Nunca descuidamos la historia en Kilómetros de radio, tendría delito contando con Emilio Lara como colaborador. Nos viene a hablar de su último trabajo "El relojero de la puerta del Sol". Un amigo le habló en el Departamento de Historia donde trabaja de José Rodríguez Losada y quedó fascinado, asi que metió sus notas en una carpeta, tres meses para rastrear información del personaje y otros seis para dar estructura a una historia que ahora por Edhasa ha tomado forma de libro y lo tenemos a nuestra disposición, aunque la presentación oficial será en Madrid el próximo 25, y Manolo Castro será el encargado de hacerlo antes de que hable el autor. Bueno como dice Emilio es una historia donde hay misterio, amor, amistad, superación en un contexto histórico en que se establece un paralelismo entre la España de Fernando VII e Isabel II y la Inglaterra que está a punto de entrar en la revolución industríal. Justo en ese país extranjero vive exilado José Rodríguez Losada, un leonés de orígenes muy humilde que huye del país cuando iba a ser detenido y se establece en Londres, donde tuvo muchos trabajos pero alguien le dió una oportunidad y terminó siendo el relojero más famoso de Europa. Regresó a España para vender unos cronómetros al ejército. Se alojó en un hotel de lo que hoy es la actual Puerta del Sol y allí contemplaba un reloj que atrasaba y con cuatro esferas que marcaban horas distintas. José Rodriguez Losada decidió entonces construir un reloj, la reina era entonces Isabel II, y regalárselo al pueblo de Madrid. Es el reloj con el que cada año los españoles tomamos las uvas de fin de año.
De las características de ese reloj nos habla Jesús López Terradas, el actual relojero, que nos cuenta como fue configurado, cuidados que se le aplican y que no tiene nada que ver con el Big Bang de Londres, en el que Losada trabajo, según López Terradas no reparó sino que concluyó porque el que inició los trabajos se murió sin acabar la obra y su hijo, con pocas habilidades no pudo concluir, así que lo hizo el español. Losada se enamoró en Londres, allí murió y sigue enterrado, nunca volvió a España, pero sus relojes en el país estaban en manos de los más destacados personajes. También salvo a Zorrilla que pudo seguir creando literatura, después de que el relojero más famoso de Europa saldase sus muchas deudas.
