Vuelve "Diario de un nómada".
Este es Miquel Silvestre.
Este es Lenin.
Y esta esta es La Gorda.
Si los mezclamos todos tenemos...
"OPERACIÓN PLAZA ROJA"
Una intrépida travesía al corazón
del antiguo imperio soviético.
Se cumplen 100 años
de la revolución de 1917.
¿Qué queda de aquel sistema político
y social que dominó medio mundo?
Nuestro nómada quiere averiguarlo
comenzando un largo viaje
desde los Alpes
a las llanuras del Volga.
Tendrá que recorrer
miles de kilómetros.
Dormir al aire libre.
Y, sobre todo,
cruzar muchas fronteras.
Escalaremos los Cárpatos,
surcaremos inmensos trigales,
comeremos en los mercados,
dispararemos un kalashnikov
y conoceremos a la gente normal
que vive en todas partes.
Acompáñanos
cada semana a conquistar Moscú.
"CAPÍTULO DOS: HUNGRÍA. I PARTE
LA HISTORIA DEL ESPAÑOL BUENO"
Plaza de los Héroes,
Budapest, Hungría.
Un país famoso por haber sido cuna
de una importante potencia militar
fundada por guerreros,
también como artífice
del Imperio austrohúngaro.
Sin embargo, en el siglo XX,
se vio maltratado por la historia
porque perdió territorio
a favor de casi todos sus vecinos
y porque, luego,
se vio sometida
a dos totalitarismos consecutivos,
los nazis y el poder soviético.
Es curioso que, habiendo estado
tantas décadas sin democracia,
tenga uno de los parlamentos
más grandes, bellos
e impresionantes del mundo.
Aquí tuvo lugar una de las primeras
rebeliones contra el poder
de la Unión Soviética,
la revolución húngara de 1956,
sofocada a sangre y fuego
por los tanques rusos
y cuyas huellas son todavía visibles
en estos agujeros de bala
que adornan muchos
de los edificios de Budapest.
Este va a ser el campo de batalla.
Es lo que tiene Hungría,
que aquí se puede jugar dentro
de una antigua base soviética.
(Disparos)
Hungría es también conocida
por la gran llanura panónica,
la Panonia del Imperio romano.
Tiene en su territorio,
la mayores praderas naturales
de toda Europa, es decir,
no producidas por la deforestación.
Inventos húngaros...
El cubo de Rubik y el bolígrafo.
Otro de los edificios más conocidos
de Budapest es su gran sinagoga,
la segunda más grande del mundo
y la más grande de Europa.
Pero a pesar de tanta grandeza,
la comunidad judía húngara
fue prácticamente aniquilada
durante la II Guerra Mundial.
Y el desastre
hubiera podido ser mayor
si no hubiera sido
por algunos diplomáticos
que se encargaron de salvar judíos.
Entre ellos, un español,
Ese español bueno
es Ángel Sanz Briz,
que salvó a 5200 judíos
del Holocausto y al cual
los húngaros
le han dedicado esta calle
y un mural en el centro de Budapest.
Para llegar a Budapest recorremos
las pocas decenas de kilómetros
que separan Viena
de la frontera con dos países
del antiguo bloque socialista y,
hoy, miembros de la Unión Europea,
Eslovaquia y Hungría.
Habiendo dejado los Alpes atrás,
el paisaje que nos rodea
es llano y fértil. Se trata
de la gran vega del Danubio.
Antes de cruzar la linde,
Miquel se interna por un camino
de tierra en busca de uno
de esos raros puntos en los mapas
que tanto le gustan, el lugar exacto
en el que se encuentran
las tres fronteras y que marcaba
el comienzo del telón de acero
que no hace tanto tiempo separaba
dos concepciones del mundo
contrapuestas y que, de pronto,
desapareció de la noche a la mañana.
Este inmenso campo sin puertas
estuvo separado por alambradas
y hombres armados
hace menos de tres décadas.
(Música)
Las fronteras siempre
me han parecido líneas arbitrarias
dibujadas en los mapas
y yo he tenido siempre la manía
de cruzarlas para ver
qué es lo que hay al otro lado.
Nos encontramos
en un punto sumamente curioso.
Es lo que se llamaba un trifinio,
es decir, una triple frontera.
Un lugar donde convergen
estas líneas arbitrarias
de tres países distintos.
Por una parte, Austria,
de donde vengo;
por otra parte, Eslovaquia
y, por otra parte, Hungría,
hacia donde me dirijo.
Y este es el punto
que marca el trifinio.
La verdad es que... esto
suponía el punto de encuentro
entre estos dos mundos completamente
contradictorios e incompatibles,
que eran las democracias liberales
y los países comunistas,
que vamos a recorrer ahora mismo.
En el caso de Hungría,
podemos decir que es un país
que ha sido solar de grandes gestas
y también terribles derrotas.
Que ha configurado
una particular identidad nacional,
así que lo vamos a recorrer.
Vamos a ir a Budapest y, después,
y lo cruzaremos
con destino a Rumanía.
Pero esta vez nos vamos a ir
solos del todo
porque nos lo va a enseñar
un español que vive en Budapest
y sigue mis aventuras por Facebook.
Le voy a encontrar aquí,
en este lugar tan curioso,
donde podemos encontrar
los escudos de los tres países
y esta particular línea divisoria
que podía haberse dibujado aquí
o en otro lado porque ya sabéis
que las fronteras son siempre
líneas arbitrarias que dibujan
personas para separar a los pueblos.
Ahí queda dicho.
Yo siempre he dicho
que las fronteras verdaderas
están aquí dentro.
(Música)
Nuestro anfitrión
se aproxima por el camino de tierra.
Es lo maravilloso
del mundo abierto de nuestros días.
A través de Internet,
un español de Budapest
conoce puntualmente las aventuras
de "Diario de un nómada"
y nos propone acompañarnos en cuanto
se entera que visitamos Hungría.
¿Cómo estás?
Muy bien.
Nada, flipante. Sabes que...
este camino que va por aquí,
este es austriaco y este camino
que va por aquí es húngaro.
(RÍE) Dos caminos paralelos.
¿Qué te parece
el sitio donde hemos quedado?
Curioso.
¿Lo conocías?
No, para nada.
No habías venido nunca.
Nunca. Por esta zona,
nunca había venido.
No la conocía. Incluso la gente
a la que he preguntado
no conocía este punto.
Estas son las cosas que descubres
con "Diario de un nómada".
Vamos buscando trifinios,
a mí me encantan
los puntos de triple frontera.
Luego están los más raros,
que son cuatrifinios,
que eso ya es
la leche de encontrarlos.
¿Cuántos años llevas en Hungría?
Ahora, de fijo, llevo dos años.
Suelo recorrer mucho
lo que es el país y disfrutar.
O sea, que nos vas hacer de guía,
me vas a enseñar Budapest.
Budapest y mucho más.
Bueno, estupendo, me apetece.
Bueno, en Budapest,
hay unos cuantos detalles
de historia que a mí me interesan
por el tema de la serie.
Bueno,
el personaje de Ángel Sanz Briz
y, luego, también la presencia
de Fernando I de Habsburgo
como rey de Hungría.
Y nada... Vámonos para allá,
Venga. Bueno, pues ya que estamos
en esta línea divisoria,
yo voy a ir por Austria
y tú vas a ir por Hungría
y nos juntamos más adelante cuando
las líneas paralelas se crucen.
Ya sabes que se cruzan alguna vez,
¿no?
(RÍE)
(Motor)
(Música)
Los viajeros abandonan
el camino de tierra y se adentran
en la autovía
que lleva a la gran capital húngara
con numerosos recuerdos
de su época imperial
y los Habsburgo,
dinastía fundada por un español.
Sin embargo,
el Imperio austrohúngaro terminó
tras la Primera Guerra Mundial
y Hungría perdió
el 70 % de su territorio
en favor de sus vecinos.
Esta humillación facilitó
el ascenso del fascismo
y la alianza con Hitler,
que había prometido a los húngaros
la recuperación de lo perdido.
La Segunda Guerra Mundial
también fue terrible para el país
y provocó la ocupación rusa.
Sin embargo, Hungría fue
el país socialista que mejor
sobrellevó la caída de la URSS
en 1991 porque, desde los años 80,
había estado acercándose
a Europa occidental,
a las libertades políticas
y a la economía de mercado.
Cinco pavos hay que...
Es curioso que después
de la caída del comunismo,
lo primero que hicieron
fue coger todas las estatuas
representativas de esa época
y cobrar para poder verlas después.
Del comunismo, liberalismo...
Exactamente.
(RÍE) Está bien,
convertir el comunismo el negocio.
Sí, sí.
Mira, ahí tenemos
al primer héroe del pueblo.
Esas botas son una réplica
de las botas que quedaron
de la estatua de Stalin
que había en Városliget
en la revolución del 56.
La echaron abajo
y lo único que quedó fue las botas.
Como era un símbolo de la opresión
del comunismo soviético,
pues es la echaron abajo como...
que no estaban de acuerdo.
Como un ídolo de pies de barro.
Al suelo.
Bueno, es que lo del 56
es fundamental.
Occidente miró para otro lado
mientras los tanques soviéticos
ocupaban Budapest
y sofocaban a tiros
el intento de libertad
o de revuelta para seguir
un poco su propio destino.
Entonces, me vas a llevar
a los sitios donde hay
agujeros de bala
todavía en las fachadas.
Efectivamente.
La mejor fachada de toda la ciudad,
donde está una placa conmemorativa
de cuando ocurrió
y la veracidad del mismo.
Pues... en fin,
un suceso luctuoso, ¿no?
El primer intento, digamos,
de un país dentro
de la órbita soviética o socialista
de independizarse
y buscar su propio destino,
fue sofocado con tanques.
Mano dura.
Ahí estamos.
Así se las gastaba el camarada.
Exactamente.
Quien no me sigue está contra mí.
Hungría ha tenido
una historia llena de conflictos.
El siglo XX
fue terrible para el país.
La Primera Guerra Mundial
y la firma del armisticio supuso
el fin del Imperio austrohúngaro
y el final también de la dinastía
de los Habsburgo,
que fundara nuestro compatriota,
Fernando I, de quien ya hablamos
al pasar por Viena
y recordamos que había nacido
en Alcalá de Henares
y que se encargó de defender
la ciudad del avance
de los otomanos en 1529.
Años después, Hungría,
como toda Europa,
cayó en manos del totalitarismo.
Primero, del nazismo
y, después, del comunismo.
Y cada uno de estos regímenes
impuso su propio terror.
Los soviéticos fueron
los que más tiempo estuvieron
y llenaron Budapest
de símbolos de su poder,
de estatuas dedicadas
a Stalin, Lenin, a Karl Marx
y, por supuesto,
a los héroes del Ejército soviético
y a los trabajadores de las fábricas
y el campo, a las madres luchadoras.
A estos héroes del pueblo
de líneas angulosas
que, prácticamente,
forman un arquetipo estético
perfectamente reconocible.
Sin embargo, los húngaros,
con la llegada de la democracia,
han hecho un curioso negocio,
un curioso viraje intelectual.
En vez de tirar
las estatuas sin más,
las han reunido todas en este parque
y cobran una entrada de cinco pavos
si quieres visitar el antiguo...
estilo soviético,
que aún queda vivo,
aunque sea en un museo,
en Hungría.
(Música)
Hoy, Memento Park es una atracción
turística que ha convertido
el comunismo en divertido
y nostálgico negocio.
(Música)
Sin embargo, muchos húngaros
no olvidan los trágicos sucesos
de 1956, cuando los tanques rusos
aplastaron la rebelión democrática
y popular, que causó 2500 muertos
y 200 000 exiliados.
Y llegamos a Budapest,
la ciudad de puentes y el Danubio.
(Música)
Dejamos los cascos.
Entonces, según tú,
se pueden dejar los cascos aquí.
Todo, todo, hay un respeto increíble.
Ah, sí.
Que se respeta
la propiedad privada en Hungría.
Ah, entonces, eso es
la famosa Estatua de la Victoria.
Exactamente.
Que conmemora la liberación
de la ciudad por los soviéticos.
Por parte de los soviéticos.
Pero, antes, aquí había
un régimen colaboracionista
de los nazis.
Creo que era un tal Ferenc.
Ferenc.
Que estableció
su propio régimen fascista
y de terror.
Ajá. Y de apoyo al nazi.
Por fin, en Budapest.
Debajo de esto,
que es el principal monumento
que queda del periodo soviético,
la Estatua de la Victoria,
que conmemora
la liberación de Budapest.
Bueno, liberación...,
más bien, destrucción.
El caso es
que fue completamente devastada.
Pero hoy es un bonito lugar
para contemplar las dos orillas
del Danubio y ver gente
entreteniéndose de domingo.
Bueno, vamos a tomar algo,
a ver si...
Un café, a ver cuánto cuesta
o cuánto cobran por un café. Aquí.
¿Cuánto es eso? ¡Tres euros!
2,60 más o menos.
Joder...
Bueno, me voy a pegar
el lujo de tomar un expreso aquí.
Expreso a precio de capitalista
debajo del monumento comunista.
Es lo que tiene...
Europa del Este ahora mismo.
(HABLA EN INGLÉS)
No, no "sugar".
La "sugar" es muy mala.
Hostia, me he dejado
la cartera en la... moto.
O sea, qué buena excusa.
Me he dejado la cartera en la moto.
Es un clásico, ¿eh?
Esto no te lo esperabas.
Ha venido del español
y ya... me he dejado la cartera.
Al final, es una de esas actitudes
tan reconocibles, ¿no?
Me tomo un café a precio capitalista
bajo el monumento comunista,
pero dejo que pare otro.
(RÍEN)
Pues ya tenemos
a Budapest delante, ¿no?
Aunque, en realidad,
no es exactamente Budapest.
Es Buda y Pest.
Sí.
¿Cuál es Buda y cuál es Pest?
Buda, al lado izquierdo,
y Pest, a la derecha.
O sea, eso es Buda y eso es Pest.
Buda, que es montañoso,
y Pest, que es plano.
¿Cuántos puentes
hay sobre el Danubio?
Hay ocho puentes en total.
El primero que se construyó
es el que está segundo
a nuestra vista,
que es el puente de las Cadenas.
Y antes de construirse
el primer punto
que unió las dos ciudades,
se hacía a un puente temporal
para verano,
que era de armar y desarmar.
Tipo Ikea.
Luego, en invierno,
cuando estaba congelado,
se dice que se pasaba de un lado
a otro con carros de caballos.
Bueno, nosotros tenemos
que ir ahora hacia esa zona, ¿no?
Porque siguiendo este puente
ahí llegaríamos hasta el final,
hasta la plaza de los Héroes.
La que da a la plaza de los Héroes
es el puente de las Cadenas.
O sea, si siguiéramos
el puente de las Cadenas,
cogeríamos la Avenida Andrássy,
es la famosa calle de Budapest,
y llegaríamos hasta...
Pasaríamos por la basílica,
que está al lado del Ojo, la noria,
y es todo recto
hasta la plaza de los Héroes.
Pues aquí están tirando
con arcos y flechas,
nunca lo he hecho.
Así que, bueno,
como me gustan estas chorradas,
tirarme de los edificios
y, en fin, meterme en ríos
y jugar a disparar,
pues voy a disparar con fechas
a ver qué tal se me da.
¿Qué tal arquero hubiera sido yo?
¿Se me hubiera dado bien ser...
Robin Hood?
No lo sé, vamos a comprobarlo.
Para ese fácil,
pero no lo es en absoluto.
Y a juzgar por la pericia
demostrada por estos húngaros,
si tuvieran que cazar búfalos
en la llanura Panonia,
que así es como se llamaba
este territorio antiguamente
en tiempos de los romanos,
una extensión llana
a la que iremos,
creo que se quedarían con hambre,
se morirían, de "starving".
Yo no creo que lo haga mejor,
Pero lo vamos a intentar
por el orgullo patrio
y la furia española.
No, son puntas de verdad, ¿eh?
Bueno, lo que pasa es que son
simplemente cilíndricas,
no tienen aquí la punta de flecha
que hace que se te clave
y no pueda salir.
Y que si la tiras,
te hace un desgarro tremendo.
En fin, por eso,
en las películas de vaqueros,
cuando le meten en el brazo
o en la piel hacen ¡ras!
y para adelante.
Y la parten y, entonces, la sacan.
No tira porque, entonces,
se romperían el músculo
de John Wayne
y quedaría cojo para siempre.
Vamos a ver qué desastre.
¡Toma ya!
Bueno, pues esto es
lo que hemos hecho.
En fin, espero que cuando
llegue a Ucrania
a lo mejor me dejan disparar
con una AK-47 y, entonces,
sí que lo voy a petar.
¡"From my cold dead hands"!
Esto es lo que dice Charlton Heston,
otro de mis héroes.
Lamento haberte humillado
con el arco, tío,
pero... es que cuando me ponen
un arma...
(RÍE)
Dicen los perdedores.
No, la verdad es
que el tío es bueno, ¿eh?
Bueno, supongo que no tiene
otra cosa que hacer.
(Música)
Sin duda, el principal símbolo
de la ciudad
es su maravilloso parlamento,
un descomunal edificio
de estilo neogótico
e intenso color marfil
que brilla con el sol de la tarde.
Coronado con una magnífica cúpula
de 69 m de altura,
fue construido entre 1885 y 1902.
Con sus 268 m de largo
y 118 de ancho,
fue durante décadas
el parlamento más grande del mundo
hasta que Ceausescu,
dictador comunista de Rumanía,
decidió construir
uno más grande todavía.
Tras la visita obligada,
los viajeros cruzan
el puente de las Cadenas
para adentrarse en la bulliciosa
y alegre ciudad de Pest.
El verano saca a los jóvenes
a la calle y el ambiente
es festivo y desenfadado.
(Música)
Hungría tuvo un rey español.
Sí, Fernando I de Habsburgo,
el nieto de los Reyes Católicos
y hermano de Carlos V.
Su hermano, el rey de España,
lo envió como archiduque de Austria
para quitárselo de en medio
porque él había nacido
en Alcalá de Henares y era,
por tanto, verdaderamente español,
mientras que Carlos I
había nacido en Flandes
y se le consideraba
un rey extranjero.
Bien, una vez que ya fue nombrado
archiduque de Austria,
se encontró con que
el rey de Hungría había sido muerto
por los turcos en una batalla
y, claro, él había casado
con su hermana y, por tanto,
reclamó el trono de Hungría,
que le fue concedido.
Bueno, se autocoronó rey de Hungría.
Esto se produce porque los Habsburgo
eran expertos
en lo que yo considero
la diplomacia de la bragueta.
No se conoce ningún Habsburgo
que batiera el cobre
en las cruzadas,
que era donde la nobleza europea
conseguía títulos, poder, dinero
y, sobre todo, prestigio.
Sin embargo, gracias a matrimonios
con muchachas de sangre azul,
pues consiguieron extender
su poder sobre toda Europa
y fundar, nada menos,
que la dinastía de los Habsburgo,
reinar en Hungría,
reinar en Austria, reinar en España,
reinar en parte de Italia
y ser emperadores
del Sacro Imperio Romano-Germánico.
Todo gracias
a saber usar la bragueta.
Ahora toca otra visita obligada
y un acto de reconocimiento.
(Música)
¿Esto qué es, macho?
Esto es la sinagoga de Budapest.
Ah, la sinagoga es esto, ¿no?
Dicen que es
la segunda más grande del mundo.
Sí.
Y la más grande de Europa.
Y por aquí está el monumento
o el memorial de Ángel Sanz Briz.
Sí, aquí al lado. Vamos.
Bueno, si está aquí al lado,
si te parece, aparcamos la moto
por aquí mismo y vamos andando.
Ya estoy cansado de tanta moto.
Vale.
Venga, vámonos.
(Motor)
Supongo que has oído hablar
de Ángel Sanz Briz.
Él era un diplomático español
que durante la II Guerra Mundial,
cuando él vio
lo que estaban haciendo
con los judíos en Budapest,
aplicar la solución final,
enviarlos a Auschwitz,
él no lo aceptó.
Y, por su cuenta y riesgo,
se encargó de concederles
pasaportes españoles a los judíos.
Se sacó de la manga
un decreto de Primo de Rivera
en 1925,
que ya estaba,
por supuesto, derogado,
que concedía la nacionalidad
a los judíos sefardíes.
Y aquí, la verdad,
es que prácticamente
no había judíos sefardíes,
pero él dijo que sí que los había
y los alemanes le concedieron
la autorización para extender
200 pasaportes.
Lo que hizo fue extender
200 pasaportes,
pero con series cambiadas.
Entonces,
consiguió salvar a 5000 judíos.
Alquilaba pisos, donde los escondía,
y les otorgaba autoridad
y protección diplomática
y ahí los fue escondiendo.
Gracias a él,
salvaron la vida muchas personas.
Bueno, ya sabes,
las comparaciones son odiosas...
Pero Schindler, que se ha hecho
universalmente famoso
por la película, salvó 1000 judíos.
Él salvó cinco veces más.
Como dice el Talmud, "quien salva
una vida, salva el mundo entero".
Aquí, por fin,
le han dedicado este mural.
La verdad, porque tú
y yo lo sabemos que, si no,
no se entera nadie de quién es.
Porque, además, el nombre
de Ángel Sanz Briz está
debajo del toldo del restaurante.
Por lo menos, nosotros
nos estamos acordando de él.
Un poco por lo menos.
Caballero...
Un placer.
(Música)
Miquel y Adrián
recorren ahora la Avenida Andrássy,
la calle más célebre de la ciudad.
Construida en 1872 y flanqueada por
bellos edificios neorrenacentistas
que le dan a Budapest
este maravilloso ambiente
de capital cultural centroeuropea.
(Canción en inglés)
¿Esto qué es?
Esto es la plaza de los Héroes.
La plaza de los Héroes...
Sí.
Son muchos héroes, ¿no?
Sí, un puñado.
En el medio, tienes a Árpád...
Que es el jefe, ¿no?
Es como, para los españoles,
el Cid Campeador.
Es el que entró
con los representantes
de todas las tribus magiares,
que son los que están
a los dos lados,
por la zona de donde estaría,
hoy en día, Ucrania
y ganó la batalla contra los eslavos.
Y crean el primer estado
del reino de Hungría.
O sea, es el fundador, digamos,
de la entidad estatal húngara.
Sí.
Es bonita la plaza de los Héroes.
Pedazo de plaza, ¿eh?
Lo que pasa es
que yo tengo hambre, macho.
¿Se podrá comer por aquí?
Sí, aquí al lado hay
un sitio muy bueno.
Bueno, pues venga,
pues vamos a comer,
que ya va siendo hora
de llenar la andorga, macho,
que el viaje ha sido largo.
Vamos para allá.
(Música)
¿Dónde me has traído?
Pues te he traído a un restaurante
que se llama Paprika.
¡Paprika! Esto es como la especia.
Sí, el pimentón.
Ah, el pimentón.
¿Pero es de aquí el pimentón?
Sí, el pimentón húngaro
es bastante famoso.
Ah, ¿sí?
¿Y pica la paprika?
Depende, hay dulce y picante.
Bueno, vamos a ver
si nos pica de verdad.
La curiosidad es un mundo.
A ver, entonces,
¿en qué consiste la comida húngara?
¿Cuál es el plato más típico
que podría pedir?
El gulash.
¡El gulash! Que es... carne.
Es como un estofado,
pero hay diferentes tipos
de maneras de hacerlo.
¿Es de ternera o de cerdo?
De ternera, de cerdo, de jabalí...
Depende del tipo
de carne que quieras.
Ah, bueno, pues a ver
qué me recomiendan aquí.
Macho, porque tengo un hambre
después de estar todo el día
en moto dando vueltas...
Estoy hambriento.
Bueno, se ve que es
bastante típico del sitio, ¿no?
Sí, por dentro
está decorado típico...
Como eran antaño las casas...
Magiares.
"Mayiares".
Que se dice "mayiar", no "magiar".
Ellos lo pronuncian así.
Vamos a pedirnos el gulash,
a ver si nos atienden las señoritas
estas que van tan monas vestidas
y comemos algo, macho,
porque yo estoy desesperado.
(Música)
Ah, esto es mi gulash.
Vamos a ver...
¿Y esto qué es? El "dumping" este.
"Dumping" en inglés.
Yo le llamo "fake" pasta.
Sí, porque parece una pasta,
pero no es pasta.
Bueno, pero es bastante sabroso.
Me está gustando.
También, con el hambre que tengo,
pues... todo está bueno.
Muy bien, pues nada,
vamos a disfrutar de la cena.
(Música)
(Música rock)
Decían mis vecinos
que llevaba mal camino
apartado del redil.
Añadir comentario ↓
Me encanta el programa, pero éste es un autentico ejemplar de desconocimiento sobre el comunismo. Las barbaridades de Stalin son innegables, pero Miquel muestra un auténtico desconocimiento sobre las tesis comunistas. Gran homenaje a Ángel Sanz Briz. Saludos.
Grande Angel Sanz Briz, 5 veces más personas salvo del holocausto que Schindler, y no tuvo una famosa película, y si no es por personas como tú en España ni sabriamos de él. Gracias Miquel, Gracias RTVE.