Euskadi, en el diván

Enhorabuena a Aitor y Amaya Merino, co-directores de Asier eta biok (Asier y yo), un documental hecho con las tripas, con el corazón. Realizado desde la amistad y muy oportuno. En este momento o a partir de este momento se está protagonizando en Euskadi, en Euzkadi, en el Pueblo Vasco, en Euskal-herria un proceso al que debemos asistir precisamente desde ahí, desde la amistad, dejando que sean los propios vascos los que hablen entre ellos. Haciendo el menor ruido posible y sin afán de juzgar a nadie, porque para eso están otros estamentos de la sociedad (no me gusta la palabra estado). Asier eta biok es una joyita que debería difundirse por cada sala, en todas las comunidades porque este penoso trozo de nuestra historia nos afecta a todos. Me siento muy unido a los vascos por muchos motivos, he vivido momentos muy dolorosos y en muy diferentes etapas, desde las oscuras torturas en cuarteles cercanos a Donosti hasta viendo silbar las balas en la parte vieja.... Todos tenemos nuestra memoria y nuestro recuerdo sobre el proceso, y todos tenemos también nuestra opinión al respecto. Pero ahora es tiempo de dejar que se acerquen, que hablen, que se abracen, que se reconozcan, que se vean víctimas y verdugos y que se miren... Eso es Asier eta biok. Mi enhorabuena y el cine sirve para ésto, para ir aportando alivio, aportando experiencias y curando, porque hay mucho que curar, con la pena que algunos no podrán hacerlo, pero eso ya es inveitable. Aitor y Amaya visitan hoy El séptimo vicio, para hablar de Asier et biok, para recordar que hubo un tiempo dramático, inmensamente triste, trágico.