos cómo trabajar con ella en el museo,
en el colegio, sí, en el parque de bolas sabemos,
en el cine, más o menos,
pero en el museo, Emma entraba y andaba,
andaba, andaba y no miraba para atrás.
Entonces, venir aquí y organizar, que puedes parar,
que vas viendo las exposiciones,
que luego puedes tener algún tipo de actividad, de taller,
a nosotros nos ayuda también a organizarnos,
a trasladar ese patrón, luego, nosotros solos, en otro museo,
y a Emma también le ayuda a saber cómo moverse en un museo
de una manera armónica,
armónica para ella y armónica para el resto.
No te digo que sea una terapia total, porque es una vez al mes
y llevamos, en este año, tres, cuatro sesiones,
pero sí que se empieza a notar, sobre todo, cara al ocio,
con otros niños que se llaman neurotípicos,
el poder interactuar
y el poder aceptar que puede haber cambios.
Ha evolucionado mucho en la parte social,
que era la carencia que tiene Emma.
Otros niños tienen problemas o una discapacidad en el lenguaje,
incluso, en estereotipias... Cada uno es un mundo.
En nuestro caso en concreto, ha sido trabajar, sobre todo,
la labor de socializarse y de comunicarse,
aunque sea verbal y tiene un lenguaje muy evolucionado, en el caso de Emma,
tiene que aprender a utilizarlo en el momento adecuado.
-En Empower Parents algo muy importante que hacemos
es movilizar la energía de los padres para que entiendan que los museos
son lugares a los que pertenecen,
que deben trabajar esa reapropiación del espacio,
que tienen que hacerse visibles
y se convierten, un poco, como en activistas,
pero en activistas en el sentido
de que entienden muy bien ese discurso
de que una parte fundamental del sábado por la tarde
es ocupar el espacio
y entrar en comunicación con otros públicos que estén en el museo.
-Supone un reto, porque cuando entramos,
yo, al principio, solo miraba.
Veías a otros padres y pensaba: "A lo mejor, al el día, puedo ser yo
la que guía la sección y la que es, un poco, mamá de todos",
porque aquí somos todos mamá de todos.
Mi hijo tiene otra figura de referencia,
de alguien que sabe tratarle, que sabe los signos,
porque mi niño no habla.
Izan tampoco hablaba antes, ahora habla, o sea que es como...
También es una esperanza.
Sobre todo, es para los padres, creo que esto es para los padres.
-Cuando hemos estado en otros museos, en otros museos me refiero
que yo voy con mi hijo a ver otro museo,
tenemos que estar continuamente dando explicaciones
de por qué Teo, a lo mejor, se mueve un poco más
o, cuando hemos venido aquí, como está todo muy organizado,
se paran a mirar, alguna vez preguntan,
y el día más bonito fue, bueno,
una serie de personas que estaban viendo la exposición
y se unieron a trabajar con nosotros, a buscar, a ayudarnos con los niños.
Fue un día muy bonito.
-Abrir el museo, ¿cómo se hace? Abriéndolo de verdad.
Permitiendo que todo tipo de público entre en el museo,
pero también se abre formando al personal del museo.
Intentamos formar, en la medida de nuestras posibilidades,
tanto al personal de recepción y de seguridad
sobre qué es la discapacidad intelectual,
intentamos evitar dirigirnos a estas personas
y caer en los errores que cometemos, aunque sea de buena fe.
-A Teo jamás le ha rechazado un niño,
pero sí ha venido, a lo mejor, a algún papá, en un bar,
que me ha dicho: "El niño se está moviendo mucho
y la silla... El ruido me molesta".
Le explicamos y esa explicación nunca se la tienes que dar a un niño,
le tienes que decir: "Es que Teo todavía no ha aprendido a hablar",
"Ah, vale", todo vale.
Aquí tenemos niños en todo el rango
del trastorno del espectro del autismo
y entre ellos, todo lo ven con una normalidad
que dices: "Cómo hemos crecido,
de qué manera nos hemos hecho adultos,
que ahora nos vemos diferentes o los vemos diferentes,
¿qué ha pasado por el camino?"
Cuando de pequeñitos, un niño nunca va a rechazar a otro niño,
y los adultos sí, ¿qué ha pasado? Eso, a mí, me preocupa.
¿Cómo hemos crecido? ¿Cómo nos han educado?
¿Qué valores hemos absorbido de la sociedad?
-Voy con mamá y con papá...
Voy con mamá y con papá y con Tipso.
-Vamos a ir al museo, ¿de qué? -ICO.
-¿Y qué vamos a hacer? -Una exposición.
-Primero, vamos a ir, ¿en dónde?
¿En el metro, en el autobús, en coche, andando?
¿Cómo vamos a ir? -En coche.
-Para mí, el Museo ICO, desde el año 2013 hasta ahora,
se ha transformado, más que en una institución museística,
se ha convertido en un laboratorio
en el que las 20 familias que forman parte de Empower Parents
y el equipo de educación y de conceptualización del proyecto,
lo que hacemos aquí es experimentar.
-Hemos dicho que nos íbamos a presentar,
hemos presentado lo que vamos a hablar,
vamos a hablar de edificios, de arquitectos.
-Nacho es un niño sumamente hiperactivo,
es un niño que no está quieto en ningún sitio,
ni siquiera en casa, que tenemos una casa adaptada a sus necesidades.
Nacho nunca está quieto, Nacho tiene una inquietud tremenda.
Esa inquietud se deriva de la ansiedad
de no comprender el mundo en el que vive.
El primer día que llegó al museo fue un desastre,
se tiró al suelo, gritó y, sin embargo,
ha comprendido perfectamente que cuando viene al museo...
Yo digo que aquí echan polvos mágicos porque el niño está tranquilo,
está relajado.
Lo más atractivo que me pareció es que podíamos hacer algo en familia
y que, además, iba a tener un modelo correcto o normalizado
de comportamiento a imitar.
Lo que hemos logrado demostrar es que, cuando somos capaces
de adaptar un poco el mundo a su nivel
y a su capacidad de acceso a la información, es posible.
Cuando uno trata de hacer actividades inclusivas
en el entorno educativo, que es donde más debería facilitarse esto
y, sin embargo, lo que se está demostrando
es que si aquí somos capaces con unas pequeñas adaptaciones,
con una metodología concreta, con un espacio estructurado,
con unos pasos que siempre son los mismos,
los niños responden y disfrutan.
Por lo tanto, si se puede hacer aquí con poquísimos medios,
con cosas tremendamente sencillas,
se puede hacer en Sanidad, se puede hacer en Educación
y se puede hacer en sitios de ocio.
Estos niños que están aquí, ahora son 1 de cada 80 y pico,
desgraciadamente, no sé por qué, cada vez hay más, y es una realidad,
y es una realidad que o la incluimos ahora
o dentro de unos años será una epidemia
que no vamos a ser capaces de controlar.
Cuando me he visto en la necesidad,
lo he explicado con total tranquilidad:
"Mi niño tiene autismo, necesita otras ayudas"
y la gente está deseando hacerlo.
Al final, el freno te lo pones tú mismo.
Es verdad que lo que hay es un gran desconocimiento
y no se puede reprochar a quien no conoce
y es nuestra obligación hacerlo visible,
es nuestra obligación decir: "Pasa esto,
pero si le miras a los ojos, le agarras la cabeza,
si bajas a su nivel, si obligas a que te mire,
es mucho más sencillo.
No le grites, no te vuelvas bruscamente...",
Son una serie de instrucciones muy fáciles de seguir.
Lo que intentamos aquí
es que todas las familias que entran en el museo,
sintiéndose en casa,
sin ningún tipo de tensión que proyecten a sus hijos,
con paz, con calma,
puedan generar actividades educativas y actividades creativas
que, realmente, funcionen para sus hijos
y para otros niños que se puedan beneficiar de este proyecto
y, sobre todo, que entre todos
empecemos a humanizar espacios como los museos.
Parece fácil, pero para nosotros, muchas veces, es complicado
porque estamos acostumbrados
a que cuando se realiza una actividad pensada para los niños con TEA,
siempre lleva detrás la coletilla de "terapia"
y hay actividades preparadas para que disfruten los niños
y adaptadas a ellos,
pero aquí tenemos una actividad adaptada para nuestra familia,
para que los cuatro pasemos un momento de ocio,
de divertirnos, de trabajar juntos,
y adaptada a toda nuestra familia.
-Desde el momento inicial, en el que seleccionamos
el primer grupo de 6 familias, hasta ahora,
las familias se han convertido en beneficiarias del proyecto
y en equipo de evaluación, nos van dando el "feedback"
de cómo tenemos que caminar con ellos.
-El avance diario con ellos... No sabes qué va a pasar mañana.
Para mí, que mi hijo me dijese la primera vez "mamá"...
A lo mejor, me lo dijo con tres años,
no es lo mismo a que te lo diga con un año.
Pero la alegría de cada paso que ellos hacen,
es una alegría inmensa,
por insignificante que pueda parecer para los demás.
-Es que hay dos caminos,
o lo llevas y lo haces por tu hijo o lo escondes,
y si lo escondes no ganas nada, pierdes mucho.
-A veces viene, la pregunta viene,
"¿Qué va a pasar cuando yo no esté? ¿Qué va a pasar con Teo?",
Pero es una pregunta... que digo: "Puede pasar cualquier cosa",
entonces, no merece la pena. Pensamos en el futuro muy inmediato.
Hemos tenido que aprender, ¿eh?
No ha sido nada fácil, no es fácil, pero es lo que nos hace bien,
entonces, pensamos en mañana.
-Entras en pánico al principio y dices: "¿Qué voy a hacer?
¿Qué va a pasar? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué no puedo hacer?",
y luego vas viendo que el niño tiene una extraordinaria capacidad
para hacer mucho más de lo que nos pensamos
y ahí es cuando dices: "Vale, tal vez, sí que hay una luz
y, tal vez, sí que hay una posibilidad
y, tal vez, sí que hay un futuro, el que sea, me da igual".
-Están aquí y no van a dejar de estar por mucho que cierres los ojos
y eso es lo que hay que decir.
Podemos ignorarlo y dentro de 15 años será un problema mucho mayor,
sin duda.
Lo que se invierta ahora, lo vamos a ahorrar mil veces en el futuro.
Es, realmente, una inversión.
-Nuestro objetivo es difundirlo y exportarlo a otras instituciones.
Hemos hecho réplicas en otros museos que es nuestra forma, digamos,
de enseñar la metodología que desarrollamos es el Museo ICO
en otros museos, para demostrar: "¿Veis? Es posible,
personas con autismo y sus familias pueden visitar los museos".
-Esto lo que te garantiza es que el proyecto es sostenible
y que es un proyecto que, al margen de la financiación o no,
es un proyecto que puede seguir perviviendo
porque ya hay voz en la calle y ya hay una comunidad creada.
Ahora, el reto de todos es apoyar a esta comunidad
para que no muera, para que cada vez se haga más fuerte,
para que se mueva a diferentes instituciones
y para que, quizá dentro de un año, si volvemos a repetir
la experiencia de salir en "La aventura del saber",
no sea para justificar por qué es necesario,
sino para contar los logros alcanzados
y cuántos somos,
quién más se ha asomado, a partir de ahora, a esta iniciativa.
Claro, sí, por eso, es la 25 vez que lo hacemos.
Los inicios fueron como cuando un niño empieza a andar,
no sabíamos muy bien ni lo que estábamos haciendo
y, poco a poco, parece que es una buena idea.
Como dicen ahora: "Win, win", en este caso: "Win, win, win",
como que todo el mundo sale ganando y entonces, la cosa ha ido creciendo.
Claro, es alternativa por muchas razones,
una de ellas, por el sitio, que es un sitio, en principio...
¿Cómo decirte?
Poco habitual, pero lleno de ventajas.
Tiene alguna desventaja también.
Por ejemplo, cuando fuimos el primer año a ver cómo lo hacíamos,
lo primero que me decían los artistas es: "Pero si no hay paredes",
porque son todo escaparates de las tiendas.
Lo montamos con paneles y eso
y es cierto que los escaparates compiten ópticamente con las obras,
pero están separadas, iluminadas
y, más o menos, sabiendo hacerlo bien,
superas ese inconveniente.
Y las ventajas... Las ventajas son impresionantes.
Por ejemplo, en número de personas que pasa por ahí al día, de media,
son 15 000, de día, o sea, de media cada día,
entonces, resulta que ahora echamos los números
y es que han pasado por FLECHA 8 millones de personas.
Tiene mucha tela eso, ¿no?
Para un artista, que te vea tu obra tantísima gente...
Cada año, 300 000.
Este año van a pasar 300 000 personas, mínimo, por ahí.
Jugamos con eso
y creo que casi todo en la vida tiene ventajas e inconvenientes.
Yo, lo que veo, es que las ventajas pesan muchísimo más.
Por ejemplo, por supuesto, si quieres ir a ver FLECHA,
vas allí, es gratis, es facilísimo...
Que te distraes porque ves una rebaja de un vestido
como ese que llevas tan bonito, pues compras y tal o lo ves,
pero ahí sigues, como ocupamos todo el centro,
lo puedes hacer.
Además, hay mucha gente que no va a ver nunca una exposición
y allí van, igual van a comprar el pan, y se la encuentran
y creo que estamos haciendo también una labor educativa
y de difusión del arte superimportante,
porque el arte, normalmente, está como encerrado en reductos
donde solo accede una minoría de iniciados,
que también pueden ir a FLECHA,
pero es que hay mucha gente, como te digo,
que igual nunca se le ocurre ir a un museo o muy poco
o a una galería y allí se encuentra una exposición estupenda, gratis,
sin querer, casi.
Lo que me dicen mis amigos artistas y yo lo corroboro
es que, como que no tiene visibilidad el arte, o sea, no está...
en la televisión, como hablábamos hace un rato,
no hay un programa de arte, ¿no? ¿O sí que hay?
Pero bueno, un poquito así como...
Como las patatas con el filete, ¿sabes?
O sea, el tema nunca es el arte, ahora mismo.
Algunos programas ha habido,
pero creo que no es una cosa que está muy presente,
ni en los periódicos ni en los medios,
sí, se toca de vez en cuando, como los toros o lo que sea,
pero poquito, ¿no?
Entonces, todo lo que sea darle visibilidad
creo que es muy bueno, para el público y para los artistas.
-Al igual que una obra de arte surge de una idea,
la iniciativa de poner en marcha
una feria de arte contemporáneo un tanto peculiar
surgió de una idea de un grupo de personas
un tanto peculiares también.
Artistas que, aún con la resaca de la movida madrileña y esa euforia,
mezcla de liberación y felicidad, pusieron en marcha algo nuevo.
Jaelius Aguirre y algunos amigos decidieron lanzar FLECHA,
una feria que acercara el arte contemporáneo a la gente
utilizando espacios comerciales.
Las siglas FLECHA significan:
Feria de Liberación de Espacios Comerciales Hacia el Arte.
Una feria que lleva 25 años
celebrándose en el Centro Comercial Arturo Soria Plaza.
Cientos de artistas, muchos de ellos emergentes,
han expuesto sus obras arropados por otros de la talla Ouka Leele,
Antonio López o Eduardo Arroyo,
a un público de más de 7 millones de personas.
Una muestra que ha sido pionera, complementando la oferta de ARCO,
y que hoy se convierte en más contemporáneas que nunca,
porque FLECHA ahora está online.
Arte asequible y accesible
para alquilar o comprar en tan solo un clic.
Por fin, el arte contemporáneo español es global y para todos.
Bienvenidos a flecha.es.
No hay un formato tipo, esta es, más bien, pequeña,
porque la tenía que traer, para ponerla en la mesa,
no llega a ser formato de bolsillo, pero de bolso.
Esto es un retrato del mar Mediterráneo.
No sé si lo está sacando la cámara...
Lo que he hecho es quitar la tierra
y recortar lo que es la silueta, el perfil del mar.
Aquí estaría Gibraltar, esto es la costa española,
Valencia, pun, pum, pum... Esto es Mallorca.
Esto es la bota de Italia, Sicilia, Grecia, pun, pun, pun...
A aquí está Israel, Siria, todo esto, esto es la costa de África.
Es una forma que estás acostumbrado a verla en el mapa,
pero como que están los países y es como el hueco que queda, ¿no?
Lo malo es que en el hueco acabas... "Ay, un hueco",
y acabas tirando la basura y es chungo, ¿no?
Aquí, le damos un estatus como de ser vivo,
que creo que está muy bien...
Sí, tiene su forma, esto es el ojo... Sí. Sí, sí, sí. Tiene una forma...
Si lo pones así, parece como un fantasmita, ¿ves?
Con la manita...
No sé si en exclusiva, pero estaría bien...
¿Los niños? Muchísimo mejor que nosotros.
Todos los niños son artistas.
Todos los niños dibujan.
Les das un instrumento y hacen música.
Lo que pasa es que yo creo que a veces la educación
lo que hace es como cortarte el rollo o la creatividad.
A veces... ¿sabes?
Lo que sí que es muy interesante, que ha empezado a pasar
desde hace no mucho, como dos o tres años en Flecha...
Todos los años pasa varias veces, que de repente se acerca
un señor o una señora con unos niños y dice:
"No, es que quiero que aprendan a apreciar el arte
y a ser coleccionistas como yo, y les he dicho
que se recorrieran todo y que le hicieran una obra...".
Me imagino que de precio barato y tal...
"Y ha elegido esta y venimos a comprarla".
Eso está muy bien.
No sé, les enseñan a mirar y a elegir lo que verdaderamente les llega
o les llama la atención.
Claro. Bueno, eso nos pasa a todos.
Los niños como que se cortan menos, ¿no?
Lo ven más claro. "Eso".
Sí, bueno... Pero el problema a lo mejor no es tanto contemporáneo,
sino arte nuevo, raruno...
Pero es que pasa también con el cine o con la danza contemporánea.
La gente está acostumbrada como que ya ha digerido un tipo de pintura,
de música, y cuando oyen algo que les suena raro,
hay gente que... le cuesta entenderlo más que a otra.
Hay gente que al revés, que algo que sea nuevo y diferente
le atrae más que lo que ya tiene conocido.
Y otra gente que no.
Pero yo creo que más que por contemporáneo, por raruno.
Porque también, en el arte antiguo, había cosas rarunas.
Lo que pasa es que ya, como las hemos visto,
no nos chocan.
Pero eran unos impresionistas...
También tengo que decir una cosa.
Hay una cosa que pasa a veces,
que es que la gente se deja deslumbrar por lo que es lo último,
y parece ya que por ser lo último y una técnica supernueva,
ya tiene que ser muy bueno, y es que, a lo mejor
puede ser una técnica muy buena, y la obra pues...
que no te diga nada o que no mole.
Entonces sí que pasa que hay muchas veces...
Yo pienso que se cuelan cosas, que a lo mejor dentro de 50 o 100 años
no van a estar en los museos.
Claro. Las cosas que tienen más años ya han pasado ese filtro.
Lo que queda colgado en el Museo del Prado,
a ver, seguro que en la época de Velázquez
había un montón de pintores chunguísimos.
Pero ya, como que ya no...
Claro, claro.
Uf, una pequeña rutilla...
Creo que la gracia que tiene Flecha es eso.
Cuando elegimos a los artistas,
precisamente, nos gusta que haya unos que a lo mejor recién
hayan salido de la facultad o es la primera vez que exponen.
Y otros, como Ouka Leele
o como este año, que tenemos a Antonio López,
Eduardo Arroyo, Isabel Muñoz...
Hemos llevado en plan homenaje póstumo
un par de cosas de Tàpies también.
Están ahí mezclados codo con codo con unos...
desde una trayectoria mediana, con otros emergentes.
No sé qué recomendarte, porque a nosotros nos encanta todo lo que hay.
Claro, sí. Además, como es en un centro comercial...
Ni tienes que pagar, ni te está mirando nadie...
Puedes comprarte unas metidas en las rebajas, tomarte un café.
Hay unas esculturas muy grandes que ocupan el espacio.
No sé... Una rutilla...
Si es que se ve enseguida.
No es un centro comercial supergrande. Es recogidito.
La verdad es que es paraguas total.
Flecha se llama a Flecha porque Arco se llama Arco.
Pensábamos que el arco tenía que lanzar la flecha.
Pero bueno.
A veces pienso que somos como el poblado de Asterix
en los libros de Asterix.
Que Arco es como el Imperio romano,
y nosotros somos un grupo de galos irreductibles,
que estamos a nuestra bola.
Arco... Este año cumple 35 años.
Nosotros 25.
Arco es como...
Además, me acuerdo cuando empezó, era un faro...
que llegaba arte del exterior y como que toda la mirada
de toda la ciudad y del país se concentraba ahí.
"¡Ah, el arte contemporáneo!".
Era como una fiesta. Y sigue siendo, yo creo.
Este año, precisamente, porque Arco cumple 35
y nosotros 25, ellos tienen un ciclo de presentaciones y conferencias.
Vamos a ir allí...
Yo quiero llevar a los arqueros a que tiren 25 flechas
con una orquestita, a ver si lo podemos armar,
porque no es un sitio muy grande.
Y contar la historia de Flecha.
El pasado, el presente, el futuro en internet que estamos preparando.
Porque Flecha, como decías tú, es la Feria de Liberación
de Espacios Comerciales Hacia el Arte.
Espacio comercial en el siglo pasado eran los centros comerciales,
pero hoy en día es internet.
El espacio comercial bestial.
Funciona 24 horas al día, 365 días al año en todo el planeta.
Es como que pensamos que hay que estar ahí
para seguir difundiendo y democratizando el arte,
internet es el salto siguiente natural.
Sí. Todos ahí viejecitos.
Muy bien.
A ti por darnos la ventana.
Como todos sabemos, la vida es un cuento que acaba mal.
Luego, no nos sorprenderá saber que, acusado por los romanos,
y con una edad más que avanzada para la época, 64 años,
les dio el último disgusto a sus enemigos suicidándose.
Al hacerlo, les arruinaba el espectáculo
de hacerle entrar en Roma cargado de cadenas.
Pero ¿cómo llegó a este fin y dónde fue?
Ocurrió en Vitinia,
y según Tito Livio, sus últimas palabras fueron:
-Liberemos a los romanos de sus preocupaciones.
Pero para comprender este fatal percance,
debemos retroceder 12 años.
Aníbal tiene 52 años.
Es un estadista mundialmente reconocido.
Vive en su ciudad, Cartago.
Este título es el más alto cargo público
de la República cartaginesa.
Comparable a un cónsul romano.
Han pasado 25 años de su derrota, en la Segunda Guerra Púnica.
Cartago ha saldado parte de la deuda económica que le impuso Roma
por iniciar la contienda.
Roma aún le teme. Pide su cabeza.
Aníbal emprende lo que llamaríamos ahora una movilidad exterior.
Un traslado.
Bueno, más bien una huida, poniendo tierra de por medio
entre sus adversarios de Cartago y Roma.
Y lo hace hacia la única dirección en que no domina Roma.
Hacia Oriente.
Presta sus servicios a los reyes que mantienen contiendas
contra los romanos.
Bien como estratega, entrenador de ejércitos o arquitecto de fortalezas.
En fin, era un freelance de la época.
Parte hacia Tiro, Antioquía, Éfeso y Armenia.
-Su etapa en Armenia, que es muy particular,
donde no parece primar tanto el elemento militar,
sino más bien lo que llamaríamos el elemento helenístico,
el elemento del personaje culto.
Allí lo vemos construyendo una ciudad,
que, de alguna forma, nos indica esa capacidad que tiene
el estratega militar de, en un momento determinado,
pasar a ser arquitecto...
sin que se produzca ninguna anomalía en su carrera.
-Las madres, por cautela, no solemos llamar a nuestros hijos
Atila o Aníbal,
Pues lo relacionamos con héroes feroces.
No es casual que el mayor carnicero cinematográfico
de los últimos tiempos se llame Hannibal Lecter.
Pero ¿qué significaba su nombre?
-El nombre de Aníbal es un nombre, que como los demás
de la familia de los Barca,
implica la incorporación del dios.
Es un nombre teóforo a su propio nombre.
Aníbal es el tocado, el bendecido por el dios Baal.
Igual que Amílcar es el servidor del dios Melkart.
Y los nombres son tan característicos
que el propio nombre de la familia, Barca, es un apellido,
un apodo que le dio a Amílcar con el significado de "el rayo",
"el relámpago", seguramente por su gran valor como gran general
en las batallas. "El rayo de la guerra".
-¡Acción!
-Aníbal viene a Hispania como parte del séquito de su padre Amílcar,
siendo un niño, como es bien conocido.
Y desarrolla aquí una política de crecimiento,
en cuanto a su personalidad y su personaje,
junto a su padre, y luego junto a su cuñado Asdrúbal,
y actúa como un gran príncipe cartaginés,
como un gran general cartaginés, que enseguida está revestido
ya desde orígenes por su propio padre,
del carácter de un verdadero príncipe helenístico.
-Y Toribio y Polibio, los historiadores clásicos,
todos ellos romanos,
afirmaban que su padre, Amílcar Barca,
le hizo jurar odio eterno a Roma.
-Aníbal no era el general bárbaro que retrataron
algunos historiadores romanos.
Al contrario, tenía una formación típicamente helenística.
No solamente conocía idiomas,
sino que había estudiado a Alejandro Magno.
Había estudiado el mundo de la historia de Grecia.
Había estudiado filosofía, tácticas militares.
Era un hombre de un gran nivel cultural.
-Conocemos a Aníbal, por desgracia y fundamentalmente,
solo por fuentes romanas, que son las fuentes de sus vencedores.
-Efectivamente, pues Aníbal llevaba con él lo que hoy serían
dos corresponsales de guerra para dar constancia de sus batallas.
Ambos eran historiadores griegos.
Sosilo de Esparta y Sileno de Caleacte,
respetados cronistas de la época.
Pero, desafortunadamente, sus libros no se han conservado.
-La versión romana de Aníbal es una versión
en la que se combinan siempre, por una parte la valoración
de su gran capacidad como estratega militar.
Pero luego lo sacrifican a base de calificativos
y de poco menos que descalificaciones que lo convierten
en un verdadero... casi un monstruo.
Aníbal, como una persona sin...
no amante de los dioses...
Sacrílego...
Sin ninguna religión.
-Hasta ahora hemos descubierto que alcanzó
una avanzada edad para la época.
Era un tipo culto e inteligente.
Además, desde niño, acompañó a su padre, Amílcar Barca,
por la conquista de España.
-Cuando eso... lo cierras. -Vale, vale, vale...
-Imagina que la carta es de los romanos
y te preguntan: "¿Por qué has invadido esto?".
Y tú piensas: "Anda ya...".
Veremos los reportajes "El minuto gastronómico: El auge de los mercados gastronómicos" y "Empower parents". Además, entrevistaremos a la profesora Alison M.