Jueves a la 21.00 horas
Todo el peso del mundo recae sobre tus hombros.
-¡La victoria a toda costa!
¿Quién ha lanzado esa lata? -¿Qué lata?
-¿Lo sabes tú, cielo? -No, yo no he...
Con amor, Vincent.
Debemos elegir a mi sucesor
y únicamente hay un hombre al que la oposición aceptará.
Es mi deber invitarle a que ocupe el cargo
de primer ministro del Reino Unido.
Nos enfrentamos a una derrota segura. A la aniquilación del ejército
y a una invasión inminente.
Han caído en las garras del imperio nazi.
Vamos a defender nuestra isla, y lo haremos cueste lo que cueste.
Vamos a luchar en los campos y en las calles.
Muéstrales tus cualidades. -Mi escaso juicio.
-Tu sentido del humor. (RÍE SARCÁSTICO)
Nos enfrentaremos en breve al hundimiento de Europa occidental.
-¿Me preguntan cuál es nuestro objetivo?
¡La victoria a toda costa!
Conversaciones de paz entre nosotros y Alemania.
-¡Europa aún está...! -Está perdida.
-Ese tirano...
Dales esperanza. Hazles creer.
El riesgo potencial de catástrofe es enorme.
Todo el peso del mundo recae sobre tus hombros.
Es el momento de negociar.
-¿Cuándo aprenderemos la lección?
¡No puedes razonar con un tigre cuando tienes la cabeza en su boca!
En aquel entonces,
que la prioridad iba a ser la vida pública.
Steven Seagal es un marica,
incluso Arnold es un aficionado,
comparados con el auténtico último héroe de acción.
-Me llamo Chan. Jackie Chan.
Ábrala, por favor.
-Continuamente recibo guiones del mundo entero,
y siempre son de un policía de Hong Kong o de China,
o de un chino en la CIA,
y pensaba: "¿Podría hacer algo distinto, por favor?".
Quiero ser como Robert de Niro o Dustin Hoffman,
interpretar todo tipo de personajes, no solo comedia de acción.
Al fin me llegó el guion de "El extranjero" y pensé que sí,
que ese era el papel adecuado. Tenía que hacerlo.
Además de nuevas entregas de la saga "Hora punta",
en el futuro me gustaría hacer cosas como "La La Land".
Una historia de amor musical, por ejemplo.
No tengo más familia.
Es gente cruel
que se enorgullece de sus atrocidades.
Contábamos con un muy buen guionista como David Marconi,
que adaptó el libro original de 1993
para traerlo de entonces a la actualidad.
Nuestra historia es totalmente ficticia
acerca de un nuevo grupo del IRA.
Como sabes, se vive en paz desde hace 20 años ya,
pero lo que realmente me atraía era el personaje de Quan,
este hombre humilde que pierde a su hija
y su manera silenciosa de ir en busca de los asesinos.
-Dígame quién mató a mi hija.
-Yo trabajo para el gobierno. No trabajo para terroristas.
-Antes trabajó para ellos.
No tiene ni idea de con quién se las ve.
Lucharé contra el terrorismo.
Ya sea en el campo de batalla
o, si es necesario, en los tribunales.
Soy Molly Bloom.
¿Ha oído hablar de mí?
El que gana
va siempre un paso por delante de la oposición.
Esta es una historia real,
pero cambié todos los nombres menos el mío.
Gracias, Molly. -Para ti. Muchas gracias.
No estás en situación de negociar.
-Tú no eres importante.
-Sí, hay una conexión entre "El caso Sloane" y Molly Bloom.
Este tipo de mujeres que se desenvuelven profesionalmente
en un mundo de hombres, algo que me es familiar en la vida diaria.
Sin embargo, son también diferentes. Molly tiene una fuerte sensualidad,
y Sloane es incisiva y con autocontrol.
Quizá Molly estaría un paso atrás tratando de encontrar ese control.
-¿Sabes a cuántas brujas quemaron en Salem?
-¿A cuántas? -A ninguna.
A las brujas no las quemaban, las ahorcaban.
¿Ha leído los otros nombres de la acusación?
Vamos, Molly, ¿a cuántos mafiosos rusos conocía?
-El riesgo que corres es de locura.
-Tenemos 2,8 millones en la calle ahora mismo.
-Te van a machacar.
Les contaré todo lo que quieren saber de mí.
Solo de mí.
Nada más.
-Tanto en la preproducción como en el rodaje,
Molly Bloom estuvo ahí para asesorarme
sobre cualquier cuestión que surgiera,
ya fuera sobre su familia o sobre las partidas de póquer
o su relación con el gobierno.
Ella me contó que ahora está estudiando Derecho,
lo cual es fantástico. Estoy orgullosa de ella.
-Estaba en una habitación con estrellas de cine,
directores y grandes empresarios que se lo jugaban todo siempre.
No podemos permitirnos el lujo de ser íntegros.
-Es lo único que me queda.
-Si supiera quién era mi padre...
No puedo. No puedo hablar.
Todos tuvimos que bucear en nuestra infancia
para rodar "El museo de las maravillas".
Evidentemente, todo comenzó con la novela de Brian Selznick
y con su guion, pero todos los creativos que reuní
descubrieron algo muy concreto de ellos mismos
trabajando en la película.
-Esta es una historia sobre lo que nos hace diferentes.
Y sobre el valor que hay que tener para encontrar nuestro lugar.
-Es el caso de Mark Friedberg, mi director artístico,
que creció en Nueva York en los años 70
y perdió a su madre siendo aún muy joven.
Yo también perdí a la mía no hace mucho.
Pero creo que es importante la forma en que nos enfrentamos a la pérdida,
a la soledad de la infancia.
Aunque procedamos de familias que se hayan mantenido intactas.
-Nadie sabe dónde estoy.
Soñadores, sí,
pero creo que en primer lugar son supervivientes.
Deben descubrir cuál es su sitio en el mundo.
Tienen que aprender a comunicarse
en unas circunstancias nuevas para ellos.
Como Rose, la niña sorda que se marcha de casa
y no tiene el apoyo de su madre.
Y luego está Ben, que acaba de quedarse sordo
y se ve sumergido en un mundo totalmente nuevo.
La historia habla de cómo encontrar la forma y el modo de comunicarnos,
que es como conseguimos sobrevivir.
Se trata, en definitiva, de cómo soñamos.
Los dos chicos son muy creativos.
Tienen una curiosidad y creatividad naturales.
Herramientas que nos ayudan a asimilar la pérdida
de alguien querido, la soledad y el miedo.
Todas estas cosas.
De modo que la película trata también de lo que uno puede hacer
con la creatividad como herramienta para enfrentarte al mundo.
Vamos a la cama.
Esta película es una invitación a echar la vista atrás,
a recordar la historia del cine en las películas de los años 20,
la época del cine mudo, el cine de los 70...
Una década especialmente rica para el cine norteamericano.
Y sumergirnos y disfrutar de un lenguaje
puramente cinematográfico,
porque gran parte de esta película carece de diálogos.
Se trata de una experiencia visual.
Claro que sí.
Yo esta semana lo que aporto es "Columbus".
Se estrenó el largometraje de kogonada, con "k" minúscula,
que es ese ensayista visual del que ya hablamos.
Es una película preciosa.
Habla de arquitectura, de relaciones personales,
de padres e hijos, de pasados que hay que redimir.
Una película sorprendente de una asimetría asimétrica
aunque parezca una perogrullada. Una película preciosa.
Hay que recordar que los whatsapps los carga el diablo.
Martes, exactamente.
Empieza una retrospectiva del Grupo de Cali.
¿Qué es el Grupo de Cali?
Es un grupo de vanguardia colombiana,
uno de los fundadores fue Luis Ospina,
y es la primera vez que se podrán ver películas
de este grupo en España.
Exactamente. María Moliner, que es la mujer
cuyo diccionario de uso del castellano, del español,
pues ha sido el diccionario de uso para todos
para entender este idioma tan maravilloso,
y es una mujer que hay que reivindicar
porque lo hizo en unas condiciones nada fáciles
por su condición de mujer.
Un gadget de regalo de Reyes. Una preciosidad.
"Twin Peos", fascinante la tercera temporada de David Lynch.
Y este disco resume las canciones que suenan al final de cada capítulo.
Canciones maravillosas, mórbidas, de esas que gustan a David Lynch.
Algunos conocidos, como Eddie Vedder, ZZ Top...
Dices: "¿Y estos qué hacen en este bar, en este sitio?".
Pues ahí están las maravillosas canciones.
Pues fíjate tú lo que da de sí el cortometraje,
que parece que vuelve a estar en boga, como los vinilos.
Ahora se estrenan en salas
y se anuncian como estrenos de verdad.
No como complementos de películas, sino como estrenos de verdad.
Y de ahí salen los futuros cineastas.
Y este libro trata sobre estos cortometrajistas españoles,
de los cuales en el futuro hablaremos como directores de largometrajes.
Señora mía, mi Marta.
Vuelvo a tener pesadillas.
Llevo noches sin dormir.
Cuando pensé en ponerme a dirigir, esta fue la historia que me pareció
que era la historia que quería contar.
La ciudad era uno de los protagonistas de la película,
y, de alguna manera, ya la tenía ahí.
La manera en que yo he filmado
ha sido al estilo "gorila", que llamamos allí.
Cámara en mano. Teníamos un permiso, eso sí.
Pero los neoyorquinos,
tú puedes poner un cartel de que estás filmando,
no van a dejar de pasar.
Es parte de la energía de la ciudad, y eso era lo que yo quería capturar.
Primero, por presupuesto, yo no podía bloquear calles
y llenarlas de extras, pero tampoco quería eso.
La primera mitad de la película es un estilo naturalista,
casi documental, de alguna manera.
Y en la segunda mitad entramos en un mundo oscuro
en el que te cuestionas si eso es real o no,
por el estilo naturalista del principio de la película.
La esencia del personaje, de Luciana, las cosas que le pasan a ella,
y la experiencia de aceptar una propuesta
sin saber exactamente en lo que te estás metiendo,
esa situación sí que la viví yo.
Me parecía interesante contar un día en la vida de ese personaje
y cómo llega a ese lugar.
Yo creo que, de alguna manera, lo que yo quería mostrar
es que cuando una persona está en una situación de vulnerabilidad extrema
como es el caso del personaje de esta película,
no cuestionas demasiado las oportunidades,
simplemente te lanzas a por ellas.
Es como un poco la idea de vivir el día a día,
que creo que es un poco lo que le pasa a cualquier inmigrante
que esta indocumentado, que, de alguna manera,
estás viendo el día a día.
No sé, dices que esto sirve para todo tipo de paredes.
-Hombre, si vas a colgar un cuadro en un reactor nuclear, pues no.
¿Trasparente o de color? -Trasparente.
-¿Del 7 o del 11? -Del 7.
-Siento que tengo capacidad para llevar al espectador
por los caminos del drama y del melodrama
con bastante facilidad.
Tengo menos experiencia en el tema de la comedia,
pero eso creo que, al enfrentarme a "Thi Mai",
sabía que lo que tenía que tener
era a actores y actrices de una aprobada eficacia en la comedia.
Que es el motor que yo creo que nos llevó a todos los que la hemos hecho.
No era una película al uso, de hecho, se estaba,
tenía un equilibrio del guion,
un equilibrio entre un drama y no una comedia,
no es vamos a hacer una comedia,
sino que en la vida suceden cosas cómicas
y más cuando viajas a un país tan remoto.
Dios mío, ¿qué hacemos? Nos van a ver.
-Mira.
-Ah, no, no, no, yo no me pongo eso ni muerta.
Carmen. -Cuánto tiempo, ¿cómo estás?
-Me hubiera gustado darle la noticia a ella personalmente.
-¿Qué noticia? -Que se la han dado, Carmen.
Tengo que ahorrar para un viaje.
-¿A Burgos? -A Vietnam.
-¿Es que Javier te va a dejar ir sola tan lejos?
-¿Pero tú en qué siglo vives?
-Además no se va a ir sola, se va ir conmigo.
-También hemos sido muy conscientes todo el tiempo
de que no podíamos pasarnos en la parte de comedia
y había que, además, acompañar al personaje de Carmen,
que era quien llevaba el drama encima.
Y nuestros dos personajes están ahí, arropando ese drama
que acaba siendo también un motor de vida, ¿no?
Y de razón para vivir. Esa niña la que buscan.
¡Oiga!
A los motoristas a los ojos.
-¿A qué ojos? Si van tapados hasta las cejas.
-Será por su religión.
Aquí también le rezan al Dios gordito ese que se ríe, ¿no?
Pero al principio te salen, ves así como destellos
de por dónde puede ir.
Ahí tenía una fuente inagotable que era mi madre.
¿De turismo? -Más o menos.
-¡Esperadme, chicas, esperadme!
-Pues a mí no me parece un marcado, la verdad.
-Te precipitaste. -Me precipité. Violencia no, ¿eh?
-Obviamente, muchas veces tienes dudas.
Y encima es un personaje que puede caer en el estereotipo,
porque sí, el personaje gay que viene a buscar a su novio.
Entonces, yo durante todo el rato intenté olvidarme
de su condición sexual, intenté olvidarme de muchas cosas.
Al final te quedas con: "¿Qué haría yo?"
Perdone.
Es que voy a hablar con el embajador español.
"Spanish embajador".
¿Qué vamos a hacer?
Al final, tenemos un conflicto internacional.
-La primera que me ha venido a la cabeza
es la de "¿Qué fue de Baby Jane?" cuando...
Cuando Baby Jane le lleva a su hermana Blanche la cena.
Te puedo decir mil.
¿Me gusta más esa que la secuencia inicial de "Malditos bastardos"?
Tampoco te podría... No sé con cuál quedarme.
No sé con cuál quedarme. O sea...
¿Te puedo decir tres?
Me gusta muchísimo la secuencia de "¿Qué fue de Baby Jane?"
en laque Baby Jane le lleva la cena de su hermana Blanche
postrada en la cama, porque es paralítica.
Entonces, una vez que le deja la bandeja le dice:
"Ah, Blanche, ¿no sabes? Hay ratas en el sótano".
Y entonces, Baby Jane desaparece de escena
y se queda ahí Joan Crawford
no queriendo dar crédito a lo que está interpretando,
haciendo aspavientos con la cabeza. No puede ser, no puede ser.
Tú lo estás leyendo en sus ojos.
Ni siquiera mi hermana puede ser tan cabrona.
De repente abre la bandeja y ahí hay un pedazo de rata enorme
servida con guarnición. Ese momento me parece maravilloso.
Y ya ahí se corta a un plano
en el que se ve a Bette Davis sonriendo maléfica.
Dices: "No puede ser, no puede ser".
Van a jugar al típico que en el último momento hay otra cosa.
No, hay una rata, hay una rata del sótano.
Decía Tarantino que en sus películas no hay villanos,
porque él entiende la motivación de todos.
Con lo cual, es imposible una vez que entiende su motivación
no compartir parte del proceso.
Entenderlo, aunque no lo compartas.
Y creo que una de las secuencias más sublimes
es el comienzo, cuando el personaje de Christoph Waltz
llega a casa de un labriego francés, todo es muy bucólico,
pero le hace ver que es consciente
de que estaba ocultando a una familia judía.
Ese in crescendo de terror hasta el desencadenante,
y es otra cosa del que también me siento identificado.
Ese labriego francés acaba claudicando
y entiendes que venda a la familia con tal de salvarse él.
Esa escena me pone los pelos de punta,
esa escena me hace vibrar, porque sí que me plantea
códigos, sí que me plantea dudas,
y sí que reconozco procesos mentales
con los que yo creo que me sentiría identificado,
como son el terror, el sentimiento de culpa
por estar vendiendo a tus amigos,
pero, al mismo tiempo,
la asunción de que lo primero que quieres hacer es salvarte tú.
Y luego, por decirte otra más frívola,
siempre he sido fan de la escena "Pepi, Luci, Bom",
en la que Alaska orina sobre Evasiva.
Y de esa sí que me sé el diálogo entero.
-Cuarentona y blandita, como a mí me gustan.
Vengo meándome.
-Cuando llega a Alaska, pellizca a Evasiva y dice:
"Cuarentona y blandita, como a mí me gusta.
Uf, vengo meándome".
-Aprovecha y háztelo encima de ella, está caliente y la refrescará.
-Un poco difícil sí que va a ser, pero valdrá la pena.
-Yo te ayudo.
-Entonces como dice Carmen Maura:
"Aprovecha y háztelo encima de ella, está caliente y la refrescará".
Y contesta Alaska:
"Un poco difícil sí que va a ser, pero valdrá la pena".
"Seguro, yo te ayudo".
Se suben y empieza a orinarla y Evasiva empieza a disfrutar.
Y dice Alaska: "Cómo disfrutas".
La otra está disfrutando y acaba diciendo: "Oye, que no soy una vaca".
A ella se corta el chorro y termina.
-Cómo disfrutas.
Oye, que no soy una vaca, ¿eh?
-Esa escena en esa película cuando yo la descubrí
me pareció fascinante.
No daba crédito, ese diálogo,
esa soltura para presentar una escena sado
desprovista de todo lo lúgubre.
De repente, era una escena festiva.
-Tú y yo vamos a hacer muy buenas migas.
-Es una de mis escenas favoritas de comedia de todos los tiempos.
Se le ha caído esta carta en la calle.
-No, no es mía. Es de Vincent.
-Para el señor Theo van Gogh, es el hermano de Vincent, ¿verdad?
Le caíamos bien y él a nosotros.
Era un hombre tranquilo y amable. -Claro.
¿Sabía que Vincent era un genio?
-No.
Admito que no lo sabía.
No tiene sentido entregar una carta de alguien que ha muerto.
-Es la forma que tiene su padre de presentarle sus respetos.
-¿Para qué? En vida, no hizo nada por nosotros.
Solo consiguió que odiaran a nuestra familia
por la negativa de mi padre a firmar aquella maldita petición.
-La petición para que le echaran del pueblo.
-Pues yo la firmé y no me arrepiento, estaba loco.
Vincent era muy introvertido. Su mejor amigo era su hermano.
A juzgar por la cantidad de cartas que le escribía.
-Lo sé, mi padre era su cartero.
-Ah, entonces ya lo sabe.
A ti te gustaría esta casa, Theo.
Por fuera es amarilla y entra el sol a raudales.
Aquí pueden vivir dos personas, quizás algún día venga Gauguin
y quién sabe, a lo mejor esto se convierte en una colonia de pintores.
He decidido rehacer el camino que Vincent recorrió aquel día
cargado con su caballete,
porque lo que me han dicho no tiene mucho sentido.
Y a mí también están sucediéndome cosas extrañas.
Pero nada de qué preocuparse.
Y me pregunto: "Si quería acabar con su vida,
¿por qué no usó la pistola para acabar lo que había empezado?".
¿Qué dice la ley sobre qué se puede poner o no en una valla?
Doy por sentado que nada que sea difamatorio
o algo como "Joder", "puto" o "coño", ¿verdad?
-Ni... "ano". -Entonces podré hacerlo.
Cena de Pascua, joder. Lo siento.
-Ya lo sé, jefe, pero tenemos un pequeño problema.
Eh, capullo. -¿Qué?
-No digas "qué", Dickson, cuando alguien entra llamándote capullo.
Y usted no venga... -¡Cállate!
Y tú ven aquí. -No, usted venga aquí.
-Vi algo parecido a esos anuncios cuando viajé por Estados Unidos
hace unos 20 años.
No estoy seguro de dónde, pero creo que era por el sur.
Bueno, yo quería que fuera una historia rural
y quería a una mujer fuerte de la clase trabajadora como protagonista.
-¿Qué? Solo...
-¡Te exijo que no permitas que un particular
te llame capullo en la comisaría!
-Eso es lo que hago y lo hago a mi manera.
Entérate y anda, déjame en paz.
Señora, siéntese, diga, ¿en qué puedo servirla?
Así que no le ha hecho un agujerito pequeño al gordinflón de Jeffrey
en uno de sus gordinflones pulgares, ¿no?
-Por supuesto que no. -¿Eh?
-Digo que por supuesto que no.
-¿Le ha hecho un agujero al dentista?
-Dennis, no he sido yo.
-A mí también me ha hecho mucha gracia, pero...
-Realmente no se puede decir que sea una comedia,
porque hay mucha tristeza y oscuridad,
pero, de todas formas, no me gustan
las cosas que entran en una sola categoría,
por ejemplo, la tragedia.
Supongo que es la forma que tengo de ver la vida.
Hay tristeza y oscuridad, pero a veces uno tiene que reír,
porque si no es el fin.
-Podríamos haber quedado los cuatro a cenar.
-¿La niña de las caquitas no tendría que estar ya en la cama?
-No, no, es más, había pensado llevarla luego al circo,
aunque ahora ya no es necesario, hace malabares.
-Oye, estoy cenando con ese tío, porque me hizo un favor, ¿vale?
-No tienes por qué justificarte
por haber salido a cenar con un enano, Mildred.
-No me estoy justificando para nada.
¿Qué tal tu cita?
-Mi cita incluyó los episodios violentos.
Uno con su mano en mi polla y mi dedo en su cosa,
aunque demasiado breve, como siempre,
y el otro caso, robándole 5 g de su cocaína de calidad
y dejar ciego a un marica skinhead.
Y por muy triste que pueda ser el espectáculo de las vallas...
Una servidora espera que esto ponga fin, de una vez por todas,
a la extraña historia de los tres anuncios en las afueras.
-Esto no pone fin a una nueva, mamona, esto solo es el principio.
¿Por qué no lo sueltas en tu programa de los cojones
"Buenos días, Missouri", zorra?
-La historia comienza con mucha ira por parte de la protagonista,
pero no se puede ver el mundo solo a través de la ira.
Así que me alegro de que se vea como algo más esperanzador,
porque esa es la idea.
-No puede llamar a un agente de la ley "hijo de puta"
en su propios comisaría, señora. De hecho, en ningún otro sitio.
-¿A qué viene esta nueva actitud? ¿Tu mamá te ha estado aleccionado?
-Escribí los personajes de Frances McDormand y Sam Rockwell
específicamente para esos dos actores,
porque son capaces de interpretar personajes complejos.
Pueden convertirse en alguien que parece una cosa,
pero luego vas quitando capas y acaban siendo algo diferente.
Pero, desde luego, el personaje de Sam Rockwell es el que más cambia,
porque no me gustan los personajes simples
ni las películas fáciles, donde ya sabes quién es el malo
y quién es el bueno y no cambia nada.
Lo que más me gusta de esta película
es que el público no sabe quién será el héroe o el villano.
Creo que así es más interesante.
Pero mientras escribía la historia, no sabía qué iba a pasar
o cómo iban a evolucionar los personajes.
A mí también me sorprendió el cambio que da el personaje de Sam Rockwell.
-Daría lo que fuera por atrapar al tipo que lo hizo, señora,
pero cuando el ADN no coincide con nadie que haya sido detenido,
cuando el ADN no coincide con ningún otro delito cometido en el país,
y cuando no hubo ni un solo testigo desde el momento
en que salió desde su casa hasta el momento en que la encontramos,
entienda que no podamos hacer mucho más.
Creo que los anuncios de esas vallas son muy injustos.
-Tal veces en el tiempo que lleva aquí lloriqueando como un bebé,
es posible que estén matando a otra pobre chica,
pero me alegro mucho de que tenga claras sus prioridades.
Días de cine se sumerge en 'El instante más oscuro', dirigida por Joe Wright, y con Gary Oldman como Winston Churchill, en un papel que le ha valido el premio a Mejor Actor en los Globos de Oro.
Además, entrevista con Jessica Chastain, que estuvo en Madrid para presentar 'Molly's game', el debut en cine de Aaron Sorkin.
Y de un ganador a la gran triunfadora de esa ceremonia, 'Tres anuncios en las afueras', con Frances McDormand como protagonista.
Además, Días de cine habla de la película de animación pintada al óleo, 'Loving Vincent'; de la nueva cinta de Patricia Ferreira, 'Thi Mai: rumbo a Vietnam'; de 'El extranjero', dirigida por Martin Campbell y protagonizada por Jackie Chan; y del nuevo trabajo de Todd Haynes, 'Wonderstruck, el museo de las maravillas'.
Las recomendaciones, preestrenos, y novedades para ver cine en casa completan el programa de esta semana de Días de cine.
Añadir comentario ↓
Felicitaciones por el programa de Días de cine. En la emisión del día de ayer, 11 de enero del presente, podríais facilitarme de que firma es el vestido de la presentadora?. Gracias y saludos de María.