Así lo afirma Joaquín Nieto Sainz, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo para España, quien participa en el programa.
El número de niños trabajadores en el mundo actualmente es de 168 millones, un tercio menos que en el 2000. Según las últimas estimaciones mundiales de este Organismo, 85 millones de niños entre cinco y 17 años realizan trabajos que ponen directamente en peligro su salud, seguridad y desarrollo. La gran mayoría trabaja en la agricultura, pero también están presentes en otros sectores, trabajando en las minas, víctimas de la trata y de abusos en el comercio sexual, obligados a pedir limosna, explotados en el trabajo doméstico o forzados a enrolarse en milicias o ejércitos.
El trabajo infantil es un problema global que precisa de una respuesta desde todos los ángulos. Esto significa medidas para reducir la pobreza, mejorar la educación, exigir el cumplimiento de la Ley, mejorar las perspectivas de empleo para los adultos y garantizar que emplear a niños por debajo de la edad mínima de admisión al empleo no produzca beneficios.
Lo importante es que se están dando pasos para erradicar el trabajo y que España está ayudando a ello.
