Su último trabajo salió en abril y significa un cambio con respecto al pasado. Más serio, más hacia adentro. Incluso el propio protagonista tiende a emparentarlo con "La defensa del artista que no existe" que fue su debut después de un más que prometedor inicio maquetero. Por ello se podría decir que con "Los puentes hundidos" se abre una segunda época del oscense Javier Almazán, Copiloto. Han pasado cuatro años desde que salió su anterior obra y éste ya es su cuarto álbum, Hay cambios en las músicas (más oscuras, guitarras más puntiagudas) y en los textos por el aquel de la desesperanza y desasosiego que azota a toda una generación. La última canción pasada a imágenes es "¿Crecer es matar a un niño?" con un brillante trabajo de Marta Lázaro. Este viernes actúa en el Fotomatón de Madrid a toda banda (cuatro músicos le acompañan) y el próximo 13 la cita es en Heliogábal de Barcelona. Se trajo guitarra y remató con una g.a.t.o. para la posteridad.
Antes habíamos hablado telefónicamente con Juan Pedro González, director de la asociación Bon Vivant que son los encargados de la organización del Festival Cáceres Pop Art que lleva dentro la entrega de los premios Pop Eye. Durante la charla sonó música de protagonistas (Los Brincos, que tocan este viernes con la Sinfónica de la Diputación de Cáceres, Chloé Bird que presentó su flamante disco el jueves y Herminio Molero que será premiado como artista plástico) de este evento.
Otras noticias del día fueron la suspensión (no les veremos aquí ni en Madrid ni San Sebastián) desde el próximo 10 de la gira de Belle & Sebastian por enfermedad de Stuart Murdoch y que la exposición fotográfica de Martin Page "Tras la deriva" con Vetusta Morla como protagonistas se cierra el domingo 8 (en la calle Loreto y Chicote 4 en Malasaña).
Asimismo sonó nuestro tema favorito de lo que ya es el EP de Mona (con Montse ex Nosotrash) que nos visitan el lunes .
