Paisanas y paisanos, bienvenidos a un bosque habitado por los hombres y mujeres que hicieron paisaje. Porque, mira, dice Jaime Izquierdo, que a pesar de que la legislación española llama a los paisajes “espacios naturales”, lo cierto es que no lo son. Nuestros paisajes ni son espacios, ni son naturales. Nos aclara Jaime, autor también de “La casa de mi padre”, a quien oíamos la semana pasada sobre nuestros orígenes de tribu contemporánea, que en puridad, los paisajes son territorios y, por lo tanto, construcciones culturales e históricas… Bueno, o si queremos, podemos llamarlos territorios de naturaleza campesina… ¿A que tiene sentido?
En esta segunda entrega de conversaciones con Jaime Izquierdo descubrirás que los territorios de naturaleza campesina, la casa de tus padres, o de tus abuelos, bisabuelas y tatarabuelos, tras varios milenios de demostrada solvencia (prueba de ello es que tú y yo estamos aquí, y estamos así), pues han entrado en un proceso de extinción de abandono… ¡Menos mal, menos mal que muchas y muchos se están dando cuenta, recuperando saberes, aprendiendo otros nuevos y empezando a poner remedio!. La noticia es que tras la oleada de nuevos rurales de los 80 vienen más, cada vez, cada vez somos más… Volviendo al campo, recuperando lo abandonado…
Y lo hacemos gracias a Jaime Izquierdo, autor de “La conservación cultural de la naturaleza”, un librito editado por KRK, que nos va a ayudar a distinguir la oscuridad de lo que está cayendo: Porque como decía el padre de Izquierdo, no hay nada que conformarse sin más ni más, cuando te dicen aquello de “era de noche y se puso a llover”. Con Izquierdo reaprenderemos muchas cosas, como por ejemplo que tenemos que iniciar una relación de pareja, sí, sí, de pareja enamorada y cómplice, con la Naturaleza, así que ya no hay excusa para considerarnos singles de nada, y mucho menos de la vida y del entorno al que pertenecemos. Además, volveremos a unir, gracias a los mandatos de nuestra Revolución de los Conmovidos, ese campo que un día dividieron en dos y que ahora vuelve a la unidad vital, esperanzadora e imprescindible, gracias también a conmovidos como Fernando Fueyo, Ignacio Abella, Bernabé Moya, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, Óscar Prada Campaña, John Berger, González Bernáldez, y el legado sufí.
Y para que este programa tan especial cuente con la sensibilidad necesaria y nos haga estremecer como corresponde, nada mejor que la voz de la cantante israelí Noa, que comienza a ambientarnos con un tema que nos insta a “Abrir los ojos”, porque si lo haces puedes descubrir que esta mañana se vuelve tarde, y que cuando cae la tarde, la noche abraza al cielo… Noa, Eyes Opener ¡Arriba las ramas!
