1889: Un Richard Strauss demasiado maduro para sus 25 años compone su mejor poema sinfónico, basado en la agonía de un artista, postrado en su cama, que vislumbra su redención en "el cosmos eterno" y en el Ideal. Temas musicales magistralmente entreverados: el tema de las palpitaciones, el tema de la muerte, el de la sonrisa, la añoranza, la batalla, la determinación juvenil, y el sublime "tema del Ideal". Este poema es la mejor metáfora del crepúsculo del Romanticismo, y del crepúsculo de muchas cosas. Mismamente Strauss citará el tema del Ideal en el último de sus Lieder, "Crepúsculo" (o "El rojo de la tarde"), cuando el anciano le dice a su nuera judía Alice que la muerte es justo como la retrató en aquel poema sinfónico. Acabamos con notas sobre Strauss y el III Reich.
