Desde el infierno
La bomba atómica reclama sangre para el demonio
13/07/2014
26:13
Jack Parson, diseñador de cohetes perteneciente a la Ordo Templi Orienti de California, realizaba rituales de magia negra en Pasadena, iniciando en las artes oscuras a los científicos del laboratorio de energía atómica de Los Álamos. Parsons aseguró a su maestro que los agentes del Gobierno llevaron un golem a un grupo de especialistas en el laboratorio atómico de Los Álamos. Fue colocado en un contenedor gigante e irradiado con la fuerza de la primera bomba atómica. Corrían los años cuarenta y la Tierra se cubrió de la peor muerte.