Os presento a dos chicos y una chica que son arquitectos, treintañeros, que se han liado la manta a la cabeza y han apostado por hacer cosas diferentes. Han abierto un laboratorio de fabricación digital porque les gusta innovar, experimentar con texturas y formatos para hacer todo tipo de piezas que no existen en el mercado y que se demandan.
Pero lo que más me ha fascinado es cómo se las ingenian para sacar las máquinas a la calle para que la gente, los vecinos, conozcan qué es, cómo funcionan y para qué sirven. Un ejemplo es la impresora en tres dimensiones que han construido ellos mismos y han adaptado a una bicicleta antigua de panadero para moverla por la ciudad.
Es muy rudimentaria, a propósito, para que se le vean las tripas y puedan imprimir en la calle figuritas de todo tipo en vivo y en directo. Se trata del 'Tour FabMóvil'.
Salir a la calle es un festival porque con su Fabmóvil provocan la curiosidad de todo el mundo y muchos se acercan a preguntar. La mayoría es la primera vez que ve una impresora por deposición, como les gusta llamarla a los más técnicos.