Dirigido por: Antonio Perezgrueso
Este espacio emite documentales sobre alpinismo, escalada y otros deportes de riesgo al aire libre. El equipo del programa ha logrado hazañas destacables, como filmar en el prohibido reino himalayo de Mustang y en Bhután.
‘Al filo de lo imposible’ es una serie documental en la que predomina la emoción, los deportes de aventuras y el riesgo. Está dirigido por Antonio Perezgrueso, y cuenta con realización de Manuel Rojo, producción de Esteban Vélez y Fátima Ramas, y los cámaras Fernando Martín y Luis Miguel Pavón.
La web del programa amplía información sobre cada aventura, con reflexiones de los miembros del equipo que las han vivido. También incluye fotografías de las expediciones y permite volver a ver todos los programas de esta y otras temporadas.
En Mallorca tenemos la suerte de que todas las rocas
son rocas calizas, rocas carbonatadas.
Esas rocas son susceptibles de disolución.
Eso implica que, prácticamente, toda la isla de Mallorca
es susceptible, de una manera o de otra,
de ser disuelta y, por tanto, de formarse oquedades, cavidades
que dan lugar a las cuevas.
Hay dos mecanismos básicos que se producen en esas cuevas.
Una, simplemente, por la acción de las aguas meteóricas,
es decir, el agua de precipitación se infiltra a través del suelo,
se enriquece en anhídrido carbónico,
en dióxido de carbono,
y esas aguas vuelven agresivas y en contacto con la roca
empiezan a disolverla
y esa disolución es la que nos va formando las rocas.
Ese tipo de cavidades son las que se dan, principalmente,
en las áreas o en las zonas más montañosas de la isla.
Hay otro aspecto muy importante que son todas aquellas cavidades
que están relacionadas con el litoral de Mallorca.
En el litoral de Mallorca lo que tenemos es la interacción
entre las aguas dulces que se han infiltrado en el suelo
y las aguas saladas, marinas, infiltradas a través de la costa.
En la zona de contacto entre ambas aguas
se produce la disolución por mecanismos de tipo químico,
de la interacción entre aguas dulces y aguas marinas.
Esas cavidades se forman a lo largo de toda la costa.
La relación que tienen estas cavidades litorales con el mar
es muy estrecha.
El Grupo Norte de Mallorca existe desde los años 60.
Es el grupo, prácticamente,
más veterano que hay en Mallorca de espeleología.
Lo que pasa es que, a partir del año 1994
creamos una sección de espeleobuceo, es decir, empezamos a juntarnos,
al principio era Peter Watkinson, Bernat Clamor, Robert Landreth,
empezamos a juntarnos espeleobuceadores
que lo que pretendíamos era especializarnos un poco
en la exploración y estudio
de las cavidades subacuáticas de Mallorca.
Así es como nació, digamos,
lo que sería una sección de espeleobuceo
dentro del Grupo Norte de Mallorca.
Los trabajos que hemos estado haciendo
han sido, la verdad, es que muchos.
Desde el año 94 que empezamos en la cueva de Escoi
de Portocolom, en Felanich
que fue donde aprendimos a bucear, se puede decir, dentro de cuevas.
No sabíamos nada de lo que era el espeleobuceo
ni qué materiales hacían falta. Fueron comienzos difíciles,
no es como ahora que para la gente que quiere empezar
se hacen cursos, hay mucho material, hay mucha información por Internet,
entonces no había nada y empezamos prácticamente de cero,
de la forma más rudimentaria que se puede imaginar.
(HABLA EN CATALÁN)
Conocía a Xisco como alumno
hace ya muchos años,
creo que fueron los años 90 aproximadamente.
Entonces, Xisco se implicó enseguida
con estudios un poco relacionados con la paleontología.
Más adelante, empezó a bucear.
Primero en el mar.
Luego conoció a un grupo de galeses que venía a bucear en las cavidades
y, partir de eso, él se implicó en esta historia.
Con Xisco hemos mantenido siempre contacto
de tal manera que, inició un poco
un intento de hacer una tesis doctoral conmigo
para el estudio de las cuevas,
sobre todo, de las partes sumergidas de las cavidades.
A partir de aquí,
llevamos colaborando con muchísimas publicaciones
y muchísimos trabajos
normalmente, relacionados con el karst,
con las cavidades sumergidas de Mallorca.
Hay un grupo dedicado a hacer la parte de exploración,
otro a la parte de los detalles de la cueva y secciones
y un grupito que se dedica más a lo que es manejo de iluminación
y que maneja más el tema para filmar y esto.
-Hay una parte del Grup Nord
que se dedica a la documentación gráfica de las cuevas
para que la gente pueda ver lo que nosotros vemos.
Yo me dedico a la parte de iluminación
que es un poco complicada porque en las cuevas
luz no hay ninguna y más debajo del agua.
Esto lleva a que hay que transportar muchos equipos,
hay que llevar gran cantidad de focos, baterías
y luego, es muy pesado, porque el problema son las baterías.
Todavía no se ha conseguido
la maravilla conseguida con los móviles
de reducir el tamaño y el peso de las baterías.
Para iluminación, es necesario todavía baterías muy pesadas.
Esto implica transportar mucho peso y, dentro del agua,
mover mucho volumen.
-La gente luego no lo entiende.
Si tú se lo dices a cualquier persona de la calle,
nos dices: "Estáis locos" o "Sois tontos", algo así.
Vale, OK.
Pero bueno, es lo que nos gusta.
-De esta manera, podemos decir que Xisco es, como un poco,
los ojos de la investigación científica y exploratoria
que se está dando en la actualidad.
Nuestra actividad de espeleobuceo
realmente es una actividad de riesgo, esto es indudable.
Siempre lo intentamos minimizar lo máximo posible, no somos suicidas.
Aunque algunas veces algunos puede ser que lo rocen, pero bueno,
en principio, se trata de llevar el material por duplicado,
a veces por triplicado,
para intentar minimizar al máximo, si hubiese un accidente.
Siempre, algunas veces revienta un manómetro de una botella,
un regulador... Entonces, estas cosas intentamos tenerlas previstas.
El consumo de aire mismo, alrededor de dos tercios.
Es decir, se trata de, aunque sea una actividad de riesgo,
pues que sea asumible.
Es cierto que a veces hay accidentes y accidentes mortales
pero creo que es más peligroso circular en coche o en moto
que el espeleobuceo, si se hace en condiciones controladas.
Todo lo que es necesario para la vida,
es decir, respirar y ver,
es necesario llevarlo por duplicado.
Focos hay que llevar, no solo por duplicado,
lo suyo es llevar más de dos.
Como mínimo, tres fuentes de luz.
Las botellas se suelen llevar en el lateral
porque en la mayoría de cuevas mallorquinas,
aunque hay salas enormes y distancias muy largas que recorrer,
para llegar a ellas hay que pasar restricciones
que implican pasar por un sitio muy estrecho
y que si no es con una configuración lateral,
con las botellas a los lados, es prácticamente imposible pasar.
Es una actividad para que te pueda pegar
un ataque de nervios
porque cuando te pasa algún tipo de problema,
lo básico es controlar el pánico.
Si controlas el pánico, ya está.
Normalmente, la mayoría de accidentes mortales
es por entrar en pánico y, casi siempre,
por un cúmulo de circunstancias negativas.
Es decir, si te pasa algún tipo de incidente
y solamente uno, se suele poder controlar.
Cuando hay una suma de factores negativos,
viene la catástrofe.
Siempre hemos tenido claro que todo lo que hacíamos
había que enfocarlo desde el punto de vista científico,
por lo menos, "naturalístico".
No hacer simplemente metros, una cosa de deportes.
Para ello necesitas colaborar con la universidad, en este caso,
el departamento de Ciencias de la Tierra,
con el doctor Joan Fornós.
Aparte, con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados,
con la Sociedad de Historia Natural de Islas Baleares,
que tiene especialistas en diferentes campos,
y con diferentes centros de investigación,
porque, a medida que aprendemos más cosas sobre las cuevas
y podemos aportar más, al mismo que descubrimos más cosas,
que si no abrimos la mente y los ojos,
no los podemos interpretar.
Siempre decimos lo mismo, que esto es un privilegio.
Realmente, lo que hacemos en este programa
es intentar compartir estos espacios, que son espacios privilegiados,
que no todo el mundo puede ir por cuestiones técnicas,
enseñar a la gente lo que encontramos.
Si solo descubriésemos una cosa para nosotros
y no lo compartiésemos con nadie, no tiene sentido lo que hacemos.
(HABLAN EN CATALÁN)
El Dolç, hará cosa de unos dos años... Tres.
Tres años que la encontramos.
Los Dolç han sido una sorpresa muy grande,
porque es una zona que nunca pensamos
que en este tipo de rocas hubiese cuevas de este tipo.
También era muy interesante porque no hay acantilados,
sino que hay poquísima altura, son playas.
Entonces, encontrar esta cavidad...
Creíamos que era una surgencia marina, una surgencia submarina,
que era lo que dio más pistas.
Pero encontrar una cueva de estas características en un sitio que,
ni desde le punto de vista geológico, por el tipo de roca,
ni porque había acantilados, está casi a nivel del mar,
fue realmente una sorpresa.
Esta sí que ha sido una novedad en el sentido de que no estaba
en ninguna de las listas de las cuevas de Mallorca.
De hecho, no está, porque está a punto de publicarse,
ni siquiera se ha publicado todavía.
Sí que ha sido una novedad muy grande.
Sobre todo, lo curioso, lo que es muy interesante
es que estamos hablando de rocas, que la roca, no la cueva,
se ha formado hace...
poco más de un millón de años.
Implica que la cueva se ha formado
muy recientemente.
Estamos hablando de centenares
de miles de años solamente.
A nivel geológico, eso es poquísimo,
formarse una cueva en tan poco tiempo.
Las cuevas del Dolç sí que son morfologías,
conductos de disolución originales.
Básicamente, porque los depósitos en los cuales se encuentran
son rocas muy recientes.
Los depósitos de dunas eólicas
en las cuales está excavada parte de esa cavidad.
En esa cavidad, por ejemplo, se ve la roca completamente desnuda.
Se ve realmente la parte que se ha disuelto,
los conductos originales
de la disolución.
Ahí no ha habido tiempo
de que se produzca
un depósito de estalactitas o estalagmitas,
y son prácticamente inexistentes.
El tipo de rocas es muy diferente,
muy porosa y tiene muy pocas formaciones.
Parece que se han destruido, porque cada cueva tiene
unos condicionamientos químicos del agua, que hace que algunas,
que, a lo mejor, en algún momento tenían columnas,
estalactitas, estalagmitas, etc., se han disuelto y se han destruido.
Hay evidencias de que ahí ha pasado algo parecido.
Ahora, tampoco debía haber la riqueza que hay, por ejemplo, en el Drach.
Esa exploración que se está haciendo en el Drach y también en Dolç
nos está aportando imágenes nunca vistas.
Parte de las exploraciones que están haciendo
son conductos nuevos, pasajes nuevos, que no habían sido explorados
y que muestran algunos aspectos interesantísimos,
que hasta ahora habían sido supuestos en algunos casos
o vistos con muy buena precisión
o espectacularidad en otros.
Hay formas o morfologías que han estado muy bien documentadas
por Xisco y todo su grupo de espeleobuceo,
en el cual se ven formas características de disolución,
de corrosión, algunos espeleotemas, algunos precipitados
de minerales no comunes, no relacionados con los carbonatos,
que obedecen al ascenso de aguas termales
procedentes del interior de la Tierra.
(HABLAN EN CATALÁN)
Siempre hay sitios que explorar, que topografiar, que hacer fotos,
que hay que filmar, hay que recoger muestras...
La verdad es que no hay tiempo.
Hasta que no esté, que no sé cuándo será,
creo que ya estaré retirado, es muy fácil decir:
"No, es que ya está todo hecho".
Todo lo que está previsto hacer... Faltan años.
Muchos años todavía
para acabar de hacer
lo que sabemos que falta hacer.
Porque seguro que hay muchas cuevas que se descubren en otras zonas.
Entonces, para mí, no tiene mucho sentido
hacer espeleoturismo por esto.
El programa Al filo de lo imposible junto a los espeleobuceadores del Grup Nord de Mallorca descubren y exploran la cueva de Es Dolç. Nos muestran el gran descubrimiento geológico de su interior sumergido y el profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Joan Fornós, nos valora todo el trabajo.
El programa Al filo de lo imposible junto a los espeleobuceadores del Grup Nord de Mallorca descubren y exploran la cueva de Es Dolç. Nos muestran el gran descubrimiento geológico de su interior sumergido y el profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Joan Fornós, nos valora todo el trabajo.