Fuera de emisión
Es muy importante también a una persona que tiene
Es muy importante también a una persona que tiene
una discapacidad no tratarla de manera diferente.
A mí mis amigos íbamos por ahí y se metían conmigo:
"A ver dónde vas tú, cojo."
Sin compasión. Quiero decir, con respeto
pero sin compasión, que es muy importante.
Porque si no te sientes apartado.
Yo creo que el mejor camino es el último.
No puedes hacer una comparación
con el que hace tres años has hecho.
No, no. El último es el mejor.
Al año que viene voy a ver si hago otro mejor.
Y sale mejor también.
Que les he dicho que tengo una enfermedad
con la cual se puede vivir y no hay que morirse ya.
Y entonces mientras pueda vivo. Y vivo a lo máximo.
Te das cuenta de que a lo mejor todo lo que creías
que no eras capaz de hacer eres capaz de hacerlo.
Es una inyección muy muy fuerte de...
de autoestima, de reconocimiento personal.
Al menos en mi caso.
Señorito, ¿qué haces?
Tenemos que hacer las mochilas, que mañana hay que salir.
A ver, ¿qué te parece si hacemos una lista
para saber lo que nos tenemos que llevar?
No. -Para que no se olvide nada.
Pon lo necesario.
-Serían los pantalones. Nos llevamos...
Los pantalones de caminar.
A ver si vamos a ir en vaqueros.
Camisetas ponme 180, que sudo mucho.
Acuérdate de apuntar laca y acondicionador,
y peina, y todo para el pelo.
Todo para el pelo. -¿Vas a llevar laca de verdad?
Vale. -¿Te estás riendo de mí?
Lo dejamos entonces. -Yo no te la llevo, ¿eh?
Ay, sí. Pastillas y demás. -Bueno, sí.
Claro, pon ahí pastillas, mando del neuroestimulador.
Ah, y los guantes para las muletas,
que se nos olvida lo más importante.
Y ya se nos olvidaba. -Bueno, pues ahora lo haces tú.
Ostras, pues te queda muy bien.
Y a ti también. Gracias. -Sí, sí.
Ven, que nos hacemos un selfie así para iniciar el Camino.
Jo, me hacía mucha ilusión hacer el Camino.
Tengo muchas ganas de llegar a Santiago.
Y te agradezco que vengas conmigo.
Siempre ahí apoyándome a tope. -Ya sabes que es un placer.
Ya, pero sí, mola muchísimo hacerlo así. ¿Verdad?
Sí.
Y si tenemos buen día aún mejor.
Y si llueve, que llueva. -Sí.
Pues sí, me gusta mucho hacer el Camino.
Y es muy satisfactorio, ¿verdad?
Sí. -Caminar por estos parajes.
Es bonito marcarse objetivos. -Mira, un molino.
Y acabarlos cumpliendo. Al final lo cumplimos.
Claro, claro. Ya llevábamos tiempo queriendo hacerlo.
Pero claro, entre unas cosas y otras;
tu trabajo, mi trabajo. No se puede estar a todo.
Pero aquí estamos. -Sólo hay que tener ganas.
Sí, claro, ganas. Y guantes.
También.
(RÍEN)
Mira. ¿Y esto qué será?
Es un interrogante en plan: "Igual sigue el camino."
Un interrogante de lado. -Es curioso.
No sé, no encontramos ninguno así.
¿Damos la vuelta o seguimos? -No, mejor nos vamos ya
por si encontramos más por el camino.
Sí, hombre, malo será. No.
Ahí se queda. Muy muy representativo.
Soy peregrina del Camino Francés.
Empecé en Saint Jean hace pues creo que 18 o 19 días.
Uno pierde la cuenta un poco.
Ando con México, que la tenéis allí atrás.
Se llama Lidia.
Y desde León ando con Bierzo,
que es Ruth.
Tenemos la manía de llamarnos, sobre todo en el Camino
uno acaba llamándose por de dónde es.
Es como tu hogar.
Es México y Bierzo.
El reto es hacer el Camino entero
desde Saint Jean a Finisterre
para... para bueno, vivir la experiencia
de estar pues prácticamente un mes andando
y aguantando este día a día del kilómetro.
Realmente voy a hacer un poco más de mil kilómetros.
En las guías está estipulado el kilometraje de las etapas.
Pero luego en realidad siempre sueles hacer más kilómetros,
porque no está bien calculado, porque no tienen en cuenta
los kilometrajes de entrada a los pueblos.
Y eso en realidad luego a los peregrinos
nos sabe bastante mal,
porque cada kilómetro cuesta mucho.
Entonces eso kilómetros de más como que duelen
que no te los tengan en cuenta.
Mi objetivo es cada día ir acortando kilómetros.
Hay algunas etapas, sobre todo por Galicia
que es más viable juntar dos etapas para hacer una.
Y me gustaría desde Saint Jean a Finisterre
lograr el Camino en 29 días.
Aunque vayas juntas y vayas andando
y compartiendo varios kilómetros
luego al final también hay mucho rato del Camino
que tú vas solo.
Porque al final el ritmo de cada uno es muy diferente.
Pero al final siempre en los puntos de parada
de descanso o en el punto final uno acaba encontrándose.
Y es como cuando llegas a casa, que es el albergue,
están los de siempre.
La mula se llama Chata. Tiene 32 o 34 años.
La compramos con tres años.
El dueño era bastante amigo mío y sigue siéndolo
y me dijo que estaba ya enganchada, que podía caminar
y me la llevé a El Rocío del tirón.
Y era una chiquilla. Vamos, una chiquilla.
Una mula muy joven. Y es un animal fabuloso.
Y si te hablo de la perra, mejor no te sigo hablando
porque se me hace un nudo en la garganta.
Mi perra me ayuda bastante.
Me ayuda más de lo que cualquiera pueda pensar.
Hace unos días, como voy del Camino al revés,
pues resulta que me pasé. La perra se quedó quieta
por donde tenía que coger.
Claro. Yo la llamo y el animal me obedece y se viene.
Pero me di cuenta que no era el Camino.
Entonces, volví y ya cogí el camino que tenía que coger,
porque ella se había quedado parada.
A la gente le encantaría lo que yo hago.
Hay un porcentaje que le encantaría hacerlo.
Lo que pasa es que hay que tener tiempo.
Es el factor más importante: tiempo.
El otro que venga por detrás, se puede solucionar
de una manera o de otra, más bien o más mal.
Pero el tiempo es primordial.
El Camino es duro.
Es duro para los blandos.
Te puede dar de comer alguien un día.
Te puede ayudar alguien un día.
Pero ir con un burro a Santiago y volver,
hay que estar un poco preparado para hacerlo.
Las truchas son muy buenas.
Muy buenas. Como esta.
No. Y tengo ganas de hacerlo.
Tengo ganas. Pero, claro, a ver si me animo un día.
que tengo ganas de hacerlo.
Parece que no estoy a gusto, si no lo hago.
Pero, claro, tengo que animarme, a ver si un día
nos juntamos tres o cuatro. Uno solo...
Pero es bonito hacer el Camino. Es muy bonito.
Vale. Hasta luego.
Cada día, mejor.
Hoy solamente hemos hecho 15 kilómetros
y lo han llevado muy bien los niños.
Además, han conocido gente muy interesante,
han hablado con ellos.
Y, siempre, cuando conocen gente, están presumiendo.
Entonces, dicen: "¡Oh! Mi mochila no me importa nada.
El Camino no me importa nada. Yo soy muy fuerte".
Entonces, más fácil para nosotros también.
He intentado andar con ellos ya antes
para probar un poco cómo funciona,
si lo hacen bien, si lo aguantan.
Y, entonces, ellos se quejaban mucho,
porque lo hacían al lado de una carretera
y no les gustaba mucho, pero lo aguantaban.
Y ahora, creo que están encantados porque ven
que hay mucha gente haciendo eso
y que hay una naturaleza muy buena.
Y les gusta.
También, han subido montañas en Austria.
Entonces, normalmente,
las vacaciones en naturaleza no son las vacaciones
que eligen los niños.
Ellos eligen más Parque Warner o este tipo de cosas.
Pero, después, es algo que más memoria tienen.
Bueno, ya llevamos toda la vida con ellos.
Entonces, caminar tampoco es tan diferente,
porque la responsabilidad la tenemos siempre.
Pero yo creo que cuando tú compartes una aventura así,
es algo para toda la vida. Es una memoria. Es algo que...
que vas a tener en tu corazón para siempre.
Pienso yo. ¿No?
Sí. -¿Sí? ¿El pulpo?
-A ver. -Y hay almejas.
¿Les gusta hacerlo?
Está mejor comerlo, eh. -Sí.
Si lo pones abierto, parece una medusa.
-Grande. -Es verdad.
A ver. Tú creo que eras
presentadora de televisión o algo así.
No le gusta salir en la tele.
un pueblo precioso. Se ponen a sacar fotos
con las vacas.
Pero era mejor un recuerdo de una persona joven y guapa.
Sellar, en Samos.
Ahora, en Samos, sí.
Samos está a seis kilómetros por aquí.
¿Lo conocéis? ¿No?
Pues miradlo con atención, porque eso vale la pena.
Sí. Eso miradlo con atención.
Sigue por aquí.
Venga. Buen día.
(Cacareo)
(Canto de grillo)
Hola.
¿Están ocupados los asientos?
¿Sí? ¿Nos sentamos?
Ya llevamos un buen trocito. Vamos a descansar un poco,
que esto se hace cuesta arriba.
Hay y no hay. A ver. Tiene sus inconvenientes
y sus desventajas. Hay que estar en forma.
Bueno, el mío es un cuerpo normal español.
No es nada del otro mundo. Lo que pasa es que sí tengo
mucha costumbre de caminar con ellas.
Me riñen muchos los médicos, porque debería caminar más
con la prótesis, pero voy muy lento.
Ella, de hecho, estamos ya muy compenetrados.
Muchas veces, va delante y yo le digo:
"Hazme un test de "resbaladicidad" y hace así con el pié.
Le voy avisando. Ojo, resbala. -Claro. Me gustan los rallys.
Y ramas, que yo voy siempre mirando hacia abajo
para mirar dónde pongo la muleta.
Me avisa: "¡Ojo, cabeza!" Y ya la bajo.
Estamos muy compenetrados.
Tengo que tener cuidado con la espalda por los dolores.
Si caigo, procuro caer con el pecho hacia adelante,
por si... claro, el aparato está ahí muy expuesto
y si tengo algún golpecillo, pues puede fastidiar.
Si hay alguna reja, tenemos que tener cuidado.
soy el primero en encontrarlo.
No suele haber mucho, pero el mirar hacia abajo...
Ya te digo. Dificultad, ninguna.
Después, los brazos aguantan bien, la espalda, también.
Lo único, las muñecas es lo que más sufre.
Pero tenemos hecho, así, medido con el móvil,
hasta 30 km diarios, así con las muletas, sí.
¿Diarios? Diarios, y ya te digo,
al estar acostumbrados
los dos y compenetrados, se llega muy bien.
Mi mochila en vez de ser de peregrino
es de supervivencia, llevo el mandito
para el aparato de la espalda, las bombas de las muletas
y las pastillas que tengo que tomar.
No es una mochila normal
es una cosa un poco rara, pero es lo que hay.
También yo soy especial
bueno, problema de sentido.
Pues si te animas a venir con nosotros, sí,
así sois dos y me avisáis cuatro ojos para mirar los...
las irregularidades del Camino que dos ven más,
aunque ella siempre acierta en todos.
Pero encantado de que vengas con nosotros.
(Música)
Yo sufro mucho, sobre todo el sol.
A pesar de haber empezado el Camino en Saint-Jean con nieve
y haber pasado un día de lluvia y algo de frío,
sobre todo, desde Logroño, creo que fue,
ya he pillado muchos días de sol
y yo soy muy blanca y al final son bastantes horas
que andas al día con el sol dándote
desde el mismo costado y todo el lado izquierdo
suele sufrir quemaduras importantes aunque me eche crema
pues toda la parte del cuello, la parte de la nariz,
el sol ahí se resiente bastante, las piernas...
hay gente que sufre de ampollas yo ahí tengo mucha suerte,
nunca he sufrido mucho de ampollas,
pero el día que hubo lluvia
al tener el suelo con mucho barro, mucha arcilla, intentar no resbalar
o no caer, hice mucha fuerza con la tibia para estabilizarme
y se me inflamó una membrana que parece que hay al lado
de la tibia o que recubre la tibia. Fui al fisio en Logroño,
me lo trataron muy bien, pero ya llevaba un par de días
andando mal y cargué mucho el pie derecho
y ahora tengo una tendinitis
en el talón de Aquiles del pie derecho.
Lo bueno es que después de tantos días andando
con ello, ya no te duele.
Veremos cuando acabe.
Pero ahora no está doliendo, el cuerpo se acostumbra.
En el Camino lo bonito es que nadie tiene compromiso
de compartir unos kilómetros
contigo y si lo hace es porque quiere.
Aquí muchos venimos solos y si andan contigo un kilómetro,
veinte, cinco etapas o media
lo hacen porque, realmente, quieren no porque mañana
saquen nada bueno de ti porque mañana llegas a Santiago
y cada uno a su casa.
Entonces, cuando alguien te ve así y durante el Camino o en el final
te abraza, te da un consuelo, es que es real.
(Música)
He improvisado con unos palos,
una carretilla que compré en la ferretería
y vi que funcionaba.
De ahí, los peregrinos me tomaban fotos,
les parecía estupendo, algo auténtico.
La mochila como siempre la llevamos a cuesta
el peso siempre está pegado al cuerpo, ¿no?
Y en este caso, la mochila la llevas separada del cuerpo
por medio de una tubería de aluminio
y un arnés que se coloca en la parte del cuerpo.
No pesa porque el peso lo está llevando la rueda.
Si lleva 10-12 quilos, tiras seis quilos, siete quilos.
Hay como demanda en el tema del carretillo.
(Música)
Pues yo tuve un accidente
hace, ¿cuánto hace?
Hace 12... Bueno, en diciembre, va a hacer 13 años ahora.
Y nada, yo bajaba en moto, ya ves,
y fue un 23 de diciembre, además, un señor que venía bebido
en dirección contraria me arrolló.
Y bueno, de ahí, ya ves los resultados,
esto es lo más obvio, pero es lo de menos,
al fin y al cabo porque lo malo
son los dolores y secuelas que quedan.
Y nada, estuve ingresado en Orense una semanilla me tuvieron
como inducido por todos los dolores y demás.
Tuve un aprendizaje de nuevo, aprendes a caminar,
a vivir con tu cuerpo nuevo, a usar la prótesis
y, claro, son unos años que tuve perdidos por completo
porque, claro, con 18 años me ingresaron un 23 de diciembre
y los 18 años los perdí porque estuve tres meses
hospitalizado y después rehabilitación.
Y después, los 19 en parte los perdí
porque fueron también un año y algo de rehabilitación
y, claro, para mí esos años me los borraron.
Y fue muy duro porque fue un aprendizaje
vivir otra vez eso, mirarte al espejo
pesando los 52 quilos que pesaba y demás,
las cicatrices que son 1,40 metros
de cicatrices que son muchas.
Y, claro, es un aprendizaje nuevo y aprender a vivir
con tu cuerpo y volverte a adaptar.
Y, nada, me amputaron la pierna en Orense y después me consiguieron
estabilizar un poquito y me llevaron
para hacer cirugía reparadora de los desgarros que tenía,
cadera rota y, bueno, de más cosas.
Tengo muchísimos dolores, aquí a ella no la dejo dormir
muchas noches y ni mucho menos tiene que aguantar mucho.
Y nada, me ingresaron me hicieron ponerme un apartito en la espalda
que es un estimulador que lo llevo aquí atrás en una zona muy mala.
Lo llevo aquí por esta zona, aquí ya no sé si ve.
con los electrodos por aquí y, claro...
porque eso me da una estimulación eléctrica para intentar engañar
la señal del dolor que circula a través de los nervios
al cerebro y el aparato da corriente,
continuamente, para intentar engañar a esa señal de dolor.
Mira los, ¿cómo se llaman?
-Bilitroques.
Bilitroques.
-Eso es en Coruña, en Orense se llaman...
-Estupobois o algo así, no sé.
por ejemplo, ¡ah!
de tener algo de...
Esto y los toxos que también...
Los toxos son estos que pinchan.
Una flor... lo que sea vamos.
(Música)
Hola, buenas tardes.
Hacer 2200 kilómetros andando
hay que tener la mente muy clara.
Como tú digas que hoy hace frío, no tenía que haber venido,
patatín, se me ha perdido una camisa, un pantalón
qué mala suerte tengo, no, todo está bien.
"Pa'lante".
La mula, ya está la mula ahí que está que tiene comida sobrada
y, además, hay mucho...
muchos albergues que se preocupan también, hay algunos
que son más... Pero la mayoría, métela aquí
llévala allí, te dicen: "Me sobró pan,
le gusta a la perra, le gusta a la mula o al burro".
Que sea particular no tengo problema.
Tengo pendiente a ver si me hago de un caballo
que sea tipo percherón, ¿sabes qué es percherón?
Pues hombretón, una cosita que sea fuerte que no sea
muy grande y creo que ese será
el próximo viaje que haga a Santiago, a caballo.
Verás, yo creo que el peor Camino es el último.
El que tú hagas último.
El último de los Caminos es el mejor que tú haces
y has hecho en la vida.
No puedes hacer una comparación con el que hiciste hace tres años
a este, no, el último es el mejor.
Y así, ves: "Para el año que viene
a ver si hago otro mejor" y sale mejor que el primero.
Celda, échate aquí, échate aquí.
Buen Camino, buen Camino.
(Música en inglés)
(Murmullo)
Bueno, hace 20 años hice el Camino.
También, la última etapa de 100 kilómetros,
con una amiga mía.
Y ahora que tengo niños
y que estoy casada desde hace muchos años,
quería compartir esa experiencia con mis niños.
Y, bueno, también porque estoy enferma
y porque no sé cuánto tiempo más voy a poder hacer cosas similares.
Porque no sé cuánto tiempo más mi cuerpo aguantará.
Cuando me diagnosticaron hace un año y medio o dos años,
bueno, eso sí fue un choque.
Pero después empiezas a tomar decisiones.
Mi decisión fue no estar pendiente de mi enfermedad,
pero vivir tanto como pueda.
Y, entonces, en este Camino me siento más viva
que cuando estoy en casa.
Si yo creo que se puede hacer, ahora es el momento.
Puede ser un engaño, no lo sé, pero a mí me parece que con...
Andar... andando gano fuerza.
Ah, antes estaba muy cansada.
Y ahora, también el aire libre y con tanto oxígeno, supongo,
que me da más energía.
Mientras pueda, quiero compartir lo que puedo con ellos.
Y, además, no... Bueno, me han visto...
Por supuesto, me han visto cansada, me han visto en la cama,
me han visto con muchos virus y tal.
Y... y también lo saben. Pero saben...
Es que les he dicho que tengo una enfermedad
con la cual se puede vivir y no hay que morirse ya.
Y, entonces, mientras pueda, vivo. Y vivo a lo máximo.
Yo no... no pido nada.
Pido el Camino mismo y ya estoy feliz.
Y, a lo mejor, pido repetirlo una vez.
Pero estoy muy feliz ahora
y es como lo hemos imaginado con los niños.
El Camino para mí es la libertad de ir donde quiero
y de ser como soy.
Mira. ¡Ay, mira, mira!
¡Eh! El taxista cómo se curró...
Y plastificado.
Déjame el móvil y... Por si las moscas. Tú déjamelo.
Porque ahí estábamos muy maqueados.
Así, con pajarita y demás.
Tanto yo como Jessi lo estamos disfrutando al máximo
porque es que es precioso todo esto.
Es una locura lo bonito que es. Y ver los paisajes
y la tranquilidad, cruzarte con otros peregrinos.
Y nos está encantando. Es más repetiremos, seguro.
Pues supongo que toda la gente... A ver, Jessi ya está conmigo,
entonces, ya... ya es como si fuéramos uno.
Pero supongo que siempre te acuerdas mucho
de la familia y los amigos, lo mucho que te apoyaron
en todas las etapas del accidente, que fue un apoyo fundamental.
Me decían que fuera a psicólogos y demás.
Y nunca fui a psicólogos, siempre dije que, para mí,
mi opinión, a lo mejor no es la correcta,
es que el mejor psicólogo es la familia.
Es muy importante también en una persona con discapacidad
no tratarlo de manera diferente. Mis amigos, íbamos por ahí,
y se metían conmigo en plan: "¿Dónde vas tú, cojo, tal?".
O lo que sea, ¿sabes? Sin compasión, quiero decir,
con respeto pero sin compasión, es importante.
Si no, te sientes apartado.
Es como dices tú, yo era un niño,
de hecho, hasta los 15 años aún jugaba con juguetes.
Iba al instituto y me moría de vergüenza si algún compañero
se esteraba de que andaba con Playmobil y cosas de estas.
Claro, te ves con 18 años sin un problema de salud.
Nunca. No tenía ficha médica, nunca fui al médico
ni por un catarro, ni por una gripe.
Era el mítico chico que nunca bebí, nunca fumé.
Y era muy optimista, decía: "Voy a estar así siempre,
bien, sin males, sin beber ni fumar".
Y, claro, de un día para otro te toca eso.
Recuerdo que, estando en el hospital,
tenía muchísimas preguntas de por qué pasaría eso.
Mi padre me dijo: "Lo primero que me dijiste es:
'Papá, yo no tuve culpa'". Claro, es esa responsabilidad
que dices tú: "No fue culpa mía". Y tenía muchas preguntas:
"¿Por qué ese señor venía en dirección contraria?".
Era un viernes a las cuatro y media de la tarde.
Antes valoraba cosas... Nunca fui superficial ni nada.
Pero valoraba, eso, siempre la estética y tal.
O te gustaba tal chiquilla o no te sentaba bien un pantalón.
Y ahora valoras lo que tiene importancia:
No tener dolor, poder caminar con una normalidad,
poder defenderte con las muletas.
Ves la vida desde una perspectiva muy diferente.
Y aprendes a valorarlo todo.
Cuando no tengo dolor soy la persona más feliz del mundo.
Y 10 minutos si no tengo las 24 horas del día dolor.
Queda mucho que pelear, tanto a mí como a la novia,
a los amigos y a la familia, que sufren como yo.
Y a veces me fastidia mucho, no por mí, sino por ellos,
Yo prefiero que esté mejor la gente que está a mi alrededor que yo.
Y en el juicio yo le busqué una mirada de perdón.
Hay veces que no hace falta que te digan perdón,
solo con la mirada. Una mirada de arrepentimiento.
Y, nada, el señor estaba con la cabeza baja
y no levantó la mirada.
Y el primer encuentro que tuve con el señor
pues fue muy intenso, descargamos tensiones.
Él me dijo lo que me tenía que decir.
Yo se lo dije a él. No sabía cómo iba a reaccionar,
fue una cosa muy... muy tensa, pero muy bonita.
Nos quitamos un peso grande de encima.
Y al señor... A ver, no pretendo tener
una amistad con él, como es lógico.
Pasó todo lo que pasó, pero sí que le hablo cuando lo...
De hecho, lo tenemos visto la novia y yo en los carnavales
en una piscina y tal. Y: "¿Qué tal? ¿Cómo estás?
¿Cómo va?". Y él: "¿Qué tal? ¿Cómo estás?".
Una relación de respeto, no pretendemos amistad,
pero sí que, cuando haces las cosas, las haces de corazón.
Lo he visto varias veces y lo volveremos a ver
y le seguiremos hablando sin problema ninguno,
que para eso le dimos el perdón.
Pues me dices casi todo a día de hoy.
Jéssica, los amigos y la familia lo son todo para mí hoy.
Es una... es que es fundamental para mí.
Ella me apoya... me apoya muchísimo desde el principio.
Me acuerdo que... Me emociono un poquillo.
de las primeras cosas que me dijo cuando me conoció y tal...
Me acuerdo que quedé con ella y tenía la prótesis fastidiada.
Y caminaba mal. La reacción de ella fue darme la mano.
Y dije yo: "Pues, mira, esta chica pues sabe lo que hace y tal".
La primera vez que quedé con ella me acuerdo que fue en su piso
y me dijo: "Enséñame cómo pones y quitas la prótesis
para que te pueda ayudar cuando te haga falta".
Y dije: "Esta es la mía". A día de hoy es todo.
Porque es que me apoya muchísimo, vamos de viaje,
siempre está conmigo y, bueno, es fundamental,
tanto ella como la familia y los amigos no me pueden faltar.
¡Ay, chiquilla!
(CANCIÓN) #Y es que me salen prosas de la boca
#cuando me preguntan por ti.
#Y las calles se vuelven playas si tú las andas.
#Todo es por ti.
#Y las calles se vuelven playas si tú las andas.
#Todo es por ti.#
¡Hola!
Se puede sellar la credencial, sí.
Sí.
Es un entorno fantástico, sí.
El origen es del siglo VI, el origen del monasterio.
Son 1500 años de historia, pero el origen es del siglo V,
muy anterior al Camino.
Sí. Algunas sabemos, pero pocas. (RÍE)
Si te apetece, ahora podemos entrar a visitar.
Vamos por aquí.
Sí.
Este es el claustro grande, sí. El principal.
Uno de los claustros más grandes que hay en España.
Podríamos decir que el mayor claustro de España.
El del Padre Feijóo, se llama.
Sí, la comunidad es benedictina, son monjes benedictinos.
Y ahora mismo hay 10 personas. 10 monjes en comunidad.
11 000 metros son.
Sí, son 11 000 metros de problema para 10 personas.
Es una... algo complejo.
Una complicación para... sobre todo para el mantenimiento.
Pues una de las principales vías de ayuda
a ese mantenimiento es la portería y la hospedería del monasterio.
que se realiza para el retiro espiritual.
Es gente que viene a convivir unos días
en comunidad, con los monjes, a vivir esa vida monástica.
Sí. Cuando salgas das la vuelta, en la parte contraria a estas,
y puedes acercarte a hablar con los hospitaleros.
Ellos te explicarán.
Vamos a subir a la primera planta para visitar
la sacristía y la iglesia.
Esto es hospedería. Y en vez de una numeración,
cada celda, cada habitación, tiene el nombre de un santo.
distinguen las habitaciones.
Bueno, esto es la sacristía como te decía.
Siguen haciendo los oficios y las pautas de la vida monástica
y del oficio. Se utilizan todas las estancias.
Bueno, no sé si describirlo de ese modo...
Donde se preparan para el oficio.
Donde se revisten para empezar los oficios.
Vamos por aquí.
Gracias. Es un sitio magnífico.
Yo te indico cómo tienes que hacer para llegar.
¿Vienes solo a sellar o vienes a quedarte en el albergue?
Muy bien. Pues ya sabes que nos tienes que presentar
la credencia, si no puede venir cualquiera.
Toma nota, y le sellas.
El otro día tuvimos "overbooking".
Sí, estaba lleno, pero fue un caos porque nos faltaron mantas,
almohadas... En fin, por la mañana
de lo que te alegra es que vas preguntando:
"¿Habéis dormido bien?", "Muy bien, muy bien".
Y eso nos alegra.
Seguro. Y soñarás... con los angelitos.
A la derecha tienes los "toilettes",
y a la izquierda tiene las duchas.
Todos venís diciendo lo mismo.
Vale, me dices el número luego y lo apuntamos aquí
por si pasa algo algún día, saber quién estaba en esa cama.
De nada.
Todavía no hemos llegado, es la primera emoción.
Ahora tenemos mucha impaciencia.
Los niños lo han hecho... mitad corriendo y mitad diciendo:
"Ya no podemos más", pero seguimos con mucho ánimo
y tenemos mucha ilusión de ver todo ya.
Y... Bueno, se habla mucho de comida también.
Lo siento, pero se habla de comida.
De estas experiencias he tenido muchas,
de decir: "Vamos a hacer caminos", y llegar
y tener una satisfacción enorme.
Pero lo veo más como un reto personal
de llegar y decir: "Llegué. Lo hicimos".
Tanto yo como ella, que es fundamental para mí,
llegamos, lo hicimos, y estaré muy orgulloso.
Ha sido una satisfacción muy grande.
La llegada a Santiago es siempre brutal.
Es... un cúmulo de sentimientos y de sensaciones muy fuertes.
Yo no soy creyente, no he tenido nunca
una educación religiosa, a pesar de haber tenido la opción,
pero no tengo esa motivación religiosa.
Pero cuando uno llega a la catedral,
se planta en medio de la plaza es como... ¡Puf!
Es muy emotivo.
Uno no anda por el dolor del Camino,
uno anda por la dulzura del final, del destino.
Te das cuenta de todos los días que has andado,
del esfuerzo...
Y...
Te das cuenta de que, a lo mejor, todo lo que creías
que no eras capaz de hacer, eres capaz de hacerlo.
Ahora en un bar encontramos un papelito que decía:
"Te encontrarás en este Camino".
A lo mejor uno se encuentra un poco en este Camino.
Pero lo más importante es ser tú mismo aquí,
no hay lujos, no hay... Eres un peregrino,
eres una persona simple aquí, nada más.
Ahora en la siguiente vamos todos.
Desde que lo conocí me enseñó, ante todo,
a disfrutar de la vida.
Es lo que hacemos día a día: levantarse y disfrutar
de cada día. No pensar en el mañana
o dentro de un año cómo estaremos, dónde estaremos...
Simplemente disfrutar y creo que lo hacemos.
Sí, sí. -Disfrutar de la vida,
ver siempre el lado positivo de las cosas,
que es muy importante. Y a sonreír mucho y a ser felices.
Mira, ¿eh? Así da gusto.
Me acordé de mi madre que decía:
"Tienes que llevarte un carro para los niños
porque nunca va a andar tanto y no vais a poder hacer eso".
No, se pueden hacer un montón de cosas más
con que tú lo creas.
Si durante el Camino, que son tantos días
y tantos kilómetros, llevas esa idea en la cabeza,
tienes que hacerlo.
Yo el último año he estado viviendo en Barcelona...
Separada de una persona que es muy importante para mí.
Y... he tomado la decisión de volver... a Madrid a por ella.
El Camino es amor. -¡Me gusta ese amor!
¡Y seguirá siendo amor! Y lo que haga falta..
Pues vimos la oportunidad de hacer una Primera Comunión
diferente en el sentido de la Primera Comunión.
(CANTAN)
Compartiremos viaje con 11 mujeres que son pura alegría,
y que han recorrido muchos kilómetros
recorriendo una experiencia única.
Con Sara descubriremos los secretos y experiencias
de hacer el Camino en bicicleta.
Cuando llego a Santiago me acuerdo
del día que empecé.
Y Javier nos explicará la estrecha relación
que hay entre la música y el Camino de Santiago.
El Camino es la partitura que vas componiendo
constantemente, el paso a paso, el día a día.
Hoy nuestro Camino irá de Triacastela a Samos. Hablamos con Daniel que hace El Camino con muletas, una lección superación; Teresa que ha decidido hacer El Camino luchando contra su enfermedad; Irene Capdevila, que lleva 1000 km y está a punto de terminar; Narciso, con su mula, y su perro.
Contenido disponible hasta el 30 de junio de 2067.
Añadir comentario ↓
He hecho el Camino frances entero, desde St. Jean Pie de Port. Este programa es ecxelente. Recoge muy bien el ambiente del Camino. Me encanta! Me trae muy gratos recuerdos. Es como estar de nuevo en el Camino. Mil gracias por hacer este programa!
Me encanta el uso de los recursos de producción y del trabajo de edición. Un trabajo forzado e impecable con los niveles adecuados de información, entretenimiento y sorpresas. Recién regreso de mi primer Camino Portugués y desde ya me estoy preparando para el proximo verano. Esta serie muestra la importancia de hacer el recorrido hacia el interior de uno mismo y el Camino te ofrece las mejores vistas de esa ruta personal.
Acabo de hacer el Camino el pasado mes de Junio. Una experiencia maravillosa q me ha marcado profundamente, aunque he tenido momentos muy duros y de mucho esfuerzo. Felicidades por el programa. Habéis conseguido entrar en la parte más emocional del Camino. Os sigo cada semana y ya espero el junio del año q viene para repetir.
Muy bueno el programa ¡Buen Camino! Me traz muitas recordações boas de meu Camino de Santiago de Compostela, ruta francês em 2016. Abraços e buen camino
Es increíble cómo captan lo realidad de cada Peregrino. Me encanta verlos cada semana.