El misionero Andrés Díaz de Rábago de 98 años, es literalmente de los últimos de una especie, la de los misioneros cristianos que conocieron la China republicana anterior a Mao. El formó parte en 1952 del último grupo jesuitas ordenado en Shanghái y formará parte del contingente de misioneros occidentales expulsados un año después por Mao Tse Tung.
En este primer programa hablamos de los orígenes familiares de Andrés Díaz de Rábago, que confirman el presupuesto de la vieja alianza de ayer, entre los jesuitas y el poder; una familia los Díaz de Rábago, que forma parte de esa nueva aristocracia que nace en el siglo XIX, con el desarrollo del comercio y la banca. Con un abuelo, Joaquín Díaz de Rábago, personaje muy notable de la Galicia del XIX, catedrático de hebreo en Santiago de Compostela, y director del Banco de España de la ciudad, sociólogo y economista, y con una prima, Carmela Díaz de Rábago, primera mujer directora de un banco en España, y principal propietaria del Banco Pastor.
La paciencia por soportar la mala calidad de sonido al hablar desde un móvil en Taipéi a más de 10.000 km de Madrid, queda recompensada por el placer de escuchar la voz optimista de este misionero de 98 años cuya memoria raya en lo prodigioso.
