En este caso y ya para terminar las entrevistas de esta temporada (volvemos en septiembre) me he desplazado a la casa de dos mujeres con las ideas muy claras. Consuelo y Carmen, dos mamis que comparten vivienda con la única hija que todavía no se ha emancipado, el resto ya vuela libremente.
Todo empezó gracias a la solidaridad de Consuelo que vió como su amiga se quedaba en la calle con sus hijos tras escapar y superar del infierno de la violencia de género. Esta madre necesitaba un lugar donde relajarse y poder poner en orden su vida. Y su amiga no lo dudó un momento y le ofreció compartir su piso. Ya han pasado unos años y continúan disfrutando de esta nueva familia que han creado bajo el mismo techo.
Carmen hace tiempo que creó la asociación MUM, Mujeres Unidas contra el Maltrato desde la que impulsa junto a su amiga y otras afectadas un proyecto muy interesante que ya está a punto de ver la luz.
Éste es el enlace por si queréis más información: http://asociacionmum.org/
Se trata de la Eco-Aldea para mamis supervivientes, una idea que pone en práctica la idea de que la red de mujeres supervivientes pueda ofrecer alojamiento y un mínimo de sostenibilidad a mujeres que necesiten salir de su pueblo, de su ciudad y emigrar para vivir tranquilas y sin miedo.
