El pequeño Nicolás

La noticia se conocía hace días ante la incredulidad de unos y el asombro de otros. Un joven de 20 años, Francisco Nicolás Gomez Iglesias, era detenido por llevar una doble vida presuntamente estafando, según la policía, a empresarios merced a supuestas relaciones muy próximas a las altas instituciones y esferas políticas, empresariales y sindicales madrileñas. El joven Nicolás cerraba todos sus contactos acreditando con fotos su presencia en múltiples eventos, en los que aparecía junto a políticos y empresarios. Su facilidad de palabra, su desparpajo, su carácter jovial y alegre le permitía, aparentemente con sus propia identidad, asistir a conferencias, lugares y actos sin alertar de su conducta a nadie. Sus andanzas terminaron cuando se presentó una denuncia contra él por estafar 25 mil euros falsificando informes del Centro Nacional de Inteligencia. Se le imputan los presuntos delitos de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas. Informe Semanal analiza la personalidad de este joven, a través de su entorno, expertos y gente que ha mantenido contacto con él. Hemos hablado con dos de sus compañeros en la Universidad, con su profesor de Derecho en el Centro Universitario de Estudios Financieros, Carlos Cuadrado, con Ignacio Crespí, quien conoció a Francisco Nicolás cuando éste tenía quince años, con José María Olmo, periodista de El Confidencial que destapó el caso, con el director del grupo de investigación privada SAI, Vicente Fernández, con el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, con quien mantuvo contacto, y con el alcalde del municipio lucense de Ribadeo, Fernando Suárez, localidad donde el pasado verano el joven intentó montar una comida con supuestas personas de la Casa real que finalmente no se celebró.