Bienvenidos a un bosque habitado por un sueño.
El sueño de una periodista que quería encontrar a su particular Comunidad del Anillo, defensora de lo vivo y natural. Y que la halló a través de muchos viajes del norte al sur y del oeste al oeste de su país. Pero la periodista quería más. Quería que su Comunidad del Bosque estuviera también al ladito mismo de su casa. Para ello, su vecina Mariola decidió acompañarla para explorar, palmo a palmo, los terrenos no urbanizados que rodeaban sus viviendas.
Dispuestas a hallar el tesoro que había soñado, lo encontraron en un descampado.
El tesoro se hallaba bajo un árbol, que estaba plantado en un huerto comunitario, que había ocupado un terreno abandonado de la burbuja inmobiliaria. Lo que buscó a cientos de kilómetros, también existía a golpe de caminata. Se llamaba “Ensancha el huerto”,
una iniciativa impulsada por vecinas y vecinos del Ensanche Sur de Alcorcón.
“Ensancha el huerto” es un huerto colectivo, con la belleza del caos y el orden de las plantas que germinan deseadas. Un huerto urbano, encuentro para todas las personas que desean aprender y compartir. Un entusiasmo que pretende dar uso útil a un descampado desangelado. Un espacio de formación y encuentro para los que quieren iniciarse en la horticultura y la jardinería ecológicas y convivir en un entorno de aprendizaje verde y humano.
Y la periodista llegó a “Ensancha el huerto”, que estaba muy cerquita de su casa, gracias a los conocimientos expertos en naturaleza, ciencia y sociología que la Comunidad del Bosque le había transmitido. Ignacio Abella, Rosa Villalba. Fernando Fueyo. Mar Verdejo. José y Bernabé Moya. José Plumed. Óscar Prada y Raúl de Tapia. Conocimientos completados hoy por, Gustavo Duch, Silvia Abella (y su trabajo “Reokupación”) y “El último hombre de la tierra”, que no es otro que Coque Malla, especialmente en su último trabajo editado.
Así que vístete con ropa y calzado que no te importe manchar de tierra. Ármate de una pala y un azadón. Hazte con semillas y plantones puros y naturales y hunde, hunde sus raíces y las tuyas en este territorio conmovido?… ¡Arriba las ramas!
