Entre el 16 de mayo y el 3 de junio de 2018, el Teatro Real de Madrid estrena en España la ópera "Die Soldaten" ("Los soldados"), del compositor alemán Bernd Alois Zimmermann (1918-1970), basada en la obra homónima -publicada en 1776- de Jakob Michael Reinhold Lenz (1751-1792), y estrenada en la Opernhaus de Colonia el 15 de febrero de 1965. Este acontecimiento cultural, sin duda entre los más importantes del año dentro del (por otra parte, bastante previsible y conservador) panorama operístico de nuestro país, sirve como detonante de este monográfico de Ars Sonora dedicado a los últimos trabajos de B. A. Zimmermann, así como a su pensamiento compositivo.
La incardinación histórica y estética de Zimmermann siempre ha resultado difícil, pues su fecha de nacimiento le ubica una década antes de esa gran generación que, vinculada a los Cursos de Verano de Darmstadt desde la inmediata posguerra europea, alumbró figuras como las de Karlheinz Stockhausen (1928-2007), Pierre Boulez (1925-2016) y Luigi Nono (1924-1990) -o, en España, autores como Luis de Pablo o Cristóbal Halffter (ambos nacidos en 1930)-. Zimmermann abrazó algunos aspectos del serialismo integral -característico de las primeras etapas de todos los creadores antes mencionados-, que incluso mantuvo hasta sus últimas composiciones. Pero también incorporó, en fechas históricamente tempranas, elementos tan variados -y opuestos a cualquier interpretación dogmática del pensamiento serial- como las referencias a la tradición clásica, a la entonces joven música pop-rock, al jazz, o a otros recursos sonoros (a menudo canalizados a través de grabaciones fonográficas de voces de personajes históricos, grabaciones de campo, etc.). Desde esta perspectiva, el pluralismo estético de Bernd Alois Zimmermann nos ofrece, hoy, la vigencia propia de quien supo captar, muy temprana y sutilmente, el espíritu de la posmodernidad (acaso entendida como la manifestación del carácter siempre inacabado del proyecto la Modernidad). Una posmodernidad que, en la música de Zimmermann, no se presenta en forma "débil", ni mucho menos cínica o irónica: el desgarramiento propiciado por los desastres del siglo XX (contemplados, además, por un compositor alemán nacido en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial) está siempre al acecho en sus obras, y la extrema conciencia histórica del artista nos impulsa a recordar continuamente el largo recorrido de la crueldad humana.
El principal dispositivo estético articulado por B. A. Zimmermann para este fin deriva de su concepción "esférica" del tiempo, a la que también dedicamos algunas reflexiones en este monográfico de Ars Sonora. Rastreada por Zimmermann en el pensamiento de San Agustín de Hipona (más específicamente, en las "Confesiones"), la idea -contrastante con una concepción lineal del tiempo- de que cada instante equidista de cualquier otro momento de la Historia (como si ocupara el centro de una esfera en cuya superficie pudieran emplazarse todos los demás momentos -tanto pasados como futuros-) le sirvió al compositor alemán para plantear una suerte de polifonía discursiva, en virtud de la cual diferentes -e incluso contradictorios- discursos (musicales, verbales, etc.) podrían superponerse, sonando simultáneamente en determinados momentos de sus obras. Es así como en algunos pasajes de "Die Soldaten" se presentan a la vez varias escenas, correspondientes a diversos momentos de la trama, dando cuenta de esa no-linealidad del tiempo (que, por otra parte, desbarata algunas de las más básicas y habituales presunciones respecto a las leyes de la causalidad).
Todos estos elementos se hacen patentes, en esta edición de Ars Sonora, a través de la escucha de algunos pasajes de "Die Soldaten", así como de la otra gran obra maestra de la etapa final de Zimmermann, el "Requiem für einen jungen Dichter" ("Réquiem por un joven poeta") -en cuyo inicio, como podremos escuchar, reaparece San Agustín, citado por Ludwig Wittgenstein en el inicio de sus "Investigaciones filosóficas" (que nosotros recordamos a través de la traducción de Jesús Padilla Gálvez, publicada en la editorial Trotta)-. Con estas reflexiones nos sumamos a la celebración del importante evento cultural (más que solamente musical) propiciado por el Teatro Real y su director artístico, Joan Matabosch, con el estreno español de "Die Soldaten".
