En sus primeros años, la construcción de líneas de alta velocidad en España estuvo dirigida a conectar dos grandes núcleos de población, como Madrid-Sevilla o Madrid-Barcelona. Pero en la actualidad, se proyectan o construyen tramos periféricos de la red, con lo que el número de usuarios será mucho menor y por tanto, la demanda será más reducida con una frecuencia de trenes muy inferior. Dado que la vía doble es más cara que la única, Enrique Castillo, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y miembro de la Real Academia de Ingeniería, propone la vía alternada.
Este modelo consiste esencialmente en utilizar vía simple en los tramos caros (túneles y viaductos) y vía doble en los baratos (zonas a cielo abierto) y exclusivamente allí donde haga falta. Lo interesante de esta solución es que, dando unos tiempos de viaje similares a los de la vía doble, cuesta un 40% menos.
