La Comunidad del Bosque, inspirada por Ulises, emprende viaje hacia la Itaca del Sur.
Y aunque el camino no sea largo, sí lo es rico en experiencia y conocimiento. Un camino que, a través del desierto, desemboca en el mar atravesando presencias vegetales compuestas de chumberas, palmeras, yucas, palmitos... Y es que el bosque de Cabo de Gata, Níjar, en su aparente desnudez, alberga más de mil especies de flora diferentes.
Y aunque la experiencia de la sombra no es sencilla, y obedece a la creación humana, encontramos que los palmitos son unas palmeras expulsadas de sus "hábitats naturales" y zonas predilectas para crear campos de cultivos, que se encuentran ahora en las zonas rocosas y escarpadas de su paisaje más volcánico.
Pero a pesar de esta desertización hay conmovidos del bosque que se han propuesto que el palmito vuelva a formar parte de la densa vegetación, especialmente de los lugares que han sido declarados Parques Naturales.
Cuando se deja crecer al palmito, éste puede vivir cientos de años y se vuelve arbóreo. La palmera enana se convierte entonces en un gigante azul con vocación inmortal. Y así nos lo cuenta el Médico de los Árboles, Bernabé Moya, con quien charlamos del bosque que fue, que es y que será en territorio de la Itaca del Sur, Cabo de Gata, en Almería. Y lo hacemos también con la inspiración y las enseñanzas de Carmen Alvaro, Ignacio Abella, Fernando Fueyo, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, José Moya, Lao Tsé y Sinéad O'Connor, responsable de la banda sonora de este bosque por habitar.