En 1953, sólo un año más tarde de la muerte de Cristina Skarbek, Ian Fleming publica "Casino Royal", la primera novela de James Bond. En ella, aparece la primera chica Bond: una enigmática y bella europea, de pelo oscuro, llamda Vesper Lynd. La leyenda cuenta que Cristina y Fleming fueron amantes, pero no hay evidencia de que llegaran siquiera a conocerse. Lo que si parece claro, es que el escritor conocía su actividad durante la guerra, y la tenía en muy alta estima.
La que se convertiría años más tarde en la espía favorita de Winston Churchil, nace en Varsovia, en 1908, en el seno de una familia de acomodados nobles. Ante la invasión de Polonia, Cristina no duda en ofrecerse para defender a su país. Se pone entonces en contacto con las autoridades británicas, que la reclutan para el servicio secreto, el M16. Su trayectoria la hace merecedora de un cada vez mayor prestigio..., un prestigio que la acaba transformando en leyenda.
Cristina amó la libertad en su sentido más amplio..., amó la adrenalina, amó a los hombres -tuvo dos maridos y varios amantes-, pero, sobre todo, amó la libertad: la de su país, y la suya.
