¿Te parece bonito
haberme dejarme tirada?
No sabía cómo decírselo a Chema.
Chema, me gusta tu profesora.
¿Ves qué fácil?
No me ha visto con ninguna mujer
desde que murió su madre.
No sé cómo decirle
que, por primera vez,
hay alguien que puede
ser importante en mi vida.
¡Que me dejes en paz!
¡Que me dejes en paz!
Cuatro años, Ramón.
¡Cuatro años esperándote!
Se acabó.
He dejado a mi mujer.
¿Unas llaves?
Sí.
Quiero que te sientas como en casa.
Yo, si tuviera que elegir
un lugar para vivir,
me quedaría sin dudarlo
con... Praga.
(RÍE) Joe, maja.
Perdona, me estabas hablando de...
De Praga, ¿no?
Hugo, yo creo que es mejor que,
hasta que no hables con Chema,
dejemos de vernos.
¿Quién es? ¿Cómo se llama?
Silvia.
¿La Merkel?
¿Qué quieres que haga?
Desenamorarte.
¡No!
No, esto no es
como una llave del gas,
que está abierta, llegas,
la cierras... ¡Chema!
Le he contado todo a Chema.
¿Y qué tal ha ido?
No te quiero engañar.
Bien no se lo ha tomado.
Vuelvo a casa.
Ni siquiera te vas a despedir.
¿Para decir
que no compensa lo nuestro?
El divorcio con mi mujer
me dejaría sin dinero.
Sería muchísimo peor.
Ramón se ha vuelto a su casa.
# Tenía tanto que darte,
# tantas cosas que contarte,
# tenía tanto amor
# guardado para ti.
# Tenía tanto que darte,
# tantas cosas que contarte,
# tenía tanto amor
# guardado para ti. #
(Música discotequera)
¿No?
No.
¿Tampoco?
No, tampoco.
(Se detiene la música)
Yo, sinceramente,
no sé qué es lo que quieres.
Con esta chaqueta en los 80
eras el rey de la pista.
De la pista
del circo de Ángel Cristo.
Pero ¿de dónde
has sacado esta ropa?
Me la ha regalado el padre
Francisco. ¿Algún problema?
Sí. Que no sé... No...
Hay algo que a mí...
No... No me...
No me resulta verosímil. ¡El pelo!
¿Y si te lo ahuecas un poquito?
Como el del Coche Fantástico.
No, mejor me lo cardo.
¿Qué te parece?
Y cojo dos abanicos
y canto eso de...
# ¡Ibiza, voy! ¡Marcha, voy! #
¡Ay!
Gloria, por favor.
Algo no me convence en todo esto.
No... No sé. ¡Ah, ya está!
¿Qué?
Que no es lo que falta.
Es lo que sobra. ¡Veinte años!
Ah, ¿sí?
(RÍE)
Qué graciosa eres.
Pues sabes que si a mí 20 años,
a tu clienta, 23.
Y lo sabes.
No te creas.
Julieta está estupenda.
Guapa, segura de sí misma...
Pelín pillada por los 80. Eso sí.
No me lo digas.
¿A que no ha superado aún
la muerte de Chanquete?
# Barco de Chanquete.
No, no, no, no, no.
# Barco de Chanquete...#
¿Qué versión es?
No vayas tanto al detalle, Gloria.
Mira que eres puntillosa.
Por el amor de Dios. ¡Qué más dará!
Bueno, yo qué sé.
Está claro es que Julieta
quiere volver a sus 20 primaveras.
¡A practicar el baile!
¿Qué escuchas?
Anda, Nirvana. A mí también
me gusta la música de mis viejos.
¿Tú qué haces escuchando grunge?
-No sé. A mí también me gusta.
-¡Qué fuerte!
-¿Qué?
-Nada. Que me gustas.
Tienes estilo.
-Ah, ¿sí?
-Soy Alma.
-Chema.
-Oye, qué guay tu pelo, ¿no?
¿Dónde te lo cortas?
-Mi padre, a veces,
me corta las puntas.
-Las puntas... Qué gracioso.
Oye, ¿tienes algún plan
para este finde?
-Eh...
Deberes. La Merkel está
en plan coñazo total.
-Deberes... Eres monísimo, Chema.
Hemos quedado a las 10 en Pradosur.
¿Sabes dónde está?
-Claro.
-Entonces te vienes, ¿no?
Un poquito más de brío, Hugo.
Un poquito más de brío, más de...
(Música discotequera)
A ver. Hugo, pero ¿qué haces?
¿Qué voy a hacer? Bailando.
¿Bailando?
¿A eso le llamas bailar?
Que pareces un patito de feria,
un poco "pacá", un poco "pallá".
Aver, no, Hugo, para.
¡Para! Para.
Relájate. Escucha la música.
Siente la música.
Baila, muévete. Eso es.
Eso es.
¡Eh!
Hola, mi amor.
Pero ¿qué hacéis?
Hola, mi amor.
¿Qué tal, hijo?
¿Y esa ropa?
Es...
Tu padre, que...
Que ha quedado con sus antiguos
compañeros del instituto
y han decidido ir
vestidos de su época.
¿Te gusta?
Chemi,
¿tú sabes bailar?
Pues claro.
Por favor, enséñale a tu padre,
que parece un monje tibetano
bailando salsa.
Ahí, dándolo todo.
¡Vamos!
No me lo puedo creer.
¡Ahora me lo hacen a dúo!
Esto debe de ser
una malformación genética o algo.
Pero tú qué sabrás.
Esto se baila así.
¿Verdad, Chemita?
Claro.
Oye, papá.
Dime.
Que mañana tengo una fiesta.
¿Puedo ir?
¿Estámuy lejos?
No, aquí al lado.
Pero a las once aquí,
te quiero en casa.
Vale.
Que luego me haces la tres catorce.
Gracias.
¿Esperas a alguien?
Lo has clavado.
Ay, Dios mío, que no me acordaba.
Si había quedado con... A comer.
Ah. ¿Y con quién has quedado?
Bueno, ya abro yo.
Hola, Chema. ¿Llego muy pronto?
Chema, ¿se puede saber
qué haces, hijo?
Silvia, discúlpame,
no sé qué le ocurre.
Pasa, por favor.
(TARAREA)
Chemita, ¿no vas a comer lasaña?
Es tu plato favorito, ¿no?
Por cierto,
¿cómo lo habrá adivinado Silvia?
Sí, eso, papá.
¡Cómo lo habrá adivinado!
Bueno, vale, se lo he dicho yo,
de acuerdo.
No me digas que no es un detalle
habértelo preparado.
Un poquito seca, ¿no?
Ah, se me olvidaba.
Tengo entradas para esta noche
para un estreno de cine.
He pensado que podemos ir todos.
¿Cómo...? ¿Cómo que todos?
¿Yo también?
Bueno, Hugo, Chema y yo. La verdad,
no había contado contigo.
No... Nada, nada.
Tranquila, tranquila.
Ya estoy acostumbrada a que nadie
quiera contar conmigo.
No...
Ah, por cierto,
Hugo tampoco puede ir esta noche.
Ay, esverdad.
Lo siento, Silvia, perdona.
Tengo cena de trabajo.
Lo siento.
Pero ¿no...?
¿No tenías una reunión
con los amigos del instituto?
¿Del instituto?
Claro, claro. Del instituto.
Del instituto del...
Que... Que les ibas a presentar
el negocio este...
Instituto, es verdad. El negocio.
¿Qué negocio?
Sí, te había hablado de esto.
No.
Un amigo mío. Es un crack.
Este tío es un visionario,
adelantado a su tiempo, sin duda.
Está metido en el negocio
del pollo asado,
en cinco minutos
el pollo asado en tu casa.
No, y fresco, producto fresco.
Ha sabido adelantarse y...
El primer año perdió dinero
y me llamó para llevarle el tema
de recursos humanos.
De los pollos. (RÍE)
Bueno, ¿y qué hacemos con el cine?
Chema, ¿te vienes?
¿Yo contigo? O sea, que...
Que no puedo, que he quedado con...
Con una persona.
Ah, ¿sí? ¿Con quién?
Con Alma Roldán. No la conoces.
Sí la conozco. Es de Bachillerato.
Sí.
¿Y esa quedada no será un botellón?
Ah, no, no.
Chema, si eso es así,
lo siento, pero no vas.
¡Si ya me habías dado permiso!
Bueno, vamos a ver.
Que sea un botellón está por ver.
Claro que no es un botellón.
Si Alma Roldán, seguro.
La conozco a ella y a sus amigos.
Bueno, la conocerás a ella
y a sus amigos,
pero a Chemita no le conoces.
Bueno, soy su tutora.
¿Y qué tiene que ver?
¿Todo?
Chemita no miente,
y si él dice que no es un botellón,
es que no lo es.
Discrepo contigo en esto.
Bueno, me da igual
que discrepes o no discrepes.
Además, yo creo que Chemita
ya no es un niño.
Yo creo que si no hace tonterías
y llegara a su hora,
yo creo que le deberíamos dejar ir.
Papá, te juro que vuelvo a las once.
Está bien.
Irás. Bajo tu responsabilidad.
Y, oye, escucha, lo del cine.
¿Por qué no vais juntas vosotras?
(AMBAS) ¿Nosotras?
Sí.
Padre, perdón.
Llego un poco tarde
y venía preocupado.
Al final me quedo
con la chaqueta marrón.
Sabia elección, hijo mío.
No sé si será sabia o no.
Solo espero que la clienta
no se ría de mí cuando me vea.
El resto de ropa la puede regalar
o haga lo que quiera.
Las chaquetas son mías
y se quedan en mi armario.
Hijo mío...
Reconozco que hace mucho
que no me las pongo, pero...
Y hace usted bien, siempre y cuando
no sea carnaval, claro.
Un respeto, ¿eh?
Un respeto, que yo en los 80
marcaba tendencia.
Sobre todo
cuando me subía al escenario.
¿A qué escenario se refiere?
Me refiero al escenario de Rockola.
Yo era uno de los teclistas
más solicitados de la movida.
Empecé con los sintetizadores
mucho antes que el Nacho Cano ese.
Se está usted quedando conmigo,
claro.
Hombre de poca fe.
Te vas a enterar, hombre.
Mira, mira. Dale ahí al play.
(Música discotequera)
(CANTA EN INGLÉS)
¡Pero si este es usted, padre!
Me llamaban el Kraftwerk sevillano.
Hice la gira con Olé Olé
hasta que la Marta Sánchez me echó.
¿Qué pasa? Que todo el mundo
tiene un pasado, ¡hombre!
Lo único que me pregunto
es cómo pudo usted conciliar
este mundo con este otro.
Porque he sido antes
teclista que fraile.
Gracias a Dios descubrí
que había otra movida. ¡Aleluya!
¡Aleluya! Aleluya.
Bueno, pues nada, hijo,
Cuida de esa mujer, ¿eh?
Y de mi chaqueta.
Lo haré.
Gracias, padre, muchas gracias.
Le veo bien pronto.
Venga.
Una preguntita, si puede ser.
Por curiosidad.
¿Por qué le echó a usted
Marta Sánchez? Quiero decir...
Ah, sí, sí. Anda, anda...
(Música discotequera)
Perdón, ¿Julieta?
¿Eres Enrique?
(RÍE) El mismo.
Encantada.
¿Qué tal?
No tienes pinta de periodista.
Ah, ¿no?
¿De qué tengo pinta entonces?
No lo sé.
Pero me fascina tu "look".
No sabía que se seguían llevando.
No, no. De hecho,
no se llevan, te lo aseguro.
He tenido que pelear en casa
con dos polillas en el armario.
Y al final me hecho con ella.
¿Qué quieres beber?
¿Qué tomas?
Leche de pantera.
Ah, leche de pantera. Sí.
¿Te pido una?
Bueno.
¡Camarero!
Una leche de pantera.
No, espera, espera.
(SORBE) Que sean dos.
¡Dos!
¿Estás oyendo?
¿Eh?
Es nuestra canción.
Ah.
¡Vamos!
Nuestra... ¿De quién?
Tino Casal. Le fascinaba a Darío.
¿A quién?
A Darío, mi ex.
Ah.
Bailaba así, parecido a ti.
¿Sí?
(Música de baile)
Pilla.
-Tiene alcohol.
-Hombre, qué esperas que tenga.
-Lo siento, pero paso.
Bueno, dame un trago.
-¿Qué tal, Chema?
¿Te aburrías un poquito sin mí?
-No, si aquí hay muy buen rollo.
-Sonríe, anda.
A ver...
Sonríe, ¿eh?
Es que ni un taxi, oye.
Normal.
Menudo sitio para hacer un estreno.
No sé para qué me pongo elegante.
Hombre, es una sala alternativa.
Ahora le llaman así a los garajes.
Y la película, ¿qué?
¿Alternativa también?
Porque... ¡Madre mía!
La alternativa a pegarte un tiro.
¿Tampoco te ha gustado la película?
¿A ti sí?
No me he enterado de nada.
Y esos actores
¿en qué series salen?
Bueno, mira, vamos a dejarlo.
No me digas
que tienes hora de llegar.
-No, no, no. Tampoco...
A ver, en casa me dejan
hacer lo que quiera,
pero es que hoy
tengo que estudiar.
-Prefieres estudiar
que quedarte un rato conmigo.
-Tampoco es eso.
-¡Ay!
Toma, anda. Si te quedas un rato,
te dejo que me acompañes a casa.
¿Qué te parece?
-Bueno, venga, vale.
Eres un cielo, Chema.
Vuelvo enseguida, ¿vale?
Vamos a ver. Lo único que ha pasado
hasta este momento
es que Chema
no me ha contestado el móvil.
No, y al fijo tampoco, de momento.
Bueno, vale, ni al fijo tampoco.
Pero no nos vamos a poner
histéricas por eso. No.
Puede haber sido cualquier cosa.
Yo qué sé.
Que se haya quedado dormido,
que haya perdido el autobús,
que le hayan robado la cartera,
que un grupo de forajidos
le tenga secuestrado...
¡Ay, mi niño!
Si es que te lo dije, de verdad,
pero preferías ir de tía enrollada.
Seguro que se ha quedado
sin batería, seguro. Seguro.
Madre mía, el taxi.
Pero es que
¿por qué no hay taxis por la noche?
(Música discotequera)
Guau. Siéntate.
Increíble.
Fíjate. Un reservado.
Madre mía.
Y pensar que en los 80 la gente
se morreaba en sitios como este.
Te lo juro.
Morrearse.
¡Hace cuánto
que no escuchaba esa palabra!
¿A que sí?
No sabes cómo nos morreábamos
en sitios como este Darío y yo.
Te juro que yo pensaba que estos
sitios se habían pasado de moda.
Te lo prometo.
Para nada.
Seguro que ponen una balada
de Spandau Ballet
para que nos peguemos el lote.
Que es broma, hombre.
¿Otra leche de pantera?
Pues mira, ahora me entraba
a mí mejor una sangría.
Ya.
Darío y yo siempre nos peleábamos
por los trocitos de fruta
del culo del vaso.
Ya.
Ay...
¡Era una pasada estar con Darío!
¿Hace mucho que cortaste con él?
¿Qué día es hoy?
Viernes 17.
Entonces hace treinta años
y tres días.
(Teléfono)
(Teléfono)
-¿Quién es?
-Un amigo pesado.
(Teléfono)
-¿Estás bien?
-Sí, genial.
-Bueno, pues entonces ha llegado
la hora de retirarse.
Chema, por favor, contesta.
Nada.
¿Eh? Nada, nada. ¿Y el taxi?
He llamado a uno.
Sí.
Me han jurado que en 10 minutos
tendremos uno aquí.
¿Diez minutos?
Sí.
¡En 10 minutos le puede pasar
cualquier cosa al niño!
Ay madre. Espera.
¿A quién llamas?
A su padre.
No, no.
Sí.
A ver si llega antes que nosotras.
Pero ¿cómo vas a llamar a su padre?
¿Estás loca?
Pero ¿cómo que loca?
Tendrá que saber lo qué pasa.
¿Y yo cómo quedo? Como la mala.
Como la irresponsable que le da
todos los caprichos al niño.
No, no, no, no.
Lo que eres.
Dame mi móvil.
No me da la gana.
Pero bueno.
¡Chivata!
Es que no me creo que lo único
que te importe ahora mismo
es no quedar como una metepatas.
Es que no soy una metepatas.
Bueno, a lo mejor un poco sí,
pero por tu culpa.
¿Por mi culpa?
Sí, señora.
¿Perdona?
Te lo dije desde el principio.
¿Te lo dije o no?
¿Te dije lo que iba a pasar o no?
Pero claro, que si Chema
necesita independencia
y que si a lo mejor
no es un botellón.
Bueno, ¿sabes por qué
lo he hecho? ¿Eh?
Porque hay una cosa
que se llama dignidad
y otra cosa que se llama respeto
y otra cosa que se llama...
No te metas donde no te llaman,
¿vale?
¿Que no me meta justo
en lo que yo domino?
Porque te recuerdo que yo,
aparte de la carrera de Magisterio,
tengo un máster en pedagogía
por la Universidad de Bristol.
¿Sabes dónde me meto yo
tu psicología del Bristol?
Es Pedagogía.
Bueno, me da igual.
¡Taxi! ¡Taxi!
Espera. Un momento.
¡Corra!
¡Oye!
¡Que hay una loca que me sigue!
¡Espérate!
¡Arranque!
¡No te vayas sin mí!
Oye, pero ¡devuélveme mi móvil!
Perdona, he tardado
un poquito más de la cuenta,
pero traigo algo que creo
que te va a gustar mucho.
Una rosa roja, la de la pasión.
Para ti. Una rosa blanca,
la de la amistad.
Y una rosa rosa,
por el futuro que nos espera.
Y te juro, créeme,
que no ha sido nada fácil.
Tenía tantos sentimientos
agolpados, sinceramente,
que no sabía cuál elegir.
Roja, blanca, rosa... No sabía.
Por el precio me daba, que también.
Porque había que apoquinar ahí...
El muy hijo de puta.
Ay, perdóname.
He dicho algo que no te ha gustado.
Te juro que no...
No, no, no, no, no. No es por ti,
es por el malnacido de Darío.
No he podido olvidarlo
en estos 30 años.
Incluso me casé con otro hombre,
pero no fui feliz por él.
Me divorcié a los cuatro años.
No pude olvidarle, ¿entiendes?
No pude olvidarle.
Ya, Julieta, ya, está bien.
Darío y yo nacimos el mismo día,
el mismo año, a la misma hora,
nos gustaban las mismas cosas,
nos reíamos con lo mismo.
Estábamos hechos
el uno para el otro.
Cuando cumplimos 18,
nos prometimos que 30 años más tarde
volveríamos a encontrarnos
en ese maldito parque.
¿Qué parque?
El parque en el hicimos la promesa.
Nos dijimos que,
si para entonces estábamos solos,
compartiríamos
el resto de nuestra vida.
Juntos para siempre, ¿entiendes?
¿Y fuiste a esa cita?
Sí. Yo sí que fui,
pero él no apareció.
Ya.
Por eso llamé a la agencia,
quería olvidarle con un tío,
con cualquiera, con el que fuese.
Bueno, gracias.
Gracias por lo que me toca.
No, no, no, Enrique.
Enrique, por favor...
Está bien. Es un broma.
Discúlpame.
De verdad.
Lo entiendo.
Estoy encantada de haberte conocido.
Está bien.
Aunque tú no puedas decir
lo mismo conmigo.
No, yo sí puedo decir lo mismo.
Puedo decir lo mismo y mucho más.
Ha sido un placer,
está siendo un placer
y te aseguro que estoy pasando
una de las noches
más felices de mi vida. Créeme.
¡Taxi!
¿Vienes?
-No, mejor, no.
Si, además, aquí vivo...
Vivo aquí al la...
Vivo aquí al lado.
-Bueno, como quieras.
¡Ay! Me acabo de acordar
de que no tengo dinero.
-Bueno, espera.
A lo mejor tengo yo algo aquí.
-Gracias. Mañana te lo devuelvo.
-No, no hace falta. Tranquila.
-Chema, quiero que sepas
que eres un tío genial
y que me lo paso superbién contigo.
Gracias. Hasta luego.
-Adiós.
Sube.
Sí.
Eso sí, cuidado.
Cuidado con el techo.
¡No! No te des.
No te des, que con la carga
que llevas, no sé...
Ay.
No sé yo. Ahí.
Ay.
Ponte el cinturón.
Sí.
No sea que pase algo.
Sí, gracias.
Con los pocos puntos que tengo.
¡Para qué quiero más!
Menuda "tajá" llevas, maja.
Enrique.
En... Enrique.
Est... Estás...
Estás... No, no. Has tirado...
No, has sacado el carrete entero.
No hace falta.
Es que no va.
Espera. Ya, ya. ¡Ay!
Perdona... ¡Ay! Perdona.
No, no, no, no.
Está bien.
Te has llevado un poco.
Está bien. Va.
Qué bueno eres, Enrique.
Honesto, solo.
Solo honesto.
No, yo... Yo...
Yo te quiero mucho, de verdad, ¿eh?
Pero es que eres superbuén tío.
No, no, de corazón te lo digo.
Que lo sé,
Julieta. Ya verás cómo
al final va a salir todo bien,
¿vale?
Sí.
Y ahora baja la ventanilla,
saca la cabeza
y verás como te despejas un poco.
Confía en mí.
Vale.
¿Dónde te llevo?
Eh...
Calle Torija, 10.
Torija, 10.
Sí.
Muy bien. Pues andando.
¿Veinticuatro horas?
¿Que tengo que esperar 24 horas
para denunciar su desaparición?
Pero ¿eso quién lo dice?
¿El ministro?
(Timbre)
Mire, mire, déjelo, déjelo,
parece que el chico ya ha vuelto.
Sí, sí.
Retiro la denuncia.
Caso resuelto, ¿eh?
Y no gracias a usted.
Buenas noches.
Y encima se deja las llaves.
Si es que...
¿Qué haces aquí?
Hombre, a verte a ti no he venido.
No.
Ay... No me toques.
¿Dónde está Chema?
¿Se sabe algo ya?
Está durmiendo.
Y encima va y me miente.
No, no.
No me toques.
Que está durmiendo.
¿Quieres irte?
Que le vas a despertar.
Gloria, te he oído hablar
con la policía detrás de la puerta.
Déjame.
Bueno, vale.
No está, ¿contenta?
¿A qué has venido?
¿A decirme "te lo dije"?
Te lo dije.
(IMITA A SILVIA) Te lo dije.
¿Y qué hacemos ahora?
Ay...
No sé. Devuélveme el móvil,
de momento. Venga.
No irás a llamar a Hugo, ¿verdad?
No.
Voy a llamar a la tutora de Alma
para ver si me da su teléfono.
Dámelo.
Eso...
Eso es exactamente lo que te iba
a decir que teníamos que hacer.
Tengo que estar en todo, de verdad.
Está bien.
Está bien. Está bien.
Está bien, yo te ayudo.
No te vayas... Cuidado.
Ay... Aquí.
Va. Cuidado.
Ahí, deja.
Ahí está bien.
Cuidado, un escalón.
Está bien. Aquí hay otro, bien.
¿Las llaves?
¿Las llaves en el bolso?
(Timbre)
¡Abre! ¡Abre!
¡Abre!
¿A quién llamas?
¿No me habías dicho
que vivías sola?
(TELEFONILLO) ¿Quién es?
Es él. Es Darío.
¿Estás segura?
Sí.
(TELEFONILLO) ¡Hola!
¿Quién coño llama a estas horas?
-Es la casa de Darío.
Hicimos el amor por primera vez.
Estoy muy emocionada.
¡Darío, sal! ¡Sal, amor mío!
Dime por qué no viniste
a nuestra cita del parque.
Sal de una vez, amor mío.
Ha cortado. Ha cortado. No, no, no.
No le habrá gustado ni un pe...
No, no, no insistas.
Julieta, Julieta.
¡Abre!
¿Estáis locos o qué?
Hey, hey, hey, hey, Julieta.
¡Como volváis a molestar,
llamo a la policía!
-Él... Él no es Darío.
-Venga, cariño.
Vuélvete a la cama, anda.
-¡Darío! ¡Darío, mi amor! ¡Sal!
¡Sal, Darío!
Julieta. Julieta, por favor.
Por favor, te pido un poquito
de discreción, por favor.
Que salen los vecinos y nos meten
un palizón que nos avían vivos.
¡Uh, uh!
¡Espera, espera!
¿Qué haces tú aquí?
No... Es... Es un error.
Nos hemos equivocado de dirección,
te lo aseguro.
La... La culpa de todo esto
la tiene la leche de pantera.
Que no. No ha habido ningún error.
¿Eh?
Darío y yo hicimos el amor
en todos los rincones de esta casa.
-Lárgate. No quiero verte nunca más.
-¡Uy! Pero ¿tú qué dices?
Esta es la casa de Darío.
-Esta es ahora mi casa.
¿Entendido, Julieta?
-¿Me conoces? Me conoce.
Se conoce.
Sí. Te conozco muy bien.
Diez años tuve que aguantar a Darío
comparándome contigo a todas horas.
A Julieta le encantaba este grupo,
Julieta hacía esto y lo otro...
¿Y ahora tengo que ver tu numerito?
-¿Dónde...? ¿Don...?
¿Dónde está Darío?
-Tenía muchas ganas de verte
a la cara para decirte que tú,
tú, te cargaste mi matrimonio.
Por ti Darío nunca llegó a quererme.
Señora, si es posible,
que no le pido
que haga un esfuerzo absurdo
porque si no lo sabe,
no me lo puede decir,
pero, si lo sabe,
sí le pido, por favor,
cualquier dato
de dónde pueda parar Darío.
Hace mucho tiempo
que ya no sé nada de él.
No, un dato. No te digo yo...
Lo que no tiene sentido
es que yo contrate
al perro de la gorra y la lupa
para buscarle.
No tiene sentido. Ya no por mí.
Ella está al borde del abismo.
Julieta, llegas diez años tarde.
Hasta luego, guapa.
¡Eh! ¡Eh! Va, va, va, va...
Julieta...
Sí.
Vale. Muchas gracias.
Y siento mucho haberte molestado
a estas horas, ¿eh?
¿Qué?
Era un amigo de Alma.
Que él los dejó a las 12.
A Chema y a Alma.
Y que no sabe nada más.
¡Si es un niño! ¿Qué va a hacer
con esa chica a estas horas?
No sé.
(Puerta)
Esto es cosa mía.
Chema, ¿eres tú?
Sí, soy yo.
Vale.
Voypara allá.
¿Y qué le digo?
Porque algo habrá que decirle, ¿no?
¿Me lo preguntas a mí?
¿A la pesadísima?
Vale. Muchas gracias, ¿eh?
Ya me invento yo algo.
Espera.
No le digas nada.
Deja que se explique él antes.
Vale.
Buenas noches.
Chema, son casi
las dos de la mañana,
no coges el teléfono.
¿No tienes nada que decir?
Te lo dije.
Se ha explicado.
(VOMITA)
Alto y claro.
(VOMITA)
-Mira, yo lo siento
por esa mujer, ¿eh?
Pero es que saber que él pensó en mí
durante todos esos años me...
Porque había mucha gente que decía
que yo estaba loca. Que deliraba.
Ya.
Pero no.No.
Y me alegro. Me alegro.
Créeme que me alegro.
Pero lo mejor que puedo hacer
es llevarte a casa.
No, espera.
Y si no me olvidó, ¿por qué
no acudió a la cita del parque?
Me temo que esa respuesta
solo te la pueda dar él.
Y si estás tan interesada en Darío,
tendrás que buscarle.
No, Enrique.
Tendríamos que buscarle juntos.
¿Juntos?
Sí.
Tú tienes más recursos.
Eres periodista.
¿Eh? ¡Ah! Sí.
Sí, deportivo. Cuidado.
Lo digo porque...
Bueno, fijo que tienes
contactos en la policía.
Hum... Sí.
Sí, pero no soy yo demasiado de...
Así, hablar en la intimidad
con la gente de sucesos.
Así como para decir:
"Oye, ¿dónde para Darío?"
Jo, Enrique, por favor.
Tú eres la única persona
que puede ayudarme.
Por favor.
Por favor.
Y ahora tenemos que decírselo
a Hugo sí o sí.
Pero ¿qué dices?
Que sí.
¿Qué quieres?
¿Que Chema deje de confiar en mí?
¿O que Hugo deje de confiar en mí?
Ni hablar, no.
Chis, calla.
¡Chema! ¿Cómo estás?
Ahora lo único que tengo es sueño.
Ay, mi amor.
Pues inmediatamente a la cama,
mi vida.
Venga. Hala. Siéntate.
(CARRASPEA)
¿Y ahora qué?
Digo yo que algo
tendrás que decirle.
Pero, vamos a ver, ¿no estás viendo
que no es el momento?
¿No lo estás viendo?
O tú o Hugo.
Bueno, vale. Hablo con él.
Chemi.
Tú sabes que lo que has hecho
no está bien, ¿verdad?
Me has dado un susto de muerte.
Que casi me da un infarto.
Ya, ya lo sé, de verdad,
pero no sé lo qué me ha pasado.
Ay, bueno.
Lo importante es
que estás bien. ¿EH?
Gracias, tita.
¿Se lo vas a decir a papá?
¿Para qué se lo vamos a decir?
¿Para que se preocupe
sin motivos? No.
Pero me prometes
que esto no lo vuelves a repetir.
Te lo prometo.
Vale.
Tú no te preocupes,
que esto se queda entre nosotros.
Dame un beso.
(Portazo)
Hueles fatal.
Es Hugo.
¿Hugo?
A la ca...
Métete dentro de la cama.
Pero si estoy vestido.
Da igual.
Por favor. Venga, métete.
Y date la vuelta,
que hueles a alcantarilla.
Vamos.
(RÍE)
(RÍE)
¡Silvia!
Sí.
¿Qué haces aquí?
Pues...
A Gloria y a mí nos ha gustado
tanto la película
que hemos decidido
venir y hacer un cinefórum,
¿verdad, Gloria?
Sí. Ha sido una película
muy, muy, muy alternativa.
¿Alternativa?
Sí.
Cariño, ¿y este... conjunto?
¿Esto? ¿Te gusta?
Bueno, pues...
Si te gusta a ti y estás cómodo
con ello, pues adelante.
¿Y Chema?
Durmiendo, como un bebé.
Sí.
Pero como un bebé.
Ha llegado a su hora, ¿no?
Como un clavo.
Muy bien. ¿Qué te dije?
Gloria tenía razón.
Chema es un chaval
hiperresponsable.
¿Ves?
Le voy a echar un vistazo.
Eso, corre, corre, ve.
Bueno, pero no te acerques mucho.
A ver si le vas a despertar.
(RÍE)
Mira, ya está...
Ni se te ocurra decir
una palabra, ¿entendido?
Por el bien todos.
Será bien para ti.
Lo correcto es decir la verdad.
Ni una palabra.
Por favor te lo pido.
Ni una palabra, chivata.
Chis.
¿Qué os he dicho?
Pobrecito, está durmiendo
como un angelito.
¿Ves? ¿Ves?
Está roqui, roqueta.
Pues yo me voy ya,
porque tengo que madrugar
y es tardísimo.
¿Nos vemos mañana?
Vale.
De acuerdo. Te acompaño.
Gloria,
ha sido una noche inolvidable.
Sí.
Inolvidable. Ni que lo digas.
Bueno, ¿qué? ¿Qué tal todo?
A las mil maravillas, ¿no?
Uy...
No lo sabes tú bien.
¿Y con Silvia?
Lo sabía.
Digo:
"En cuanto las presente, íntimas".
Sí. Uña y carne, ¿eh?
Ay...
¿Y tú?
¿Yo qué?
Con la ochentera, ¿qué tal?
Ni me la nombres.
Horrible, me ha hecho pasar
una noche infernal.
Está como una regadera.
Pero como una regadera.
Que si tiene un momento vital
superangustioso,
que si tal, que si cual...
¡Horrible!
Al final tendremos que ayudarla
y, si no, al tiempo.
¿Quién tiene que ayudarla?
Nosotros. Gloria.
¿Quién si no?
Por favor.
Que parecemos una ONG.
Vamos a tener
que subir las tarifas.
Tú, de momento,
quédate con este nombre:
Darío Montalbán,
que es el verdadero hombre
de su vida. Anota.
He encontrado tres Daríos
Montalbanes en redes sociales.
Tres.
Tres.
¿Y qué les has puesto?
Les he puesto:
"Hola, soy Gloria,
amiga de Julieta Martín.
Si eres Darío, que fue novio suyo,
contacta conmigo,
que te está buscando".
No. No, no, no, no. Muy obvio.
No. No sé. No... Chispa. Algo.
¿Y qué querías que pusiera?
Yo qué sé.
¿Un auto sacramental? Vamos a ver.
¿Te ha contestado alguno?
Sí, me han contestado dos.
¿Y?
A ver, este.
Mira, ven.
A ver.
"Yo te quiero a ti, pibonazo,
estés donde estés". (RÍE)
Me ha subido un poquito el ánimo.
Ese te ha molado.
Y el otro...
El otro contesta:
"No te conozco ni a ti
ni a tu amiga. No me persigáis".
Va, un paranoico... Borrado.
Eso, eso, tú haciendo amigos.
Hala.
¿Y el tercero?
Y el tercero, nada.
No contesta nada.
Si se quiere hacer el loco,
yo creo que este es nuestro Darío.
¿Eh?A ver...
No pone fotos, ¿vale?
Y lo único que aparece es
la dirección de una fontanería.
Fontanería...
Fontanería.
Eh... Disculpe.
¿Darío Moltalbán?
¿De parte de quién?
Perdóneme, no me he presentado.
Me llamo Enrique.
No, no, no me conoce de nada.
Eh... ¿Qué quiere?
Julieta Martín
¿Cómo?
(RÍE) Lo siento.
A ver. Es... Es complicado para mí.
Lo que le voy a contar
sé que es muy fuerte.
A veces el pasado llama
a nuestra puerta, ¿de acuerdo?
Toc, toc, toc. Y...
Y hay que abrir esa puerta. Créame.
Julieta Martín
aún le echa de menos,
después de tanto tiempo,
y lo está pasando muy mal.
Le está buscando.
No sé. Quizá sea el momento
de abrir esa puerta, ¿qué dice?
¡Darío!
Te buscan.
-¿Quién es?
-Eh... No sé.
Uno de la puerta del pasado, ¿no?
-¿Qué dices del pasado?
¿En qué puedo ayudarle?
-Tranquilo.
En nada serán tus colegas.
-¿Tú crees?
-Claro que lo creo.
Si le caes genial a todo el mundo.
-Te he grabado aquí las canciones
de ese grupo que te gusta tanto.
-Joder, qué guay,
pero no tengo reproductor.
-Habérmelas mandado por Internet.
-Bueno, da igual. Toma el mío.
Si tengo uno con más memoria.
-¿En serio?
Jolín, Chema, de verdad,
qué enrollado eres.
Bueno, mira, a mí me han regalado
este videojuego.
¿lo conoces?
-Sí, es el nuevo...
-Sí, puedes quedártelo si quieres.
Se me ha roto la consola
y mi madre no me da dinero.
-Pero ¿cuánto cuesta el arreglo?
-Ochenta pavos.
Pero vamos a cambiar de tema,
que me entra el bajonazo.
-Da igual. Te dejo yo mi consola
mientras se te arregla la tuya.
-No. No, no, ni de coña.
De verdad.
-Que sí.
Además, la mía está muy sobada.
¿Vais a estar aquí esta tarde?
-Sí.
-Pues te la traigo
y me cuentas qué tal el juego.
-¿En serio?
-Bueno, venga, vale, pero...
Pero prométeme una cosa.
Que iremos a mi casa
a jugar un día, ¿vale?
-Venga, vale. Estaría muy guay.
-Muy guay.
-Joder, la verdad es
que no puedo recordar exactamente
por qué lo dejamos Julieta y yo.
Yo creo que nos fue tan bien
ese primer amor
que pensamos que de ahí en adelante
todo iba a ser igual de fácil.
Hablamos de cortar, de ver
a otra gente, de experimentar...
Pero nos hicimos la promesa:
dentro de 30 años nos volveríamos
a encontrar en el mismo parque.
Una cosa muy romántica.
Cosas de críos.
Parece que Julieta se tomó
esa promesa muy en serio, ¿no?
Yo también me la tomé muy en serio.
¿Y por qué no fuiste
entonces a la cita?
Pero claro que fui.
Y allí estaba ella,
más guapa que nunca.
Se me puso el vello de punta.
Una hora entera esperó la pobre.
Perdóname, no lo entiendo.
La tienes delante,
¿y eres incapaz de decirle nada?
Ya te lo he dicho, cosas de críos.
Ya, serán cosas de críos,
pero lo cierto es
que no habéis dejado de pensar
el uno en el otro durante 30 años.
Ni un solo día.
También pensaba que me iba
a ir genial en la vida,
que iba a acabar ingeniería,
que sería rico
o que físicamente estaría igual,
igual de joven,
igual de delgado, sin gafas
y con pelo,
porque yo antes tenía pelo.
Soy idiota.
Iba pensando, te lo juro:
"Ojalá esté tan cascada como yo".
Eso me hubiera aliviado.
Y está más guapa que nunca.
Ya la has visto.
Por cierto, Enrique,
¿por qué te tomas
tanto interés en todo esto?
Bueno. Julieta es mi amiga
y la verdad es que necesita verte.
Demasiado tarde.
Estás buscando a Chema, ¿no?
Sí.
Pues no ha venido en todo el día.
¿Cómo?
Ha estado de pellas
con Alma y sus amigos,
en un parque,
dando caladas a un cigarro,
escuchando música...
De cachondeo, vamos.
Venga ya.
Le tienes entre ceja y ceja.
Gloria, yo me preocupo por él.
Puedes ser borde conmigo,
pero no seas injusta.
Pues no te inventes cosas.
Lo he visto con mis propios ojos.
Alma le tiene comida
la moral a Chema.
Le hace regalos, le deja dinero
y hoy le va a dar su consola.
Y cuando se la dé,
no la va a volver a ver.
No sabes cómo
se las gasta esa chica.
Que no es al primero al que engaña.
Siento mucho decirte esto, pero...
¡Mira!
Como vuelvas a decir "te lo dije",
te tragas el bolso.
Y esta Alma se va a enterar.
Ah, por cierto,
estuve hablando
con mis compañeros de sucesos
sobre el paradero
de Darío Montalbán.
Nada, como si de repente
la tierra se lo hubiera tragado.
Será que nuestro tiempo pasó.
Que el destino no quiere
volver a juntarnos, ¿no?
No, bueno,
eso nunca se sabe realmente.
Ay, permíteme
ir al baño un momento.
Tengo que...
Sí. Al fondo, a la derecha.
Hola, Chemita.
Tía, qué susto me has dado.
¿Adónde vas con la consola?
Eh... A ningún lado.
Es que se ha roto
y la voy a llevar a arreglar.
Bueno, pues ya la llevo yo, si eso.
De hecho, te pago la reparación.
Que hace mucho
que no tengo detallitos.
Que no, que no.
Que no hace falta, está en garantía.
Bueno, pues nada.
Eh, eh, chis, Chemi.
¿Tú has fumado?
¿Qué dices? Anda, qué asco.
Chema, tú sabes que yo
lo entiendo todo, ¿verdad?
Que a mí no me tienes que mentir.
Que lo que me cuentes a mí
aquí se queda. ¿Lo sabes, no?
Sí, sí, sí, claro.
¿Quién no ha mentido alguna vez?
¿Quién no se ha fumado
un cigarrito a escondidas?
O... No sé ¿Quién no...?
¿Quién no ha hecho pellas?
¿Por qué me dices eso?
No, no, por nada, por nada.
Es un ejemplo tonto.
Es que me has tenido
muy preocupada esta semana.
Yo solo quiero
que confíes en mí, ¿vale?
Que yo quiero... Quiero ayudarte,
y no castigarte.
Vale.
¿Entiendes?
Vale, tita.
¿Entiendes
lo que te estoy diciendo?
Cierran la tienda, me tengo que ir.
Bueno.
Enrique, ¿estás bien?
Es que he oído como un ruido.
Eh... Sí. Estoy bien.
¿Sí?
Un pequeño accidente laboral.
No sé si hay daños a terceros,
pero tengo el seguro en toda regla.
Pero ¿qué te ha pasado?
¿Eh?
Que qué ha pasado.
Nada.
Que o que parecía ser
un pequeño movimiento sísmico
al final ha sido
un terremoto en toda regla.
Con derrumbamiento
de montaña incluido.
No sé si me explico.
Sí, sí, sí. Perfectamente.
Ya.
No... No te preocupes,
que son cosas que pasan.
Cuidado,
cuidado con pensar a la ligera,
y con esto
no me quiero apuntar tantos.
Para encontrar algo así hay que dar
tres vueltas a la provincia.
O sea, esto es prácticamente
una obra de arte.
Te lo digo. O sea,
el embozamiento es absoluto.
Claro, ¿qué pasa? Que estamos
relajados con tema cocido,
lanzar ajo, la gallineja
y luego vienen los "ayayays"
y los "madremías".
Eso sí que te lo... Te lo digo.
Tranquilo, yo llamo a alguien y...
No, no, no, no, no.
Lo último que debes hacer.
Eso ya te...
O sea, no puedes llamar
al servicio de fontanería.
Llamo yo, que cuando te vean:
"Muy rubia, muy rubia,
pero ha embozado
su cañería y la de la comunidad".
Llamo yo.
Bueno, no hace falta, Enrique...
Sí, sí hace falta.
He embozado yo, llamo yo.
Si hubieras embozado tú,
no te diría...
Llamaría yo también,
pero sería otra situación.
Tienes mala cara.
Se te ve aquí un poco...
¿Sí?
Bueno,
nada que no se arregle
con un poquito de pimentón.
Pero está bien. Sí, bueno,
maquillaje, ya me entiendes.
¿Servicio de fontanería?
Sí. Es de 24 horas, ¿verdad?
Tenemos un pequeño gran problema.
En casa, sí.
Hola, bonita.
Hola.
¿Sabes quién soy yo?
Soy la tía de Chema.
¿No te ha hablado nunca de mí?
No.
Ah... Bueno, mejor, mejor.
Seguramente te hubiera dicho
que estoy un poquito loca.
Que a veces se me va la cabeza
y que puedo llegar a ser peligrosa.
Pues no tienes pinta de peligrosa.
No, me estoy conteniendo,
me estoy conteniendo.
Mira, vamos a hablar
un segundito tú y yo, bonita.
Quiero que dejes
en paz a mi sobrino.
Devuélvele todas las cosas
que le has quitado engatusándole.
Yo no he engatusado a nadie.
Me las da porque quiere,
tenemos buen rollo.
Pues yo también tengo
buen rollo con él.
Por eso le he regalado el MP3
y por eso su padre se ha deslomado
para comprarle esta consola.
Así que te lo voy a repetir
por última vez:
deja en paz a mi sobrino.
Chema es mayorcito.
Que me lo pida él.
Y tú también eres mayorcita.
Y fíjate tú por dónde que yo
soy más mayorcita que tú
y con más recursos.
Así que si yo cojo el teléfono
y llamo a tu instituto,
¡zas! Te echan.
Venga, que sí, que me dejes en paz.
Mira, bonita. Mira, bonita.
Pero ¿qué haces?
¿Qué haces? ¿Estás loca?
Estoy loca, si ya te lo he dicho.
Que sí, que sí, que sí.
Que se lo voy a devolver todo,
tranquila.
Y esta conversación entre
nosotras dos no ha pasado nunca.
Buenas tardes.
Lara, mamá tiene solo
dos hijas, tú y yo.
Y yo tengo que atenderla
porque tú siempre te escaqueas.
(Timbre)
Voy yo, tranquila. Es el fontanero.
Gracias.
Vale.
¡Hombre!
¡Qué casualidad!
Casualidad, destino...
La verdad es que uno se hace
tantas preguntas...
Sí y yo ahora mismo
me estoy preguntado
dónde está la avería.
Aquí, en la cisterna.
Una pequeña avería.
La arreglará rápido.
A ver cómo está el enfermo.
Adelante.
(TITUBEA) Bueno.
Julieta. Perdona,
acaba de llegar el fontanero.
Le puedes atender tú, ¿por favor?
Es tu casa, mejor que lo hagas tú.
Clara, un momentito.
Es que ahora no puedo, estoy con...
Va, es urgente.
Muy urgente, de verdad.
Tiene mucha prisa. Confía en mí.
Que empiece. Que empiece.
Pero pasa, pasa.
¿Pero qué pasa?
¿Qué pasa? Que pases.
(RÍE)
¿Qué? ¿Qué me dices?
Que está todo hecho un asco.
No. Me refiero al fontanero.
¿Qué le pasa al fontanero?
¿No te suena?
No. ¿De qué me va a sonar?
Clara...
Faltaban herramientas. Ya.
¿Has traído el desollador?
Sí.
Julieta, perdona,
tienes que hablar con el fontanero.
¿De qué?
Nada, que se ha vuelto loco
con el tema facturas.
Se ha venido arriba.
Se lo tienes que decir.
Es que esta gente siempre igual.
Ni se os ocurra hacerme la jugarreta
y colarme materiales,
desplazamientos y demás
para luego clavarme.
¡Ojito!
Perdona
Clara, ¿estás llorando?
¿Y ahora qué te pasa?
-Me tengo que ir.
¡Darío!
Darío. Por favor, no te marches.
No me puedes hacer esto.
El que no me puedes hacer esto
eres tú a mí.
Y no me vuelvas a llamar nunca.
Gutiérrez, recoge, que nos vamos.
-¿Se ha ido?
Sí.
¿Sin arreglarlo?
Me temo que sí.
No te preocupes.
Llamo a otro y listo.
Estos tíos son todos iguales.
Bueno, iguales, iguales...
No sé yo.
¿Lo puede creer, padre?
Le miró fijamente a los ojos
y no lo reconoció.
Se dio media vuelta y se fue.
El pobre
engordó unos cuantos kilos,
perdió el pelo
y ella ni se acuerda.
Es comprensible. Está en la Biblia.
¿Cómo en la Biblia?
¿Se habla
de las apariencias físicas?
¡Por supuesto! Y a mucha honra.
Mira, la iglesia tiene
tres pilares fundamentales,
que son la caridad,
el perdón y la buena presencia.
Date cuenta de que nuestras figuras
son gente "top".
Bien parecidos, melenas largas,
barbas frondosas
y mirada penetrante. Fíjate.
Mira. Mira. El Arcángel.
Mira, mira, mira, mira.
Imponente.
Cierto.
La imagen lo es todo.
Por eso a nosotros nos gustan
los púlpitos, los coros,
los órganos, el novio de frac,
la novia de blanco, el chachachá.
¿El chachachá, padre?
(TARAREA LA MARCHA NUPCIAL)
Espectáculo, Huguito. Espectáculo.
Es usted único.
Es usted único, padre.
Y te imaginas a mí en el centro,
vestido con una túnica
blanca, fucsia, morado, dorado...
Nosotros no le hacemos
feos a los colores.
Y el novio, bien iluminado.
Con velas, las vidrieras, la música
la emoción, las lágrimas...
Che, che, che.
Eche el freno, padre,
que se me viene arriba
con el tema de la boda
y a ver dónde acabamos.
Pero ¿qué boda, hijo?
Puesta en escena.
Eso es lo fundamental,
puesta en escena.
Puesta en escena.
Toma, aquí está
todo lo que me diste.
-Si no hace falta
que me lo devuelvas.
-No, no. Sí, claro que hace falta.
-A ver, ¿ha pasado algo?
-Pues mira,
ha pasado que conmigo la has cagado.
Eres un niñato escondido
bajo las faldas de una tía.
-¿De qué estás hablando?
-Venga, no te hagas el idiota.
Si tienes que decirme algo,
me lo dices a la cara,
no mandes a una chunga
que me quiera echar del instituto.
-Un momento,
¿quién te va a echar delinstituto?
Alma, por favor, espera.
-No.
No vuelvas a pronunciar mi nombre.
Para mí ya no existes.
¡Pringado!
-¿Podemos hablar?
Claro, Chema, dime. ¿Te pasa algo?
¿Que qué pasa?
Quiero que dejes
de meterte en mi vida.
A ver, Chema, si estás molesto
porque tu padre y yo salimos...
La verdad, sí, pero no hablo de eso,
sino de amenazar a amigas
con echarles del instituto.
¿Cómo?
De ridiculizarme y joderme la vida.
No eres mi madre, ¿te queda claro?
Clarísimo, pero dos cosas.
Primero, no sé
de qué me estás hablando
yo no he hablado con tus amigas,
y supongo que te refieres a Alma.
Y, segundo, no vuelvas a hablarme
en ese tono nunca más.
¿Qué pasa,
que me lo tengo que creer?
Ella tiene razón, Chema.
No tiene nada que ver. He sido yo.
¿Tú por qué, tía?
No tenías derecho
Bueno, tú tampoco tenías derecho
a fumarte las clases,
ni a fumar cigarrillos,
ni a mentirnos, Chema.
¿Y qué hago? ¿Decir la verdad?
No me dejáis hacer nada.
Y no soy un crío.
Bueno, pues deja de comportarte
como uno y habla con nosotros.
Todos queremos lo mejor para ti,
¿entiendes? Todos.
Pues no... No lo parece.
Se le pasará.
Ay... Sí.
En cuanto aparezca otra.
Probablemente.
Y, mientras tanto, estoy yo aquí
para vigilar que ninguna mujer
hiera a los hombres de mi familia.
¿Queda claro?
Nítido.
Pues eso.
Tonta.
Bueno, Chemita, cuéntanos algo.
¿Qué tal el instituto hoy, qué tal?
¿Te ha contado algo, Silvia?
No, ¿por qué? ¿Ha pasado algo?
No.
Bueno, Juan.
Es un payaso y ha acabado
en el despacho del director.
Pero eso en Juan es previsible.
O sea, que no me extraña.
Eh... Por cierto,
os tenemos que contar una cosa.
Mañana Silvia y yo nos vamos a ir
a la Sierra a pasar el día juntos.
¿Mañana?
Ajá. ¿Por?
Mañana tenemos el partido de futbito
y nos tienes que llevar.
¿Y no hay otro padre que os pueda
llevar? Tengo que ser yo.
No, ninguno puede y, además,
ya dije que nos llevabas tú.
Pero, vamos, que si no puedes,
nos buscamos nosotros la vida.
Gloria,
¿no les podrías acompañar tú?
No, no puedo. Lo siento.
Tengo que llevar
el coche al taller.
¿Otra vez?
Ajá. Lo de siempre.
Hugo, no te preocupes.
Podemos ir otro fin de semana.
Si no puede ser, no puede ser.
¿Por qué? Si lo teníamos planeado.
No te agobies.
Me voy a marchar.
¿Por qué?
Estoy agotada.
Pero ¿por qué? ¿Seguro?
Sí.
Espera, te acompaño.
Buenas noches.
(AMBOS) Buenas noches.
Chemi,
no te habrás inventado
que nadie os puede llevar, ¿verdad?
No... No, no, tita, de verdad.
-¿Sí?
¿Darío Montalbán, el fontanero?
Sí, soy yo.
Bien, mire.
Soy el encargado
de La bola de cristal.
¿El programa?
Pero si lo habían quitado.
Es de cuando echaban
"Los picapiedra", era yo niño.
No, no, hombre, no.
Del programa, no.
De la discoteca, esa que está
en el barrio de La Estrella.
Y es que hemos tenido
una avería de fontanería
en el baño, pero tremenda. Eh...
Estalló y está todo inundado.
Fíjese qué papeleta, vamos.
Es que me pilla
un poco retirado de mi zona.
Llame a un fontanero de su barrio.
Es que... (TITUBEA)
Es que ha estallado
la tubería general de la barriada
y hay tantas emergencias
que nadie contesta.
Usted ha sido el único
que me lo ha cogido.
Por favor, hágase cargo de esto,
por favor.
Bueno, venga, iré.
Pues que Dios se lo pague, ¿eh?
Dios no, amigo.
Me lo pagar usted y además, caro,
así que váyase preparando.
Por aquí, por aquí.
Sí. Se ve un poco
anticuado esto, ¿eh?
Eh, cuidadito,
que esto es un templo.
Es el último santuario
de la movida, hijo.
Qué digo... Tronco.
Pues el santuario está seco.
¿No decía que se había inundado?
Por... Por... Porque este...
Es que no... No es aquí el sitio.
Verás. Ahora...
Ahora te explico. Ven.
Lo que necesito es un poco más
de luz porque yo para trabajar...
Que parece las Cuevas de Altamira.
¿Qué le pasa a la luz? ¿No te mola?
Hombre es la mítica luz roja,
azul y blanca de la movida.
Vamos, más de los 80, imposible.
No, sí, sí, si la luz me encanta.
Digo que es escasa.
De hecho me recuerda
a los garitos de mi época.
Me apetece hasta pedirme
un mini de agua de Valencia.
Pero estamos a lo que estamos.
Tú eres de los míos, ¿eh?
¡Te mataré!
Pero ¿qué dice?
Hombre, con mis zapatos de claqué,
Siniestro total.
Y bailaré sobre tu tumba.
Sí.
Jodé, me había usted asustado.
Me cae usted muy bien.
Muchas gracias.
Voy a hacerle un regalito.
Déjeme esto. Un momentito.
No es necesario.
Vale con el desplazamiento.
Es un momentito.
Sobre todo es por la talla.
A ver qué tal.
Pruébese esta chaqueta. Sí, sí. Sí.
Hombre.
A ver. ¿Qué tal?
Yo suelo cobrar en metálico...
¿Qué tal? Increíble.
¿Y esas gafas? Anda.
¿Qué les pasan?
Están empañadas. A ver.
Se las voy a limpiar.
Pero, oiga...
Quédese ahí.
Dese prisa,
que no veo un carajo sin gafas.
Sí, sí, sí, sí, sí. Sí, sí.
¿Sí?
Uf... Pues no sé.
Tranquila,
que ya falta poco, ¿vale?
¿Me puedes decir qué está pasando?
Uy, uy... Te puedo decir...
Qué impaciente eres. Por Dios.
Tranquila. Estamos llegando ya.
Un momento.
Pero ¿para qué me traes aquí
otra vez y a estas horas?
Mira.
¿Qué?
Allí.
El tipo de la barra, ¿te suena?
¡Darío!
Darío, ¿eres tú?
-Sí, soy yo.
-Pero... Cómo te he echado de menos.
-Yo a ti, también.
-¡Ay!
(Disco rayado)
-(AMBOS) Un, dos tres, cua.
(Música discotequera)
# Hace tiempo que vive en un cuento
# del cual no quiere salir.
# Encantada, duerme con la almohada
# y se olvidó de reír.
# Dicen que es la bruja
con tacón de aguja,
# aliada de Lucifer.
# Cuentan que era estrella
pero la botella
# acabó con ella
hasta hacerla enloquecer.
# Stop, mi hada, estrella invitada,
# víctima del desamor.
# Sube al coche, reina de la noche,
# olvida tu malhumor. #
Padre, ¿lo estamos petando sí o no?
¡Pues claro! ¡Dale caña ahí!
Pues tú no te inventes "cuasas".
A ver...
"Cuasas".
Es que lo he dicho... en checo.
"Danger"...
No es que...
No sé. Dicho así, públicamente...
Por lo menos en dos foros.
A ver, no me plaguéis...
No me vayáis a... Uf.
(BALBUCEA)
(BALBUCEA)
¿Y qué querías que le pusiera?
¿Un auto... sacramental? Espérate.
Voy a llamar la tutora de Alma,
a ver si me da su teléfono.
Uy.
Son las doce... onc...
dos de la mañana.
(RÍE)
(RÍE)
Si es que es mucho más
lo que nos une
que lo que nos separa, ¿verdad?
-Que si una rubia, una morena,
una bajita, una alta,
una gorda, una enana..
-¿Tú trasciendes?
-Sí.
Y cuando estoy contigo,
trasciendo más.
-Mire, si no la está esperando
y no tiene cita,
va a ser imposible.
¡Hugo!
¿Joaquín?
-Yo, cuando me pongo nervioso,
empiezo a transpirar muchísimo.
Mira, es ahora,
hablando con vosotros...
Mira. Mira, mira. Toca.
Empapadas. Empapadas están.
Añadir comentario ↓
Creo que la quitaron
Me encanta El hombre de tu vida, quitaron la serie o vuelve?