Nikki Lane visita Toma Uno

Hace un año nos visitó por primera vez Nikki Lane, la artista de Greenville, en South Carolina, y hoy regresa para una pequeña gira de presentación de su tercer álbum, Highway Queen, sugerente en cuanto a sus apuestas vitales, en las que mezcla romances, intuiciones y la propia vida. Ese nuevo proyecto deja sensaciones encontradas y muy viscerales que conducen a encuentros y desencuentros personales en sus letras y en sus arropes sonoros. Ha sido diseñadora de moda, tiene una de las tiendas de ropa más populares de Nashville, High Class Hillbilly, y hasta Dan Auberbach de los Black Keys quiso producir su segundo álbum, All,Or Nothin', donde encontramos un empleo poco habitual del pedal steel y unos arreglos que parecían derivados de banda sonoras de algún espagueti western. Su propuesta sonora pretende activar entre los fans más jóvenes la industria con sede en la Music City, la ciudad en la que ha fijado su residencia, aunque la mayor parte del año lo pasa viajando y dando conciertos. Desde muy pequeña, Nikki Lane se ha movido entre el cariño por las canciones de la Motown de su madre y las inclinaciones hacia el country de su padre. Adora a Loretta Lynn y la quieren comparar con Neko Case y Wanda Jackson cuando su personalidad propia es cada vez más acusada. Su visita en directo a TOMA UNO en el día en que cerrará su pequeña gira de conciertos nos ha dejado la satisfacción de tener cerca a esa "reina de la autopista" que está marcando los caminos más sugestivos de la música de raíces norteamericanas.