Estoy en el cementerio de Cádiz, que está en ruinas y donde se están exhumando 46 sepulturas de bebés no identificados que podrían ser bebés robados en su día. Sus madres y familiares les están buscando porque nunca tuvieron la certeza de que hubieran fallecido como les contaron en el hospital horas después de haber dado a luz.
Acompaño a Carmen y a Charo junto a la psicóloga al cementerio. Carmen es una madre que lleva una vida celebrando los cumpleaños de su hija porque ella la vio viva cuando nació y a las pocas horas le dijeron que había muerto. Tiene tres partes de defunción diferentes y "cuando le pregunté al médico que dónde había estado mi hija durante todo ese tiempo hasta que me dijeron que falleció, no me respondió", comenta con profundo dolor.