¿Os imagináis ver la segunda ballena más grande del mundo a pocas millas de la playa? Pues es lo que avistamos hace unos días a bordo de un velero con la tripulación de Asociación cetácea -cuyo objetivo es proteger, conservar e investigar la vida y hábitats marinos en el litoral catalán- sorprendidos de avistar este cetáceo en pleno otoño. Es el rorcual común, el segundo animal más grande del mundo tras la ballena azul, que en edad adulta mide hasta 25 metros y pesa más de 50 toneladas. A estos cetáceos, que están en peligro de extinción, se les suele ver en primavera cuando migran hacia aguas del mar de Liguria para alimentarse y aparearse.
Pero no es lo que único que se encuentran. Desgraciadamente en todas las salidas sacan plásticos y basura del mar.
