Próximamente
Y yo os pregunto:
¿Quién puede conocer los designios del Señor?
Nadie.
Y eso nos llena de tribulación.
Porque nuestros pensamientos son inseguros.
Antonio.
Ya te lo he pedido dos veces.
Sin embargo, existe un santo espíritu...
...que puede mostrarnos el camino.
-A mí me gustaban más las misas del padre Eugenio.
Mira quién está ahí.
-El que faltaba.
-¿Ves lo que veo? -Está guapísimo.
Le veo hasta más alto.
-Le brillan los ojos.
-Éste es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
-¿No vendrá por quien tú sabes? -No sea así.
-Bienvenidos seáis los invitados a la cena del Señor.
(TODOS) Señor, no soy digno de que entres en mi casa...
El cuerpo de Cristo.
No trate de engañarme, padre. Va a seguir siendo cura.
¿Dónde ha confesado? Porque conmigo no.
-Ayer. Y por favor, no me llame padre, que ya no soy padre.
-¿Se cree que el sacerdocio es un pañuelo...
...que tiramos cuando nos cansamos?
-¿Ya no es cura? -No.
-Termina con esto y vete a entrenar. -Pero ¿lo es o no?
-No, y no lo soy. Llámame Eugenio.
¿Qué es eso de entrenar?
-Tenemos un equipo de baloncesto.
El padre Froilán es el entrenador.
-¿Un equipo de baloncesto? -Soy el pívot.
-Es un equipo para los chavales del barrio.
Desi puso unas canastas en el descampado.
Estamos apuntados en un campeonato.
-¿En un campeonato? -Hablemos de usted.
Nada, hija, que no sale.
-Estarán hablando de las cosas de la parroquia.
Ojalá se hiciera cargo de todo.
-No es cura.
Ya no es cura.
Se lo ha contado todo al padre Froilán.
Y él le ha dicho que de dejar de ser cura, nada.
-Cuando le he visto sin el alzacuellos, me ha parecido raro.
-Quizá le deben unos atrasos.
-Antonio.
Pues sí, es verdad.
-¿Te has salido de cura?
-Sí. -Enhorabuena.
-¿Qué ha pasado?
¿Te has hecho judío o moro?
-No, sigo siendo católico.
Es largo de explicar.
¿Qué tal, Mercedes?
Ya te acostumbrarás. Hola, María.
Buscar casa y trabajo. Aquí ya no me puedo quedar.
Sí.
¿Dónde voy a estar mejor que aquí?
Pili.
¿Cómo estás?
-¡Vaya sorpresa!
-Sí. -¿Qué tal?
-¿Sabes dónde está Inés?
Cuando abres la tapa, te encuentras un cable verde y un cable rojo.
Con el verde y el rojo haces...
-Yo no sé hacer un puente. Yo no entiendo de coches.
-Yo menos. No sé ni conducir.
-Necesitamos un coche para repartir los boletines y los pasquines.
¿Seguro que tu hermano no puede dejarnos el 600?
-Qué va, está fuera.
-Rubio. -¿Qué?
-¿Y tu padre?
-Mi padre tiene un 850, pero no me lo deja.
-Cógeselo por las buenas.
-Sí, se lo voy a coger. No, imposible.
-Sin que se entere.
-¿Cómo no se va a enterar? Es muy maniático.
No me creo que en todo el partido nadie sepa hacer un puente.
-Los que sabían están en Carabanchel.
-No me miréis así, que mi padre se daría cuenta.
-¿No tiene unas llaves de repuesto?
-Sí. ¿Y eso qué tiene que ver?
-Así no se enterará.
-No lo entendéis.
Si le pasa algo al coche, mi padre me mata.
Está bien. -Se levanta la sesión.
Quédate y planeamos lo del coche.
Si veis a alguien, agachad la cabecita.
Vamos a ver, escuchadme.
¿Quién va a venir a ver el partido del Madrid?
Bien.
A las 6 en la puerta de la parroquia.
A ver si se os pega algo.
Josete, agárrala.
¡Vamos!
¿Te gusta?
-¿Cuánto? -Son 450.
-420.
-No, está hecho a mano.
-Sí, ya, pero es que son 90 duros.
-425 y nos lo llevamos.
-No, lo siento.
¡Tira, Luis!
-¡Carlos!
-¿Tienes lo de la quiniela?
Tú verás.
-¡Josete, tira!
-¡Dobles!
Carlos, si dejas de botar, no puedes volver a hacerlo.
Así son las reglas. Esto no es fútbol.
¿Tú qué sabes?
Chicos, el campeonato empieza el sábado.
A ver si espabiláis.
Tenéis que meter seis canastas cada uno.
Bota, bota, Carlos.
Bota.
¡Bota!
¡Bota!
¿Qué te estoy diciendo?
¡Métete en tus cosas!
-Como soy el propietario, me gustaría hacer un lanzamiento.
-¿Qué os habéis creído? ¡Que os den morcillas!
Tengo mucho que hacer. -¡Venga, Ramón!
¡Ya, ya voy!
Estaba guardando unas cosas.
(TV) "El presidente chileno Allende desmiente...
...que se estén creando milicias populares".
¿A que se cargan a Allende?
-¡La última!
Brabender avanza, se la pasa a Luyck.
Se la devuelve, avanza, tira y... ¡Canasta!
-¿Dígame?
-Toni.
No voy a ir a comer.
-Es Inés, que no viene a comer.
-"No digas nada".
No voy porque estoy comiendo con Eugenio.
Que ha vuelto.
-Sí, algo he oído. Me acabo de enterar. ¿Cómo está?
-Bien, está muy bien. Espera, que te lo paso.
-Hola, Toni, ¿cómo estás?
-Con ganas de verte. ¿Cómo estás?
Dicen que ya no eres cura.
-Ya no lo soy.
Pero ya hablaremos de eso.
-Dile que venga a casa a tomar un café.
-Ven a casa de tu hermana y tomamos un café.
-Termino de comer y voy para allá.
¿Dónde te vas a quedar?
-Pues no lo sé aún.
-Si quieres, te quedas aquí en el salón.
-No, no.
No, Toni, ya hablaremos.
-Bueno, como queráis.
Ahora voy para allá. Hasta ahora.
Te he echado tanto de menos.
-Ya, claro.
Yo a ti sí que te he echado de menos.
Pero no sabía dónde estabas y no te he podido llamar.
Tú sí sabías dónde estaba yo. ¿Por qué no me has llamado?
-No lo sé.
Quería tener las cosas claras.
Lo siento, cariño.
A partir de ahora, no nos separaremos nunca.
-¿No les gusta?
-Sí. -¿Les traigo otra cosa?
-No, está bien.
-Tengo tantas ganas de ser una pareja normal.
De no estar escondiéndonos, diciendo mentiras.
¿Sabes lo que vamos a hacer? -No.
-Primero, voy a buscar trabajo.
De lo que sea. No se me van a caer los anillos.
-¿Y luego?
-Y luego...
Luego,...
...casarnos.
-¿Casarnos?
-He pedido mi secularización.
El Vaticano está poniendo muchas trabas.
-Pero, de casarnos, ¿tú quieres que nos casemos por la iglesia?
-Sí, sí.
Y tus padres también lo querrán.
Y si no me dan la dispensa, podemos casarnos nosotros mismos.
-¿Cómo que nosotros mismos?
-Sí, es una manera de celebrar el matrimonio.
El sacerdote no es más que una presencia testimonial.
Podemos seguir la misma fórmula que empleó Rodrigo.
Será igualmente válido.
No se trata más que de celebrar nuestro amor.
-Bueno, pues por eso mismo.
Antes de nada, tendré que decirle a mis padres...
..que estoy enamorada de ti.
-Sí.
-Te acompañaré. Hablaré con ellos.
-Va a ser mejor que hable yo primero.
A solas. Sobre todo, con mi madre.
Chema, soy yo. Ya tengo el duplicado.
Pero es mejor que lo cojamos esta tarde.
Mi padre no lo va a coger hasta mañana.
¿Sabes dónde está la mercería?
Nos vemos allí en una hora.
Hasta ahora.
Pues nada, eso es todo.
¿Verdad, cariño?
-¡Vaya!
La verdad es que no sé qué decir.
Me lo había imaginado, pero creí que eran cosas mías.
¿Y lo sabe alguien más?
-La abuela.
-¿La abuela?
¿Y qué dijo?
-Lo pasó muy mal y me hizo dudar.
Cuando se fue Eugenio,...
...se quedó más tranquila. Quiero hablar con ellos.
-La que se va a armar.
No os quiero asustar, pero papá os va a matar.
-Bueno, pues pasamos por ello.
-Claro que sí, Eugenio.
¡Olé los curas valientes!
O lo que seas ahora.
Tenemos la botella de sidra. ¿La abrimos?
-Claro.
-Venga.
-¡Vaya dos!
¿Y cómo lo vais a hacer, os vais a casar?
-Claro que sí.
-Eso tenemos que hablarlo bien.
-No será fácil.
-Os podéis casar por lo civil.
-Para eso, hay que apostatar, renunciar a tu fe.
Y no estoy dispuesto.
-¿Y en Gibraltar?
-No nos vamos a esconder.
-No, si a mí me parece estupendo que os caséis.
Yo os lo digo por papá y mamá.
-No te preocupes. Si me caso, es por ellos y por Eugenio.
-Vamos a brindar por los novios.
-No me lo creo todavía.
-Vamos, alegría. -Venga.
-Vamos a brindar por la que se va a armar.
¿Cuándo se lo vas a contar?
-Elegiré el mejor momento. -¿Dónde vivirás?
-De momento, en casa del padre Froilán. Ya veré.
-Es por lo de la cama turca.
No es buena idea que te quedes en casa.
-No, claro.
-Bueno, chinchín.
-Por los novios. -Gracias.
-¡Huy!
(RADIO) "La cede en corto a Alberto, cede a Irureta y córner".
"Intenta el disparo y gol de Gárate".
"El segundo de los colchoneros".
"Gol del Atlético de Madrid".
Tan importante como meter canastas es dar asistencias.
-A mí lo que me pasa, padre,...
...es que la canasta está muy alta y no meto una.
-Ya las meterás.
Los bajitos pueden ser buenos bases. La estatura no importa.
El que quiere, puede.
¿Quién tiene las entradas?
Seguro que es de lengua.
Y yo.
¿De verdad?
-No miréis lo que no os importa.
Las entradas, Luis.
Es verdad.
Esa será su hermana.
Estos no tiran al tuntún.
Hay un jugador bajo el tablero para coger el rebote.
-Podían haber ido a besarse a otro sitio.
-Padre, me tengo que marchar. -Pero...
No te vayas solo.
Y tú también, Josete.
Tened cuidado.
Ya está bien, que estamos en el cine.
-Está muy bajita.
-Vengo al cine por no aguantar el fútbol y lo tengo aquí.
-Vale, ya la bajo. -Pues eso.
Ha perdido 1-0.
-¡Fuera Saura!
-¡Comunista!
-¡Fuera rojos! -¡Cabrón, vete a Rusia!
-¡Arriba España!
¡Viva Cristo Rey!
-¡Saura, cabrón! -¡Rojos!
¡Arriba España!
-¡Saura, cabrón!
"Estoy contenta de tenerla aquí. ¿Qué tal el viaje?"
"Pensábamos ir a recogerla, pero hay mucho que hacer en una casa".
A mí me da mucha pena.
-Si tú te dedicaras a jugar al baloncesto,...
...seguro que metías todas.
Como sea.
-Lo habéis visto. Era él.
Y lo hace delante de todo el mundo.
-¿Qué dice de su padre?
A lo mejor se le parecía, pero no era él.
-Claro que era él.
¡Como si no conociera yo a mi padre
-Vale. Perdona, Luis.
-Todos los padres ponen los cuernos.
No te fíes.
Seguro que se va con esa rubia fuera de casa.
Eres el más alto.
¿Cuánto nos queda?
-Una hora o dos.
-¡Joder!
Estoy más acojonado de que me pille mi padre.
-Bueno, total...
Sólo nos echan 20 años.
-¡No me digas eso!
¿Qué hace?
-¡Joder!
¡Me cago en tu puta madre!
Tenemos un problema peor.
Recoge esto, Toni.
Tranquilo, todo va bien.
Agente, hola.
Sí, por supuesto.
Somos periodistas de "Pueblo".
Éste es mi DNI.
Llevábamos unos documentos. Toni, ¿estás bien?
-Tranquilos, ya vendrá una grúa.
-Yo creo que el coche no anda.
Si movemos un poco la chapa...
¿Por qué no te quedas a dormir? -No, no, no.
No puede ser.
Si sus padre se enteran, se organiza una...
-A mí me da igual lo que digan.
-No, no puede ser.
Me encantaría quedarme, pero no puede ser.
-Bueno.
Como tú quieras.
-Me marcho.
El padre Froilán...
-Perdón, ¿eh?
No sabía que aún estabas aquí.
-Sí. -No pasa nada.
-Claro que pasa.
Eugenio, no sabía que los curas besaban tan bien.
-Ni yo.
-Me voy.
-Bueno.
Adiós.
Un poco más, que ya casi lo tenemos.
-Esto ya está.
-Sí.
-Parece que ya está.
Suban al coche a ver qué tal.
-Arranco.
-¿Y esto qué es?
-Son unos paquetes que tenemos que llevar...
...del periódico "Pueblo".
Es una edición especial.
-¿Me puedo llevar uno?
-No, no. Bueno, yo, por mí, encantado.
Gracias por ayudarnos, pero están contados.
-Por uno no...
-Nos cierran la edición, Toni. -Sí, Chema.
Muchas gracias y lo siento.
¡Gracias!
-Vayan con cuidado. -Adiós.
(RADIO) "Cádiz-Sevilla, 1".
-Nada, nunca más de cinco.
-Habrá que insistir.
-¿Qué insistir, padre Eugenio?
Estoy gafado.
-Los designios del Señor son inescrutables.
¿Le puedo pedir un favor?
No me llame padre Eugenio. Llámeme Eugenio, a secas.
-Llevas dudando desde el seminario.
No sé cómo voy a hacer para arreglar el tejado.
Aquí, el que más hecha en el cepillo son 10 duros.
-¡Qué me va a contar!
-¿Le apetece tortilla a la paisana? -Lo que más.
-Dígame una cosa y perdone que me meta.
Cuando se case con esa chica, ¿de qué piensan vivir?
¿O es de los de contigo, pan y cebolla?
-Buscaré trabajo.
Daré clases en algún colegio o trabajaré en una obra.
-¿En qué mundo vive?
Para empezar, ni siquiera podrá casarse con esa chica.
Y si se les ocurre tener un hijo,...
...no van a poder inscribirlo.
Sí, no me mire así.
Ni tener Libro de Familia ni nada.
Y váyase olvidando de cobrar una pensión.
-No se preocupe. Ya nos apañaremos.
Casi ni se nota. -¿Cómo que no se nota?
Tengo un faro roto. ¡Qué bronca me va a caer!
-Llamamos a un camarada que tiene un taller...
...y te lo arregla. -Es domingo.
-Quedará como nuevo. -Lo quiero como estaba.
-Deja de protestar.
(TV) "Las aficiones del Español y del Barcelona...
...llenan las gradas en este nuevo derby".
"Pasa a Marcial. Intenta adelantarse a Solsona".
¿Te ha llamado Luis?
Dice que no va a jugar, que está amargado.
Ha visto a su padre metiéndole mano a otra.
¿A que sí?
(TV) "El control es del Español, aunque el Barcelona presiona".
"De Felipe pasa a Ochoa, éste pasa a Aquino".
"Aquino avanza con la pelota".
"Y fuera".
-¡Que metan un gol ya, por favor!
-¡Me cago en la leche! ¿A quién se la tiras?
¡No ves tres en un burro!
-13 tenemos seguro. -No nos comemos ni un saci.
"Se le escapa el balón de las manos".
-¡Penalti!
-¡Como una casa!
-¡Árbitro, sabemos dónde vives!
-¿Cuánto tocáis a cada uno?
-Poco, porque hay muchos unos.
-¡Vamos, vamos!
-¡Tinín! -¿Dígame?
-¡Quita de ahí!
-Perdón.
¿Dígame?
¡Callaos, que no oigo!
¡Oiga!
¿Quién es?
Vamos empatados, pero queda muy poco.
-Si enganchamos la de 14, menos de un millón no nos dan.
-Un millón entre cinco, tocamos a 200.000 pesetas por barba.
-Menos da una piedra.
¡Es para matarlos, meted uno aunque sea con la mano!
-¡Deja de chupar balón, da juego, coño!
¡Este tío es malísimo!
-¿Qué pasa?
-Que tenemos 13 aciertos.
Tenemos que ganar para los 14.
-¿Quién tiene que ganar? -Estos.
-Los periquitos.
-¡Qué nombre más raro para un equipo de fútbol!
-¡No seas nenaza!
-Yo corro más que ése.
¡Pero hombre, tira!
-¡Periquitos, a por ellos!
-¡Mariquita!
-¡Vete ya!
¿Y cómo lo hacemos?
Y nos oye la madre de Luis y se arma.
¡Gol!
¡Gol!
Dicen que son 200.000 pesetas.
-¡Qué suerte!
Si aún fuera cura, me habría tocado.
Estuve en esa peña. -No te quejes.
-No, no me quejo.
Te tengo que dejar, que ya es muy tarde.
-Bueno, pues hasta mañana, mi amor.
-Hasta mañana.
Te quiero mucho.
-Y yo a ti. Te echo mucho de menos.
-"Yo también". -Buenas noches.
-Buenas noches, amor.
Vamos a cerrar, que es tardísimo.
-Bueno, señores.
Me voy a la cama.
Hasta mañana.
Adiós, Tinín.
-Me voy a dar un gustazo.
Me voy a ir a Estoril.
-¿Eso no está en Portugal?
¿Qué pasa allí?
-Allí vive Don Juan.
Voy a presentarle mis respetos.
Y voy a poner a su disposición el dinero que me toque.
-¿El dinero a Don Juan?
-Es para la causa.
-Yo me voy a hacer una reforma del taller.
Otra copa.
-No hay más copas.
-La última.
Vamos a brindar.
Por Marañón.
Que ha marcado el gol.
¡Por Marañón!
-Por Marañón.
-¿Sabéis de qué me estoy acordando?
-Déjalo.
-No, que esto nos interesa a todos.
Vamos a ver. El que no paga...
...¿cobra o no cobra?
-¿Qué quieres decir?
-Que Antonio no puso los 20 duros.
Se lo dije tres veces.
-¿Tres veces? -Sí.
Antonio, paga. Antonio, los 20 duros. Antonio.
Que si quieres arroz.
-Tres veces y no te ha pagado.
Eso lo cambia todo. -En la lotería no se fía.
Ni en la quiniela ni en los chinos.
-Que levanten la mano los que digan...
...que Antonio no cobra ni un duro.
Uno, dos, tres. Mayoría.
(RADIO) "Seguimos sin resultados del escrutinio".
"Castellón-Gijón, 1".
"Granada-Real Madrid, X".
"Español-Barcelona, 1".
"Coruña-Osasuna, X".
¡Hombre, suertudo!
Nos van a tocar unos duritos.
A ver si nos sacan de pobres.
No tanto, Antoñito.
¿Te ha engañado para venderte un coche?
LS... Yo prefiero el Sport.
Para ir a coger setas...
El coche que tienes te desmerece.
Voy a apretarme un carajillo.
Hola.
Vengo a hablar con mamá.
¿Con qué?
¡Ah! ¡Qué bien!
Gracias.
Hoy no.
Gracias, Tinín, hijo.
¿En qué vais a usar la pasta? Igual me compro un Cadillac.
La resaquilla, ¿eh? ¿Qué pasa?
-Nada.
¿Qué va a pasar? -Nada.
-No sé, noto un ambiente raro.
Aquí parece que pasa algo.
-No pasa nada, coño. -No.
-Pues perdonad, pero yo creo que aquí pasa algo raro.
-Díselo tú, Cervan.
-¿Yo?
¿Por qué yo? Díselo tú.
-Que se lo cuente Tinín. -¿Por qué yo?
Se lo voy a contar.
Por eso vengo a contároslo.
No quiero más mentiras.
Si Eugenio y yo nos queremos, ¿por qué no nos podemos casar?
-Escucha a Inés.
Eugenio va a secularizarse.
Da igual. Inés es feliz y Eugenio es un buen tipo.
-Cuando empezaron los cotilleos, entre nosotros no había nada.
Que no ha pasado nada entre nosotros. Os lo juro.
Se lo voy a decir yo.
No, mamá. Vamos a venir a la hora de comer.
¿Qué importa que se haya olvidado de poner los 20 duros?
-¡Sí, claro que importa!
-¿Claro que importa?
¡Antonio fundó la peña con nosotros! -¡Que hubiera pagado!
Se lo dije.
Antonio, lo 20 duros.
Antonio, no has pasado por caja.
Paga, Antoñito.
-¿Sabéis qué os digo? Sois unos ratas.
Le voy a decir que os demande y yo iré e testigo.
-¡Mira cómo se ha puesto!
Éste es un chivato.
-¡Que no, coño!
Tiene razón, somos unas ratas.
-¿Por qué hay que darle su parte si no ha puesto un duro?
-Yo pienso igual que Cervan.
-Si nos toca un millón,...
...da igual dividirlo entre cuatro o entre cinco.
-Claro que importa.
Si somos cinco, tocamos a 200.000.
Si somos cuatro, nos caen 10.000 duritos más.
Si te parece poco...
-Los que ibas a mandar a Estoril para el rey, ¿no?
¡No me jodas!
Tiene 4.000 kilómetros.
Está impecable.
Yo me lo quedaría para mi mujer, pero no conduce.
Y gasta muy poco. Como un mechero.
Me da 15.000 pesetas y el resto, a plazos.
¿Qué me dice?
Porque un día es un día y me gusta mucho el coche.
No suelo hacerlo, pero eres amigo de Desi.
-¿Qué tal?
-¡Hombre!
No quieren repartir contigo.
Por no poner los 20 duros.
-Aguántaselo un poco. -No sé si podré.
¿Le pagamos?
-¡Me cago en la leche, está bien!
Le pagamos.
¡Pero antes paga los 20 duros!
-Tranquilízate.
-Este cerdo te dice que pagues los 20 duros...
...o no ves el premio.
Que pagues. Venga, la pasta.
-¿Cómo no te lo vamos a dar?
¡Parece mentira! -¡Por Dios! ¡Joder!
(RADIO) "Apuestas mutuas".
Callaos.
-Callaos.
-272.000 pesetas.
-"Han sido 278 boletos de 14".
"Cada uno cobrará 126.000 pesetas".
-126.000 entre cinco...
Tocamos a... -A 25.000.
-A 25.000.
-Vale.
En dos, que están los tiempos...
No te enfades, estáis haciendo un mundo.
¿Qué pasa?
Mamá...
¿Cómo te lo van a robar?
¿Que te van a robar el coche?
¿No es éste tu coche?
Lo has pintado tú.
Nos está gastando una broma.
Te ha quedado bonito.
Me voy, que no llego. ¡Adiós!
Yo no.
No creo.
¿Crees que vendrá a comer a su casa?
A lo mejor hoy no.
A lo mejor se ha ido con su querida.
-¡Hola, chicos!
-No le ponga los cuernos a su mujer.
¿Le gustaría que se lo hiciese su mujer?
-¿Qué decís?
-Luis también le vio.
-Es de lo que no hay. -¡Largaos de aquí!
Pero si yo no conduzco.
-¡Qué cosa!
-No, no, no.
Quería decirte...
Inés... -Papá.
Eugenio...
...está aquí porque queremos decirte una cosa.
Y...
Es que...
Nos queremos y hemos decidido...
-Pues eso, casarnos.
-Hemos decidido casarnos.
-Pero Antonio...
De eso hace tiempo ya.
-¡Cálmate, papá!
-Lo siento.
La séptima temporada de Cuéntame cómo pasó comienza en septiembre de 1973.
El caso Watergate en Estados Unidos, la vuelta a la presidencia de Juan Domingo Perón en Argentina o el golpe de Estado del General Pinochet en Chile, marcaban los acontecimientos internacionales mientras en España continuaba la dictadura de Franco y la imparable búsqueda de libertades.
La familia Alcántara sigue viviendo en San Genaro. En esta temporada, el microcosmos que representa el barrio madrileño vive novedades como la marcha de Nieves de Meyni, la actividad de Don Froilán como nuevo párroco del barrio o la creación de "El Desi", el nuevo equipo de baloncesto del barrio. Con un trasfondo político y económico marcado por el asesinato de Carrero Blanco y la crisis económica que empezaba a acechar a los hogares españoles, los últimos meses de 1973 apuntaban próximos cambios en la vida de todos los españoles y también en el de los Alcántara.
Antonio Alcántara sigue trabajando en la imprenta de los Hermanos Usillos y aunque la empresa no está pasando por su momento más boyante, Antonio se siente tranquilo. Sus deseos de prosperar siguen presentes, por eso, la posibilidad de ganar una quiniela hace que cada semana juegue con la peña de la bodega. Esta semana los sueños de todos parece que empiezan a acariciar la realidad.
Desde que Nieves tomó la decisión de irse del barrio, Mercedes lleva las riendas de Meyni con la ayuda de Pili, Valentina y por supuesto, de su madre. Aunque la situación de la tienda le preocupa, Mercedes sólo puede pensar en su examen de Graduado Escolar. Después de muchos meses preparándose para la prueba, por fin, se acerca el día. Pero la concentración de Mercedes disminuye después de que Inés hable con ella para darle una, aparentemente, "buena noticia".
Inés continúa viviendo con Pili en su pequeño piso y sigue vendiendo artesanía que ella misma hace en el "Rastro" para poder vivir. La marcha de Eugenio y los meses de espera sin tener ninguna noticia de él, le han afectado. Desde su repentina marcha, Inés no puede dejar de pensar en él y se siente sola.
Toni ya ha acabado la carrera de Derecho y continúa trabajando en el periódico Pueblo.
Sus actividades políticas, llevadas al margen de su familia, continúan. Poco a poco, el mayor de los Alcántara comenzará a adquirir nuevos compromisos con el partido clandestino en el que milita. El riesgo que llevan sus actuaciones dentro del grupo le hará vivir situaciones de máxima tensión.
Las clases están a punto de empezar. Mientras tanto, Carlos y los demás chicos dedican su tiempo libre a su nueva afición, el baloncesto. Entrenados por Don Froilán y patrocinados por "Electrodomésticos Desi", se esfuerzan en aprender para jugar en el campeonato del barrio. Pero antes de jugar ningún partido, Luis tendrá que dejar el equipo. Carlos y Josete intentarán ayudarle a su manera...
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación