En primera persona   Libreros de viejo 08/12/2012 54:41

Esta semana nos vamos a impregnar del olor a libros viejos, a ejemplares de otros tiempos. Conoceremos a quienes los custodian, esos libreros de viejo que han ido acumulando sabiduría libro a libro. Han aprendido a descifrar el valor de cada libro, a mimarlos y a valorar un manuscrito, una firma, una dedicatoria de su autor. Porque detrás de cada libro hay una historia, un pasado que da valor a algunas de las librerías que llegan a manos de estos amantes del papel y de lo antiguo.

Este tipo de libro tiene un cliente muy concreto, un lector que pasa de los 50 años, un coleccionista que quiera mejorar su biblioteca. Porque los jóvenes no se fijan en este tipo de libro. Por eso, las librerías de viejo se están quedando sin compradores y no pueden soportar el gasto de mantener un local abierto. Muchas han tenido que cerrar, otras buscan su supervivencia vía internet o yendo a ferias como la que nosotros visitamos para hablar con ellos y saber quienes son estas personas a las que se les ha inoculado el virus de los libros antiguos, la curiosidad por lo antiguo y el saber.

Una de las reivindicaciones del gremio de libro antiguo es tener un espacio fijo en el centro de las ciudades dónde poder acercar el libro a los potenciales lectores porque cada vez se visitan menos las librerías dónde huele a libro de otro tiempo. Esas librerías con aquella magia del lugar dónde apetecía pasar horas y horas hurgando en los libros, tocándolos con cuidado y respeto porque tenían años, décadas, siglos incluso.

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