En primera persona   Siempre hay un lugar para ellos y ellas y aportan mucho más 31/05/2016 20:39

Estoy en el colegio Santo Ángel porque ahí trabaja David , un chico de 38 años con Síndrome de Down que ya forma parte de la familia del centro. Aspanri (Asociación Andaluza de Padres y Madres para la Integración, Normalización y Promoción de las Personas con Discapacidad Intelectual y Síndrome de Down) gestiona la incorporación laboral de estos chicos y chicas y hace el seguimiento. Laura me acompaña para hablar y conocer a David en su puesto de trabajo.

Está en materiales ordenando y entregando lo que los alumnos y profesores piden para sus trabajos. Lo hace encantado y siempre bien acompañado por la encargada que está feliz con él. Dice que "es un regalo" cada día contar con David. Un joven espontáneo, alegre y con personalidad que siempre arranca sonrisas con sus imitaciones cuando el trabajo se lo permite.

Luego vamos a la catedral de Sevilla porque allí trabaja Almudena hace ya casi 16 años. Es un encanto, una persona muy trabajadora y organizada que aligera mucho el trabajo a sus compañeros. Están todos felices compartiendo trabajo con ella porque es muy cariñosa y efectiva solucionando temas.

David y Almudena han tenido suerte de contar con buena gente en su trabajo, personas que les apoyan, les valoran y les ayudan en su quehaceres laborales. Porque son conscientes de lo útiles que son y del cariño que dan. Son trabajadores cumplidos y responsables que aportan mucho más de lo que reciben. Es un lujo poder compartir con ellos.

Pero todavía hay empresarios que tienen que concienciarse para perderles el miedo y darles una oportunidad. Porque siempre hay un espacio para ellos, hacen trabajos administrativos, útiles. Cada uno tiene sus propias capacidades. No le quitan trabajo a nadie, simplemente descargan de trabajo a otras personas. Todos ganan al compartir tareas, sólo hay que ayudarles un poco más al inicio hasta que tienen claras sus rutinas. Pero ¿Quién no necesita ayuda? Almudena y David son sólo dos ejemplos pero son muchos los chicos y chicas con Síndrome de Down esperando poder trabajar y aportar.

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