El comienzo del capítulo 85

Gonzalo se ha convertido en un prófugo de la corona, y sus más allegados van a sufrir las consecuencias. El Cardenal Mendoza lo ha dejado muy claro: "Si el huido se pone en contacto con vosotros o si tenéis la más mínima ocasión de contactar con él y no informáis, os esperará la horca". Con la misma frialdad le ha confesado a Hernán que, o decide ponerse manos a la obra y dar con él o dejará patente que el cargo le viene grande.