Próximamente
(Música)
¿Sabes lo que te digo?
El salto de la grulla.
¿Tú parabas mucho en este antro?
Se acabó.
Te mira a ti, como todas.
Me gusta un montón, pero...
Pues que todavía no se me levanta, tío.
Hola. -Hola.
Eres nuevo por aquí, ¿no?
¿Cómo te llamas? -Luis.
-Yo soy Nati. ¿Quieres bailar?
Es que soy un poco pato. -Bueno, da igual. Tú sígueme.
(Música lenta)
Hola, Carlos.
¿Qué tal?
¿Me invitas a una copa?
Oye, oye, oye, pues de pato, nada, ¿eh, monada?
-Hombre, a ti es fácil seguirte. -No lo sabes tú bien.
No, gracias.
¿De qué te ríes?
-No, nada. De lo buen chico que eres.
-Carlos.
Algo se mueve en Dinamarca.
-Eh, Martín. Mira, tu prima.
-Chis. ¡Tú, venga, largo!
-¿Es algo tuyo? -Mi primo.
-¿Qué te pasa, no me has oído? Te he dicho que largo, coño.
-Tío, ¿a ti qué te pasa? -¿Qué pasa?
Me da asco ver a mi prima con un yonqui como tú. Eso me pasa.
-¿Qué yonqui? Yo no veo ningún yonqui.
Lo que sí veo es mucho capullo. -¿Tú de qué vas, basura?
¿Qué pasa, "Parriba"?
¿Te vas a traer a todos los amigos de la cárcel o cómo va esto?
Fulgen, Fulgen, si rompo, pago. No te preocupes.
Mira qué chulito el madrileño, ¿no?
-Tengo una escopeta debajo de la barra.
Al primer puñetazo la saco.
-Martín, ¿eres imbécil o qué? Vale ya, ¿no?
-¡A casa!
-¡No me da la gana!
-¡Te he dicho que a casa!
No te da la gana...
Vosotros dos, también fuera.
-Vámonos, Carlos.
Pues yo prefiero los Picos de Europa, francamente.
-Y yo, pero a mi padre le hace mucha ilusión.
-Ya, ya lo sé, pero son muchos días...
-Cariño, venga. Ya verás como te gusta Sagrillas.
Con esas campanas que suenan cada cuarto de hora,
el viento de Levante que te despeina a la que sales de casa,
las camas que crujen,
los ronquidos de mi padre que retumban por las paredes.
-Ah, que vamos a dormir con tu padre.
-Exactamente con él, no. En la casa.
-Yo he reservado en el parador.
-No te lo había dicho, pero nos han adjudicado
la mejor habitación.
-Ya estoy viendo que no voy a dormir en toda la semana.
-¡Menuda mierda, menuda mierda! ¿Ahora qué hago?
-Podías llamar a la puerta. -¿Te acuerdas que tenía plan
para ir a Granada con unos colegas? -Sí.
-Se la han pegado con el coche y están ingresados.
-Vaya por Dios. ¿Es grave?
-Él tres costillas rotas, ella, la tibia.
Pero ¿yo, qué?
Me voy a tener que quedar en casa aburrida como una ostra.
-No, no, no, no. Tú aquí en casa sola no, Luchi.
-¿Sola? ¿Y Ben y Adelaida?
-Tienen permiso para ir al pueblo. -¡Pues que no vayan!
-Son sus vacaciones. No puedo pedirles que se queden.
-¡Pues me das dinero y me voy a un hotel!
-(SUSPIRA)
Cariño no, ¿eh? Sé lo que estás pensando, pero no.
Nada, que voy a salir un rato.
Nati, la chica, dice que quiere hablar conmigo.
¿Quién nos va a ver a estas horas, Carlos?
Yo sé lo que hago, ¿vale?
¿No dices que tengo que tomar mis propias decisiones?
¿Y qué vas a hacer, vigilarnos? ¿O preparar el café?
O si no doy la talla con la chica, te pones en mi lugar.
(Despertador)
"Por sobrecarga..."
(Teléfono)
(Teléfonos)
(Teléfono)
(Teléfono)
(Ovejas)
(Teléfono)
(Teléfono)
(Ovejas)
(Teléfono)
(Teléfono)
(Teléfono)
(Teléfono)
(Teléfono)
Perdona, cariño.
¡Ay! Es que estaba hablando con el monitor de Oriol.
-Ah, ¿y qué tal se apaña con los esquíes?
-Bien, dice que está contento. -Y eso que no quería ir.
-Ya. Bueno, qué ¿nos vamos?
-Eh... Ya, pero es que... -No me digas que sigue arriba.
No ha terminado la maleta, no está lista.
-Pero ¿y a qué espera? -¿Hace falta salir tan temprano?
¿Adónde vamos, a Albacete o a Tomboctú?
-Son las 9 y media ya ¿eh? -Y esto pesa un huevo.
-A ver. ¿Que llevas aquí para que pese tanto?
-Pues ropa.
-Oye, ¿y este autocar de dónde ha salido?
-Lo he alquilado para ir todos juntos.
-Sí, ha sido idea mía. -Oh...
Genial. -¿Sí?
-¡Sí! -Pues hala.
-Parece una ambulancia.
-Oye, no, Luchi. -Déjala. Déjala. Déjala.
Déjala...
(SUSPIRA)
-(RADIO) "Se ha originado un motín en la cárcel Modelo de Barcelona
protagonizado por siete reclusos que en un principio mantenían
como rehenes a cuatro funcionarios de la prisión.
Los amotinados están encabezados por el conocido delincuente
Juan Moreno Cuenca, alias 'El Vaquilla'".
(Llaman a la puerta)
La Nati no aparece desde anoche.
¿Seguro que no ha dormido aquí?
¿Y se puede saber dónde está tu amigo?
Anoche me dijeron que estuvo bailando con la Nati.
Y eso...
Y eso que la Nati es buena chica, pero tiene la costumbre
de juntarse con gente que no le conviene.
Sus padres me encargaron que la tuviera vigilada.
Y... ¡Puta droga!
De verdad como yo me entere de que alguien trata de meter mierda
de esa en mi pueblo, lo descerrajo de un tiro.
Bueno.
Si por casualidad te enteras...
¡Hala, si parece una nave espacial!
¿Dónde se puede comprar tabaco por aquí?
-Ahí, en el Bistrot.
-¿Me acompañas? -¡Claro!
Bueno, he alquilado este bicho para que podamos ir todos juntos.
Cuando queráis, cargamos y nos vamos.
¿Para qué vamos a llevar dos coches, si en este cabemos todos?
Eso no es un problema, ¿te apetece conducir?
Ir en dos coches no significa que tú no puedas conducir el mío.
Voy contigo, mamá.
Sí.
Claro, si se va superbién.
La mejor garnacha de la comarca, modestia aparte.
No, no, de Salamanca. De Aragón era la familia de mi mujer.
Luchi ha heredado todo el patrimonio de su madre.
Yo se lo administro.
Yo desde entonces, ¿qué de qué?
Nada.
Como un cartujo.
La primera relación que he tenido ha sido con Inés.
Antonio, te aseguro que tu hija me ha devuelto la alegría de vivir.
Pero déjale que vaya a su ritmo y nosotras al nuestro, que si no...
Que sí, que sí.
He hablado con Oriol esta mañana y está contento.
¿Te dije que iba a esquinar a Chamonix con el colegio?
Sí, es carísimo, pero he decidido no preocuparme por el dinero.
Si José Ignacio es rico, es rico. Tampoco es un defecto.
Por eso.
Y no sabes lo mejor.
Que es conde.
¡Que no, mamá, que es conde!
Sí, que lo que esconde es que es conde.
Que igual no puede seguirte.
Esta me la compré en The Batcave, el garito más moderno del mundo.
Está en el Soho. ¿Tú has ido a Londres?
-No, qué va, no he salido nunca de España.
-Tienes que ir, es una pasada de ciudad, una locura.
-¿Sí? -Sí.
Yo estuve interna en un colegio allí
y nos escapábamos los viernes para ir al Batcave.
-¿Y no os pillaban? -No.
Nos fugábamos con el hijo del jardinero.
Le teníamos contento, ya me entiendes.
-Flipo con las botas.
-Doc Martens, de Camden Town.
Es como el Rastro pero de Londres.
-¿Te compras ropa de segunda mano?
-Estoy super en contra de la sociedad de consumo.
Pero...
¡Se me duermen las piernas!
Nosotros cogemos por el camino de Tobarra.
Vosotros tirad para la ermita.
Y no me dejéis ni un rincón sin mirar.
-Míralo, ya está ahí ése.
-Y viene solo.
-Eh, tú, chaval.
¿Dónde está tu amigo?
En tu casa no está.
-Eh, eh, eh, chaval. Que esto es muy serio.
Ya puede ir apareciendo mi sobrina.
Como le haya tocado un pelo, te juro que soy...
Pregúntale a tu chico.
¿Nada? Ya lo veremos.
La mierda de Madrid hay que dejarla en Madrid, Antonio.
Aquí no la queremos.
Y tú reza para que la encontremos sana y salva.
¿Qué pasa? -No sé. Ya nos contarán.
-Oye, tu padre me ha hecho un interrogatorio que ni la Interpol.
Yo creo que estaríamos mejor en el parador.
-Cariño, no me lo pongas tan difícil. Inténtalo por lo menos.
-¿Y ese quién es?
Mi hermano.
Sí, me parece muy bien.
Pues...
Pues... Es muy acogedora, ¿eh? Es como muy de la tierra.
Y antes, sin baño, ¿cómo hacíais?
Vete pasando, que ahora voy.
Oye, Carlos, ¿Luchi se queda en el cuarto de María?
Soy Luchi. -Eso.
Pero, entonces, ¿Luis dónde anda?
¿Por qué, recaída?
¿Pero qué pasa, se mete?
-No, mi vida, no.
-¿Cariño, cuál va a ser nuestro cuarto de baño?
-¿Qué pasa? -Que solo hay uno.
-No pasa nada, sólo era una pregunta. -Cariño...
-No pasa nada. Mira, yo he estado en Guinea, en Argelia, en la India.
He dormido en sitios que ni te imaginas.
-¿Sí, no?
Dame un segundo, anda, que voy a ver si lo soluciono.
Sí, le gusta mucho, claro.
Oye, pero... Mamá, que es mucho trabajo, es mucho lío.
José Ignacio ya había hablado con el parador
y tenemos dos habitaciones libres que nos las guardan. Nos esperan.
Yo creo que es lo mejor.
Vamos a estar todo el día juntos, dormir es lo de menos.
Que sí, mamá, que nos marchamos ya y...
Que no mamá, que no. Que ya comeremos algo por ahí por el parador.
Perdonad.
Me encanta la casa, de verdad,
pero ya había reservado en el parador,
y estas fechas tan especiales no devuelven el dinero.
¡Ah, claro! ¡Oye, me muero de ganas por verla!
Luchi. Luchi, ¿dónde vas? -¡Ahora vuelvo!
-Oye, que nos vamos al parador.
-Yo no quiero ir al parador. Yo me quedo aquí.
-¿Y ahora qué le pasa a esta? -Que tiene con quién entretenerse.
Bueno, pues cuatro ojos ven más que dos, ¿no?
Y dime, ¿qué es lo que has perdido?
¿Es grande, es pequeño, es de oro, es de plata?
-Aquí tenemos las barricas de roble francés
con diferentes capacidades y tostados.
-La verdad es que tenéis una bodega preciosa.
Sí. Pero no es la primera vez.
Me han hecho muchas a lo largo de estos años.
Se acabó lo que se daba, Antonio. Estoy muy, muy cansado.
Sabes que he querido dejarlo otras veces.
Solo estaba esperando a que tu hijo se hiciera más con el negocio.
y, sobre todo, le gusta, que es lo más importante.
Lo suyo es esto.
Tiene alma de bodeguero.
¡Luis!
(RÍE) Me hago pis.
Espera.
No me mires, ¿eh?
(GRITA)
(SOLLOZA)
(SOLLOZA)
(SOLLOZA)
¡No vayas, no vayas! ¡Hay alguien ahí!
¡No me dejes sola!
(SOLLOZA)
(SOLLOZA)
¡Carlos!
No, no, no la toques. No la toques, por favor. Está muerta.
¡Vámonos, por favor, vámonos! ¡Carlos, por favor!
(SOLLOZA)
(SOLLOZA)
Espera, no puedo.
-Esto es serio. Tinajas, barricas... Tu padre tiene aquí un buen negocio.
-Querrás decir "tenemos".
-Sí, perdona, no me acordaba de que era un negocio familiar.
-Voy a poner mis cinco sentidos en esto,
es importante que lo entiendas.
-Me lo dices en un tono que parece una amenaza.
-No, es que no soy de medias tintas.
Quiero decir que esto va a ser una parte muy importante de mi vida.
Tienes que ayudarme. -Claro, sólo tienes que decirme cómo.
-La ilusión de mi padre es colocar un gran reserva
entre los vinos más importantes de la comarca.
-Eso es privilegio de pocos.
-Ya. Por eso, cuando te presente la cata, sé exigente.
No le halagues sólo por caerle bien.
Tú eres prácticamente un enólogo.
-Bueno, bueno, no tanto. -Haz como si lo fueras.
De acuerdo.
Perdona, otra cosa.
Si te pido un hijo, ¿vas a salir corriendo?
-¿Cómo? -Eso.
-Eso, como tú dices, es la primera vez que lo hablamos.
¿Esa es la barrica?
Lleva 26 meses envejeciendo.
Lo mejor de la cosecha del 81.
-Esa fue una añada discreta.
No.
Ah, ¿sí?
Papá, que está aquí Luis.
¡Luis!
¡Luis!
¡Luis!
¡Luis, espera!
No sé, no ha podido ir muy lejos. -Pero ¿quién es ese Luis?
Un amigo de Carlos.
Pero... Están parando el coche de la Guardia Civil.
Oye, mi hija parece afectada. ¿Qué está pasando?
Antonio, dijiste que esto era un remanso de paz, pero...
Vamos, papá. ¡Hay que seguirles!
Hay que decir que hemos visto a Luis.
¡Luchi! -¡Papá!
-¡Quieta aquí! ¡Y vosotros no os mováis!
Pero ¿quién es esta chica?
-Quita. -¡Largo, joder, que no baje nadie!
-¡Déjame, déjame! Dame una linterna. -¿Para qué?
-¡Dámela!
-¿Sobredosis? -O género en mal estado.
¡Eh! ¡Eh!
¿Me vas a explicar qué pasa?
Yo no me voy de aquí sin mi hija.
¿Y su colega el yonqui?
-¿Qué hace ahí tu hijo?
¡Mira, papá, que es la Nati! ¡Que está ahí!
-¡Al hijo puta ese yo lo mato! -Sargento, yo voy a bajar, ¿eh?
¿No ve cómo se encuentra mi hija? -De aquí no pasa nadie.
-¡No me jodas, que esa de ahí es mi sobrina!
¡Quítate de en medio, coño! -¡Salvador!
Salvador, para a tu gente, ¿eh?
-¡Está viva! -¡Joder!
-Gracias, Dios mío. -¡Hay que llevarla a un hospital!
-¡Está viva!
A veces vuelven. ¡Corre! -Nati.
¡Nati!
¡Nati!
¡Que no te puede oír, está en semicoma!
-A los coches, la llevamos allí.
-Se ha metido mierda de esa, ¿verdad?
¿Y de dónde la habrá sacado?
-Arriba. -Venga, vamos.
-¡Vamos! -Arriba.
-¡Papá, papá!
¡Cógela, que se me cae!
Anda, venga.
Venga. ¡Vamos en mi coche, yo la llevo!
-Nosotros os escoltamos.
-Qué casualidad que la haya encontrado tu hijo.
¡Martín, coño!
-Ya, no es el momento. Ya hablaremos tú y yo.
-Cuidado la cabeza. -¡Qué horror!
-Sí, cariño, es un horror,
pero está muy bien que lo hayas visto.
-Tú vete a casa y tranquiliza a tu madre.
No quiero que nadie se mueva hasta que vuelva de Hellín, ¿vale?
¡Venga, coño!
-Antonio, ve al cuartelillo con el chico y la muchacha
para tomar declaración.
Vosotros quedaos en casa hasta nuevo aviso.
(SUSURRA) Venga, va. Ya pasó todo. Venga.
(Gritos)
Le podía haber pasado a cualquiera. Ha sido mala suerte.
Pues en Madrid mi hija no va descubriendo cadáveres.
-¡Déjalo ya, por favor!
Es incapaz de hacer daño a nadie.
(Gritos)
¡Dale, acelera!
(Gritos)
Esto se está poniendo muy feo. ¿Y el teléfono?
-¿Qué vas a hacer? -Conozco gente de por aquí.
-Gente, ¿qué gente? -Al Gobernador Civil,
al Capitán General de la Región Militar...
-Pero, a ver. Para, para, para...
que soy conde.
¿Está abierto el maletero? -Sí, sí.
-Vale, pues voy a por algo de abrigo. Me estoy pelando de frío.
¿Me acompañas?
Es que la maleta pesa mucho y me da miedo ir sola.
¿Sabes qué?
Me gusta.
El pueblo, digo.
Es como de película.
Donde estoy yo siempre pasa algo.
Qué suerte para él tener un amigo como tú.
Yo nunca...
¡Tengo frío!
¿Qué?
¿Qué?
¿Y mi ropa?
Es que no lo entiendes, Carlos. ¡Nati está muerta, joder!
Joder, yo pensaba que estaba mu...
Yo no le hice nada, te lo juro.
Y si me quedo, también.
Para ellos sólo soy un yonqui de mierda.
Es el hijoputa, ¿verdad?
¿De mi furgoneta? -He metido la pata.
Lo siento mucho, de verdad.
¿A ver si viene quién?
Luis, ven conmigo. Ven, ven.
Coge el agua.
Oye...
No te había visto yo con este pelo y esta barbita que te has dejado.
Mírame, mírame a los ojos, ven.
No me has contado qué te ha parecido trabajar el campo.
¿No te pasa que al meter las manos en la tierra
te olvidas de todo y te sientes más libre?
Me entró la paranoia y huí.
¿Sabes anoche, que me fui con Nati?
Yo creía que íbamos a algún sitio a estar los dos solos.
(Música)
-Pruébalo. Lo hace Fulgen.
Sí, habría unos 10 o 12. A algunos los tenía vistos de aquí.
Otros parecían de fuera.
De todo, Carlos.
Querían que les ayudara a pillar.
Me habían montado una encerrona.
-Hola, Luis. Soy el Macaco.
Es que dicen que soy hijo de King Kong.
¿A ti te gusta el pueblo, Luis? -Sí, sí, sí.
-Pues a nosotros, no. Esto es un coñazo.
Cuando llevas aquí toda la vida aquí, te mueres de aburrimiento.
Siempre las mismas caras, ningún sitio donde ir...
Entonces, ¿qué es lo que hace la gente?
Joder, pues lo que ves.
Meterse todo lo que pilla.
Pero ese es el problema.
-Porque... ¿A quién se lo tienes que pillar?
-Al Ray, que está en Tobarra,
y nos clava lo que le sale de los huevos.
¿Me sigues o no me sigues, Luis? -No, qué va. No te sigo.
-Pues que al Ray se le ha acabado el chollo.
Mira, nosotros conseguimos la pasta y tu pones los contactos de Madrid.
Sacamos para nuestros vicios y competimos con ese hijoputa,
que está muy crecido.
¿cómo lo ves?
-Yo les dije que estaba limpio,
que llevaba meses lejos de esa movida y que no iba a tomar nada.
(Gritos)
Vamos, coge, coge.
¡Arriba, arriba!
¡Yonqui, ya estamos aquí!
-¡Que salga ya o entramos a por él! -¡Asesino!
-No queremos gente así en Sagrillas, ya te lo dijo mi padre.
-Vamos, coño, que salga ya.
-¿Qué te dije? Que no tocaras a mi prima.
No salís de este pueblo.
-Es un cobarde, no se atreve a dar la cara.
-Escuchad, escuchad un momento.
Yo creo que lo mejor que podemos hacer es despistarles.
Cogemos la furgoneta y hacemos ver que nos lo llevamos fuera del pueblo.
¡Voy contigo!
Nos cruzaremos con la Guardia Civil.
(Ruido de botellas)
-¡Luis, te estamos esperando!
La Guardia Civil estará a punto de llegar.
-Yo no me preocuparía demasiado. -¿Y eso?
-Se van a encontrar con unas ruedas pinchadas.
-¡Hostia, que están saliendo, que están saliendo!
(Gritos)
-¡Yonqui! ¡Yonqui!
-¡Que no lleguen donde los picoletos! ¡Venga, a los coches, coño!
¡Arranca!
¿A quién tienes escondido ahí adentro, "Parriba"?
Una mierda. -¡Eh, eh, eh!
(Gritos)
(Sirena)
-¿Qué pasa aquí? -Venga, subid.
Nati me ofreció un tirito.
¿Cocaína?
Sí, supongo que sí.
Yo le dije que ni hablar,
que casi me había costado la vida quitarme.
-De aquí a tres meses nos hacemos con todo el negocio del pueblo
y le dan por el culo al hijoputa ese.
-Nati, yo me quiero ir ¿eh?
-Sí, pero antes te vas a tomar una última copita conmigo, ¿verdad?
-Tío, vamos a ser los putos amos.
-Nos vamos a forrar, tío. Aquí hay negocio por un tubo.
-Llevaba mucho tiempo sin probar una gota de alcohol.
Era el segundo vaso, y a saber lo que llevaba eso.
Me entró la palidera y me caí redondo.
No sé cuánto tiempo estuve ahí tirado.
Lo siguiente que recuerdo es...
-¡Fuera de aquí! ¡Sacadla del bar ahora mismo!
Y tú, fuera también.
-Pero ¿qué le habéis hecho? -¡Fuera!
-¡Sal cagando leches del pueblo ahora mismo!
¡Como cantes lo que ha pasado aquí, te enterramos vivo!
-Sabía que me iban a colgar el marrón a mí.
Lo sabía.
Me entró miedo y salí corriendo.
Lo único que se me ocurrió fue esconderme en la bodega.
-Según el hospital, lo que consumió la Nati estaba adulterado.
Al camello ese, el tal Ray,
hace tiempo que le vienen siguiendo la pista los compañeros de Hellín.
-Entonces, ¿ella está bien?
-Por suerte está fuera de peligro. Mañana mismo podrá declarar.
Es valiente, honesta, luchadora
y te quiere mucho, Antonio.
Voy a hacerla muy feliz, te lo prometo.
Y a tu nieto, también.
Gracias.
Pero esté localizable por si hay que tomar declaración o hay un careo.
¿Vale?
Pues venga, Antonio, ya os podéis ir a dormir.
Adiós.
Vamos.
El cabo ya nos ha informado de todo.
Sí, menudo susto.
Herminia,
Mercedes,
Antonio, familia Alcántara.
Os debemos una disculpa.
Martín... -Perdón.
-¿Perdón y qué más?
-He sido un gilipollas.
Atiende, y míralo cuando te hablen, coño.
La familia Alcántara se reúne en Sagrillas por Semana Santa, y a ellos se les ha unido Inés y José Ignacio. Pero cuando llegan al pueblo se encuentran con la noticia de que la sobrina del alcalde, Nati, ha desaparecido. La útlima persona con la que se la vio fue con Luis, que no aparece.
La chica fue encontrada insconsciente por una sobredosis, lo que hace que todos ehcen la culpa a Luis de lo sucedido. Un grupo de vecinos de Sagrillas rodean la casa de los Alcántara, a los que acusan de encubrir a Luis. Cercados por sus vecinos, los Alcántara viven una situación bastante tensa.
Añadir comentario ↓
Muy grande acordarse de Manolo Mené en la banda sonora.