Intercambio entre hombres y demonios

Siempre es fácil invocar demonios porque ellos están llamándonos y solo hay que descender a su nivel. Los magos deben extender su imperio a las profundidades del infierno. El operador que ejecuta la magia sagrada, tras lograr el conocimiento y la conversación con el santo ángel guardián, debe invocar a los cuatro príncipes soberanos del mal. Estos poderes de naturaleza maligna son bestias salvajes. Deben ser domadas. Existen seres espirituales que no pertenecen solo a fuerzas angélicas. Hay elementales e incluso demonios que han logrado un entendimiento correcto del universo. Han conformado un microcosmos dedicando su atención a la humanidad. El mago que ha prestado juramente al servicio del hombre puede contar con el apoyo de estos seres.