Lunes a viernes a las 22.00 horas
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Subtitulado por TVE.
-Necesito un tipo que quiera hacer un trabajo sucio.
¿Conoces a alguien, Moro?
-Pero, ¿qué pasa?
-Ahora te lo cuento, vamos.
-Madero, mucho ojo.
Lo de la colza, una broma al lado de lo que pueden hacer esos.
-¿Me van a matar hoy o lo dejan para después de Navidad?
Hola, buenas noches.
Es que, aunque después ganara un óscar,
"Volver a empezar" no tuvo buenos resultados en taquilla.
Así que, para remontar un poco, en la productora de Nickel Odeon
surgió la idea de hacer una secuela de "El Crack",
que, en realidad, no era una apuesta arriesgada,
porque la primera entrega había tenido mucho éxito,
tanto de público como de crítica.
Pero sí que enfrenta a Garci a ese reto que comentabas
de esquivar lo de segundas partes nunca fueron buenas.
Pues toma un decisión muy lógica, que es rodearse del mismo equipo
para darle continuidad narrativa y también estética
al universo de Germán Areta.
-Era una especie de Humphrey Bogart a la española,
con la misma gabardina, sin ser trinchera,
jugando a las cartas, pero no al póker sino al mus...
-Y lo segundo es que Garci ya conocía muy bien
lo que había funcionado de "El Crack".
Intenta reforzar esos aspectos, por ejemplo, la estructura.
Si recordamos "El Crack",
comenzaba con ese prólogo tan memorable en la gasolinera,
y aquí esta segunda entrega también empieza con una escena muy potente,
para que el espectador también recupere y recuerde esos rasgos
tan característicos de Germán Areta como tipo duro.
Otro recurso muy habitual en Garci es el melodrama, que aquí está presente
con la historia de amor que combina con la "investigación de",
tan propia del cine policiaco.
Y yo creo que en esta segunda entrega
sí que hay más hueco para el sentido del humor,
sobre todo, en el personaje de Miguel Rellán,
que suelta unas frases que compensan tanta tensión en otras escenas.
-Yo no he dicho ni pío, te lo juro, ni pío.
Además, no sabía que decir...
-Y lo que le permiten estas dos películas
es introducir todos esos diálogos de cine negro, policiaco,
que habían formado parte de su educación cinéfila
y que fuera de este género sonarían muy impostados.
Encontramos conversaciones con un subtexto muy cuidado,
y, aún así, el conflicto emocional de Germán Areta en esta segunda entrega
viene marcado por una acción, en lugar de un diálogo.
Es verdad que las pausas, los silencios,
también definen mucho al personaje.
Sí, eso nos puede llamar la atención si lo aplicamos al contexto español.
A mí, aún así, me resulta curioso que estando en el 83,
Germán Areta y, por ejemplo, los personajes de Almodóvar,
de ese "Madrid de la Movida",
estaban conviviendo en la misma ciudad.
Es la magia del cine, que nos acerca dos visiones tan diferentes.
Está casi sacado de un telediario.
-Para mí el cine negro no es un cine criminal.
El cine criminal sale en "Sucesos", el cine negro sale en primera página,
porque son escándalos, corrupción...
-Hay que tener en cuenta que entre "El Crack" y "El Crack 2"
hay muy pocos años de diferencia, apenas dos,
y Garci si supo leer muy bien
ese paso de la incertidumbre con la que salíamos de la Transición,
al desencanto, que ya nos encontrábamos en el camino
Y se nota mucho en la fotografía de Manuel Rojas.
Al principio, en la primera entrega,
nos encontrábamos un Madrid más azulado, más melancólico;
aunque era una melancolía reconfortante,
como suele ser en el cine de Garci,
y aquí ya tenemos una ciudad muy grisácea, muy gris.
Está la corrupción,
que asoma directamente a través del personaje de Arturo Fernández;
esas negligencias en el cuerpo de Policía;
los tejemanejes de las multinacionales.
Yo creo que de ahí pueden venir todos estos ecos con el presente.
Este es el espíritu de "El Crack",
es la manera de mirar, de caminar del personaje.
Seguro que Garci, que mañana estará en el coloquio, lo dice.
Pero es que, además,
Alfredo Landa estaba muy orgulloso de esta interpretación.
Se pensó en una tercera entrega de "El Crack",
que ya no pudo llegar porque él falleció,
y yo creo que todos recordamos a Germán Areta
con esa mirada de Alfredo Landa.
A vosotros.
Elena S. Sánchez y Andrea Morán presentan "El crack II" (1983) dirigida por José Luis Garci.