En unos minutos nos vamos a bucear entre libros libres que entran y salen de una librería muy especial. La gestionan unos 20 voluntarios que hacen turnos para permanecer abiertos mañana y tarde y muchos no se conocen entre sí. Pero todos tienen pasión por la lectura y se unieron a la propuesta de Óscar, un chico que quiso imitar la iniciativa madrileña pero en Barcelona y recopilar libros donados para luego ofrecerlos a grandes y mayores gratuitamente, o casi, porque sólo piden una donación mínima de 50 centimos. A cambio muchas personas salen cargadas de libros. Porque, como reconocen los voluntarios, en este fondo de armario hay joyas literarias.
Son libros donados o regalados, vecinos que traen cajas y cajas y que estos voluntarios intentan ordenar y catalogar. Pero el lugar ya se les ha quedado pequeño y eso que sólo llevan unos meses funcionando.
Al mes les entran alrededor de 3.000 libros y salen unos 1.000. Se acumulan por todas partes y ya están buscando otro lugar dónde seguir fomentando la lectura. La asociación Llibrelliures, además de la librería, ha creado un movimiento alrededor de la lectura y la cultura libre que no deja de crecer.
