(NARRA)
"En la vida hay que mojarse,
vivirla
lo más intensamente que podamos
y Pablo es un ejemplo de ello."
No hemos venido aquí a trabajar,
a chulear más que a los demás
ni a molar más que nadie,
hemos venido aquí a ser felices
y a intentar mejorar la vida
de la gente
que entra en contacto contigo.
Sí, señor.
Es lo más que puedes hacer
en esta vida. Y luego te mueres
y ya está, te vas, no pasa nada.
"Empezó buscándose la vida
siendo un niño que daba pena,
llegó a jugársela
siendo un chaval que daba miedo
y ahora se la gana
siendo un hombre que da risa.
Y a mucha honra, porque el humor
es una cosa muy seria."
Al día siguiente
me levanto viendo doble,
con los dientes hacía afuera
diciendo: "¡Eh, eh!
Ayúdame. Mira, mira".
Entonces tenía los dientes así
y mi mujer dice:
"Madre mía, vamos al médico".
"Yo creía que lo sabía todo
de mi anfitriona,
pero me equivoqué;
no tenía ni idea
de que le debía 1.000 pesetas."
Yo tenía que hablar contigo,
porque me debes 1.000 pesetas.
"Lo que no me ha quedado claro
es si tuvo o no un amor
con el torero de las Bellas Artes.
Espero que no le haya parecido
un desacierto,
pero o le pregunto por Carmina
o reviento."
Si fuese verdad, que es una cosa
que ni he desmentido
ni he afirmado, cada uno que piense
lo que le dé la gana.
Si hubiera sido verdad,
Carmen estaría encantada
porque era yo;
si hubiese sido mentira,
le hubiera dado igual.
Le hubiera dado igual.
Entonces...
"Hoy me he encontrado
a un Pablo no solo encantador,
sino también
con sentido del humor."
Yo he sido infiel.
-Por amor.
-Y se pasa fatal.
Lo hice una vez...
¿Quién lo pasa fatal?
Cuando eres infiel.
-¿Ves?
¿Quién lo pasa mal, tú?
Lo pasas mal.
¿Lo pasas mal?
Tú porque serás un golfo.
Pero coño...
"Un Pablo
al que le tiran los tejos,
pero que también lidia
con algún complejo."
Tengo más complejo
de lo que la gente se piensa.
¿Sí?
La gente piensa que me creo
supersexy, sex symbol y tal.
No te puedes ni imaginar
lo contrario que es eso.
Te lo juro, ¿eh?
"Un Pablo en definitiva no santo,
pero sí bueno.
Ahora entiendo a Fabiola
y puedo decir que sí,
que yo también soy
fan de Pablo Alborán.
Que Carmen es
mucho más que la nieta de Franco
eso yo ya lo sabía,
pero lo que nunca habría pensado
es que una mujer que ha antepuesto
el querer al deber
no se haya enamorado
hasta los 60 años."
¿Sabes
cuándo he dejado de ser libre?
Cuando me he enamorado.
¿Y sabes cuándo me he enamorado?
Con 60 años. ¡Anda!
"Tampoco sospechaba que considerase
a su padre un hipócrita
ni que se lo dijera
a su ilustre cara."
Yo me enfrente con él
en alguna ocasión
y le dije que yo no era
una hipócrita como era él.
Claro, son cosas de tal.
Bueno, y me tuve que ir de casa.
"Y por no esperar
tampoco esperaba que tuviese
a Naomi Campbell desnuda
en su salón
ni que a la imagen de su abuelo
le diera sombra un espléndido culo.
Así es la Montero,
la más maja del mundo entero.
Provocadora nata, ha cuestionado
mi inteligencia sexual
y asegura estar preparada
para ser directiva de televisión."
Preparada para ello estoy,
desde luego.
Te gustaría.
De momento ahora mismo
es la comunicación;
la organización estoy preparada
para ello, claro.
Sí.
"De lo que sí doy fe
es de que es una periodista audaz.
Ingenuo de mí, la invité
para que me contara sus secretos
y al final he sido yo
el que terminó confesándolo todo."
Nunca jamás
tuve un problema con Sandra,
nunca tuve un problema con ella.
Aparte, era una mujer espectacular.
Y nunca me lo hubiera permitido,
además.
¿El qué?
Tener un problema con ella.
Nunca.
¿Por qué?
Bueno,
porque era la madre de mis hijas,
era una mujer espectacular.
¿Le pediste perdón a Sandra?
Sí, hombre, mil veces.
Mil veces. Una no, muchas.
"Con Carlos
me he llevado varias sorpresas.
Conociendo
que es un experto cocinero,
le invité para hacer un arroz,
lo que no sospeché
es que me montaría el pollo
por tener una cocina de inducción."
¿Cómo coméis en esta casa?
Es imposible,
si es que eso no funciona.
Si es que eso es el demonio,
si es que eso no es una cocina.
-Esto tiene vida.
-¡Coño!
Eso es un váter, es un váter,
no una cocina.
Me habéis traído al váter
a hacer de comer.
"Curioso impenitente,
todo lo quiere saber,
salvo lo de 'Las cincuenta sombras
de Grey'.
Quizás sea
por el período refractario
o porque ya estamos más
para leer poemario."
Hay que ver cómo era
aquella mañana.
Aquella mañana y tú.
Vaya tú y la mañana.
Y el sol por la mañana
y tú aunque todo se desvaneciera,
la mañana y tú.
Y mira así,
con cara de querer matar a Luis,
de querer asesinarlo, asesinarlo,
y dice: "Qué gran poeta
el que le han dado el premio".
"Quién me iba a decir a mí
que Rocío Jurado fue la responsable
de que Jesús
se transformara en Jesulín,
que los minutos
que estuvo más muerto que vivo
en vez de ir hacia la luz
fue hacia la cartera."
Yo así: "Matías, Matías.
-Jesús, Jesús, tranquilo.
-La cartera,
que tiene 75.000 pesetas".
"Que con el paso del tiempo
le ha cogido miedo al toro
y apego a la vida,
una vida ya tranquila
en la que María José campa
a sus anchas hincando los codos
para aprender de dientes
lejos del colmillo
de la prensa local."
Es una relación
que desde el principio
nadie ha creído y llevo felizmente
para 14 años casado con ella.
"Y, sobre todo,
quién me iba a decir a mí
que Jesús me iba a regalar
tantísimos buenos momentos así,
por la cara,
en mi casa y en la suya."
(NARRA) "Su infancia son recuerdos
de un patio de Sevilla
y un huerto claro
donde madura el limonero.
Y los naranjos, la ropa tendida
y el olor a puchero.
Esa es la patria de Los Morancos,
unida a la ciudad
por un mítico puente, el de Triana,
república independiente."
Se respiraba familia,
se respiraba buen rollo,
se respiraba todo lo más bonito
que te puede pasar en una infancia
con tu familia.
"Su casa era un piso pequeño
lleno de guasa, de cante, de gente,
con un padre con mucho arte
y una madre...
Las madres son algo aparte."
Por muy mal que estén las cosas,
la mirada de una madre a un hijo
siempre es limpia.
"La mirada limpia
y la risa permanente,
incluso cuando se mira
a la muerte de frente."
Mi padre puesto así, digo:
"Eso es de muertecito.
A mí no me gusta mi padre
muertecito".
A mi hermana le digo:
"A papá hay que ponerlo...".
Pongo a mi padre
con la mano metida en el vaquero,
así, y dice mi hermana:
"Está un poquito chulo
para que venga la gente a verlo".
"Como dúo
han cosechado todos los éxitos,
por separado
han triunfado en el amor.
César lo encontró
en una sevillana."
Lo más grande que me ha pasado
en mi vida
ha sido mi mujer y mis hijos,
pero mi mujer sobre todo.
"Para su hermano fue conocer
a un actor americano."
Cuando lo conocí,
estaba en La 1 con Omaíta.
¡Omaíta, bien, bien!
Pero yo no lo entendía.
"Nunca le han puesto límites
al humor,
tampoco a la improvisación."
Esa es muy buena, César.
¿Qué?
Esa es muy buena.
Pero no vayas a darle ahí.
No vayas a darle ahí.
"Así son Los Morancos, pero
¿cómo son Jorge y César Cadaval?
Hoy los recibo por separado,
quiero descubrir
la cara desconocida
de mi dos invitados."
Qué bonito.
Qué buena casa tiene.
Esto no es un adosado, ¿eh?
Jardincito. Vamos, jardincito...
Aquí la máquina de césped
se tiene que volver loca, Bertín.
Bertín, vamos, y qué de chinitos.
No tienes que ir a la tienda,
tienes aquí a todos los chinos.
Quiero decir que cómo está Bertín.
¡Bertín! Bertín, ¿se puede?
Qué puerta, hijo, más grande,
es igual que él.
No he visto una puerta...
Qué cosa más bonita todo.
Qué sillas de...
¿Qué pasa?
¡Ey!
Qué alegría. Vaya casa.
Vaya casa, hijo.
¿Te gusta el balcón ese?
El balcón.
Es un palomar.
¿Y esta silla para qué la tienes?
No sé dónde lo encontré.
Con ruedas. Está muy bien.
¿Esto va a pilas o cómo va?
Qué bonita la casa.
¿Cómo estás?
Qué lástima,
y no puedo estar aquí nunca.
¿No?
Qué va.
Ficus benjamina son todos, ¿no?
Sí.
Ficus benjamina.
Faltan las uvas.
Ah, que son parras.
Claro.
Me encantan las parras.
Qué de parras.
Esto es... Fíjate tú.
Esta parra tiene sus añitos,
más que tú y que yo.
Es un clásico. Todo el mundo
que entra me pregunta por la parra.
Tiene por lo menos...
La casa es de 1760.
¿La parra venía con ella?
Venía ya incorporada.
Eran los potos de aquella época.
Claro.
Los potos de la época. Qué bonito.
La pilastra,
que el día 12 fue su día,
de las Pilastras.
Sí. Eso no lo sabía, ¿ves?
Esto es una dama de noche.
Dama de noche. Encantado.
La dama de noche.
Otra parra.
Otra parra.
Qué de parras tienes aquí.
Una barbaridad.
Te ha dado por criar parras.
Oye, ¿y Ken?
No te lo vas a creer,
viene para acá,
pero no sé dónde se ha metido.
Se puede perder.
No, aquí se pierde seguro.
Por cierto, ¿no te he dicho
lo de la madre de Ken?
La madre de Ken tiene
un club de fans tuyo en Michigan.
¿En dónde?
En Michigan.
Venga ya.
En Troy, no en Detroit.
En Troy,
que es un pueblecito precioso.
Un club, encantada contigo.
Creo que le has hecho el amor
a la madre de Ken.
No, ¿sin cachondeo? Bueno,
le mandamos algo a la madre, ¿no?
Tienes que mandarle una fotito
o algo.
Le mandamos algo.
Tú tienes... Tiene... Contigo.
Y las amigas y todo el mundo.
Se pone ella...
Tú ves a mi suegra en americano:
# Buenas noches, señora.
# Buenas noches, señora. #
Y todos los hijos: "Hasta...".
Cuando se va ella al mercado.
"Hasta la vista". Y se va.
Bueno.
Qué bonito.
Esto no es parra, ¿no?
No, es un jazmín.
Jazmín.
No ha salido todavía.
Yo he visto...
¿"Jazmín" no era la que estaba
en la película de Disney?
Jasmine.
Esa, esa.
Yo veo muchas cosas.
No sé si la gente sabe,
tú eres hijo de un sevillano
y una catalana.
Mi padre y mi madre se conocieron
en el teatro Romea.
Ah, Romea.
Romea, de Barcelona.
Mi padre entró
con la compañía de Antonio Machín.
Y mi madre... La familia tenía
en ambigú del teatro Romea.
Y ahí empezaron a tener relación
y estuvieron como dos años y pico
de noviazgo.
Y se vino mi madre
a casarse a Sevilla.
Vivíais en Triana.
Nosotros nacimos en El Tardón.
Nacisteis en Triana. Tú...
Nosotros...
No, mi hermano César y yo, todos.
En la calle Juan Díaz de Solís.
Es que nacisteis en la casa.
Tu madre...
Mi madre daba a luz en su casa.
Vivíamos en un piso de 50 m²
en el barrio de El Tardón,
un barrio obrero precioso,
pero con 50 m. Era un piso...
Yo tengo unos recuerdos preciosos
de mi casa.
Por el día
estaba todo muy recogidito.
Mi madre era
una persona muy recogidita,
muy limpia, al máximo,
una categoría de mujer tremenda.
Y por la noche empezaban
a abrirse camas, pam, pam, pam.
Pam, pam, pam.
Y aquello parecía un Tetris.
Pom, pom, pom, cama; pom, pom, pom,
otra cama, otro niño.
Tengo muy buenos recuerdos,
una niñez muy bonita.
Y vivíais los seis y tus padres.
Y mi abuela,
que venía tres meses cada...
La catalana.
Exacto, la catalana,
que está enterrada en Sevilla.
Además, una abuela
que me enseñó a amar el cine.
¿Sí?
Me encanta el cine.
Yo siempre iba al cine.
A mi abuela
le encantaba Boris Karloff.
Qué miedo.
Y siempre decía:
"¿No has visto 'Nosferatu'?
-No, yaya".
Yo le decía yaya porque en catalán
se dice yaya a la abuela.
"No he visto 'Nosferatu' nunca.
-Te va a encantar. Qué miedo".
¿No hay un timbre por aquí?
Hola.
¿Se puede?
Qué bonita la parra.
¿Cuántos años tendrá eso?
Vamos a hablar de tu madre.
¿Cómo era tu madre?
Para mí, la mejor madre del mundo,
como me imagino
que para el resto de los mortales.
Mi madre era maravillosa
en todos los sentidos.
Mi madre era amiga, era madre...
El concepto de madre
lo tenía clarísimo
en el sentido de que no mezclaba
la amistad con ser madre.
Y a la misma vez
era íntima amiga mía,
que eso es dificilísimo,
pero lo hacía.
Mi madre, cuando veía aparecer
a Jorge, se le iluminaba la cara.
Le decía:
"Mamá, que va a venir Jorge,
que viene de trabajar".
Era la sonrisa, la expresión.
Mi madre se volvía loca
cuando llegaba mi hermano.
Nosotros éramos...
Había una confianza
y feeling estupendo siempre
y muchas veces la llamaba María,
"María, ¿me puedes dar esto?
-Sí, hijo".
No sé, era una cosa...
¿Eras tú o eran todos?
Yo creo que somos todos,
todos le hemos dicho María a mamá.
Qué gracioso.
María, María. ¿Sabes lo que más
echo de menos de mi madre?
El poder ahora tocarla,
el poder besarla.
Ese abrazo.
Sí.
Eso es lo que echamos de menos
todos los que perdimos a una madre.
Y verla.
La mirada de una madre
hacia un hijo
es tan limpia siempre.
La limpieza de tu madre hacia ti.
Por muy mal que estén las cosas,
la mirada de una madre a un hijo
siempre es limpia.
María era la matriarca del clan,
era una mujer maravillosa,
una gran luchadora
que sacó adelante a sus seis hijos,
a la que adoraba toda la familia.
Y para mí fue muy importante
en una época
porque fue como una segunda madre
para mí
en momentos muy especiales.
Yo la llevo muy en mi corazón.
Doloroso que mi madre se haya ido,
doloroso que se fuera mi hermano,
otro hermano que se fue, Diego,
y doloroso que se fuera mi padre.
No estás preparado en la vida
para que se vaya la gente...
Empiezan a irse
cosas de tu familia
que no estás preparado
para que se vayan.
Es verdad.
Dicen: "Estamos preparados".
Mentira. Es mentira.
Lo que me duele y lo que quiero
me duele una barbaridad.
Y ves la vida
desde otro punto de vista distinto.
Pero tienes a mucha gente
que tu madre y tu padre
han dejado ahí,
que son todos mis sobrinos,
los nietos de mis hermanos,
sobre todo de un hermano mío,
los hijos, los allegados,
y son generaciones.
Sois una familia muy grande.
Mucho, mucho.
Aparte, me encanta.
Me encanta poder...
Yo he cogido un poco
el bastón de mando de todos ellos.
No el bastón de mando,
sino el poder estar juntos
y tenerlos juntos.
El jefe de la familia.
Sí.
Ha pasado un año, ¿no?
En enero hará un año,
pero qué añito, ¿eh?
¿Y cómo te sientes ahora?
Sé que ha sido muy duro.
¿Que cómo me siento ahora?
Echándola mucho de menos.
Sí, sí.
Estoy intentando aguantarme
porque no puedo hablar de mi madre
todavía bien.
Sí, te entiendo perfectamente,
es a mí después de 20 años
y me pasa lo mismo.
No tengo ni idea.
¡Jorge, Bertín, que estoy perdido!
¡Hola! ¿Hay alguien?
Hola.
Perdona, ¿has visto a Bertín?
¿Ahí dentro estará?
-Por ahí.
-Vale, vale.
¿Vosotros en qué año empezasteis?
En el 79 empezó mi hermano.
Yo empecé un poquito más tarde,
en el 80 más o menos.
En el 79, César,
que empezó con Curro,
con su amigo Curro.
Y yo empecé...
Fui a verlo y me hice una apuesta
en la calle Calatrava,
en la Alameda de Hércules
de Sevilla,
en un pub que se llamaba Panecitos.
¿Y cómo fue eso?
Me dijeron que mi hermano
estaba trabajando y fui a verlo.
¿De qué hermano hablas?
César.
César.
César tendría 16 años.
No me lo puedo creer.
¿Qué estaba haciendo?
Él hacía
una parodia del Papa Clemente.
"Yo soy el Papa Clemente
del Palmar de Troya".
Sí, sí.
"Nombrado en comunidad,
pero las mejores papas
se siembran en La Rinconada.
Bacalati con tomati
por la leche que mamasti. Avecrem".
Era la parodia.
Y yo fui
y hacía de americano siempre,
me hacía mis cosas de inglés
y me quedé con el dueño del pub.
Y dice: "¿Tú serías capaz
de interrumpir a tu hermano
y a Curro?
-Sí.
-Si tú lo haces bien,
te doy 500 pesetas".
Fíjate tú 500 pesetas de la época.
Para mí aquello era El Dorado.
Me cambié la camisa
con el camarero,
me dio el libro de notas
y yo entré en el pub
e hice de mormón
y diciendo que yo era
de los Estados Unidos, venía...
(CON ACENTO AMERICANO)
Soy un mormón
y vengo dando amor y fraternidad
entre los pueblos.
Bueno, se lo tragó todo el mundo.
Nosotros venimos a pedir
una oportunidad a "nabo roto".
¿A quién?
A "nabo roto".
A Navarrete.
Navarrete, sí, sí.
Sí, Navarrete.
Una oportunidad.
Porque cantamos flamenco.
Flamenco.
(CANTA FLAMENCO EN INGLÉS)
"Quitad a ese tío de ahí, hombre.
¿Cómo va a...?".
Hasta un policía me esposó,
porque había una comisaría...
¿Ah, sí?
La comisaría estaba,
la caballería
de la Policía Nacional,
estaba frente al pub este.
A mí me esposaron allí
creyéndose
que estaba interrumpiendo.
¿Y César qué hacía?
César, que era listo, y Curro,
que eran listo los dos, dice:
"Vamos a dejar
que se exprese este chaval".
No me lo puedo creer. Qué gracioso.
Entonces, el dueño del pub me dice:
"Si vienes todas las noches
y haces esto,
te doy 500 pesetas".
Y vamos a darle
otras 500 al policía
para que te espose
todas las noches. (RÍE)
Digo: "Aquí estoy todas las noches
a ver a mi hermano".
¿Una capilla?
¡Guau!
¿Jorge?
¿Bertín?
Eso no será su cuarto.
¡Ostras!
¡Vaya baño!
Aquí he visto a Bertín afeitándose.
Ya que estoy, voy a aprovecharme.
¿Cómo es esto?
Que me pareció muy curioso.
Cuando murió vuestro padre,
¿le pusisteis unos vaqueros?
(RÍE)
Para que fuera feliz
hasta el último día.
Sí. No, te digo.
Yo viajaba mucho a EE.UU.
Nos fuimos unos amigos
a Nueva York.
Te estoy hablando... Yo qué sé.
Y mi padre que me decía...
Claro, como estaba gordito,
me decía:
"Jorge, ¿por qué no me traes
unos vaqueritos de allí?
-¿Unos vaqueros?
Yo te los traigo, papá".
Y le traje los vaqueros y mi padre
era como si le hubiera caído...
Vamos, la lotería.
La lotería.
Estaba él con sus vaqueros...
Iba con sus vaqueros a todos lados.
Y el día que mi padre se muere...
Mi casa tiene dos plantas,
la de mi padre,
y abajo, se muere abajo
y lo subimos a vestirlo arriba.
Nosotros amortajamos a mi padre
mi hermana, mi cuñada
y el médico y,
en lo que estoy poniéndolo, digo:
"Con lo que le gustaba a mi padre
los vaqueros,
¿por qué no se va a enterrar
con los vaqueros?"
Mi padre estaba loco
con los vaqueros.
"Mi padre en vaqueros.
Mi padre se va en vaqueros
para allá".
Y yo le pongo los vaqueros.
Y mientras le estoy
poniendo los vaqueros,
mi padre hace así, te lo prometo.
(HACE UNA PEDORRETA)
Y se tiró
lo que es un pedazo de pedo.
No me lo puedo creer.
Le digo al médico:
"Mi padre está vivo, ¿no?".
Dice: "No, es que hay veces...".
Digo: "Hijo, se ha tirado un pedo
cuando le subía el pantalón".
Entonces, te lo... (RÍE)
Es que es muy fuerte.
¿Cómo que es muy fuerte?
Yo me maté.
Nosotros nos reímos
porque nos hace gracia todo.
Y yo lo pongo y echándole colonia.
Yo a mi padre.
Y mi hermana:
"¿Para qué le echas tanta colonia?
-No puede oler,
papá tiene que estar muy limpio,
su colonia y sus cosas,
que vaya perfecto.
¿Cómo se va a ir para allá
sin oler bien?".
Le echamos colonia
y todo era una película.
Ponemos a mi padre y lo bajamos
porque venía la funeraria
con la caja.
Ahora llega mi padre,
la caja abajo, lo metieron.
Y claro,
mi padre puesto así y digo:
"Eso es de muertecito".
Eso es...
"A mí no me gusta
mi padre de muertecito".
A mi hermana le digo: "A papá
hay que ponerlo de otro modo".
Y ahora pongo a mi padre
con las manos metidas en el vaquero
y dice mi hermana:
"Está un poco chulo
para que venga la gente a verlo".
Mi hermano le ponía las manos
de esa forma y decía:
"Así no, así parece
que papá va a salir de paseo.
-Vamos a ponerle así.
-No, así tampoco, es peor.
-Así parece que está muerto".
Mi padre estaba muerto,
pero nosotros siempre
le sacábamos la vis cómica.
Yo creo que él nos hacía sonreír
en ese momento.
Digo: "Vamos a poner a papá
de otra forma".
Con las dos manos así.
Lo pusimos de 80 posturas
con el vaquero.
Así.
Y mi hermana:
"Así no se puede poner a papá.
Esto no es serio".
(RÍEN)
"No se puede poner a papá así".
200 millones de posturas
le pusimos a mi padre.
¿Y al final?
Al final nada.
¿Y qué decía tu madre?
Mi madre no quería entrar
porque le decía: "Mamá,
estoy viendo a papá en el cuarto
y papá con el vaquero...
No sé la que le está formando
a papá con el vaquero,
a ver si lo ponemos bien,
porque papá...".
¿Cómo se llama el santo
que llegas y te para arriba?
San Pedro.
Ese.
"Va a coger a mi padre
y le va a pedir el carnet
porque...".
"Usted con el vaquero viene...".
Ay, qué bueno, por Dios.
Y ahora viene el de la funeraria
y le pone un Cristo detrás
y dos o tres velas. Y digo:
"¿Como Drácula?".
Es verdad, me daba apuro
que pusieran a mi padre...
Y yo creo que mi padre,
mirándonos a nosotros,
dirá: "Hay que ver
la guasa de estos niños".
Además, mi hermano Carlos
le decía a mi padre:
"Mira, papá, quítate unos kilitos,
que yo la caja no la cojo
porque pesas una barbaridad".
Pero ¿una conversación?
No, eso antes de mi padre morirse.
Ah.
Es que mi padre siempre,
como ha tenido
mucho sentido del humor,
nos hemos reído de todo siempre.
Y mi padre: "Hay que ver la guasa
del Carlitos este.
¿Que adelgace yo
para que me cojas la caja?".
Y le decía mi padre así:
"Valiente hijo de la gran puta
estás hecho".
Total,
al final le quitamos los velones,
lo pusimos muy bien,
pero tú no sabes lo que fue
el entierro de mi padre.
El funeral en mi casa...
Además,
mi padre conocía a mucha gente,
le había dado créditos
a todo el mundo,
mi padre era muy buena persona.
"Toma, tanto a este. A este no.
A este".
Conocía a todo el mundo,
a toda la gente buena de Sevilla.
Y venía gente...
Bueno, mi padre estaba ahí
y un amigo nuestro...
Yo no sé si tú
has escuchado hablar del Potra.
Del Potra, claro, le conocí.
Mi padre estaba ahí
y estaba el Potra,
que además estaba:
"¿Por qué te has muerto?".
¿El Potra?
A mi padre.
Hablándole.
No lo puedo creer.
"¿Por qué te has muerto,
hijo de puta?".
Pero hablándole así,
como si estuviera hablando...
Y, claro, son gente
con unas vivencias y unas formas
que no todos lo entienden,
porque después vino
otro amigo de mi padre.
"Juani, mi primer crédito, bien.
¿Quién me lo dio? Tú. Bien.
El mejor de Triana. Mi Juani".
No puedes hacerte una idea
lo que fue.
¿Se puede?
Aquí está el jamón y el vino.
Aquí me quedo yo,
que me busquen.
Tú tienes muy buena casa,
pero no me has dado una tapita.
No, ahora vamos.
Pero estamos esperando
a que venga Ken.
Eso digo yo. Este se ha perdido
con la casa tan grande
y no está acostumbrado
a este tipo de casa tan grande.
Venga, ¿por qué no lo llamas?
¿Lo llamo? Ahora lo llamo.
Espérate un momento, que lo llamo.
Además,
también viene tu hermano César.
¿Mi hermano?
Sí, nos vamos a juntar todos.
A ver.
Kevin.
Sí.
¿Puedo hablar con mi marido
en inglés?
Sí.
Sí. Estoy en casa de Bertín.
(RÍE)
Vale, espérate, te lo paso.
Un inglés muy bueno.
Te lo paso.
Ken. ¿Dónde estás?
Estás aquí dentro entonces.
Escucha, cruza el patio ese
y una puerta que hay grande
que pone "bodega",
entra ahí, al fondo.
Al fondo y aquí estamos.
Al fondo como siempre.
Como el baño.
Al fondo, a la derecha.
Al fondo, a la derecha.
Cuéntanos cómo es...
¿Cómo es Ken?
Sí, ¿cómo es?
Ken es un tío divertido,
sobre todo con unas ganas
de hacer las cosas...
Un tesón tremendo.
¿Ah, sí?
Ken ha sido de las mejores cosas
que le han pasado a mi amigo
en su vida,
porque es un americano
que parece andaluz,
gracioso, simpático, divertido,
que le ha sacudido mucho,
al que adora, se adoran los dos.
Yo tuve el privilegio
de ser testigo en su boda.
Y me cae muy bien Ken.
Creo que a él le ha venido
muy bien en la vida un marido así.
Sí, sobre todo...
¿Es muy americano?
Su cara... Hombre,
es americano, norteamericano.
¿Muy?
Muy norteamericano,
pero a la vez tiene...
Sí, no tiene que ver
nada con nosotros.
Nada, y sobre todo con Andalucía.
¡Hola! ¡Ey!
"Hello".
"How are you?".
"Fine".
"Nice to meet you".
"You too".
Bueno, le he estado hablando...
Siéntate.
Le he estado hablando
de que tu madre
es fan incondicional de él.
Pero que no sabe cuánto.
Que estoy nervioso y todo.
Mira, tengo una foto aquí
para que la veas.
Es que le encantas tú.
Esta foto es genial.
¿Tú la has visto?
Yo sí la he visto.
Esta es una foto
que anda por ahí dando vueltas,
que me regalaron...
Esa foto te la hiciste tú
porque te gustaste ahí.
No, no. Son unas camisetas
que hicieron
un club de fanes que yo tenía.
Hicieron... Yo qué sé la cantidad.
Y me regalaron una para ponérmela,
para que vieran que la llevaba.
Era rosa, rosa chillón.
Eso le encanta.
Rosa chicle
y la cinta en el pelo...
Entonces tenía pelo. (RÍE)
Y como hacía deporte y sudaba,
me la puse y así,
con esa pinta, me sacaron
en un montón de revistas.
Y aún la siguen pasando por ahí.
Tiene toda la gracia.
Le va a encantar.
A tu madre le encantará.
(RÍE)
¿Cómo os conocisteis vosotros, Ken?
Mira, toma ya.
Nos conocimos en un bar en Sevilla,
en la calle...
Cerca de Reyes Católicos.
Tú estabas ya en Sevilla.
Yo estaba haciendo Erasmus.
Tenía 20 años, hacía Erasmus,
un intercambio.
Perdona, pero ¿cómo es posible que
un tío 100 por 100 americano...?
¿Entiendes lo que es la "Omaíta"?
Cuando tú
conoces a la familia de Jorge,
¿no se te pelaron los cables?
No, yo qué sé, yo era raro,
porque, cuando lo conocí,
estaba en la TVE con Omaíta.
"Omaíta, bien, bien".
Pero yo no lo entendía.
Y seguirás sin entenderlo.
No, ahora sí lo entiendo,
él lo explica muy bien,
es buen profesor.
Además, él no hablaba
nada de español.
Y a mí me encantaba hablar
el inglés
y yo empecé a hablar con él
en inglés
porque me gustaba practicar
mi inglés.
Fíjate tú.
Y eso me vino estupendamente.
Claro.
Hablábamos porque, en principio,
no teníamos relación
y, sobre todo, hablábamos.
Y un día me dijo una amiga suya,
Laura,
que Ken estaba enamorado de mí
y no tenía ni idea.
¿Y cómo le explicabas a él
que eras Antonia
y por qué lo de Omaíta?
Yo decía que era una familia típica
de cualquier sitio,
que las hay en EE.UU.
Es muy universal.
Él me lo explicaba.
Una familia negra, como...
Eddie Murphy,
una familia negra reunida
en una mesa es lo mismo.
Y blanca, que también las hay.
También.
¿Tú eres actor?
Sí, lo soy.
¿Sabrías hacer de Omaíta?
Yo... Niño...
Joshua, ven para acá. Basura.
(RÍEN)
Lo borda, lo ha cogido.
¿A ti no te importa que yo vea...?
A mí me gusta ver...
No, claro,
haz lo que te dé la gana.
Date un paseo.
Si vas a ver la casa,
fíjate en los cuadros.
¿Te gusta la pintura?
Mucho.
Pues fíjate en algunos cuadros.
¿Sí?
Sí. Lo que más me gusta...
No lo que más me gusta,
porque me gustan otras cosas,
pero de las cosas
que más me gustan es la pintura.
Yo soy muy aficionado...
¿A la pintura?
Sí.
A esto hay que darle una manita.
¿A qué?
A la casa.
A la casa hay que darle una manita.
Bueno, busco a tu hermano.
Escúchame, no. ¿Y los vaqueros?
¿Eh?
¿Dónde están los vaqueros?
No, aquí solo las monturas.
Bueno, vámonos a ver la casa.
Yo voy a buscar a César.
¿Podemos irnos
por donde nos dé la gana?
Donde te dé la gana.
Vale.
¿Dónde vamos?
No sé. Yo tengo ganas de ver...
Vámonos por allí.
Eso es enorme.
¿Te has dado cuenta
qué pedazo de casa?
Llevo una media hora
dando vueltas.
Es que es grandísima la casa.
¿Quieres que vayamos
por aquella puerta?
Vale. Venga.
Vámonos.
Pero mira qué de cositas tiene.
Tú imagina... Ay.
Señor Osborne.
Qué puerta más grande, hijo.
¿Qué pasa? (RÍE)
¡Hombre!
Que está lloviendo.
Mira, para una vez que llueve aquí,
casi es hasta bonito.
¿Qué tal?
Qué bonita es tu casa.
Me encanta.
Ya la conoces,
has estado aquí 50 veces.
Sí, pero tengo que decirlo,
estamos grabando el programa.
Bueno, vale.
Oye, esta parra tendrá muchos años.
Vete a la mierda con la parra.
No puedo más de parra.
Tiene 200 años, es muy grande,
muy bonita
y echa unas uvas así de gordas.
Así de gordas, ¿no?
Como melones.
Como melones,
para que te los metas
por donde te quepan.
Que tiene premio.
Vamos a buscar,
que está ahí también...
¿Mi hermano?
Sí, está aquí todo el mundo.
Ah, ¿y tu hijo qué?
Viene ahora.
Vale. Pues pasa, que nos mojamos.
Por aquí.
¿La vena artística vuestra
de dónde viene?
¿De tu padre, que trabajaba
en la compañía de Antonio Machín,
o de dónde sale eso?
¿Eso de "la vena"
es por algo en particular?
No, hijo.
La vena artística.
Artística.
Bueno, mira,
mi madre cantaba maravillosamente.
Cantaba muy bien.
Muy bien, muy bien.
No he visto a una persona
afinar más que a mi madre.
Me lo decían mis amigos músicos,
mis amigos artistas
que tuvieron la oportunidad
de escucharla.
Y mi padre era mucho más gracioso
que nosotros,
con más arte que nosotros.
Bueno, pues por ahí un poco...
Ella, catalana; él, sevillano.
Un poquito de...
Ha salido esa mezcla, ¿no?
Tú cantas también.
Yo te he oído cantar
y tocar la guitarra.
¿Tú no hiciste algo con Camarón?
Sí, le hice una bulería a Camarón.
¿Le hiciste una bulería?
Una bulería. "La luna llena".
Y fue una experiencia muy bonita,
porque yo tenía esa bulería
y pude hablar con Paco de Lucía.
Y dice:
"Esta tarde voy a ir con Camarón
y nos la cantas tú allí".
Y aluciné, claro.
Imagínate, yo ya...
Entonces yo me puse...
# Luna llena.
# Tú eres flamenca y canastera. #
Y él le decía a Camarón:
"Pero hazla igual que César".
Y yo le decía:
"¿Cómo la va a hacer igual que yo?
Que la haga como él quiera".
Él se refería a musicalmente.
La mayoría de los que nos ven
no saben que tú has escrito
"Sevilla tiene un color especial".
Bueno, y mi amigo...
Los dos juntos hicimos esa letra.
Música y letra.
He hecho un montón de cosas.
¿Te llevas bien con lo de autores?
Sí, sí.
Con la SGAE
tienes que llevarte bien.
Y cosas con Siempre Así,
con Los del Río,
con María del Monte...
Esto se llama "parra".
La parra es...
La parra.
La parra.
De cuando los Jedi.
¿"La guerra de las galaxias"?
Sí.
¿Tantos años tiene?
Más años. Fíjate cómo está.
La casa es preciosa, ¿eh?
Es superbonita.
¿Sabes lo peor que te pasa aquí?
¿Qué?
Que te diga tu pareja:
"Ponte a pintar".
Es grande esto para pintarlo.
Este hombre está en el taco, ¿no?
¿En el taco?
¿Tú cómo puedes meterte
en esas cosas?
Mira. ¿A que no sabes...?
Dímelo en inglés.
Aloe vera.
No. ¿Qué aloe vera?
Esto es una pilastra.
Ah, pilastra.
Pilastra.
Pilastrum.
No, Pippi Langstrump no.
Pilastra.
Pilastra.
Pasa, que vamos a ver cosas aquí.
Esto es para moler café.
¿Seguro?
Grande, porque él es grande
y aquí muele el café, digo yo.
¿Ves? Con su código de barras todo,
porque aquí todo lo tiene...
Esto es... Su código de barras.
Mira, lo que le gusta a tu madre.
Esto lo ve tu madre
y se vuelve loca.
¿Lo robo?
No, no robes nada.
¿Qué vas a robar?
Vale.
Estas cosas tú no tienes...
Esto es sin tocar.
¿Ves que yo no he tocado?
Pero a ella le encanta.
Esto no tiene nada.
Dos baúles que no tienen nada.
Ya que tienes un baúl,
ponle algo dentro.
Esto es de Karina.
¿Sí?
Se lo habrá dado Karina.
¿Por qué lo abres todo?
Porque me gusta.
¿Te acuerdas de la canción...?
Es que no sabes eso. Karina
cantaba una canción que era...
# Buscando en el baúl
# de los recuerdos... #
Abrías y te decía uno:
"Uh, uh, uh".
Jorge, es de Peter Pan, ¿no?
¿Qué es de Peter Pan?
La lámpara.
Ah, por el ancla, ¿no?
Sí.
Qué bonito.
Él se lo habrá ganado
al capitán Garrufo ese.
Capitán Garfio. Capitán Hook.
(HABLA EN INGLÉS)
¿Eh?
Capitán Hook,
que en español es...
Esto llevan sin limpiarlo Bertín
y la mujer...
Tela de tiempo.
Bertín,
vamos a darle a esto
un poquito de Fairy.
¿Un poquito? Más.
Que está esto cortito con sifón.
El agua ya tiene hasta pedacitos.
Hay una tortuga ahí.
¡Mira, un cocodrilo!
¡Un cocodrilo!
¿Esto es de verdad? No, ¿no?
Ah, no, no.
Ah, fíjate... Claro.
Mira la cara.
Es un cocodrilo tetris.
También de Peter Pan.
No, no. Mira, mira.
Te lo digo yo.
No morderá, ¿no?
Esto no hay quien lo aguante.
Chiquillo, esto...
¡Uy, Jorge, qué miedo más grande!
¿Ves?
Esta es la parte de atrás
del cocodrilo.
Un cocodrilo tetris.
Espérate, espérate.
Mira.
Mira.
Aquí está la cara.
La parte de la cara. El tetris.
Y ahora el cuerpo.
La mano tendré que lavármela
o se me caerá a pedazos
con el cocodrilo aquí.
El cuerpo.
El cuerpo pesa...
Tendrá una momia también, ¿no?
La otra parte está por debajo de...
La parte de las piernas
las tiene por debajo el cocodrilo.
¿Ahora cómo me seco esto?
Lo dejamos en paz, ¿no?
A ver cómo me seco esto.
Espérate.
Que no lo vea Bertín.
Ven, que me voy a secar...
Quita, quita.
Jorge, no hagas eso.
(CHISTA) Cállate.
Por favor.
No digas nada.
Esto no lo nota nadie.
Esta es la parte de atrás.
De chicos, ¿a qué hermano
estabas tú más unido?
¿Era más con Jorge, más con Juan
o más con Carlos?
Quizá con Carlos.
Hemos estado siempre...
Nos gusta mucho el fútbol...
¿Por edad? ¿Es más pequeño?
No, no.
Jorge es el cuarto
y yo soy el quinto.
Jorge también
me ha defendido mucho,
porque yo era muy chulito.
Era chulito de niño.
Chulito, chulito.
Me acuerdo que en mi barrio
había un chaval
que le llamaban el Ratón...
No veas la que me dio el Ratón.
Cada vez que me peleaba con él
me daba...
Yo veo a Mickey en la tele
y salgo corriendo.
(RÍE)
Dice la gente:
"Viene el ratón Pérez".
Cuando mi madre me decía
que venía el ratón Pérez,
yo me iba a dormir a otro lado.
Porque a mí me cogió el Ratón...
Amigo mío de la infancia.
Tú sabes,
las típicas peleas del colegio...
Sí, sí.
Y me cogía el Ratón y me daba...
Y yo no quiero un ratón ni...
Vamos, veo a un ratón
y salgo corriendo.
¿Y Jorge te defendía?
Jorge era mi alma protectora de...
En mi casa, además,
que siempre hemos sido...
El de arriba protege al de abajo,
¿sabes?
Sí.
Siempre, siempre.
Se respiraba familia,
se respiraba buen rollo,
se respiraba... Todo lo más bonito
que te puede pasar
en una infancia con tu familia...
Creo que mi padre y mi madre
lograron que todos fuéramos allí.
No éramos solo nosotros,
sino todos nuestros amigos.
Era un piso muy pequeño,
pero daba igual.
¿Cómo era tu madre, César?
Mi madre era una señora...
Una señora impresionante.
Buena como...
Hombre,
todas las madres son buenas.
¿Qué vamos a decir
de nuestras madres?
Mi madre era tan sensible a todo,
tan buena, tan...
Y fíjate que yo era muy padrero.
Yo era muy padrero.
¿Sí? ¿Eras más de padre?
Sí, sí.
Mi padre conmigo...
Éramos los dos como...
Yo le contaba a mi padre de todo
y él me hablaba cosas a mí que...
Siendo yo el más chico
de todos mis hermanos.
Yo era superpadrero. ¿Por qué?
Porque me gustaba el fútbol,
me gustaban los toros,
me gustaba el cante...
Era similar a sus gustos.
Lo mismo hablábamos de flamenco
que hablábamos de toros
o de fútbol.
Era muy sevillista, como yo.
Mi padre, cuando nosotros
empezamos con esta historia,
él termina de trabajar en el banco.
Es decir, se jubila después
de estar 30 años en un banco
y empieza con nosotros.
Y era supergracioso, porque...
Teníamos muy pocos contratos.
A lo mejor teníamos tres
en todo el verano.
Llamaba uno y decía:
"Muy buenas. ¿Los Morancos?
-Sí.
-Para el 12 de agosto.
-Están ocupados".
Miro a mi padre y le digo:
"¿Estamos ocupados?
Si no tenemos...
-Le puedo hacer el 11 o el 13.
-Bueno, lo dejamos pasa el 13.
-¿Y esto, papá?
-Para que el tío vea
que tenemos mucho trabajo
y que tenga ganas de contratarnos".
Ven para acá. Qué bonito.
¡Mira! Ven.
¿Qué has visto?
Mira qué reloj más bonito.
Qué casa más bonita.
En todos lados está él, ¿verdad?
Sí.
A él le encanta verse.
Sí.
Verse en sus fotos,
quieres decir, ¿no?
Sí, sí.
¿A ver? "Lluvia de estrellas".
Qué bonito programa.
Ese programa estuvo fantástico.
Me encantaba a mí
"Lluvia de estrellas".
Las niñas salían con el humo
que parecían pavías.
Es que está muy guapo.
Una de humo...
Y las niñas como las pavías.
Una cosa...
Mira qué bonito eso, ¿eh?
¿A que parece que estamos
en "Lo que el viento se llevó"?
Parece un museo.
Es muy bonito.
Estos cuadros son buenísimos.
Nada más que el marco...
El marco es como de escayola.
Estos cuadros son... ¿Ves?
Esto es una historia.
Esto habla de una historia.
¿Es un comic?
No, pero esto habla
de una historia.
No sé quién es ella.
A ver quién es ella.
¿Ves? Sabía yo que...
El Cid recibe los presentes
del rey de Persia.
Esto es muy bonito. Este es El Cid.
Qué bonita historia.
Me encanta.
(LEE) "Amor de Rodrigo y Jimena."
No están buenos esos polvorones.
¿Sí?
Los polvorones de Jimena.
Qué le gustan los caballos, ¿eh?
Tiene el mismo gusto
que las yeguas Bertín.
Le encantan los caballos. Mira.
Mira. Y las cabezas también.
Las cabezas de los caballos.
Están muy ricas.
Los caballos en salsa
están buenísimos.
Mira qué bonito. Un bodegón.
Mira qué uvas más buenas.
Estas son de la parra de ahí fuera.
¿Sí?
(ASIENTE) Esto lo pintó él
con las primera uvas que...
¿Él pinta también?
No. Esto es de Carlos Vega.
Ah.
Hermano de Pastora Vega,
la que presenta en televisión.
Ah.
Carlos Vega, hermano de Pastora.
¿Es posible
que tú hayas tenido coleta?
Sí.
¿Tú has llevado coleta?
Fíjate, lo que yo soy ahora
y lo que era antes.
Que todo el mundo
me dice pijolero.
¿Te daba para hacer coleta?
Mis amigos son pijoleros.
Me da igual decirlo,
yo soy así y me encanta.
Me encanta mi gente
y ando con todo el mundo.
¿Con qué edad llevabas tú coleta?
Tendría 17 o 18 años.
Bueno, yo he visto tu foto
y también tienes...
La de la cintita.
Sí, sí.
Así que no vayamos...
No, yo no critico tu coleta.
Te lo juro, era horroroso.
Es que me hace gracia.
Fíjate, llevaba coleta
y conocí a mi mujer, a Patricia,
que lo que menos podía gustarle
era un coleta.
Pero no la coleta de ahora,
la de Pablo.
No, era coleta...
Una colita que se llevaba antes.
Y...
No era coleta, era colita.
Colita. Más macarra todavía.
Ajá.
Más macarrita todavía.
¿Es verdad qué te costó trabajo
conquistar a Patricia o no?
Bueno, fíjate tú que en esa época
tenía la colita...
Su hermano Alfonso, el Cani,
me invitó en su casa
a tomarme un tinto, en Sevilla,
llamó a las hermanas
y salió Patricia.
Y no pasaron tres minutos
cuando le dije:
"¿Quieres dar
una vuelta conmigo hoy?".
Y la tonta dijo que sí,
pero se arrepintió.
Dijo: "Para qué le habré dicho yo
al macarra este que...".
De la coletita.
De la coletita.
"Que yo quiero dar
una vuelta con él".
Total, que me costó trabajo,
pero yo encantado
de que me costara trabajo.
Creo que es lo mejor
que me ha podido pasar en mi vida.
Aparte de mi familia,
de mis padres y mis hermanos,
lo más grande que me ha pasado
en mi vida a mí ha sido mi mujer
y mis hijos,
pero mi mujer sobre todo, vamos.
¿Y este de quién es?
Este... Espérate.
Déjame que lo vea.
Mira, por detrás.
Estos cuadros hay que verlos así.
No tengo ni idea
de lo que representa esto.
Esto es lo que le dio la gana
de hacer al pintor en ese momento.
Le cogió con una papa gorda...
El cuadro es como la lógica.
¿Sí? Explícamelo, explícamelo.
Después...
Después hay una parra. ¿Lo ves?
La parra mezclada...
Aquí está todo relacionado.
Sí. Hay un caballo por ahí.
¿Un caballo?
Hay uno que representa a Bertín
y hay otros que son...
Perdóname un momento.
¿Tú qué te has tomado?
Yo no he tomado nada.
Para explicarme eso así...
Yo no veo a Bertín,
ni al caballo, ni a la parra,
perdona que te diga.
Mira qué bonita la escalera.
Esto salió en "Juego de tronos".
¿Sí?
Este sí que es bonito.
Este me gusta. Mira.
¿Por qué? ¿Por los colores?
No, porque hay...
Esto es una mujer
con una nariz muy grande.
Sí.
"Nariz-pene" se llama.
¿"Nariz-pene" se llama el cuadro?
Sí. Es precioso, ¿eh?
Ven, vamos a ver esto.
Esta escalera... Si tienes ganas
de ir al váter, no te da tiempo.
Además...
Vamos a verlo.
¡Qué bonito!
Esto es como si estuvieras
en "Alicia en el país
de las maravillas",
pero en casa de Bertín.
Mira, este es su cuarto, creo.
Mira, mira. Entra.
Mira. Creo que es su cama.
Es un bonito cuarto, ¿eh?
Es superbonito.
Y tiene unas vistas preciosas.
Su chimenea...
Su lámpara, su sofá,
sus almohadas...
En mi cuarto solo cabe la cama.
Mira, otro código de barras.
Qué bonito.
Cómo te fijas en lo que te digo.
Sí. (RÍE)
La chimenea es muy bonita.
Mira, el cuarto de baño, Jorge.
¿Tú has visto el programa?
Aquí se afeita al principio.
Hombre,
es que esto es como de artistas.
¿Ves?
¿Quieres hacerte una foto aquí?
¿Un selfi?
Ponte aquí.
¡Clin!
En el cuarto de baño,
esto está de puta madre.
Esto no lo hace todo el mundo.
Vente.
Yo he sido hipocondríaco
toda la vida.
Eso sí lo sé.
Hipocondríaco a unos niveles...
Que yo he despertado a Jorge
37.000 veces.
¿Por qué?
A las 2:00.
Jorge, me estoy muriendo.
(RÍE)
Entonces él me miraba así y decía:
"¿Te estás muriendo? ¿Qué te pasa?"
Y yo: "Mira, me estoy asfixiando".
Imagínate a mi mujer
la de veces que le he dicho:
"Patricia, me estoy muriendo".
¿Sabes lo que me dijo un día
que la tenía amargada?
Le dije: "Patricia,
que me estoy muriendo".
Y me dijo: "Haz caca".
(RÍE)
Como a los niños chicos.
Haz caca y déjame ya,
que eres muy pesado.
A ver si te mueres de verdad.
Haz caca, qué bueno.
Después fui a...
Fíjate tú, me convencieron
para que fuera a un psiquiatra,
que yo no había ido en mi vida
a un psiquiatra.
¿Sí?
Sí.
¿Hasta ese punto estaba la cosa?
Que me asfixiaba, que me moría...
Total, que fui al psiquiatra.
Entonces fue como en las películas,
empiezas con el psiquiatra
pum, pum, pum...
Y le cuento.
Me dice: "Mire usted,
le voy a mandar estas pastillas.
Y estas. Y le van a pasar
a usted tres cosas".
Digo: "Dígame".
Dice: "A lo mejor
le entra fatiga al principio,
tiene usted náuseas.
Va usted a eyacular más tarde".
Digo: "Me viene muy bien,
porque yo ya en el ascensor
me he ido".
Dice: "Y se le va a quitar a usted
la apetencia sexual".
Digo: "Doctor, me extraña.
Pero puede ser".
Puede darse el caso.
Total, que yo me voy.
A los 15 o 20 días...
Yo no he estado mejor en mi vida.
Con las pastillas que me ha dado,
unas pastillas
que se llamaban Motivan.
Mira, entonces llego a los 20 días
a la siguiente consulta.
Yo iba mejor que nunca.
Yo estaba que no me asfixiaba,
que me encontraba bien...
Llego allí, entro y me dice:
"¿Cómo se encuentra usted?".
Yo ya, por deformación profesional,
se me va la cabeza
y le dije:
"Veo pájaros por todas partes".
Me dice el hombre: "¿Como?".
Digo: "A lo mejor estoy durmiendo
y en la mesita de noche
veo dos golondrinas.
Miro a mi mujer y veo un estornino,
en la lámpara veo una cigüeña...".
Empieza el tío a reírse.
Me dice:
"Está usted estupendamente.
Lo que usted me está diciendo
es de cachondeo".
Le digo: "Es verdad, doctor,
yo no he estado mejor en mi vida".
Entonces mis amigos a las pastillas
las llaman
las pastillas de los pájaros.
De cachondeo dicen: "¿Cómo te va
con las pastillas de los pájaros?".
Y digo: "Oh. Ayer me tomé una,
hice así desde la ventana
y me pegué
un hostiazo en el suelo...
No he volado todavía ni una vez".
Pero estamos con el cachondeo
de las pastillas de los pájaros.
Yo era muy hipocondríaco,
ahora estoy ya que me salgo.
Con César y con Jorge
sabes cómo empiezas,
pero nunca se sabe cómo acabas.
Son gente
de una genialidad tan grande
que te sorprenden continuamente.
¿Sabes que andan por aquí
Jorge y Ken?
Están dando una vuelta por la casa.
Pues vamos a buscarlos.
Les he dicho que miren los cuadros,
espero que no los hayan descolgado.
Llevamos más tiempo aquí
que la puntilla del almanaque.
Sí, venga, vamos a buscarles.
Ea, mira qué bien,
qué bonita la casa.
Le vas a tener
que dar una mano de pintura.
# Deja de engañar,
# no quieras ocultar,
# que has pasado sin tropezar.
# Monstruo de papel,
# no sé contra quién voy.
# ¿O es que acaso
# hay alguien más aquí? #
Me estoy fijando en todas las cosas
para coger yo ideas.
Fíjate,
es que esto es maravilloso.
Mira qué guapa con sus hijas.
Sus hijas son guapísimas.
Su familia es superbonita.
¿Y esto?
¿Esto es un vestidor?
Como mi armario, vamos.
Con lo chico
que es nuestro armario, Ken.
Vamos, no nos podemos quejar,
pero no tenemos esto.
El nuestro es reducido.
Mira, ¿a que no sabes
para qué es esto?
No.
Para las gafas.
¡Ah!
Yo me he orientado. La nariz...
Pones las gafas aquí
y así no se te rayan.
Mira las camisitas, perfecto.
Todas iguales, ¿no?
No, son de colores.
Los mismos, pero con sus detalles.
El cuadrito, las rayitas,
el escudito, La corbatita...
Bonito.
Sí.
Y aquí hay más.
Ah, no, esto es de ella.
Voy a echar un vistacito.
Lleno de cosas.
Pero es que tú fíjate
cómo te vistes tú aquí.
Tú aquí no tienes problemas.
Ninguno.
Y nosotros nos damos siempre
con la mesita de noche
para ponernos los zapatos.
Y este muchacho que tiene aquí
18 metros de...
¿Te acuerdas de Steven Seagal?
Es lo mismo.
Estas son las chaquetitas
de Steven Seagal.
¿A que me la pongo?
Dame a mí la otra.
¿Tú quieres la otra?
A mí me está como si fuera
un abrigo, porque es muy alto él.
Esto me quedará grande.
Claro, mira.
¿Ves?
Mira. ¿Cómo ves la cosa?
¿Un sombrerito?
Venga, dame uno.
¿Este?
Qué alto.
Yo sí llego, tú no.
Mira, Ken.
Tengo dos.
Dame ese.
# Buenas noches, señora,
# buenas noches, señora,
# hasta la vista.
# Mira que eres guapita,
# mira que eres guapita,
# y tan rarita.
# Buenas noches, señora,
# buenas noches, señora.
# Recuerdos a su señor. #
Recuerdos, recuerdos.
Recuerdos.
Es que es una canción
que al final es todo de recuerdos.
Mi madre lo sabe eso.
Tu madre se vuelve loca con eso.
Pero bueno,
lo que yo no entiendo es...
Qué bonitas
las palabras que has dicho.
A mí me encanta, la verdad.
Yo soy fan de Bertín.
A mí lo que me gusta
es cómo me veo aquí.
# El corazón que a Triana va... #
Esa no es de él.
Yo no la conozco.
# El corazón que a Triana va,
# nunca volverá.
# Sevilla. #
Ay, perdonadnos, nos habéis cogido.
Pero ¿qué estáis haciendo?
Hombre, mira, César,
que hemos visto esto...
Perdóname, ¿esto te lo deja a ti
Steven Seagal?
A este lo que le está...
Un poco grande.
Pero, ¿qué estáis haciendo,
el mountain bike ese?
¿Cómo se llama la película
de los vaqueros?
"Brokeback Mountain".
Ah, sí.
Mira, no, hay alguna más
así simpática.
¿Cuál?
Ah, no.
Esta es muy bonita, Bertín.
Ah, no, está aquí.
El ante es bueno.
Esta sí.
El antes se nota que es bueno.
Esa es buenecita.
Esta también.
Qué guapa esa.
Esa es preciosa.
¿Ves? La marca esa es americana,
yo las compro en Estados Unidos.
Esta es muy bonita.
Con esa hice la portada
de un disco.
Eres más americano que yo.
Yo soy...
A ti te gusta América.
Yo soy "American".
(HABLA EN INGLÉS)
Yo desde que nací.
¿Desde que naciste hablabas
ya en inglés?
Ya en la cuna.
¿Cómo te decían "ajo"?
"Garlic, garlic".
"Garlic". (RÍE)
En vez de ajo, ¡"garlic"!
Él ya en inglés...
Y estos abrigos se los dejó
el conde de Montecristo.
Mira qué pedazo de abrigo.
Ya no se llevan.
Una putada, porque son...
Parece de "Matrix".
¡Tío Bertín! ¿Se puede?
Jo, aquí para encontrar
a esta gente...
¿Cuántos años tendrá la parra?
Qué de cosas has puesto tú, ¿no?
Tampoco creas que muchas.
"Chuchi", patatas...
¿Este jamón es del tuyo?
Sí, es el nuestro.
Mira, mira.
Los picos, también.
¿Los picos también?
Me encanta esta foto, ¿quién es?
Esa es mi madre.
Mamá, claro.
Mi madre y...
Esa es una tía mía, una Osborne,
tía Margara.
Tu hermana Chata.
Mi hermana Chata, mi padre...
En esta pared
tengo fotos familiares.
¡Eh!
Mira a quién me he encontrado aquí.
Hombre, ¿qué pasa?
Se ha perdido.
# Se ha perdido, se ha perdido. #
Mi hijo César.
¿Qué tal?
Bien.
¿Dónde te has metido, hijo?
Nada, venía en coche.
Hola, sobrino.
Menos mal
que no te has venido en un poni.
Tu sobrino y a mí me dice
tío Bertín desde que era chico.
Claro.
Me parece perfecto.
Mira, esto tiene mucho arte.
Dice: "Bertín Osborne
salva de morir ahogado
a un hombre en Miami".
¿Qué le pasó?
Se emborracharon
cuatro tíos en una lancha.
¿Me siento?
Sí, vamos a sentarnos.
Por allí suele haber
tiburones y todo.
Es que no te puedes imaginar
la que había liada
porque le cortó la pierna
la hélice de su barco.
De la borrachera
se cayeron dos al agua.
Delante de casa de Julio Iglesias,
en Indian Creek.
Yo iba con la lancha mía
y de repente veo
un follón allí
y una lancha dando vueltas
a toda velocidad.
¿Una lancha Sánchez-Vicario?
Sí.
Sin nadie dentro.
Todo lleno de sangre.
Dos tíos allí y un pavo chillando.
Total, que yo puse punto muerto,
me tiré y lo agarré del pelo.
El tío se me agarró
que casi me ahoga,
porque era más grande que yo.
¿Tú has visto un diploma
que tengo yo ahí?
Sí.
Pone: "El día de Bertín".
El 22 de octubre
es el día de Bertín Osborne.
Sí, sí.
Por eso.
En Miami.
Si estuviera Antonia aquí,
¿qué haría?
Antonia se hubiera comido
ya esto entero.
Hubiera picado
como una gallina todo esto
y hubiera dejado la mesa vacía.
No hay tanto protocolo.
Y la madre le diría:
"Antonia,
¿quieres estarte tranquila?".
"Omá", me gustan los quesos
que ha puesto Bertín,
hasta el gusano que lleva este
que tiene verde y todo,
el queso bético este que ha puesto.
¿Qué le pasa, tiene un gusano?
Con su gusanito y todo, míralo.
Mira qué cosa más linda.
Su jamón...
Esto, el sushi este, a lo mejor
a ella no le hubiera entrado.
¿La Susi quién es?
La muchacha con la que se lió.
¿Con quién?
Con un muchacho de 70 años.
¿De 70 años?
Y ella con 22
y dos pechos
que eran dos globos de Pokémon.
Iba con una cosa... Vamos.
¿En el sexo?
¿En qué?
¡En el sexo!
Eso digo yo. Digo: "Niña,
y a la hora de la cama, ¿qué?".
¿Qué te ha dicho ella?
Dice: "Ahí estamos en tratamiento".
¿Y qué dijo ella?
¿Ese tratamiento qué es?
Él trata y yo miento.
(RÍE)
Él todo el tiempo tratando
y yo mintiendo.
Porque eso es lo que pasa,
llega un momento en que la edad...
No perdona.
Por mucha píldora de los pitufos,
no hay manera.
Tú fuiste a América,
te llevaste a tu madre
y a sus amigas...
Esa fue muy buena.
Eso es muy bueno.
Esto te lo voy a contar yo.
Yo llevé a mi madre,
que en aquel momento
era de las más jóvenes
que iban en el avión.
La más joven era mi madre
y tenía 70 años o por ahí.
70 años tendría mamá, ¿no?
Sí.
Nos fuimos,
me llevé a todas las consuegras
y nos fuimos para allá.
Me dicen ellas: "En la aduana
nos van a parar por drogadictas".
Digo: "¿Por qué, hija?".
Dice: "Llevamos
pastillas para el reuma,
para a la tensión,
para no sé qué...
Nos van a parar en la aduana,
nos van a parar por pastilleras".
Conchita, que está sembrada.
Además, está estupenda.
Con 94 años, está divina.
Sale del hotel, la veo yo mirando
para la calle,
para un lado, para otro.
Digo: "Conchita, hija,
¿qué estás buscando?".
Dice: "Al de los cupones,
que no lo veo".
(RÍEN)
Quería comprar ciegos ella allí.
Quería comprar ella ciegos.
Digo: "Os voy a llevar hoy
a un 'mall' que hay en New Jersey,
que son más baratitos
y compráis lo que queráis".
Ahora, Conchita,
que está muy sembrada,
viene y hace así a un negrito
que había allí de dependiente.
Coge y le hace así, lo mira
y dice: "Mira, muchacho,
que quiero una cosita
para una nieta mía con dos años".
Claro, el otro
no estaba entendiendo nada.
Ella dándole así
como si fuera amigo suyo.
Y no sé cuántos y no sé qué...
El muchacho
la mira de arriba abajo
y hace así y llama a una hispana
para que la atienda.
Viene la muchacha y dice:
"¿En qué la puedo ayudar?".
Hace así, se va y dice:
"Qué malaje.
Valiente tío malaje,
que no me ha echado ni cuenta".
No hablaba español.
No hablaba español y fíjate,
ella negra con él.
Dice: "Vamos,
que se puede ir a tomar por culo,
que a mí me da igual".
Que te has tangado
con la universidad.
Papá, hay días y días. Hoy...
¿Yo cuándo te veo a ti, tío Bertín?
De tiempo en tiempo.
Sí, poco.
Ahora menos.
Antes venías más con mis sobrinos.
Yo después intento aprobar
y tú lo sabes.
Y apruebas.
Y apruebo.
Es que está en dos carreras.
Está de actor,
sale ahora
en "Huevos revueltos con papas".
(RÍEN)
El otro torero.
¿Cómo lo llevas tú?
Bien.
Paso mucho miedo.
¿Conmigo?
Contigo más que con Alfonso.
Ken, cuéntame un chiste.
Cuenta unos chistes buenísimos.
Pero yo no...
Dale un chistecito ahí, hombre.
Venga, no te cortes.
¿Esto qué es?
¿Eso qué es, Bertín?
¿Qué es eso?
Una gallina en Tarifa.
(RÍEN)
Claro, por el viento, Bertín.
Por el viento.
Qué bueno.
Ese es buenísimo.
Pero esto...
No, pero esto fue verídico.
Estábamos en la playa,
tanto mi padre como yo,
y me fui muy serio para mi padre
y le digo: "Mira, papá,
una pregunta".
Es que no sabía qué hacer.
Digo: "¿Puedo jugar con tu pene?".
Y dice él: "Sí, hijo,
pero no te vayas muy lejos,
no te vayas muy lejos".
Niño, ¿qué estás contando?
(RÍEN)
Qué vergüenza de niño.
Me tienes que contar
cómo vivías tú a este de hipo...
¿Cómo se llama?
Hipocondríaco.
Hipocondríaco. (RÍE)
Un día le hago así
y le digo en el escenario,
en el escenario...
Digo: "Tienes la boquita 'doblá'".
Y hace así.
"Estás como Heidi
llamando al abuelo".
"¡Abuelo!". Igual.
"Pedro".
Y ahora se va para fuera
y le había dado...
Bueno, se quedó con un poco
menos... ¿De vitamina B?
Un aire. Lo que llaman un aire.
Un aire.
¿Te dio?
A José Mercé le dio también.
# Aire. #
Y ahora con la boca "doblá'...
Claro, yo no me callo las cosas.
Lo veo así y digo:
"Uh, tienes la boquita 'doblá'".
No tardó ni un minuto en quitarse
del escenario y dejarme solo.
Que no quería subir.
Digo: "Que no voy".
Yo con la boca así.
"Que no voy,
que vámonos para urgencias".
Vámonos para urgencias.
Al final subí.
Menos mal que subiste, si no...
De vergüenza.
Y otro día entro, porque la cosa
no se podía aguantar...
"Si tengo un pedito,
me lo tengo que tirar,
porque me ha dicho el médico
que no aguante nada".
Y ahora estamos en el escenario
y yo hacía de Rappel,
él de Rappel y yo que venía
a que me dijera el futuro.
Y el Rappel,
no te puedes hacer una idea,
era una bomba fétida.
En el escenario.
Y ahora entro con un abanico
y el primer abanico que hago así...
Me hace para fuera... ¡Bomba!
Y le digo: "Rappel, hijo,
¿qué ha pasado aquí?".
Y ahora él, colorado
como está ahora, como un tomate,
le digo:
"Oye, Rappel, tú te has peído".
Pero por el micrófono.
Digo: "¿Qué quieres que te diga?".
"¿Quieres que te hable
del futuro?".
Digo: "¿Qué futuro?
Ahora, cuando se vaya la peste,
me hablas".
(RÍE)
No te puedes hacer una idea.
Yo he pasado con este unas fatigas,
las más grandes del mundo.
Pero lo hemos pasado muy bien.
Pero nos hemos reído muchísimo
y nos seguimos riendo.
Lo importante es
que en el escenario aún nos reímos.
Disfrutamos una barbaridad.
¿Tú sabes que Ken canta
un poco por Alejandro Sanz?
Me lo ha dicho.
Ah,
pero por Alejandro no lo sabía.
Su madre por ti
y él por Alejandro Sanz.
# ¿Quién me va a entregar
# sus emociones?
# ¿Quién me va a pedir
# que nunca la abandone?
# ¿Quién me tapará esta noche
# si hace frío?
# ¿Quién me va a curar
# el corazón "partío"?
# ¿Quién llenará de primavera
# este enero
# y bajará la Luna
# para que juguemos?
# Dime, si tú te vas, dime,
# cariño mío,
# ¿quién me va a curar
# el corazón "partío"? #
(TARAREA)
Bueno, ya sabéis las reglas.
El que meta la bola,
le hace preguntas al otro.
Oh, esto ha sido discretísimo.
¿Para qué darle más fuerte
si es lo bonito?
Ahora me toca a mí.
¿Te toca a ti?
Sí, claro, me toca ahora.
Mira, te la he puesto fácil.
Así no hacemos nada.
Te la he puesto fácil.
¿La negra se puede meter?
La negra la última.
Entonces, ¿para qué vas a meterla?
Es la azul.
Ay, me cago en mi padre.
¡Oh!
¡Oh, qué cagada!
Esa pregunta a favor de nosotros.
¿Eh?
Preguntita.
Sí, pregunta vuestra.
César, ¿qué pregunta le harás tú?
Bertín, tú que eres tan guapetón,
tan eso,...
Bertín, ¿por qué te pones
los pantalones al lado del sobaco?
No.
Oye, chaval.
No, está bien.
¿Tú has dado un mitin gordo
con alguna tía alguna vez?
Con una señora, una señorita...
Que hayas dicho: "Vaya tela".
Que hayas dado un mitin,
que no lo hayas bordado.
¿Que no lo haya bordado?
(CARRASPEA)
¿Con comodín o sin comodín?
Puedes utilizar el comodín
del público si quieres.
O de la llamada.
Que llamen.
Llámala a ella.
No, no sé.
Yo, francamente,
si te digo la verdad,
no.
Ea.
¿Quién va ahora?
Me toca a mí.
No, va este.
Vosotros sois uno,
los dos contra mí.
Ah.
¿Esto es así?
¡Hala!
¡Ay!
¡Niño! Es que me ha empujado,
Bertín.
Atención.
Pregunta tuya, Bertín.
No, todavía no...
No, si no ha metido.
Le toca a él.
Esto hay que romperlo.
Si no, no vale.
No te enteras de nada.
Pero ¿qué pasa ahora?
¡Rompe ahí!
¡Dale!
¡Anda!
¡Toma, he metido una!
¿Qué es, lisa?
Sin darte cuenta. Lisa.
Lisa.
Sí, como el pescado.
Como Minnelli.
Ese pescado, vamos a ver.
Vamos a ver. Me gustaría saber...
Parecemos de nazarenos.
(RÍE) A ver.
(AMBOS) ¿Qué?
A mí me ha imitado media España.
Me gustaría saber
por qué nunca me habéis imitado.
Díselo tú.
Porque no llegamos a la altura.
¿Cómo es la vaina?
# Buenas noches, señora.
# Buenas noches, señora.
# Hasta la vista. #
Te he podido imitar.
Esa es muy buena, César.
(RÍE)
Pero no vayas a darle ahí,
no vayas a darle ahí.
Que te vas a cargar la mesa.
No, que estaba de broma, coño.
Voy yo.
Voy yo.
¿A quién le toca?
A mí.
Un momento. Un momento.
Para, que este...
Un momento, que voy.
Toma, este es tuyo.
Pero ¿a cuál le vas a tirar?
(CHISTA) Calla.
La negra está ahí.
Vaya tela.
¡Eh, eh!
Mira. (RÍE)
Pero que es mía.
Hazle pregunta.
Que es mía.
¿No ves que las mías son las lisas?
Por eso,
para preguntarte la he metido.
Bueno, vale cualquiera, vale.
Vamos a ver, Bertín.
¿Tú puedes decirme si te acuerdas
de los cumpleaños de tus hijos?
¿No te acuerdas?
No, sí, me acuerdo.
El 4 de enero.
¿Quién es?
El 2 de noviembre.
¿Quién es?
Me acuerdo el 2...
No, el 2 no, el 3 de noviembre.
La hija desde allí está diciendo:
"No, sí".
No, 3 de noviembre.
"Que no, papá".
# 7 de julio San Fermín.
# A Pamplona hemos de ir
# con la bota, con la bota.
# A Pamplona hemos de ir
# con una bota y un calcetín. #
Ahora te toca a ti.
Vale.
Venga, dale.
Tiro yo.
Tira tú.
Que no sabe... Como tú.
Es como tú.
Me los sé todos.
Sí.
Ahora...
Dale. Bertín, le puedes dar.
Le voy a dar así.
Me puedes dar a mí.
(RÍE)
¿Ahora qué pasa?
Nada, que no ha dado a la bola.
No, es que está todo fatalmente.
Te voy a decir una cosa.
Con las mujeres serás muy bueno,
en el billar...
Eres regular.
¿Esto qué es?
¿Eso qué ha sido?
Que se ha creído
que estaba en Las Vegas.
¿Eh? No, vale. Ahora le doy a esta.
Con la rayita.
A ver si no la metes.
Ah, mira.
Venga, haznos una pregunta, Bertín.
A ver, espérate un momento.
Pero si son las nuestras.
Tú tienes que meter las lisas.
¿Tú no me has metido
una lisa antes?
Pues meto las que yo quiera.
Poneos ahí, poneos ahí,
esto es un clásico.
A ver. Venga.
¡Uy!
A ver qué va a preguntar.
Vosotros,
como profesionales y artistas,
¿qué pensáis
de la canción "toa, toa, toa"
de Jesulín de Ubrique?
Mira, como profesionales que somos,
para Jesulín está muy bien.
Y más en el momento que la cantó.
En el momento que la cantó,
porque era una canción preciosa.
¿Y os la sabéis?
¿Sabríais cantarla?
# Toa, toa, toa,
# te necesito toa, toa, toa.
# Porque en un mundo sin...
# Es lo que quiero,
# que me quieras.
# Toa, toa, toa,
# te la metía... #
No, no.
(RÍE)
Así no era.
Perdón.
Nos hemos pasado.
Tú tiras poco.
Yo no tiro nunca. ¡Ay!
¡Ay!
Ay, no, ¿qué pasa ahora?
Lisa, negra.
Hay que moverla. La negra.
Casi. La verde.
¡Anda!
¡No se puede aguantar
cómo juego yo a esto!
Venga, pregunta.
Pregunta, Bertín.
Vamos a ver.
Atención, pregunta.
¿Otra vez la misma pregunta de...?
Vamos a ver.
Jorge.
Tú...
Has estado en la Policía armada.
No, armado sí.
Es verdad.
Escúchame.
Vamos a ponernos como Bertín.
De mí dicen que yo ligaba
con muchas señoras y chavalas,
pero a mí lo que me gusta de veras
son los legionarios.
¿Tú qué crees que debería hacer?
¿Te gustan los legionarios
de verdad?
Lo que me gusta más son
los defensas central
y los legionarios.
(VOZ GRAVE) Mira,
te voy a decir una cosita, Bertín.
Hay que estar en el cuerpo,
en el 5 de Alejandro Farnesio.
¡Ey!
(RÍEN)
Anda, mira.
Mira, mira.
¿Te quieres ir al carajo, César?
(CHISTA) Cuidado, que eso va ya...
Cuidadín.
Ahora tú, Bertín.
No, tira tú.
Venga, da igual la que sea.
Si no, tiro el doble que vosotros.
No sé poco yo de esto.
¿Las lisas no puedo?
No. La que quieras.
Ya da igual. Mete la que sea.
Pero, chico.
¡Eh! ¡Uy!
¡Uy! Ha sido por tu culpa.
No, párate.
¿Ahora tú vas a meter esa también?
Claro, ¿qué te crees?
Ah, una. Puedes meter otra.
Venga, puedes hacer la pregunta.
No, puedo meter otra del tirón.
Pero no creo.
¿Tú crees que no?
No.
Mira, vete a la mierda. (RÍE)
Vaya, no creo que vayas a tirar
y hagas así.
Es que no me parece lógico
que te pongas así en una partida
donde no tenemos
que echar cuenta de nada.
Aún no hemos metido ni una.
No, que le toca preguntar a él.
Pero lleváis media hora
y no habéis metido...
¡Anda!
Mira, la negra. Habéis perdido.
¡Toma, dos! (RÍE)
Anda.
Venga, vosotros preguntáis.
Pregunta ya, César.
No me gustaría quedarme
con esta duda.
¿Cuántos años tiene la parra?
¿Cuándo es el cumpleaños?
¿Cuándo es el cumpleaños
para venir a celebrarlo aquí?
Mira, idos a mamar los dos.
Os voy a decir una cosa,
me he reído un huevo,
me lo he pasado muy bien,
estoy encantado que hayáis venido,
os doy las gracias a vosotros,
a Ken, a Cesita,
a mi sobrino César y a todos.
Nosotros te damos las gracias a ti.
Muchas gracias, campeón,
como siempre.
Y un besito a Quique
y toda la familia
y a la jefa, que no la hemos visto.
Esto es el final del tramo.
Vámonos.
Vámonos, Bertín.
Vámonos, Bertín, vámonos.
Vámonos.
Venga, vámonos.
(TARAREAN)
"Así son Los Morancos de Triana,
mezcla genial
de sevillano y catalana.
De César sabía la autoría
de ese color tan especial
que tiene Sevilla,
pero no que hiciera
para Camarón una bulería
ni que en su juventud
luciera coleta
ni que un psiquiatra
le quitara la hipocondría.
De Jorge he descubierto
los tres amores de su vida:
el cine, la familia
y, por supuesto, María,
gran madre y mejor amiga.
¡Cuánta razón tiene al decir
que nunca estamos preparados
para perder a quien se quiere!
¿Y qué decir de Ken?
Menudo descubrimiento.
Por no hablar de su madre,
mi fan michiganera.
En mi próxima gira
le dedico una ranchera.
César, Jorge, Jorge, César,
tanto monta, monta tanto
uno como otro Moranco,
por supuesto juntos
y también por separado."
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