Hemos nombrado el programa de hoy “Tawazoun”, que en árabe significa equilibrio, como una de las piezas de "Makan", el último disco del brillantísimo oudista marroquí Driss El Maloumi, un concepto que también es aplicable a "Clychau Dibon", el sugerente diálogo entre la kora mandinga de Seckou Keita y el arpa occidental de Catrin Finch, y, en general, puede extenderse a cualquier expresión musical, que siempre refleja ese anhelo inalcanzable de sosiego que padece el azorado y esencialmente inestable espíritu humano. Es, por ejemplo, la melancolía equilibrada de fuerza que presenta el fado portugués en las voces nuevas y renovadoras del género como Cuca Roseta o Helder Moutihno y que también está presente en su género hermano del otro lado del Atlántico, el tango, que aquí aparece sabiamente revestido de trip hop y electrónica por Waldeck y la voz oscura y arrastrada de Zeebee. Otras formas de equilibrio, con grandes contrastes de ritmos, texturas y dinámicas, son visibles en la poderosa y original apuesta del joven grupo de percusión brasileña Buyakano o en el colectivo venezolano Tragavenao Orquesta Afrobeat y su combinación del arrollador género africano con frescas voces y acentos caribeños. El nuevo disco del veterano artista dominicano Juan Luis Guerra, "Todo tiene su hora", desborda vitalidad juvenil y ritmos torrenciales, con espléndidos arreglos "jazzeados" de vientos y cuerdas.También suena extraordinariamente joven nuestra última selección de hoy: el homenaje a la mítica banda neoyorquina The Fort Apache Band, por parte de Miguel Blanco y su fundador, el inagotable Jerry González, al frente ambos de una numerosa big band de apabullante swing y arriesgadas piruetas de equilibristas del sonido, o si se prefiere, de perseguidores del alma.
