Lunes a viernes a las 22.00 horas
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Subtitulado por TVE.
-Tengo miedo.
-¿Por qué?
Nadie nos ha visto.
-¿Estás seguro?
-Chantaje. Te he visto.
Hora, cinco y media, lugar, carretera de Francia,
vehículo, FIAT. ¿Algún amante?
-Podíamos irnos enseguida.
Escaparnos.
-¿De qué? -De todo.
-¿Qué vamos a hacer?
-Nadie sabe nada. -Él sí, ese hombre sabe.
Estoy muy asustada.
Ha hablado de asesinato.
Yo te quiero, Miguel, yo te quiero. -No, tú no me quieres.
Yo creo que la primera secuencia
forma parte de la historia del cine español
por razones muy fundamentas.
Es un prodigio de puesta en escena
y es un prodigio de sutileza en el texto.
Ese plano en contrapicado desde el punto de vista del ciclista moribundo
con el paisaje desolado al fondo, sin que se vea nunca al ciclista,
que eso es importante.
Y ese texto que es ausencia de texto
porque el personaje de Lucía Bosé, por ejemplo, sólo dice...
-¡Juan!
-Y un par de segundo después... -¡Juan!
-Si hubieran entrado en la verborrea de intentar explicar
porqué se tenían que ir de allí, hubieran estropeado la secuencia.
Sobre todo a partir de "Muerte de un ciclista",
en muy pocos años, hace seguidas cuatro películas,
y con "Muerte de un ciclista", que es la cuarta,
va al Festival de Cannes, no participa el la sección oficial
porque ya se había comprometido a ser jurado de el concurso
y no puede participar pero, sin embargo,
el único premio que sí que le podían otorgar
que es el premio de la crítica a la mejor película del Festival
se lo dan en un Festival que por poner ejemplos,
estaba "Los amantes crucificados", estaba "Al este del edén"
y ese premio lo gana "Muerte de un ciclista".
Esto es muy distinto, una película en la que por ejemplo,
hay una crítica muy muy brutal de la burguesía ociosa
que había hecho mucho dinero con los tejemanejes con el estraperlo
esa burguesía ociosa que era capaz de cualquier cosa
por mantener su estatus, como le pasa al personaje de Lucía Bosé.
Una película en al que se habla del enchufismo
a la hora de conseguir ciertos trabajos
simplemente porque tus familiares sean del régimen.
-Yo quería contar las relaciones entre los seres humanos
de esa sociedad española, del año 55.
-Lo más terrible, visto hoy y supongo que visto entonces,
también de ciertos sectores, es que la censura estaba
absolutamente empecinada en que los dos personajes se arrepintiesen,
pero no que se arrepintiesen
por haber dejado al pobre ciclista allí muerto,
sino que se arrepintiesen por el adulterio.
Terminada la película, rodada y montada
Bardem introduce la gran frase del arrepentimiento y la introduce
en boca de Alberto Closas de espaldas simplemente porque esa frase
ni estaba en el guión ni se había rodado.
-Cada vez que la veo ahora me escalofrío.
Digo, no sé si las nuevas generaciones entenderán
ese horrible diálogo que no corresponde en absoluto con la imagen
ellos están muy fríos, él diciendo, Closas,
cuando le decía, al final era un diálogo
que no decía nada más que te quiero, te quiero o una cosa así,
y entonces dice preveo para nosotros un final horrible, dice,
eso fue lamentable.
Muy distintos y muy distintos las procedencias de cada uno también.
Lucía Bosé, italiana, Alberto Closas, que era hijo de un exiliado político
alto cargo de la Generalitat,
que se había tenido que ir tras la guerra a Argentina
y ya era una estrella en Argentina y era su primera película en España.
Y luego Carlos Casaravilla que está tremendo, odioso
en ese papel de crítico de arte y que según cuenta Bardem en sus memorias,
estaba inspirado en el crítico de cine,
mítico crítico de cine Alfonso Sánchez.
-De nuevo con los Oscars,
ya hemos cumplido muchos Oscars en esta vida,
aunque en el fondo parece que nos faltan Oscars,
no pasan Oscars por nosotros.
Elena S. Sánchez y Javier Ocaña presentan la película "Muerte de un ciclista" (1955)