El accidente del autobús español en Lille, en el que viajaban 53 estudiantes de Bilbao a Ámsterdam, pudo haber acabado en tragedia. Los estudiantes dormían en el momento del siniestro, cuando el autocar se empotró contra el techo de un túnel. La investigación baraja como posibles causas el fallo humano y la mala señalización de la altura del túnel. El conductor, en libertad con cargos, ha sido imputado por la Fiscalía francesa por "heridas involuntarias". 'Informe semanal' analiza qué es lo que pudo ocurrir y hablará con Rafael Barbadillo, presidente de la Federación Nacional de Transportes de Viajeros (ASINTRA); Raúl Ramírez, encargado de la agencia de viajes que organizó el viaje; Eugenio Dobrinina, jurista del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA); y Estefanía Beltrán de Heredia, consejera de Seguridad del Gobierno vasco.
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