Antonio González: el triunfo de la voluntad

La flora canaria está llena de endemismos. Hace ochenta años el científico Antonio González decidió estudiarlos, no como biólogo, sino como químico. Quería analizar la composición molecular de las plantas y averiguar todas las posibilidades de conocimiento y de aplicación práctica que ofrecían. Sus investigaciones supusieron un antes y un después en la Universidad de La Laguna, en Tenerife, y su nombre adquirió popularidad internacional, aunque en su tierra fuera casi un desconocido. Nominado tres veces al Premio Nobel de Química, finalmente fue galardonado con el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en el año 1986. Estos días se ha hablado largo y tendido de él al celebrarse el centenario de su nacimiento.