El 14 de mayo fallecía en Madrid el maestro del arte de la estampación, Dimitri Papageorguiu, que parecía practicar desde su juventud esa sabiduría de vivir que expresa la máxima de Antonio Machado que a él tanto le gustaba: “Moneda que está en la mano quizá se deba guardar: la monedita del alma se pierde si no se da”.
Residía en España desde 1954. Como estudiante becado, en las tertulias de las librerías Clan, de Tomás Seral y su mujer Gloria, o en la librería de Carmina Abril en Madrid o en la tertulia de su taller de estampación de la calle Modesto Lafuente de Madrid , Dimitri, el Apeles, dibujante de la Resistencia en los años 40 en Grecia, trató y fue amigo de personajes notables de la cultura española de la posguerra, como los plásticos Antonio López, Carlos Pascual de Lara, o Carlos Sanz de Tejada, el arquitecto Fernando Higueras, el ingeniero José Antonio Fernández Ordoñez, o los poetas Yanis Ritzos, Ángel Crespo, Pepe Hierro…
Quienes quieran conocer de manera rigurosa la vida de Dimitri y su papel en “las artes de la estampa” en España en la segunda mitad del S.XX pueden leer la excelente tésis doctoral de 2003, accesible en internet, de su hijo Aris Alfonso Papagueorguiu García: Dimitri Papagueorguiu en las artes de la estampa, con fotografías impagables de tres décadas.