Hay garitos de copas y garitos de copas. Y, luego, está el Hebe. Más de tres décadas orientadas al rock nacional, con grupos consagrados y -lo más difícil-, con los emergentes. El Hebe es de los que se la juegan con los nuevos, vaya. ¡Eh, incluso hubo un tiempo, antes de la crisis, en que se les pagaba por actuar!, nada de imponer condiciones caninas, con alquileres astronómicos y horarios de actuación imposibles, como hacen otras salas. Aquí, los músicos ponene entrada si quieren y se quedan con eso. O sea, que no se van nunca de vacío.Sí, los artistas también comen, igual que los oficinistas y los ingenieros. Y allí, en el número 5-7 de la calle Tomás García, en pleno corazón de Vallecas, siempre lo han tenido claro. La música en directo vale la pena. Si nadie apuesta por ella, será difícil volver a tener unos Rolling, o unos Beatles o un Springsteen, o un Asfalto, Leño, Obús, Los Suaves... etc,. Lo diré de otra manera: hoy todo el mundo quiere tener en su escenario a SKA-P, o a Fito Cabrales, o a Marea... ya. Pero cuando el Hebe les abrió sus puertas, ni Cristo los conocía. Así que ¡larga vida al Hebe!. Aunque en realidad no le hace falta, como todo el mundo sabe es la Diosa de la Juventud.
